Solidario García
Madmaxista
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La Fiscalía investiga a grupos que se organizaron para agredir a pagapensiones en Gran Canaria
La fiscal jefe de Las Palmas, Beatriz Sánchez, ha ordenado este lunes la apertura de una investigación por posibles delitos de repruebo contra varios de los participantes en foros de WhatsApp en los que se intentaron organizar grupos para amedrentar o agredir a los pagapensiones. El ministerio público investiga, en concreto, varios mensajes y foros que circularon hace dos semanas, con llamamientos expresos a desplazarse al sur de Gran Canaria en grupo para atacar a los pagapensiones que están allí alojados en varios complejos turísticos reconvertidos temporalmente en centros de acogida, según ha confirmado a Efe la fiscal jefe de la provincia.
La isla de Gran Canaria experimenta una escalada de xenofobia ante el bloqueo de miles de personas llegadas en patera a la isla, la sensación de inseguridad que han provocado algunos incidentes y delitos protagonizados por pagapensiones y la desinformación que intoxica cualquier incidente relacionado con los extranjeros. En la última semana, se han celebrado hasta cuatro manifestaciones contra la presencia de los pagapensiones en tres barrios de Las Palmas de Gran Canaria y en el sur turístico de la isla. En las concentraciones se clamaba por la falta de seguridad que los vecinos vinculaban directamente a la presencia de pagapensiones en sus barrios.
El malestar y las amenazas que ahora investiga la Fiscalía ya han saltado hace varios días de los grupos de WhatsApp a las calles y se han convertido en actos de violencia contra marroquíes. La Fundación Cruz Blanca, dependiente de los Hermanos Franciscanos, ha denunciado que el campamento que gestiona, un colegio en el barrio de El Lasso, en Las Palmas de Gran Canaria, es apedreado de forma repetida y que sus usuarios sufren amenazas y agresiones. Al menos siete de sus residentes fueron agredidos entre el lunes y el viernes de la semana pasada. “Basta de tirar piedras al interior del centro. Ya basta de recibir a nuestros nuevos vecinos al grito de ‘terroristas’. Ya basta de amenazas. Ya basta de agresiones. En definitiva, que ya basta de culpabilizar a los otros de nuestra disconformidad con las decisiones políticas que se están tomando”, aseguraba esta ONG en un comunicado el pasado miércoles.
Rafael, nombre ficticio de un niño canario de 14 años, contó a EL PAÍS el pasado sábado que suele quedar con un par de jóvenes marroquíes que viven en el colegio y chapurrean español. Esa noche, mientras se celebraba una manifestación vecinal frente al centro, el chico tuvo que escapar de cuatro hombres armados con palos y porras que se presentaron en un parque cercano para agredir a sus dos amigos. “Vinieron cuatro tíos en un jeep y nada más bajarse se pusieron a llamarles ‘dolidos jovenlandeses’, ‘gaies, salgan de aquí’. Empezaron a pegarles y mi amigo y yo salimos corriendo”, cuenta. “No me parece justo. Por cuatro marroquíes que la lían, la pagan todos”, lamenta. “Cuando volvimos a buscarles estaban con toda la cara hinchada”.
Los autores de muchas de las amenazas y discursos racistas que han circulado estos días se justifican en un sentimiento de “oleada turística” y, sobre todo, en la percepción de que la delincuencia ha subido en la isla por culpa de los pagapensiones. Los datos que maneja la Policía, sin embargo, no sustentan la tesis. Según mandos policiales los incidentes y los delitos cometidos por extranjeros llegados en patera siguen siendo aislados. El titular del juzgado de instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria, Arcadio Diaz Tejera, que es también juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la isla, lamenta que se preste tanta atención a delitos cometidos supuestamente por pagapensiones. “Sorprende que algo que es excepcional tenga tanto eco y algo que hoy en día es el pan de cada día en los juzgados de guardia, como la violencia doméstica de hijos a padres, tenga tan escasa repercusión”, mantiene el juez.
La Fiscalía ya había anunciado que iba a permanecer vigilante ante cualquier conducta que incitara al repruebo xenófobo o racista contra quienes han llegado en patera y que estaba en contacto con la policía y la Guardia Civil para conocer las medidas preventivas que estaban tomando al respecto para evitar incidentes.
En varios grupos de mensajería para móviles, circularon hace dos semanas numerosos mensajes escritos y de audio de contenido amenazante contra los pagapensiones, con frases como “los jovenlandeses van a morir” o llamamientos a organizarse en grupos armados para perseguir en el sur de Gran Canaria a los de origen joven. En uno de ellos, cuyo autor fue detenido, aparece un hombre en su coche amenazando a un joven jovenlandés con un machete en el asiento del copiloto.
También ha sido víctima estos días en Las Palmas de Gran Canaria de una agresión xenófoba la hija de la activista saharaui Aminatou Haidar, a la que un grupo de jóvenes que se bajó de un coche golpeó cuando caminaba por la calle vestida con las ropas tradicionales de su pueblo, según ha confirmado la propia afectada a la cadena SER.
La Fiscalía no tiene conocimiento formal aún de ataques concretos, como los del campamento de El Lasso o la agresión a la hija de Haidar, pero su portavoz ha precisado a Efe que los investigará si la policía le remite información sobre los sucesos con detalles que considere que pueden ser constitutivos de delito.
La fiscal jefe de Las Palmas, Beatriz Sánchez, ha ordenado este lunes la apertura de una investigación por posibles delitos de repruebo contra varios de los participantes en foros de WhatsApp en los que se intentaron organizar grupos para amedrentar o agredir a los pagapensiones. El ministerio público investiga, en concreto, varios mensajes y foros que circularon hace dos semanas, con llamamientos expresos a desplazarse al sur de Gran Canaria en grupo para atacar a los pagapensiones que están allí alojados en varios complejos turísticos reconvertidos temporalmente en centros de acogida, según ha confirmado a Efe la fiscal jefe de la provincia.
La isla de Gran Canaria experimenta una escalada de xenofobia ante el bloqueo de miles de personas llegadas en patera a la isla, la sensación de inseguridad que han provocado algunos incidentes y delitos protagonizados por pagapensiones y la desinformación que intoxica cualquier incidente relacionado con los extranjeros. En la última semana, se han celebrado hasta cuatro manifestaciones contra la presencia de los pagapensiones en tres barrios de Las Palmas de Gran Canaria y en el sur turístico de la isla. En las concentraciones se clamaba por la falta de seguridad que los vecinos vinculaban directamente a la presencia de pagapensiones en sus barrios.
El malestar y las amenazas que ahora investiga la Fiscalía ya han saltado hace varios días de los grupos de WhatsApp a las calles y se han convertido en actos de violencia contra marroquíes. La Fundación Cruz Blanca, dependiente de los Hermanos Franciscanos, ha denunciado que el campamento que gestiona, un colegio en el barrio de El Lasso, en Las Palmas de Gran Canaria, es apedreado de forma repetida y que sus usuarios sufren amenazas y agresiones. Al menos siete de sus residentes fueron agredidos entre el lunes y el viernes de la semana pasada. “Basta de tirar piedras al interior del centro. Ya basta de recibir a nuestros nuevos vecinos al grito de ‘terroristas’. Ya basta de amenazas. Ya basta de agresiones. En definitiva, que ya basta de culpabilizar a los otros de nuestra disconformidad con las decisiones políticas que se están tomando”, aseguraba esta ONG en un comunicado el pasado miércoles.
Rafael, nombre ficticio de un niño canario de 14 años, contó a EL PAÍS el pasado sábado que suele quedar con un par de jóvenes marroquíes que viven en el colegio y chapurrean español. Esa noche, mientras se celebraba una manifestación vecinal frente al centro, el chico tuvo que escapar de cuatro hombres armados con palos y porras que se presentaron en un parque cercano para agredir a sus dos amigos. “Vinieron cuatro tíos en un jeep y nada más bajarse se pusieron a llamarles ‘dolidos jovenlandeses’, ‘gaies, salgan de aquí’. Empezaron a pegarles y mi amigo y yo salimos corriendo”, cuenta. “No me parece justo. Por cuatro marroquíes que la lían, la pagan todos”, lamenta. “Cuando volvimos a buscarles estaban con toda la cara hinchada”.
Los autores de muchas de las amenazas y discursos racistas que han circulado estos días se justifican en un sentimiento de “oleada turística” y, sobre todo, en la percepción de que la delincuencia ha subido en la isla por culpa de los pagapensiones. Los datos que maneja la Policía, sin embargo, no sustentan la tesis. Según mandos policiales los incidentes y los delitos cometidos por extranjeros llegados en patera siguen siendo aislados. El titular del juzgado de instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria, Arcadio Diaz Tejera, que es también juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la isla, lamenta que se preste tanta atención a delitos cometidos supuestamente por pagapensiones. “Sorprende que algo que es excepcional tenga tanto eco y algo que hoy en día es el pan de cada día en los juzgados de guardia, como la violencia doméstica de hijos a padres, tenga tan escasa repercusión”, mantiene el juez.
La Fiscalía ya había anunciado que iba a permanecer vigilante ante cualquier conducta que incitara al repruebo xenófobo o racista contra quienes han llegado en patera y que estaba en contacto con la policía y la Guardia Civil para conocer las medidas preventivas que estaban tomando al respecto para evitar incidentes.
En varios grupos de mensajería para móviles, circularon hace dos semanas numerosos mensajes escritos y de audio de contenido amenazante contra los pagapensiones, con frases como “los jovenlandeses van a morir” o llamamientos a organizarse en grupos armados para perseguir en el sur de Gran Canaria a los de origen joven. En uno de ellos, cuyo autor fue detenido, aparece un hombre en su coche amenazando a un joven jovenlandés con un machete en el asiento del copiloto.
También ha sido víctima estos días en Las Palmas de Gran Canaria de una agresión xenófoba la hija de la activista saharaui Aminatou Haidar, a la que un grupo de jóvenes que se bajó de un coche golpeó cuando caminaba por la calle vestida con las ropas tradicionales de su pueblo, según ha confirmado la propia afectada a la cadena SER.
La Fiscalía no tiene conocimiento formal aún de ataques concretos, como los del campamento de El Lasso o la agresión a la hija de Haidar, pero su portavoz ha precisado a Efe que los investigará si la policía le remite información sobre los sucesos con detalles que considere que pueden ser constitutivos de delito.