El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La FIFA emitió este domingo un comunicado en el que veta la disputa de partidos internacionales de fútbol en Rusia, que deberán jugarse en territorio neutral y no podrá exhibirse ni su bandera ni sonar su himno. Además, el organismo rector del fútbol mundial obliga a la selección rusa a jugar bajo el nombre de Unión de Fútbol de Rusia. La FIFA ha seguido la línea intermedia del Comité Olímpico Internacional (COI) y no ha expulsado a Rusia de sus competiciones.
La decisión se produce en medio del clamor de la comunidad internacional, que exige medidas duras ante la agresión de Rusia a Ucrania y el aumento de la escalada bélica del conflicto. La tibieza escogida por la FIFA sigue manteniendo en un brete a la entidad presidida por el suizo Gianni Infantino, porque Polonia, que debía enfrentarse a Rusia el próximo 24 de marzo en Moscú en la ida de la repesca para el Mundial de Qatar, el sábado comunicó que no jugara contra los rusos ni en campo neutral. El presidente de la federación polaca, Cezary Kulesza calificó de “inaceptable” la decisión de la FIFA y reitera la negativa a medirse a los rusos. También se ha negado a jugar contra los rusos en cualquier escenario la República Checa, que puede ser rival de Rusia el 29 de marzo, también en Moscú, si derrota a Suecia en la primera ronda de la repesca.
Inglaterra ha añadido más presión a la FIFA al asegurar que tampoco se enfrentará a la selección rusa si esta se clasifica para el Mundial y se empareja con ella. “En solidaridad con Ucrania y para condenar las atrocidades cometidas por Rusia, la FA puede confirmar que no jugaremos contra Rusia en ninguna competición internacional. Esto incluye cualquier posible partido a cualquier nivel”, advirtió la federación inglesa en un comunicado.
Las razones para no expulsar a Rusia de las competiciones internacionales son jurídicas tal y como adelantó EL PAÍS, al ser la federación rusa una organización privada y no vinculada a las acciones de su Gobierno. Una hipotética expulsión bajo el amparo del reglamento de la FIFA podría ser recurrida por Rusia con bastantes garantías de éxito ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS) al no existir una base jurídica sólida.
La FIFA asegura que continuará su diálogo continuo con el COI, la UEFA y otras organizaciones deportivas para determinar cualquier medida o sanción adicional, incluida una posible exclusión de las competiciones, que se aplicará en un futuro próximo si la situación no mejora rápidamente. Mientras tanto, la FIFA sigue manteniendo diálogos con las federaciones de Polonia, Suecia y la República Checa para tratar de convencerlas de que disputen sus partidos en campo neutral.
El viernes la UEFA vetó a San Petersburgo como sede de la próxima final de la Champions League y la trasladó a París, pero tampoco se ha atrevido a expulsar a los clubes rusos de sus competiciones. El Spartak de Moscú, clasificado para los octavos de final de la Europa League en los que se medirá al Leipzig, primero en Alemania, y el 17 de marzo en Moscú.
La decisión se produce en medio del clamor de la comunidad internacional, que exige medidas duras ante la agresión de Rusia a Ucrania y el aumento de la escalada bélica del conflicto. La tibieza escogida por la FIFA sigue manteniendo en un brete a la entidad presidida por el suizo Gianni Infantino, porque Polonia, que debía enfrentarse a Rusia el próximo 24 de marzo en Moscú en la ida de la repesca para el Mundial de Qatar, el sábado comunicó que no jugara contra los rusos ni en campo neutral. El presidente de la federación polaca, Cezary Kulesza calificó de “inaceptable” la decisión de la FIFA y reitera la negativa a medirse a los rusos. También se ha negado a jugar contra los rusos en cualquier escenario la República Checa, que puede ser rival de Rusia el 29 de marzo, también en Moscú, si derrota a Suecia en la primera ronda de la repesca.
Inglaterra ha añadido más presión a la FIFA al asegurar que tampoco se enfrentará a la selección rusa si esta se clasifica para el Mundial y se empareja con ella. “En solidaridad con Ucrania y para condenar las atrocidades cometidas por Rusia, la FA puede confirmar que no jugaremos contra Rusia en ninguna competición internacional. Esto incluye cualquier posible partido a cualquier nivel”, advirtió la federación inglesa en un comunicado.
Las razones para no expulsar a Rusia de las competiciones internacionales son jurídicas tal y como adelantó EL PAÍS, al ser la federación rusa una organización privada y no vinculada a las acciones de su Gobierno. Una hipotética expulsión bajo el amparo del reglamento de la FIFA podría ser recurrida por Rusia con bastantes garantías de éxito ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS) al no existir una base jurídica sólida.
La FIFA asegura que continuará su diálogo continuo con el COI, la UEFA y otras organizaciones deportivas para determinar cualquier medida o sanción adicional, incluida una posible exclusión de las competiciones, que se aplicará en un futuro próximo si la situación no mejora rápidamente. Mientras tanto, la FIFA sigue manteniendo diálogos con las federaciones de Polonia, Suecia y la República Checa para tratar de convencerlas de que disputen sus partidos en campo neutral.
El viernes la UEFA vetó a San Petersburgo como sede de la próxima final de la Champions League y la trasladó a París, pero tampoco se ha atrevido a expulsar a los clubes rusos de sus competiciones. El Spartak de Moscú, clasificado para los octavos de final de la Europa League en los que se medirá al Leipzig, primero en Alemania, y el 17 de marzo en Moscú.
La FIFA veta los partidos internacionales en Rusia, pero no la expulsa de sus competiciones
El organismo también determina que la selección debe jugar bajo el nombre de Unión de Fútbol de Rusia y no podrá sonar su himno nacional ni exhibir su bandera
elpais.com