Lo conviertes en vileza y esta villanía es lo que ha acabado PEDRO ANTONIO SÁNCHEZ...
DURANTE SU VISITA A BOGOTÁSánchez se parte de risa tras ser presentado ante Petro como «presidente de la República de España»
El "lapsus", según el equipo de Petro, se produce días después de que le afearan a Felipe VI no levantarse ante la espada de Simón Bolívar
El verdadero Simón Bolívar: mal estratega militar, sádico con sus enemigos y mujeriego hasta el final
Felipe VI engrandece a España y retrata el narcoindigenismo de Podemos
«Bienvenido el presidente del Gobierno de la República de España». Así han dado la bienvenida a Pedro Sánchez -que se ha reído-, en el palacio presidencial de Bogotá, cuando se disponía a comparecer junto al presidente del país Gustavo Petro en la sala Simón Bolívar. El «lapsus», según el equipo del mandatario colombiano, se produce días después de las críticas vertidas desde el país y desde la izquierda en España contra Felipe VI por no levantarse al paso de la espada de Simón Bolívar durante la toma de posesión de Petro.
La forma en la que la presentadora del acto ha saludado al jefe del Ejecutivo español ha provocado murmullos y risas por parte de la amplia delegación gubernamental que acompaña a Sánchez en su gira por Iberoamérica, alrededor de unas 25 personas, así como de los periodistas españoles que han viajado con él. El mismo presidente se ha sumado a esas risas, que han durado apenas unos segundos, a la vez que se hacía el silencio. Posteriormente, han vuelto a presentar a los dos mandatarios de forma correcta.
Tras esa segunda presentación, precisamente, Gustavo Petro ha querido restar hierro al asunto enfatizando que Sánchez era el «presidente del Gobierno del reino de España». Lo ha hecho al principio y al final de su intervención -momento en el cual, por el tono usado, se han vuelto a escuchar algunas risas discretas en la sala en la que comparecían los dos presidentes-.
Pero este error, según manifiesta el gabinete de Gustavo Petro, que supone una incidencia protocolaria garrafal a nivel diplomático, no es una anécdota en las visitas que Pedro Sánchez realiza a nivel internacional para representar a España. Y siempre, como hoy, los protagonistas se ríen o tratan de quitar importancia a unos gestos que, aunque puedan ser errores humanos, tienen una trascendencia especial.
Cabe recordar, sin ir más lejos, lo que ocurrió hace unos meses durante la reunión que mantuvo con el rey Mohamed VI en el Palacio Real de Rabat. Los servicios de protocolo de la Corona de jovenlandia colocaron la bandera española boca abajo durante la cena del Iftar (descanso del ayuno). Nadie de Moncloa, que revisa todos los detalles al milímetro, dio orden de corregir esa anomalía. Pues una bandera boca abajo, no es una cosa nimia, ni sin importancia; tiene su significado y además, es uno de los más importantes. Es símbolo de humillación o resignación hacia las posiciones predominantes de otros.
DURANTE SU VISITA A BOGOTÁSánchez se parte de risa tras ser presentado ante Petro como «presidente de la República de España»
El "lapsus", según el equipo de Petro, se produce días después de que le afearan a Felipe VI no levantarse ante la espada de Simón Bolívar
El verdadero Simón Bolívar: mal estratega militar, sádico con sus enemigos y mujeriego hasta el final
Felipe VI engrandece a España y retrata el narcoindigenismo de Podemos
- JOAN GUIRADO
- BOGOTÁ
- Enviado Especial
- 24/08/2022 21:17
- ACTUALIZADO: 25/08/2022 08:27
«Bienvenido el presidente del Gobierno de la República de España». Así han dado la bienvenida a Pedro Sánchez -que se ha reído-, en el palacio presidencial de Bogotá, cuando se disponía a comparecer junto al presidente del país Gustavo Petro en la sala Simón Bolívar. El «lapsus», según el equipo del mandatario colombiano, se produce días después de las críticas vertidas desde el país y desde la izquierda en España contra Felipe VI por no levantarse al paso de la espada de Simón Bolívar durante la toma de posesión de Petro.
La forma en la que la presentadora del acto ha saludado al jefe del Ejecutivo español ha provocado murmullos y risas por parte de la amplia delegación gubernamental que acompaña a Sánchez en su gira por Iberoamérica, alrededor de unas 25 personas, así como de los periodistas españoles que han viajado con él. El mismo presidente se ha sumado a esas risas, que han durado apenas unos segundos, a la vez que se hacía el silencio. Posteriormente, han vuelto a presentar a los dos mandatarios de forma correcta.
Tras esa segunda presentación, precisamente, Gustavo Petro ha querido restar hierro al asunto enfatizando que Sánchez era el «presidente del Gobierno del reino de España». Lo ha hecho al principio y al final de su intervención -momento en el cual, por el tono usado, se han vuelto a escuchar algunas risas discretas en la sala en la que comparecían los dos presidentes-.
Pero este error, según manifiesta el gabinete de Gustavo Petro, que supone una incidencia protocolaria garrafal a nivel diplomático, no es una anécdota en las visitas que Pedro Sánchez realiza a nivel internacional para representar a España. Y siempre, como hoy, los protagonistas se ríen o tratan de quitar importancia a unos gestos que, aunque puedan ser errores humanos, tienen una trascendencia especial.
Cabe recordar, sin ir más lejos, lo que ocurrió hace unos meses durante la reunión que mantuvo con el rey Mohamed VI en el Palacio Real de Rabat. Los servicios de protocolo de la Corona de jovenlandia colocaron la bandera española boca abajo durante la cena del Iftar (descanso del ayuno). Nadie de Moncloa, que revisa todos los detalles al milímetro, dio orden de corregir esa anomalía. Pues una bandera boca abajo, no es una cosa nimia, ni sin importancia; tiene su significado y además, es uno de los más importantes. Es símbolo de humillación o resignación hacia las posiciones predominantes de otros.