Open Arms, imputada por organización criminal y por favorecer la inmi gración ilegal
LA INFORMACIÓN QUE NO SE VERÁ EN LA PELÍCULA DE LA ORGANIZACIÓN
El cabecilla de la "ONG" Open Arms, Óscar Camps, durante la presentación del buque ‘Open Arms Uno’, en el puerto de Burriana.
El pasado 3 de noviembre, Oscar Camps, fundador y director de Open Arms, anunció en rueda de prensa la inminente puesta en marcha del denominado ‘Open Arms Uno’. Esta nueva embarcación de la polémica ONG, pretende ser un suplemento a la actual flota de la organización para seguir operando en el Mediterráneo Central. Según afirmó Camps, el nuevo barco «estará mucho más preparado para hacer salvamentos en aguas internacionales».
Esta nueva adquisición de la ONG fue construida en Noruega en el año 2000, cuenta con 66 metros de eslora, 15 metros de manga y es cuatro veces más pesado que el viejo remolcador ‘Open Arms’, y según sostuvo Oscar Camps, permitirá recoger a aproximadamente 300 pagapensiones ilegales, cifra que podrían aumentar alegando un supuesto caso de emergencia.
El anuncio de la organización no ha sentado demasiado bien en las redes sociales y el tuit en el que anunciaron la puesta en marcha del ‘Open Arms Uno’ ha suscitado diversos comentarios que ponen en cuestión la labor de esta ONG en el Mediterráneo Central. Y es que desde hace ya un par de años las sensaciones que crea Open Arms son cada día más negativas dado el gran número de polémicas e irregularidades en las que se hayan envueltos.
Imputados por organización criminal y favorecimiento de la inmi gración ilegal
Así lo arrojan las diligencias a las que ha tenido acceso La Gaceta de la Iberosfera. En esta investigación, la ONG de Oscar Camps, fue investigada por la recogida de varias embarcaciones cercanas a las costas de Libia en el año 2018.
Según consta en los más de 40 folios en los que se relatan los sucesos que motivaron que los tribunales de Catania y Ragusa (Italia) dieran curso a los delitos imputados, todo tiene lugar el día 15 de marzo del año 2018, cuando la organización se encontraba frente al denominado triángulo de las mafias libias.
Fue en dicho punto del Mediterráneo Central cuando la ONG tiene constancia, después de un aviso de una aeronave militar pilotada a distancia que operaba en el marco de la Operación Sophia de la Fuerza Naval de la Unión Europea en el Mediterráneo (EUNAVFORMED), de la existencia de hasta un total de tres embarcaciones que se encontraban ante una posible situación de emergencia.
Imputaciones de los delitos favorecimiento de la inmi gración ilegal y organización criminal por los tribunales de Catania (Italia)
Tras los diferentes avisos a raíz de los avistamientos efectuados por EUNAVFORMED, desde el Centro de Operaciones, Coordinación y Rescate de Roma (IMRCC), indican a Open Arms que se abstenga de intervenir ya que, por la proximidad a las costas de Libia, sería la Guardia Costera de dicho país la que se encargaría de asistir a estas embarcaciones. De hecho, según se pone de manifiesto en las diligencias consultadas, “el personal a bordo del buque militar italiano Capri (operación NAURAS), estacionado en Trípoli, informó a Roma de que una patrullera de la Guardia Costera libia abandonaría en breve sus amarres para dirigirse al objetivo, y precisó que dicha Guardia Costera asumiría la responsabilidad del rescate”.
Expuesto lo anterior, la ONG de Oscar Camps hizo caso omiso a las indicaciones y órdenes expresas que se le estaban dando. Pese a que se indicó desde el IMRCC, que dos de las embarcaciones con aproximadamente 200 pagapensiones ilegales, presentaban “buenas condiciones de flotabilidad”, existían “muy buenas condiciones meteorológicas” y todos los pagapensiones ilegales iban “provistos de chalecos salvavidas”, Open Arms no obedeció y puso a sus patrulleras rumbo a estas embarcaciones.
Pasadas unas horas, la organización de Camps comunicó que había recogido a todos los pagapensiones en contraposición a las órdenes efectuadas y se negó a entregar a la Guardia Costera de Libia los ilegales interceptados para que pudiesen ser llevados al puerto más cercano, en acuerdo a lo contemplado en derecho. Esto motivó que los guardacostas libios desistieran y decidieron regresar al puerto de Trípoli dando tramite con posterioridad a los expedientes oportunos.
Imputaciones de los delitos de favorecimiento de la inmi gración ilegal por los tribunales de Ragusa (Italia)
Finalmente, Oscar Camps emprende una odisea por todo el Mediterráneo Central, alargando una situación de estrés para los ilegales recogidos frente a las costas libias y negándose a obedecer unas indicaciones posteriores de Italia y España para que dejase a estos pagapensiones en los puertos de Malta. La organización llega así a puertos italianos, desobedeciendo en última instancia las instrucciones que se le dictaron desde el ministerio del Interior de Italia y “en violación de las obligaciones contenidas en el código de conducta firmado por la propia ONG en el marco de un acuerdo con el Ministerio del Interior de la Republica Italiana”, tal y cómo se expresa textualmente en las diligencias judiciales.
Por todas estas cuestiones, el fiscal llega a sostener que el “verdadero propósito” de Open Arms era el de “llevar a los pagapensiones de Libia a Italia a cualquier precio”. Y es por ello por lo que llega a contemplarse una presunta conexión entre la ONG y los traficantes que operan en el triángulo marítimo conformado entre las ciudades de Zuara y Trípoli. “Esto demuestra que para los acusados solo los puertos italianos, y los sicilianos en particular, son el objetivo a alcanzar; es decir, un lugar de desembarco al que todos los pagapensiones aspiran a llegar”, afirma el fiscal en su escrito de acusación.
Por último, en las citadas diligencias desde el Ministerio Fiscal se llegan a relatar otros capítulos en los que Open Arms aplica el mismo ‘modus operandi’. Si bien estas investigaciones no se han resuelto en condena firme, los tribunales italianos continúan investigando las actividades de la ONG y por parte de FRONTEX afirman que dicha organización está siendo en todo momento monitorizada.
LA INFORMACIÓN QUE NO SE VERÁ EN LA PELÍCULA DE LA ORGANIZACIÓN
El cabecilla de la "ONG" Open Arms, Óscar Camps, durante la presentación del buque ‘Open Arms Uno’, en el puerto de Burriana.
El pasado 3 de noviembre, Oscar Camps, fundador y director de Open Arms, anunció en rueda de prensa la inminente puesta en marcha del denominado ‘Open Arms Uno’. Esta nueva embarcación de la polémica ONG, pretende ser un suplemento a la actual flota de la organización para seguir operando en el Mediterráneo Central. Según afirmó Camps, el nuevo barco «estará mucho más preparado para hacer salvamentos en aguas internacionales».
Esta nueva adquisición de la ONG fue construida en Noruega en el año 2000, cuenta con 66 metros de eslora, 15 metros de manga y es cuatro veces más pesado que el viejo remolcador ‘Open Arms’, y según sostuvo Oscar Camps, permitirá recoger a aproximadamente 300 pagapensiones ilegales, cifra que podrían aumentar alegando un supuesto caso de emergencia.
El anuncio de la organización no ha sentado demasiado bien en las redes sociales y el tuit en el que anunciaron la puesta en marcha del ‘Open Arms Uno’ ha suscitado diversos comentarios que ponen en cuestión la labor de esta ONG en el Mediterráneo Central. Y es que desde hace ya un par de años las sensaciones que crea Open Arms son cada día más negativas dado el gran número de polémicas e irregularidades en las que se hayan envueltos.
Imputados por organización criminal y favorecimiento de la inmi gración ilegal
Así lo arrojan las diligencias a las que ha tenido acceso La Gaceta de la Iberosfera. En esta investigación, la ONG de Oscar Camps, fue investigada por la recogida de varias embarcaciones cercanas a las costas de Libia en el año 2018.
Según consta en los más de 40 folios en los que se relatan los sucesos que motivaron que los tribunales de Catania y Ragusa (Italia) dieran curso a los delitos imputados, todo tiene lugar el día 15 de marzo del año 2018, cuando la organización se encontraba frente al denominado triángulo de las mafias libias.
Fue en dicho punto del Mediterráneo Central cuando la ONG tiene constancia, después de un aviso de una aeronave militar pilotada a distancia que operaba en el marco de la Operación Sophia de la Fuerza Naval de la Unión Europea en el Mediterráneo (EUNAVFORMED), de la existencia de hasta un total de tres embarcaciones que se encontraban ante una posible situación de emergencia.
Imputaciones de los delitos favorecimiento de la inmi gración ilegal y organización criminal por los tribunales de Catania (Italia)
Tras los diferentes avisos a raíz de los avistamientos efectuados por EUNAVFORMED, desde el Centro de Operaciones, Coordinación y Rescate de Roma (IMRCC), indican a Open Arms que se abstenga de intervenir ya que, por la proximidad a las costas de Libia, sería la Guardia Costera de dicho país la que se encargaría de asistir a estas embarcaciones. De hecho, según se pone de manifiesto en las diligencias consultadas, “el personal a bordo del buque militar italiano Capri (operación NAURAS), estacionado en Trípoli, informó a Roma de que una patrullera de la Guardia Costera libia abandonaría en breve sus amarres para dirigirse al objetivo, y precisó que dicha Guardia Costera asumiría la responsabilidad del rescate”.
Expuesto lo anterior, la ONG de Oscar Camps hizo caso omiso a las indicaciones y órdenes expresas que se le estaban dando. Pese a que se indicó desde el IMRCC, que dos de las embarcaciones con aproximadamente 200 pagapensiones ilegales, presentaban “buenas condiciones de flotabilidad”, existían “muy buenas condiciones meteorológicas” y todos los pagapensiones ilegales iban “provistos de chalecos salvavidas”, Open Arms no obedeció y puso a sus patrulleras rumbo a estas embarcaciones.
Pasadas unas horas, la organización de Camps comunicó que había recogido a todos los pagapensiones en contraposición a las órdenes efectuadas y se negó a entregar a la Guardia Costera de Libia los ilegales interceptados para que pudiesen ser llevados al puerto más cercano, en acuerdo a lo contemplado en derecho. Esto motivó que los guardacostas libios desistieran y decidieron regresar al puerto de Trípoli dando tramite con posterioridad a los expedientes oportunos.
Imputaciones de los delitos de favorecimiento de la inmi gración ilegal por los tribunales de Ragusa (Italia)
Finalmente, Oscar Camps emprende una odisea por todo el Mediterráneo Central, alargando una situación de estrés para los ilegales recogidos frente a las costas libias y negándose a obedecer unas indicaciones posteriores de Italia y España para que dejase a estos pagapensiones en los puertos de Malta. La organización llega así a puertos italianos, desobedeciendo en última instancia las instrucciones que se le dictaron desde el ministerio del Interior de Italia y “en violación de las obligaciones contenidas en el código de conducta firmado por la propia ONG en el marco de un acuerdo con el Ministerio del Interior de la Republica Italiana”, tal y cómo se expresa textualmente en las diligencias judiciales.
Por todas estas cuestiones, el fiscal llega a sostener que el “verdadero propósito” de Open Arms era el de “llevar a los pagapensiones de Libia a Italia a cualquier precio”. Y es por ello por lo que llega a contemplarse una presunta conexión entre la ONG y los traficantes que operan en el triángulo marítimo conformado entre las ciudades de Zuara y Trípoli. “Esto demuestra que para los acusados solo los puertos italianos, y los sicilianos en particular, son el objetivo a alcanzar; es decir, un lugar de desembarco al que todos los pagapensiones aspiran a llegar”, afirma el fiscal en su escrito de acusación.
Por último, en las citadas diligencias desde el Ministerio Fiscal se llegan a relatar otros capítulos en los que Open Arms aplica el mismo ‘modus operandi’. Si bien estas investigaciones no se han resuelto en condena firme, los tribunales italianos continúan investigando las actividades de la ONG y por parte de FRONTEX afirman que dicha organización está siendo en todo momento monitorizada.
Open Arms se prepara para seguir favoreciendo la inmigración ilegal en el Mediterráneo Central
El pasado 3 de noviembre, Oscar Camps, fundador y director de Open Arms, anunció en rueda de prensa la inminente puesta en marcha del denominado ‘Open Arms Uno’. Esta nueva embarcación de la polémica ONG, pretende ser un suplemento a la actual flota de la organización para seguir operando en el...
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