castguer
Madmaxista
...................................Para entender la tiranía debo,entonces,volver a los clásicos. Tanto Platón como Aristóteles hicieron énfasis en la degeneración de sistemas de gobierno. El Estagirita reconocía tres formas correctas de ejercer el poder: el reinado de uno, la aristocracia de los pocos (los ‘mejores’) y la república (politeia) o gobierno de los muchos.
Pero estas formas pueden degenerar en tiranía, el gobierno de uno dirigido a la utilidad del monarca, la oligarquía o el poder ejercido para utilidad de los ricos y la democracia, es decir, la república vuelta hacia el beneficio de los pobres únicamente. Son degeneradas porque ninguna de estas formas gobierna para utilidad pública.
Pero los hombres se juntan para vivir bien todos y cada uno, por ello éste es el fin del Estado. ¿Qué beneficia más -se pregunta el preceptor de Alejandro Magno- ser gobernado por un hombre excelente o por excelentes leyes? Mejor es aquello que no está sujeto en absoluto a pasiones.
Ahora bien, esas pasiones no corresponden a las leyes, mientras que toda alma humana necesariamente las posee.
La exención de toda responsabilidad y el poder vitalicio es un poder excesivamente grande, y el poder que no se halla regulado por leyes, sino por el propio arbitrio, es peligroso, señalaba el viejo filósofo. Y añadía: “El poder más necesario al pueblo (es) el de elegir los magistrados y hacerse rendir cuenta de sus gestiones, pues, privado de semejante poder, el pueblo será esclavo y enemigo”.
Si queremos entender la tragedia del soberano pueblo de España, leamos la Política de Aristóteles. España puede definirse como reino de un ciudadano y… medio (cuando está sobrio).
En definita, maestro, me atrevo a decir que he aprendido la lección: el pueblo español no es soberano por mucho que se lo envuelvan en papel celofan y a eso le llamen Constitución.Demos
Pero estas formas pueden degenerar en tiranía, el gobierno de uno dirigido a la utilidad del monarca, la oligarquía o el poder ejercido para utilidad de los ricos y la democracia, es decir, la república vuelta hacia el beneficio de los pobres únicamente. Son degeneradas porque ninguna de estas formas gobierna para utilidad pública.
Pero los hombres se juntan para vivir bien todos y cada uno, por ello éste es el fin del Estado. ¿Qué beneficia más -se pregunta el preceptor de Alejandro Magno- ser gobernado por un hombre excelente o por excelentes leyes? Mejor es aquello que no está sujeto en absoluto a pasiones.
Ahora bien, esas pasiones no corresponden a las leyes, mientras que toda alma humana necesariamente las posee.
La exención de toda responsabilidad y el poder vitalicio es un poder excesivamente grande, y el poder que no se halla regulado por leyes, sino por el propio arbitrio, es peligroso, señalaba el viejo filósofo. Y añadía: “El poder más necesario al pueblo (es) el de elegir los magistrados y hacerse rendir cuenta de sus gestiones, pues, privado de semejante poder, el pueblo será esclavo y enemigo”.
Si queremos entender la tragedia del soberano pueblo de España, leamos la Política de Aristóteles. España puede definirse como reino de un ciudadano y… medio (cuando está sobrio).
En definita, maestro, me atrevo a decir que he aprendido la lección: el pueblo español no es soberano por mucho que se lo envuelvan en papel celofan y a eso le llamen Constitución.Demos