El tribunal propone un insólito indulto de tal manera que podría rebajar la pena a la mitad y así evitar la prisión. También la condena a 9 años de inhabilitación.
La delincuente separatista, en el banquillo.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condena a 4 años y medio de prisión y 9 de inhabilitación a Laura Borràs por fraccionar contratos y adjudicarlos a dedo cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes. Un caso de corrupción que acaba con su carrera política y sacude con fuerza a "Junts", la formación heredera de Convergencia.
En la sentencia, el tribunal propone un indulto parcial al Gobierno que podría rebajar la sentencia a la mitad para evitar su paso por prisión. Sin embargo, la defensa de Borràs aun puede recurrir al Supremo, que debería revisar y confirmar la pena. La condena de 4 años y medio de guandoca es por falsedad documental y los 9 años de inhabilitación son por prevaricación.
Borràs se enfrentaba a una petición por parte de la Fiscalía de seis años de prisión y 21 de inhabilitación por otorgar 18 contratos por valor de algo más de 335.000 euros a un colaborador suyo antes de su salto a la política.
En su declaración como acusado, su ex colaborador y ex amigo Isaías Herrero la inculpó y explicó que entre 2013 y 2018 él y Borràs elaboraban unos presupuestos "comparsa", que acompañaban al principal para facilitar el fraccionamiento de contratos y la adjudicación posterior a dedo. En concreto y según Herrero, ambos troceaban los contratos para que no superasen los 18.000 euros, el mínimo importe establecido por ley para adjudicarlos de forma directa y no tener que pasar por un concurso público.
La trama
Estos presupuestos "comparsa" iban a nombre de diferentes empresas cooperativas. Luego, el mismo los enviaba por correo electrónico directamente a Borràs y ella le respondía con "OK" o bien un "NO OK" para marcar cuál sería el ganador oficial. Como señala la Fiscalía, el protocolo de la Generalidad establecía que en los contratos de cuantías superiores a 3.000 euros era necesario adjuntar documentación justificativa de tres presupuestos, de los que debía escogerse al más ventajoso, y que no todas las adjudicaciones debían concederse al mismo proveedor.
Una confesión tras pactar con la Fiscalía que puso a Borràs entre la espada y la pared a cambio de una rebaja en la condena del informático.
El motivo de la rebaja, argumentó el Ministerio Fiscal, fue la aplicación de la atenuante de confesión a estos dos acusados, quienes en su declaración ante el tribunal confesaron las presuntas irregularidades y delataron a Laura Borràs, al admitir que los contratos se adjudicaron a dedo y que siguieron instrucciones de la presidenta de Junts sobre cómo ocultarlo.
De hecho, el ex colaborador repasó uno por uno los correos electrónicos incautados –dirigidos a una dirección personal de Borràs– y admitió los hechos, una prueba clave en el juicio que la defensa de la dirigente trató de frenar hasta el final.
Junts, ¿sin liderazgos?
En clave interna, "Junts" tendrá que decidir qué hacer con su presidenta a las puertas de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. El partido aprobó en el congreso del pasado verano un alambicado reglamento interno para proteger a la dirigente en caso de condena y será la dirección de la formación posconvergente la que deberá resolver si mantiene en el cargo a Borràs con las consecuencias que ello puede conllevar.
Sin embargo y pese a los rumores de los últimos meses, lo cierto es que los posconvergentes no tienen candidato para la Generalidad ni una unión entre sectores que garantice su paz interna.
La delincuente separatista, en el banquillo.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condena a 4 años y medio de prisión y 9 de inhabilitación a Laura Borràs por fraccionar contratos y adjudicarlos a dedo cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes. Un caso de corrupción que acaba con su carrera política y sacude con fuerza a "Junts", la formación heredera de Convergencia.
En la sentencia, el tribunal propone un indulto parcial al Gobierno que podría rebajar la sentencia a la mitad para evitar su paso por prisión. Sin embargo, la defensa de Borràs aun puede recurrir al Supremo, que debería revisar y confirmar la pena. La condena de 4 años y medio de guandoca es por falsedad documental y los 9 años de inhabilitación son por prevaricación.
Borràs se enfrentaba a una petición por parte de la Fiscalía de seis años de prisión y 21 de inhabilitación por otorgar 18 contratos por valor de algo más de 335.000 euros a un colaborador suyo antes de su salto a la política.
En su declaración como acusado, su ex colaborador y ex amigo Isaías Herrero la inculpó y explicó que entre 2013 y 2018 él y Borràs elaboraban unos presupuestos "comparsa", que acompañaban al principal para facilitar el fraccionamiento de contratos y la adjudicación posterior a dedo. En concreto y según Herrero, ambos troceaban los contratos para que no superasen los 18.000 euros, el mínimo importe establecido por ley para adjudicarlos de forma directa y no tener que pasar por un concurso público.
La trama
Estos presupuestos "comparsa" iban a nombre de diferentes empresas cooperativas. Luego, el mismo los enviaba por correo electrónico directamente a Borràs y ella le respondía con "OK" o bien un "NO OK" para marcar cuál sería el ganador oficial. Como señala la Fiscalía, el protocolo de la Generalidad establecía que en los contratos de cuantías superiores a 3.000 euros era necesario adjuntar documentación justificativa de tres presupuestos, de los que debía escogerse al más ventajoso, y que no todas las adjudicaciones debían concederse al mismo proveedor.
Una confesión tras pactar con la Fiscalía que puso a Borràs entre la espada y la pared a cambio de una rebaja en la condena del informático.
El motivo de la rebaja, argumentó el Ministerio Fiscal, fue la aplicación de la atenuante de confesión a estos dos acusados, quienes en su declaración ante el tribunal confesaron las presuntas irregularidades y delataron a Laura Borràs, al admitir que los contratos se adjudicaron a dedo y que siguieron instrucciones de la presidenta de Junts sobre cómo ocultarlo.
De hecho, el ex colaborador repasó uno por uno los correos electrónicos incautados –dirigidos a una dirección personal de Borràs– y admitió los hechos, una prueba clave en el juicio que la defensa de la dirigente trató de frenar hasta el final.
Junts, ¿sin liderazgos?
En clave interna, "Junts" tendrá que decidir qué hacer con su presidenta a las puertas de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. El partido aprobó en el congreso del pasado verano un alambicado reglamento interno para proteger a la dirigente en caso de condena y será la dirección de la formación posconvergente la que deberá resolver si mantiene en el cargo a Borràs con las consecuencias que ello puede conllevar.
Sin embargo y pese a los rumores de los últimos meses, lo cierto es que los posconvergentes no tienen candidato para la Generalidad ni una unión entre sectores que garantice su paz interna.
El TSJ de Cataluña condena a 4 años de cárcel a Laura Borràs, pero pide su indulto al Gobierno
También la condena a 13 años de inhabilitación
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