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La diputada de Más Madrid y portavoz de Mujer en la Asamblea madrileña, Loreto Arenillas, llevó este miércoles a dos cortesanas al Parlamento autonómico para que comparezcan en la Comisión de Mujer y expongan su situación en aras de la regularización de su actividad.
Arenillas, que en las últimas semanas ha saltado a la palestra por mostrar durante sus exposiciones en el Pleno primero una compresa mientras denunciaba la supuesta «pobreza menstrual» que viven las madrileñas, y, después, la foto de un miembro viril para criticar la «violencia digital», ha propuesto este miércoles que la Comunidad de Madrid lidere un pacto internacional sobre el trabajo sensual y una mesa de trabajo donde participen las propias «trabajadoras sensuales».
Aunque el feminismo se encuentra dividido entre el abolicionismo y la regulación de la prespitación, el partido que lidera Mónica García es el único de todo el arco parlamentario madrileño que se posiciona en el segundo equipo porque, sostiene, «es importante visibilizar la realidad de las mujeres que ejercen la prespitación».
Para ello, Más Madrid ha llevado por primera vez en su historia a dos cortesanas a la Asamblea de Madrid, representantes del sindicato Otras, cuyos estatutos validó el Tribunal Superior de Justicia en junio de este año.
«Hemos invitado a la sede parlamentaria a representantes del sindicato Otras, para que tengan voz. No puede ser que, porque una realidad no nos guste, hagamos oídos sordos y fomentemos que sigan siendo marginales e invisibles. Es nuestra responsabilidad hacernos cargo de esta realidad», ha manifestado Arenillas.
La primera de las cortesanas, que ha comenzado su alocución proclamando que «las pilinguis también votan en la Comunidad de Madrid», ha explicado en la Comisión de Mujer lo que, de acuerdo con el sindicato, engloba el trabajo sensual.
«Contenido audiovisual para adultos, striperrs, prespitación callejera, prespitación en clubs, masaje erótico, prespitación masculina, bailarinas, telefonistas… todos pertenecemos a la misma industria -que mueve cantidades ingentes de dinero al año- y ninguno tenemos derechos reconocidos», ha manifestado.
«En los últimos meses se ha hablado mucho del modelo abolicionista», ha apuntado la segunda representante del sindicato que ha tomado la palabra, que ha explicado que lo que piden su representación es copiar el modelo de Nueva Zelanda, donde desde hace casi 20 años existe un modelo legislativo de despenalización del trabajo sensual. «Queremos una ley como la de Nueva Zelanda adaptada a la idiosincrasia de nuestro país», ha expuesto.
Tanto PP, como Vox, PSOE y Podemos se han mostrado contrarios a la prespitación, que ligan con la trata y fines de explotación sensual. En este sentido, la diputada popular Esther Platero ha recordado que el 90% de las mujeres en España que ejercen la prespitación no lo hacen libremente, sino que lo hacen siendo víctimas de explotación sensual.
Arenillas, que en las últimas semanas ha saltado a la palestra por mostrar durante sus exposiciones en el Pleno primero una compresa mientras denunciaba la supuesta «pobreza menstrual» que viven las madrileñas, y, después, la foto de un miembro viril para criticar la «violencia digital», ha propuesto este miércoles que la Comunidad de Madrid lidere un pacto internacional sobre el trabajo sensual y una mesa de trabajo donde participen las propias «trabajadoras sensuales».
Aunque el feminismo se encuentra dividido entre el abolicionismo y la regulación de la prespitación, el partido que lidera Mónica García es el único de todo el arco parlamentario madrileño que se posiciona en el segundo equipo porque, sostiene, «es importante visibilizar la realidad de las mujeres que ejercen la prespitación».
Para ello, Más Madrid ha llevado por primera vez en su historia a dos cortesanas a la Asamblea de Madrid, representantes del sindicato Otras, cuyos estatutos validó el Tribunal Superior de Justicia en junio de este año.
«Hemos invitado a la sede parlamentaria a representantes del sindicato Otras, para que tengan voz. No puede ser que, porque una realidad no nos guste, hagamos oídos sordos y fomentemos que sigan siendo marginales e invisibles. Es nuestra responsabilidad hacernos cargo de esta realidad», ha manifestado Arenillas.
La primera de las cortesanas, que ha comenzado su alocución proclamando que «las pilinguis también votan en la Comunidad de Madrid», ha explicado en la Comisión de Mujer lo que, de acuerdo con el sindicato, engloba el trabajo sensual.
«Contenido audiovisual para adultos, striperrs, prespitación callejera, prespitación en clubs, masaje erótico, prespitación masculina, bailarinas, telefonistas… todos pertenecemos a la misma industria -que mueve cantidades ingentes de dinero al año- y ninguno tenemos derechos reconocidos», ha manifestado.
«En los últimos meses se ha hablado mucho del modelo abolicionista», ha apuntado la segunda representante del sindicato que ha tomado la palabra, que ha explicado que lo que piden su representación es copiar el modelo de Nueva Zelanda, donde desde hace casi 20 años existe un modelo legislativo de despenalización del trabajo sensual. «Queremos una ley como la de Nueva Zelanda adaptada a la idiosincrasia de nuestro país», ha expuesto.
Tanto PP, como Vox, PSOE y Podemos se han mostrado contrarios a la prespitación, que ligan con la trata y fines de explotación sensual. En este sentido, la diputada popular Esther Platero ha recordado que el 90% de las mujeres en España que ejercen la prespitación no lo hacen libremente, sino que lo hacen siendo víctimas de explotación sensual.
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