david53
Madmaxista
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Stanley Meyer falleció de forma repentina durante una reunión y hay quien afirma que murió envenenado
Por qué no prosperó el motor de agua español de los años 70
Stanley Meyer con su invento
En los últimos años ha habido un aumento en el uso y desarrollo de vehículos eléctricos, que utilizan baterías recargables alimentadas por electricidad. Pero algunos se preguntarán, sin embargo, por qué no existen coches que hagan uso de otro recurso: el agua. En 1975, Stanley Meyer intentó hacer realidad esta idea con un automóvil propulsado por su «célula de combustible de agua» patentada.
La célula de combustible de agua fue diseñada para absorber cantidades mínimas de agua, hacer correr una corriente eléctrica a través del líquido, que luego dividía las moléculas en sus respectivos elementos: H y O. Los átomos de hidrógeno serían quemados, seguidos por un liberación de emisiones limpias (es decir, aquellas que no causan daño al medio ambiente o a la atmósfera).
También se afirmó que el invento era capaz de recombinar el hidrógeno y átomos de oxígeno de nuevo en moléculas de agua, que luego serían recicladas para continuar alimentando la célula. La comunidad científica miró con reservas lo anunciado por Meyer pues, si el dispositivo funcionara como fue especificado, violaría tanto la primera como la segunda ley de la termodinámica.
Su teoría consistía en romper la molécula del agua a base de impulsos positivos de kilovatios, en frecuencias de entre 10 y 15 kiloherzios. Tras esto, la mezcla se inyectaba en el motor que volvía a producir agua. Ni siquiera era necesario recargar el motor con más líquido, debido a que el componente que salía del tubo de escape volvía a reciclarse en agua de forma autónoma, y solo eran necesarios 7,4 microlitos de agua por cada explosión para generar 50 caballos de potencia.
Meyer desfiló con un vehículo equipado con su célula de combustible de agua por todo Estados Unidos. Con ello, llamó la atención del público y de inversores.
No mucho después de obtener inversión, en 1996 fue llevado a juicio en Ohio por fraude debido a que su invento estaba utilizando la tecnología ya desarrollada de la célula de combustible de electrólisis, y se estaba comercializando como una idea original. Tampoco hubo evidencia, además de los informes de testigos oculares, de que el automóvil realmente funcionara. No se tomaron vídeos claros del coche en movimiento, lo que dejaba a los inversores con dudas. Stanley tuvo que devolver el dinero prestado en su totalidad.
Meyers llegó a trabajar para la NASA y fue nombrado inventor del año en 1993. En 1998, Stanley murió de manera prematura a los 57 años. Mientras estaba en una reunión de negocios con su hermano y dos posibles inversores extranjeros, comenzó a vomitar violentamente y su hermano afirmó que las últimas palabras de Stanley fueron que estaba envenenado. El informe del forense indicó que Meyer había muerto debido a un aneurisma cerebral. Sin embargo, hay quienes creen que su fin sí se debió en realidad a un envenenamiento.
El legado del motor de agua todavía tiene muchas preguntas a su alrededor. La principal: ¿realmente funcionó? La patente de la célula de combustible ha expirado, por lo que cualquiera podría continuar donde lo dejó Stanley. Hacer que los automóviles funcionen únicamente con agua con emisiones inofensivas podría resolver muchos de los problemas climáticos a los que nos enfrentamos hoy.
La historia de Stanley Meyer aparece en parte del documental de 1995 'It Runs on Water', tras*mitido por la BBC, se centrándose en su invención.
Por qué no prosperó el motor de agua español de los años 70
Stanley Meyer con su invento
En los últimos años ha habido un aumento en el uso y desarrollo de vehículos eléctricos, que utilizan baterías recargables alimentadas por electricidad. Pero algunos se preguntarán, sin embargo, por qué no existen coches que hagan uso de otro recurso: el agua. En 1975, Stanley Meyer intentó hacer realidad esta idea con un automóvil propulsado por su «célula de combustible de agua» patentada.
La célula de combustible de agua fue diseñada para absorber cantidades mínimas de agua, hacer correr una corriente eléctrica a través del líquido, que luego dividía las moléculas en sus respectivos elementos: H y O. Los átomos de hidrógeno serían quemados, seguidos por un liberación de emisiones limpias (es decir, aquellas que no causan daño al medio ambiente o a la atmósfera).
También se afirmó que el invento era capaz de recombinar el hidrógeno y átomos de oxígeno de nuevo en moléculas de agua, que luego serían recicladas para continuar alimentando la célula. La comunidad científica miró con reservas lo anunciado por Meyer pues, si el dispositivo funcionara como fue especificado, violaría tanto la primera como la segunda ley de la termodinámica.
Su teoría consistía en romper la molécula del agua a base de impulsos positivos de kilovatios, en frecuencias de entre 10 y 15 kiloherzios. Tras esto, la mezcla se inyectaba en el motor que volvía a producir agua. Ni siquiera era necesario recargar el motor con más líquido, debido a que el componente que salía del tubo de escape volvía a reciclarse en agua de forma autónoma, y solo eran necesarios 7,4 microlitos de agua por cada explosión para generar 50 caballos de potencia.
Meyer desfiló con un vehículo equipado con su célula de combustible de agua por todo Estados Unidos. Con ello, llamó la atención del público y de inversores.
https://www.abc.es/recreo/extrana-f....html#vtm_modulosEngag=lomas:recreo:noticia:4
No mucho después de obtener inversión, en 1996 fue llevado a juicio en Ohio por fraude debido a que su invento estaba utilizando la tecnología ya desarrollada de la célula de combustible de electrólisis, y se estaba comercializando como una idea original. Tampoco hubo evidencia, además de los informes de testigos oculares, de que el automóvil realmente funcionara. No se tomaron vídeos claros del coche en movimiento, lo que dejaba a los inversores con dudas. Stanley tuvo que devolver el dinero prestado en su totalidad.
Meyers llegó a trabajar para la NASA y fue nombrado inventor del año en 1993. En 1998, Stanley murió de manera prematura a los 57 años. Mientras estaba en una reunión de negocios con su hermano y dos posibles inversores extranjeros, comenzó a vomitar violentamente y su hermano afirmó que las últimas palabras de Stanley fueron que estaba envenenado. El informe del forense indicó que Meyer había muerto debido a un aneurisma cerebral. Sin embargo, hay quienes creen que su fin sí se debió en realidad a un envenenamiento.
El legado del motor de agua todavía tiene muchas preguntas a su alrededor. La principal: ¿realmente funcionó? La patente de la célula de combustible ha expirado, por lo que cualquiera podría continuar donde lo dejó Stanley. Hacer que los automóviles funcionen únicamente con agua con emisiones inofensivas podría resolver muchos de los problemas climáticos a los que nos enfrentamos hoy.
La historia de Stanley Meyer aparece en parte del documental de 1995 'It Runs on Water', tras*mitido por la BBC, se centrándose en su invención.
https://www.abc.es/recreo/extrana-f....html#vtm_modulosEngag=lomas:recreo:noticia:4