Aunque la ciencia siempre ha conducido a Dios en el último siglo ello es aún de manera más evidente.
Los más eminentes científicos han creído que hay un creador del universo: Gödel, Lemaître, Mendel, Planck, Collins, Fisher, Pasteur, Eccles, Heisenberg, Ramón y Cajal, etc. etc. etc. Los mencionados y otros muchos que han sido los mejores en sus campos científicos defendieron su existencia. Lamentablemente a muchas personas se les hace creer que la ciencia y la fe son incompatibles.
Los últimos descubrimientos científicos muestran la existencia de Dios y para ellos se prueba con ciencias como la Física, la Química, la Cosmología, la Biología e incluso con Matemáticas.
Pero ¿Se puede demostrar la existencia de Dios?
Aunque algunos intentan hacernos creer que la ciencia contradice a la fe en estas últimas décadas, como nunca antes, hay numerosas demostraciones de la existencia de Dios.
¿Cómo puede la ciencia ayudar a creer a las personas?
Max Planck, científico padre de la física cuántica (Nobel física) decía: “la ciencia impone la idea de Dios.
Christian Anfinsen (Nobel química): “sólo un petulante puede ser ateo”
Cuando se leen las biografías de los científicos más eminentes la inmensa mayoría son teístas y/o religiosos.
Entonces ¿por qué parece lo contrario?
Es una leyenda de color con una intención deliberada, un ejemplo es el Bing Bang, que demuestra que hubo un principio de todo, y por tanto, alguien lo inicia. Pero mucha gente piensa todo lo contrario: que ese hecho va contra la existencia de un Dios. De hecho esa teoría desarrollada por el renombrado físico Georges Lemaître (también sacerdote católico) intentó ser desacreditada y refutada por los ateos más brillantes (entre ellos los cuatro jinetes del No Apocalipsis) sin conseguirlo. Y fueron dichos ateos los que para burlarse le pusieron el nombre de Big Bang, ante la incapacidad de refutar la teoría usaron el ataque burlón ... pero tampoco eso funcionó y hoy todos la conocemos, de forma natural, por ese nombre Big Bang.
Fred Hoyle, tal vez el físico más brillante de los 60'/70' y acérrimo defensor del universo estacionario (eterno), durante más de 50 años intentó, sin éxito, refutar a Lemaître y anque Flew fue propuesto varias veces al Nobel nunca lo consiguió, pero al final de su vida reconoció que se había equivocado, que Lemaître tenía razón y se volvió creyente.
Aunque todo esto es conocido la campaña de desinformación ha llegado a mucho público que desconocen que hay una larga lista de científicos que creen en el Bing Bang y todo lo que conlleva.
Francis Collins, el padre del genoma humano, entró en la investigación de ese enorme proyecto siendo ateo y en el estudio y proceso científico del proyecto se convirtió. Y lo dice claramente: cuando se estudia el genoma humano no queda la menor duda de que ha sido diseñado, no puede ser fruto del azar.
Sin la menor duda, el estar aquí es como si nos tocara la lotería cada día. Esto lo descubrió Roger Penrose, (Nobel física 2020), calculó las posibilidades de tener un universo entrópico, que pueda sostener la vida. Las posibilidades en contra de ese hecho es una cifra tan enorme que es imposible calcularla, este hecho ha sido la base de que muchos científicos se hayan hecho teistas.
Analizando los científicos galardonados con los Nobel en los últimos cien años se ve que más del 80% de los premiados en las ramas "letras y humanidades" son creyentes mientras que en la rama de ciencias los creyentes superan el 90%. Ser ateo es de algunas personas de letras. Los científicos de primer orden son abrumadoramente creyentes por muchos que los medios difundan y hagan creer lo contrario pero el DATO mata el RELATO.
Los más eminentes científicos han creído que hay un creador del universo: Gödel, Lemaître, Mendel, Planck, Collins, Fisher, Pasteur, Eccles, Heisenberg, Ramón y Cajal, etc. etc. etc. Los mencionados y otros muchos que han sido los mejores en sus campos científicos defendieron su existencia. Lamentablemente a muchas personas se les hace creer que la ciencia y la fe son incompatibles.
Los últimos descubrimientos científicos muestran la existencia de Dios y para ellos se prueba con ciencias como la Física, la Química, la Cosmología, la Biología e incluso con Matemáticas.
Pero ¿Se puede demostrar la existencia de Dios?
Aunque algunos intentan hacernos creer que la ciencia contradice a la fe en estas últimas décadas, como nunca antes, hay numerosas demostraciones de la existencia de Dios.
¿Cómo puede la ciencia ayudar a creer a las personas?
Max Planck, científico padre de la física cuántica (Nobel física) decía: “la ciencia impone la idea de Dios.
Christian Anfinsen (Nobel química): “sólo un petulante puede ser ateo”
Cuando se leen las biografías de los científicos más eminentes la inmensa mayoría son teístas y/o religiosos.
Entonces ¿por qué parece lo contrario?
Es una leyenda de color con una intención deliberada, un ejemplo es el Bing Bang, que demuestra que hubo un principio de todo, y por tanto, alguien lo inicia. Pero mucha gente piensa todo lo contrario: que ese hecho va contra la existencia de un Dios. De hecho esa teoría desarrollada por el renombrado físico Georges Lemaître (también sacerdote católico) intentó ser desacreditada y refutada por los ateos más brillantes (entre ellos los cuatro jinetes del No Apocalipsis) sin conseguirlo. Y fueron dichos ateos los que para burlarse le pusieron el nombre de Big Bang, ante la incapacidad de refutar la teoría usaron el ataque burlón ... pero tampoco eso funcionó y hoy todos la conocemos, de forma natural, por ese nombre Big Bang.
Fred Hoyle, tal vez el físico más brillante de los 60'/70' y acérrimo defensor del universo estacionario (eterno), durante más de 50 años intentó, sin éxito, refutar a Lemaître y anque Flew fue propuesto varias veces al Nobel nunca lo consiguió, pero al final de su vida reconoció que se había equivocado, que Lemaître tenía razón y se volvió creyente.
Aunque todo esto es conocido la campaña de desinformación ha llegado a mucho público que desconocen que hay una larga lista de científicos que creen en el Bing Bang y todo lo que conlleva.
Francis Collins, el padre del genoma humano, entró en la investigación de ese enorme proyecto siendo ateo y en el estudio y proceso científico del proyecto se convirtió. Y lo dice claramente: cuando se estudia el genoma humano no queda la menor duda de que ha sido diseñado, no puede ser fruto del azar.
Sin la menor duda, el estar aquí es como si nos tocara la lotería cada día. Esto lo descubrió Roger Penrose, (Nobel física 2020), calculó las posibilidades de tener un universo entrópico, que pueda sostener la vida. Las posibilidades en contra de ese hecho es una cifra tan enorme que es imposible calcularla, este hecho ha sido la base de que muchos científicos se hayan hecho teistas.
Analizando los científicos galardonados con los Nobel en los últimos cien años se ve que más del 80% de los premiados en las ramas "letras y humanidades" son creyentes mientras que en la rama de ciencias los creyentes superan el 90%. Ser ateo es de algunas personas de letras. Los científicos de primer orden son abrumadoramente creyentes por muchos que los medios difundan y hagan creer lo contrario pero el DATO mata el RELATO.
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