Sapere_Aude
Madmaxista
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LA CRISIS DE UCRANIA: lo que debes saber.
Por James Corbett, The Corbett Report - Open Source Intelligence News
traducido por mí
Sin duda, ya debes haberte enterado de lo de la crisis de Ucrania. Pero, como nos han dicho toda nuestra vida, hay dos versiones en cada historia. Así que, ¿cuál es el lado que has oído?
Está la versión de la historia de los medios de masas/establishment. Llamémosla la narrativa del “Equipo OTAN”. En esta versión de los acontecimientos, el líder sanguinario y psicopático, Hitler reencarnado, Vladimir pilinguin se despertó hace unas semanas y de repente decidió invadir la libre y pacífica nación de Ucrania ¡SIN NINGÚN MOTIVO!
Y luego está el lado de la historia de los medios “alternativos”. Llamémosla la narrativa del “Equipo BRICS”. En esta versión de la historia, el valiente defensor de la libertad humana, Vladimir pilinguin, lucha por proteger a los pueblos libres de los globalistas y sus siniestras maquinaciones.
Como decía, ya debes haber escuchado alguna de estas dos versiones. O, si has prestado atención, puede que hayas escuchado las dos. Pues hoy tengo que decirte que te han engañado toda tu vida. No hay sólo dos versiones en cada historia. Hay al menos tres, quizá más.
Ya me conocéis. Aquí en en The Corbett Report me gusta profundizar en las simplistas y binarias narrativas que te da la prensa del Stablishment o la supuesta prensa alternativa. Así que vamos hoy a sumergirnos y a ver la tercera versión de la historia de la crisis de Ucrania.
La versión 2D
Primero vamos a ponernos al día con los hechos concretos de la narrativa convencional 2D.
Como ya sabes de mi reciente trabajo sobre el tema( ver esto, esto y esto), las tensiones Rusia/Ucrania se intensificaron considerablemente en las últimas semanas. Una serie de ciberataques a las páginas web del gobierno ucraniano, una teoría de la conpiración respaldada por la Casa Blanca según la cual Rusia planeaba alguna acción de falsa bandera para justificar la oleada turística y una serie de atrevidos anuncios de que Rusia iba a invadir Ucrania en tal o cual día; todo esto se sumó a las tensiones.
Las gotas que han colmado el vaso parecen ser:
Dado que esta es una noticia en desarrollo, no puedo daros las últimas noticias de Ucrania. Pero aquí tenéis los últimos acontecimientos al momento del cierre editorial (lunes 28 de febrero):
En lo que respecta a los últimos movimientos de tropas e informes de las batallas: no os creáis nada de lo que veáis. La mitad son simples noticias falsas ilustradas por vídeos de videojuegos y, como sabemos, la primera baja en una guerra es la verdad.
El gran contexto
Las respuestas a estas preguntas (“¿Qué significa esto? ¿Por qué ocurre? ¿Quién es aquí el agresor? ¿Quién es el malo?”) están perfectamente claras si eres lo suficientemente con poca gracia como para informarte a través de los medios del stablishment: pilinguin es un orate excepcionalmente maligno, los rusos tienen sed de sangre y todo esto no es más que una maniobra más grande por parte de los taimados rusos para forma el Imperio Novorossiya (Nuevo Imperio Ruso).
No es difícil adivinar porqué. Porque, si escuchas a los chorlitos de los medios de masas, creerás que la historia de las relaciones entre Rusia y Ucrania comenzaron en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Ya lo habéis escuchado de estos mismos medios de noticias falsas: que Rusia simplemente decidió marchar a Ucrania en 2013, anexionarse un trozo y luego provocar a la comunidad internacional durante años acercando su ejército cada vez más a las bases de la OTAN.
Claro, si te tragas a pelo toda esta narrativa del “Equipo OTAN”, resulta imposible imaginar estos acontecimientos como algo distinto a un actor de agresión no provocado, por parte de pilinguin y los rusos.
Pero como señalé en el reciente episodio de Preguntas a Corbett sobre esta crisis, tu comprensión de la historia depende completamente de donde “pongas la fecha de inicio” de la historia de los últimos acontecimientos. Si la pones el 24 de febrero de 2022, entonces el asunto es sencillo: los rusos de repente declararon la guerra a Ucrania y comenzaron una oleada turística “no provocada e injustificada” de ese país.
Y, ¿por qué no ponerla el 19 de febrero de 2022, cuando el presidente ucraniano Zelensky reveló sus intenciones de convertir a Ucrania en una potencia nuclear en violación del Memorándum de Budapest de 1994; cuando la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris acusó a Rusia de difundir mentiras y desinformación antes de amenazar con “sanciones sin precedentes” si Rusia “continuaba” invadiendo Ucrania; o cuando el canciller alemán Olaf Scholz reprendió a pilinguin y los rusos por sus agresivas acciones y desestimó por “ridículas, por decirlo claro” las reclamaciones por el genocidio contra el pueblo rusoparlante del Donbás? ¿No nos darían esas tres declaraciones una perspectiva diferente al observar estos acontecimientos?
¿Y por qué parar ahí? ¿Por qué no poner la fecha de inicio en enero, cuando comenzaron a llegar a Ucrania cientos de millones de dólares en armas y munición en un inaudito puente aéreo?
¿Y si nos remontamos a septiembre, durante los ejercicios militares conjuntos entre Ucrania y la OTAN?
¿O quizá debiéramos comenzar la historia en febrero de 2014, cuando el parlamento ucraniano aprobó (inconstitucionalmente) una ley para despojar de la presidencia a Viktor Yanukovych?
Pero entonces, ¿por qué no remontarnos a los disparos de francotiradores sobre la plaza de Maidan ese mismo mes, los cuales, según se demostró más tarde, fueron coordinados por la oposición para sembrar el caos y recoger el fruto del cambio de régimen?
De nuevo, podríamos recordar el infame “Que le den a la Unión Europea” de Victoria Nuland en la conversación telefónica en la que, como asistente del Secretario de Estado, construía el gobierno ucraniano posgolpe con el embajador en Ucrania Geoffrey R. Pyatt.
O podríamos rememorar 2013, cuando Nuland admitió que EE. UU. había gastado 5 mil millones en actividades para el “fomento de la democracia” en Ucrania.
Aunque quizá podríamos poner la fecha de inicio en 1990, cuando el Secretario de Estado estadounidense James Baker le prometió a Mikhail Gorbachev que la OTAN no se expandiría “ni un centímetro hacia el Este” tras la reunificación de Alemania y cuando el diplomático Jürgen Chrobog le aseguró a los rusos que “no expandirían la OTAN más allá del Elba”.
¿O deberíamos comenzar la historia en la SGM, cuando Bandera y sus hermanos nacionalistas ucranianos colaboraron con los nazis en un esfuerzo por mantenerse independientes de Rusia?
O podríamos remontarnos al Holodomor, cuando Stalin intencionadamente dejó morir de hambre a 3 millones de ucranianos, en su intento por aplastar los movimientos nacionalistas ucranianos.
O a 1918, cuando, según pilinguin, Lenin creó el moderno estado de Ucrania, quien rechazó la petición de la República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog de incorporarse a la Rusia Soviética como una entidad separada, y en su lugar insistió en que se creara “un gobierno para toda Ucrania”.
O quizá podríamos poner la fecha de inicio en el siglo XI, cuando la federación del Rus de Kiev logró su mayor alcance con Yaroslav el Sabio.
Como puedes ver, la visión de la historia de cualquiera está coloreada por el contexto en el que se ve esa historia y moldeada por la distancia en el tiempo a la que te quieras remontar y los sucesos que quieras seleccionar de esa historia para defender tus argumentos.
Dicho esto, es fácil ver que la narrativa convencional de que “Rusia invade porque pilinguin es Hitler” es una historia tan agresivamente estulta que sólo se la podría tragar la gente más ignorante de la historia (i.e. aquellos que se informan a través de la CNN).
Es mucho más realista señalar que las acciones de Rusia deben ser vistas a la luz del historial de agresiones e intervenciones de la OTAN en Ucrania y del innegable intento de la OTAN por apoyar al gobierno respaldado por Occidente en la campaña de Kiev por masacrar a los rusoparlantes de la región del Donbás.
Así que, caso cerrado. ¿Verdad? pilinguin es el bueno y se enfrenta a los globalistas. Ya está. Misterio resuelto.
Espera. No es tan simple...
Por James Corbett, The Corbett Report - Open Source Intelligence News
traducido por mí
Sin duda, ya debes haberte enterado de lo de la crisis de Ucrania. Pero, como nos han dicho toda nuestra vida, hay dos versiones en cada historia. Así que, ¿cuál es el lado que has oído?
Está la versión de la historia de los medios de masas/establishment. Llamémosla la narrativa del “Equipo OTAN”. En esta versión de los acontecimientos, el líder sanguinario y psicopático, Hitler reencarnado, Vladimir pilinguin se despertó hace unas semanas y de repente decidió invadir la libre y pacífica nación de Ucrania ¡SIN NINGÚN MOTIVO!
Y luego está el lado de la historia de los medios “alternativos”. Llamémosla la narrativa del “Equipo BRICS”. En esta versión de la historia, el valiente defensor de la libertad humana, Vladimir pilinguin, lucha por proteger a los pueblos libres de los globalistas y sus siniestras maquinaciones.
Como decía, ya debes haber escuchado alguna de estas dos versiones. O, si has prestado atención, puede que hayas escuchado las dos. Pues hoy tengo que decirte que te han engañado toda tu vida. No hay sólo dos versiones en cada historia. Hay al menos tres, quizá más.
Ya me conocéis. Aquí en en The Corbett Report me gusta profundizar en las simplistas y binarias narrativas que te da la prensa del Stablishment o la supuesta prensa alternativa. Así que vamos hoy a sumergirnos y a ver la tercera versión de la historia de la crisis de Ucrania.
La versión 2D
Primero vamos a ponernos al día con los hechos concretos de la narrativa convencional 2D.
Como ya sabes de mi reciente trabajo sobre el tema( ver esto, esto y esto), las tensiones Rusia/Ucrania se intensificaron considerablemente en las últimas semanas. Una serie de ciberataques a las páginas web del gobierno ucraniano, una teoría de la conpiración respaldada por la Casa Blanca según la cual Rusia planeaba alguna acción de falsa bandera para justificar la oleada turística y una serie de atrevidos anuncios de que Rusia iba a invadir Ucrania en tal o cual día; todo esto se sumó a las tensiones.
Las gotas que han colmado el vaso parecen ser:
- El aumento de amenazas y provocaciones de la OTAN en los últimos meses, incluyendo ejercicios conjuntos entre la OTAN y Ucrania y el inaudito puente aéreo de armas y munición para Kiev en enero por vallor de 200 millones de dólares.
- El rechazo por parte de EE. UU./OTAN de las pretensiones de Rusia de que la OTAN no ofreciera la membresía a Ucrania.
- El aumento de los combates en la región del Donbas entre las tropas ucranianas y los separatistas apoyados por Rusia, lo que habría llevado a estos últimos a pedir a Rusia apoyo militar.
Dado que esta es una noticia en desarrollo, no puedo daros las últimas noticias de Ucrania. Pero aquí tenéis los últimos acontecimientos al momento del cierre editorial (lunes 28 de febrero):
- La oficina del presidente ucraniano confirma que Ucrania y Rusia se encontrarán en Bielorusia para negociar la paz “sin condiciones” a una hora y en un día todavía por concretar.
- La OTAN ha activado parte de una “Fuerza de Respuesta” de 40 000 tropas por primera vez, aunque por el momento no se envían a Ucrania.
- pilinguin ha ordenado poner en “alerta especial” a las fuerzas nucleares rusas – específicamente una fuerza “disuasoria” que controla armas estratégicas nucleares y convencionales que pueden usar ofensiva y defensivamente.
- El Pentágono “continúa buscando formas de apoyar a Ucrania para que se defienda”, incluyendo “asistencia letal y no letal.”
- La Casa Blanca pide 6 400 millones de dólares para “ayuda humanitaria y militar” para Ucrania, incluyendo 2 900 millones de dólares para “asistencia humanitaria para Ucrania, el Báltico, Polonia y otros países regionales” y 3 500 millones en ayuda militar para Ucrania que EE. UU. anunció el fin de semana.
- Más de mil manifestantes contra la guerra han sido arrestados en Rusia por el delito de afirmar que “Ucrania no es nuestro enemigo” o que “nadie necesita esta guerra.”
- Rusia ha amenazado a Suecia y Finlandia de que si se unen a la OTAN sufrirán “consecuencias militares y políticas”.
- Un aluvión de sanciones cada vez más importantes ha culminado en la eliminación de algunos bancos rusos todavía por identificar del sistema de pagos SWIFT (ver esto y esto para el contexto y detalles) e incluso el castigo al propio banco central ruso, un movimiento que se espera tenga “un efecto dramático en la economía rusa y en su sistema bancario, similar a lo que vimos en 1991”.
En lo que respecta a los últimos movimientos de tropas e informes de las batallas: no os creáis nada de lo que veáis. La mitad son simples noticias falsas ilustradas por vídeos de videojuegos y, como sabemos, la primera baja en una guerra es la verdad.
El gran contexto
Las respuestas a estas preguntas (“¿Qué significa esto? ¿Por qué ocurre? ¿Quién es aquí el agresor? ¿Quién es el malo?”) están perfectamente claras si eres lo suficientemente con poca gracia como para informarte a través de los medios del stablishment: pilinguin es un orate excepcionalmente maligno, los rusos tienen sed de sangre y todo esto no es más que una maniobra más grande por parte de los taimados rusos para forma el Imperio Novorossiya (Nuevo Imperio Ruso).
No es difícil adivinar porqué. Porque, si escuchas a los chorlitos de los medios de masas, creerás que la historia de las relaciones entre Rusia y Ucrania comenzaron en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Ya lo habéis escuchado de estos mismos medios de noticias falsas: que Rusia simplemente decidió marchar a Ucrania en 2013, anexionarse un trozo y luego provocar a la comunidad internacional durante años acercando su ejército cada vez más a las bases de la OTAN.
Claro, si te tragas a pelo toda esta narrativa del “Equipo OTAN”, resulta imposible imaginar estos acontecimientos como algo distinto a un actor de agresión no provocado, por parte de pilinguin y los rusos.
Pero como señalé en el reciente episodio de Preguntas a Corbett sobre esta crisis, tu comprensión de la historia depende completamente de donde “pongas la fecha de inicio” de la historia de los últimos acontecimientos. Si la pones el 24 de febrero de 2022, entonces el asunto es sencillo: los rusos de repente declararon la guerra a Ucrania y comenzaron una oleada turística “no provocada e injustificada” de ese país.
Y, ¿por qué no ponerla el 19 de febrero de 2022, cuando el presidente ucraniano Zelensky reveló sus intenciones de convertir a Ucrania en una potencia nuclear en violación del Memorándum de Budapest de 1994; cuando la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris acusó a Rusia de difundir mentiras y desinformación antes de amenazar con “sanciones sin precedentes” si Rusia “continuaba” invadiendo Ucrania; o cuando el canciller alemán Olaf Scholz reprendió a pilinguin y los rusos por sus agresivas acciones y desestimó por “ridículas, por decirlo claro” las reclamaciones por el genocidio contra el pueblo rusoparlante del Donbás? ¿No nos darían esas tres declaraciones una perspectiva diferente al observar estos acontecimientos?
¿Y por qué parar ahí? ¿Por qué no poner la fecha de inicio en enero, cuando comenzaron a llegar a Ucrania cientos de millones de dólares en armas y munición en un inaudito puente aéreo?
¿Y si nos remontamos a septiembre, durante los ejercicios militares conjuntos entre Ucrania y la OTAN?
¿O quizá debiéramos comenzar la historia en febrero de 2014, cuando el parlamento ucraniano aprobó (inconstitucionalmente) una ley para despojar de la presidencia a Viktor Yanukovych?
Pero entonces, ¿por qué no remontarnos a los disparos de francotiradores sobre la plaza de Maidan ese mismo mes, los cuales, según se demostró más tarde, fueron coordinados por la oposición para sembrar el caos y recoger el fruto del cambio de régimen?
De nuevo, podríamos recordar el infame “Que le den a la Unión Europea” de Victoria Nuland en la conversación telefónica en la que, como asistente del Secretario de Estado, construía el gobierno ucraniano posgolpe con el embajador en Ucrania Geoffrey R. Pyatt.
O podríamos rememorar 2013, cuando Nuland admitió que EE. UU. había gastado 5 mil millones en actividades para el “fomento de la democracia” en Ucrania.
Aunque quizá podríamos poner la fecha de inicio en 1990, cuando el Secretario de Estado estadounidense James Baker le prometió a Mikhail Gorbachev que la OTAN no se expandiría “ni un centímetro hacia el Este” tras la reunificación de Alemania y cuando el diplomático Jürgen Chrobog le aseguró a los rusos que “no expandirían la OTAN más allá del Elba”.
¿O deberíamos comenzar la historia en la SGM, cuando Bandera y sus hermanos nacionalistas ucranianos colaboraron con los nazis en un esfuerzo por mantenerse independientes de Rusia?
O podríamos remontarnos al Holodomor, cuando Stalin intencionadamente dejó morir de hambre a 3 millones de ucranianos, en su intento por aplastar los movimientos nacionalistas ucranianos.
O a 1918, cuando, según pilinguin, Lenin creó el moderno estado de Ucrania, quien rechazó la petición de la República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog de incorporarse a la Rusia Soviética como una entidad separada, y en su lugar insistió en que se creara “un gobierno para toda Ucrania”.
O quizá podríamos poner la fecha de inicio en el siglo XI, cuando la federación del Rus de Kiev logró su mayor alcance con Yaroslav el Sabio.
Como puedes ver, la visión de la historia de cualquiera está coloreada por el contexto en el que se ve esa historia y moldeada por la distancia en el tiempo a la que te quieras remontar y los sucesos que quieras seleccionar de esa historia para defender tus argumentos.
Dicho esto, es fácil ver que la narrativa convencional de que “Rusia invade porque pilinguin es Hitler” es una historia tan agresivamente estulta que sólo se la podría tragar la gente más ignorante de la historia (i.e. aquellos que se informan a través de la CNN).
Es mucho más realista señalar que las acciones de Rusia deben ser vistas a la luz del historial de agresiones e intervenciones de la OTAN en Ucrania y del innegable intento de la OTAN por apoyar al gobierno respaldado por Occidente en la campaña de Kiev por masacrar a los rusoparlantes de la región del Donbás.
Así que, caso cerrado. ¿Verdad? pilinguin es el bueno y se enfrenta a los globalistas. Ya está. Misterio resuelto.
Espera. No es tan simple...
