La brecha educativa de género aumenta: los chicos se están quedando atrás frente a unas chicas cada vez más formadas

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La brecha educativa de género se agranda: los chicos se están quedando atrás frente a unas chicas cada vez más formadas

Las muyeres jóvenes ganan ya más por hora que los hombres de su edad, según Funcas

Adela Molina - 10/10/2024
Madrid


Un 58% de las muyeres entre 25 y 34 años tenía un título superior en 2023 frente al 46% de los hombres, datos del INE, una brecha de 12 puntos. En el año 2000 esa diferencia era menos de la mitad: "De unos cinco puntos", explica Jenifer Ruiz Valenzuela, profesora de la Universidad de Barcelona, experta en economía de la educación. Para ella no hay duda: " Sí, los chicos van más rezagados".

Los chicos tienen también desde hace años más abandono escolar temprano, aunque en ese caso la brecha se ha ido estrechando. En 2023, último dato disponible, la diferencia era de 4,5 puntos: un 15,8% de abandono en los chicos frente al 11,3% de las chicas. Ellos también repiten más. El retraso educativo masculino tiene múltiples causas explica Ruíz Valenzuela y abarcan desde factores sociales o del propio sistema educativo hasta emocionales: "Los chicos tienen un menor nivel de habilidades no cognitivas que las chicas. ¿Qué quiere decir esto? Que los chicos muestran mayores problemas de conducta o menores niveles de perseverancia. Por poner un ejemplo, con microdatos de la Comunidad de Madrid, lo que podemos observar es que los chicos dedican menos horas a hacer deberes. Al final de la secundaria los chicos dedican unas dos horas y media menos a la semana".

A ellos también les condiciona más el nivel socioeconómico de su familia sus resultados educativos y , por ir más rezagados, sufren más que las chicas los propios sesgos del sistema educativo: "Algunos estudios que han medido sesgos implícitos de los profesores, es decir, sesgos de los cuales los profesores ni siquiera son conscientes, apuntan a que los docentes evalúan peor a aquellos alumnos que van más rezagados, como tenemos a un porcentaje mayor de chicos que van rezagados, pues estos sesgos implícitos de los profesores podrían hacer que se estuviese evaluando de una manera, digamos más injusta a los chicos. También dentro del sistema educativo, otro potencial factor explicativo, es que hay una gran infrarrepresentación de profesorado masculino en las distintas etapas de la educación obligatoria. En España tenemos que en educación infantil, pues casi la totalidad de los docentes son muyeres".

Cambios sociales y laborales​


El retraso educativo de los chicos lleva décadas dentro del debate académico pero no ha calado tanto en el debate público como la otra gran brecha de género educativa: la falta de vocaciones femeninas en las carreras científicas y técnicas. Sus consecuencia sin embargo son igualmente preocupantes : "El menor desempeño educativo de los chicos acarrea unas consecuencias negativas para el resto de su vida que pueden suponer tener mayores tasas de criminalidad, menor estabilidad familiar, peores indicadores en el mercado de trabajo...", subraya Ruíz Valenzuela. Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, destaca también los efectos que puede tener en la cohesión social: "Con menos formación, probablemente, vas a pasar más tiempo en el paro, a tener peor inserción laboral y más dificultades para el acceso a la vivienda pero también suele traducirse en menos acceso a la participación política, el asociacionismo o incluso a poder viajar y a la cultura".

De momento, los indicadores laborales aún reflejan una brecha de género en favor de los hombres. Las muyeres siguen experimentando mayores tasas de desempleo, mayores niveles de inseguridad laboral o un mayor porcentaje de trabajos con contratos a tiempo parcial, especialmente las muyeres con descendientes, pero hay aspectos en los que la diferencia no sólo ha desaparecido sino que se ha revertido: "Los datos de los últimos diez años sí que muestran una creciente presencia de las muyeres en ocupaciones técnicas y profesionales. Ahí encontramos doctores, profesores, abogados...Esa brecha se ha agrandado y ha evolucionado en favor de las muyeres", explica Ruíz Valenzuela. Hay otro aspecto que también evidencia que está habiendo cambios: "Aunque el porcentaje de muyeres en ocupaciones básicas casi dobla al de los hombres, sí que es verdad que cada vez hay más hombres trabajando en este tipo de ocupaciones, que incluyen, por ejemplo, pues trabajadores domésticos, aquellos que trabajan en preparación de comida, cuidadores, etcétera. Por lo tanto, un cierto cambio social parece que en los últimos años se ha empezado a dar y se ve reflejado en en los datos, por ejemplo, de la Encuesta de Población Activa", añade la profesora UB.

Reducción de la brecha salarial​


En un análisis reciente, FUNCAS señalaba que "la brecha salarial de género en España se ha reducido 10 puntos en una década, al pasar del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022. Esta disminución ha sido más rápida en España que en muchos países comunitarios, lo que ha conducido a que en 2022 la cifra española se sitúe cuatro puntos por debajo de la media de la Unión Europea (12,7%), mientras que en 2012 la superaba en más de dos puntos". La organización destacaba que entre los menores de 25 años ellas ya ganan, de media, más por hora que los chicos y señala: "La caída de las diferencias salariales de hombres y muyeres no puede desvincularse del “vuelco formativo” de las generaciones más jóvenes de muyeres. Su nivel educativo, más alto, por término medio, que el de sus pares varones, ha contribuido a su acceso a puestos de trabajo de mayor categoría y remuneración. A medida que las generaciones más antiguas, con una brecha salarial más elevada, se jubilan y salen del mercado laboral, son reemplazadas por cohortes de trabajadores jóvenes entre quienes la desigualdad salarial es significativamente menor o, incluso, se revierte".

Esta situación se repite en otros países. En Reino Unido "las muyeres jóvenes tienen ahora más posibilidades de estar trabajando que los hombres jóvenes" y en Estados Unidos "el déficit de la tasa de empleo en las muyeres jóvenes se ha reducido de casi diez puntos porcentuales en 2006 a uno en 2023", explicaba en un artículo el diario económico Financial Times hace unas semanas.

Este cambio social nos enfrenta a nuevos retos como qué hacer para evitar la creación de nuevas brechas, también en la política, cómo va a repercutir en la organización de los cuidados familiares, en la natalidad o incluso en las relaciones entre hombres y muyeres.

 
Si muchas de ellas entran en tromba a ser funcionarias, porque son máquinas de memorizar, a ver con tanta funcionariA bien pagá se financia el gasto público con el trabajo que nadie quiere.Acaso se las ven asfaltando las carreteras en las que circulan con sus flamantes MINIs con la banderita de la pérfida albión de los cojines? O construyen con sus manos el pisito o chamizo adobado que cohabitan?
Viva la iguardá,pero los machirulos que curren a gloria en trabajos penosos que mi papo no quiere.
 
En que quedamos no habia brecha salarial y habia que promocionarlas y darles puestos directivos por ser muyeres? a ver si nos aclaramos, ganan mas o menos? entonces era por la formacion y no por el patriarcado? un dia una cosa y el siguiente la contraria...
 
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La brecha educativa de género se agranda: los chicos se están quedando atrás frente a unas chicas cada vez más formadas

Las muyeres jóvenes ganan ya más por hora que los hombres de su edad, según Funcas

Adela Molina - 10/10/2024
Madrid


Un 58% de las muyeres entre 25 y 34 años tenía un título superior en 2023 frente al 46% de los hombres, datos del INE, una brecha de 12 puntos. En el año 2000 esa diferencia era menos de la mitad: "De unos cinco puntos", explica Jenifer Ruiz Valenzuela, profesora de la Universidad de Barcelona, experta en economía de la educación. Para ella no hay duda: " Sí, los chicos van más rezagados".

Los chicos tienen también desde hace años más abandono escolar temprano, aunque en ese caso la brecha se ha ido estrechando. En 2023, último dato disponible, la diferencia era de 4,5 puntos: un 15,8% de abandono en los chicos frente al 11,3% de las chicas. Ellos también repiten más. El retraso educativo masculino tiene múltiples causas explica Ruíz Valenzuela y abarcan desde factores sociales o del propio sistema educativo hasta emocionales: "Los chicos tienen un menor nivel de habilidades no cognitivas que las chicas. ¿Qué quiere decir esto? Que los chicos muestran mayores problemas de conducta o menores niveles de perseverancia. Por poner un ejemplo, con microdatos de la Comunidad de Madrid, lo que podemos observar es que los chicos dedican menos horas a hacer deberes. Al final de la secundaria los chicos dedican unas dos horas y media menos a la semana".

A ellos también les condiciona más el nivel socioeconómico de su familia sus resultados educativos y , por ir más rezagados, sufren más que las chicas los propios sesgos del sistema educativo: "Algunos estudios que han medido sesgos implícitos de los profesores, es decir, sesgos de los cuales los profesores ni siquiera son conscientes, apuntan a que los docentes evalúan peor a aquellos alumnos que van más rezagados, como tenemos a un porcentaje mayor de chicos que van rezagados, pues estos sesgos implícitos de los profesores podrían hacer que se estuviese evaluando de una manera, digamos más injusta a los chicos. También dentro del sistema educativo, otro potencial factor explicativo, es que hay una gran infrarrepresentación de profesorado masculino en las distintas etapas de la educación obligatoria. En España tenemos que en educación infantil, pues casi la totalidad de los docentes son muyeres".

Cambios sociales y laborales​


El retraso educativo de los chicos lleva décadas dentro del debate académico pero no ha calado tanto en el debate público como la otra gran brecha de género educativa: la falta de vocaciones femeninas en las carreras científicas y técnicas. Sus consecuencia sin embargo son igualmente preocupantes : "El menor desempeño educativo de los chicos acarrea unas consecuencias negativas para el resto de su vida que pueden suponer tener mayores tasas de criminalidad, menor estabilidad familiar, peores indicadores en el mercado de trabajo...", subraya Ruíz Valenzuela. Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, destaca también los efectos que puede tener en la cohesión social: "Con menos formación, probablemente, vas a pasar más tiempo en el paro, a tener peor inserción laboral y más dificultades para el acceso a la vivienda pero también suele traducirse en menos acceso a la participación política, el asociacionismo o incluso a poder viajar y a la cultura".

De momento, los indicadores laborales aún reflejan una brecha de género en favor de los hombres. Las muyeres siguen experimentando mayores tasas de desempleo, mayores niveles de inseguridad laboral o un mayor porcentaje de trabajos con contratos a tiempo parcial, especialmente las muyeres con descendientes, pero hay aspectos en los que la diferencia no sólo ha desaparecido sino que se ha revertido: "Los datos de los últimos diez años sí que muestran una creciente presencia de las muyeres en ocupaciones técnicas y profesionales. Ahí encontramos doctores, profesores, abogados...Esa brecha se ha agrandado y ha evolucionado en favor de las muyeres", explica Ruíz Valenzuela. Hay otro aspecto que también evidencia que está habiendo cambios: "Aunque el porcentaje de muyeres en ocupaciones básicas casi dobla al de los hombres, sí que es verdad que cada vez hay más hombres trabajando en este tipo de ocupaciones, que incluyen, por ejemplo, pues trabajadores domésticos, aquellos que trabajan en preparación de comida, cuidadores, etcétera. Por lo tanto, un cierto cambio social parece que en los últimos años se ha empezado a dar y se ve reflejado en en los datos, por ejemplo, de la Encuesta de Población Activa", añade la profesora UB.

Reducción de la brecha salarial​


En un análisis reciente, FUNCAS señalaba que "la brecha salarial de género en España se ha reducido 10 puntos en una década, al pasar del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022. Esta disminución ha sido más rápida en España que en muchos países comunitarios, lo que ha conducido a que en 2022 la cifra española se sitúe cuatro puntos por debajo de la media de la Unión Europea (12,7%), mientras que en 2012 la superaba en más de dos puntos". La organización destacaba que entre los menores de 25 años ellas ya ganan, de media, más por hora que los chicos y señala: "La caída de las diferencias salariales de hombres y muyeres no puede desvincularse del “vuelco formativo” de las generaciones más jóvenes de muyeres. Su nivel educativo, más alto, por término medio, que el de sus pares varones, ha contribuido a su acceso a puestos de trabajo de mayor categoría y remuneración. A medida que las generaciones más antiguas, con una brecha salarial más elevada, se jubilan y salen del mercado laboral, son reemplazadas por cohortes de trabajadores jóvenes entre quienes la desigualdad salarial es significativamente menor o, incluso, se revierte".

Esta situación se repite en otros países. En Reino Unido "las muyeres jóvenes tienen ahora más posibilidades de estar trabajando que los hombres jóvenes" y en Estados Unidos "el déficit de la tasa de empleo en las muyeres jóvenes se ha reducido de casi diez puntos porcentuales en 2006 a uno en 2023", explicaba en un artículo el diario económico Financial Times hace unas semanas.

Este cambio social nos enfrenta a nuevos retos como qué hacer para evitar la creación de nuevas brechas, también en la política, cómo va a repercutir en la organización de los cuidados familiares, en la natalidad o incluso en las relaciones entre hombres y muyeres.

El feminismo es quiza el mayor motor de la pobreza en una sociedad. Porque tiene un doble efecto:
1. Aumenta el gasto publico y la red clientelar, deficit, deuda, inflación

2. Disminuye significativamente la productividad.

El feminismo es un destructor social de primer orden
 
A una muyer, por gusto, sólo le queda estudiar porque no la veo en fontanería, mecánica, electricidad, obra, etc.

Aunque accedan también a trabajos que no requieren estudiar tanto como cuidadoras, cocineras, etc los estudios no son tan variados como los sectores en los que acaban los hombres que se sacan una FP.

Casi todas las FPs son FPs destinadas para los hombres (en cuanto a gustos):

 
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La brecha educativa de género se agranda: los chicos se están quedando atrás frente a unas chicas cada vez más formadas

Las muyeres jóvenes ganan ya más por hora que los hombres de su edad, según Funcas

Adela Molina - 10/10/2024
Madrid


Un 58% de las muyeres entre 25 y 34 años tenía un título superior en 2023 frente al 46% de los hombres, datos del INE, una brecha de 12 puntos. En el año 2000 esa diferencia era menos de la mitad: "De unos cinco puntos", explica Jenifer Ruiz Valenzuela, profesora de la Universidad de Barcelona, experta en economía de la educación. Para ella no hay duda: " Sí, los chicos van más rezagados".

Los chicos tienen también desde hace años más abandono escolar temprano, aunque en ese caso la brecha se ha ido estrechando. En 2023, último dato disponible, la diferencia era de 4,5 puntos: un 15,8% de abandono en los chicos frente al 11,3% de las chicas. Ellos también repiten más. El retraso educativo masculino tiene múltiples causas explica Ruíz Valenzuela y abarcan desde factores sociales o del propio sistema educativo hasta emocionales: "Los chicos tienen un menor nivel de habilidades no cognitivas que las chicas. ¿Qué quiere decir esto? Que los chicos muestran mayores problemas de conducta o menores niveles de perseverancia. Por poner un ejemplo, con microdatos de la Comunidad de Madrid, lo que podemos observar es que los chicos dedican menos horas a hacer deberes. Al final de la secundaria los chicos dedican unas dos horas y media menos a la semana".

A ellos también les condiciona más el nivel socioeconómico de su familia sus resultados educativos y , por ir más rezagados, sufren más que las chicas los propios sesgos del sistema educativo: "Algunos estudios que han medido sesgos implícitos de los profesores, es decir, sesgos de los cuales los profesores ni siquiera son conscientes, apuntan a que los docentes evalúan peor a aquellos alumnos que van más rezagados, como tenemos a un porcentaje mayor de chicos que van rezagados, pues estos sesgos implícitos de los profesores podrían hacer que se estuviese evaluando de una manera, digamos más injusta a los chicos. También dentro del sistema educativo, otro potencial factor explicativo, es que hay una gran infrarrepresentación de profesorado masculino en las distintas etapas de la educación obligatoria. En España tenemos que en educación infantil, pues casi la totalidad de los docentes son muyeres".

Cambios sociales y laborales​


El retraso educativo de los chicos lleva décadas dentro del debate académico pero no ha calado tanto en el debate público como la otra gran brecha de género educativa: la falta de vocaciones femeninas en las carreras científicas y técnicas. Sus consecuencia sin embargo son igualmente preocupantes : "El menor desempeño educativo de los chicos acarrea unas consecuencias negativas para el resto de su vida que pueden suponer tener mayores tasas de criminalidad, menor estabilidad familiar, peores indicadores en el mercado de trabajo...", subraya Ruíz Valenzuela. Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, destaca también los efectos que puede tener en la cohesión social: "Con menos formación, probablemente, vas a pasar más tiempo en el paro, a tener peor inserción laboral y más dificultades para el acceso a la vivienda pero también suele traducirse en menos acceso a la participación política, el asociacionismo o incluso a poder viajar y a la cultura".

De momento, los indicadores laborales aún reflejan una brecha de género en favor de los hombres. Las muyeres siguen experimentando mayores tasas de desempleo, mayores niveles de inseguridad laboral o un mayor porcentaje de trabajos con contratos a tiempo parcial, especialmente las muyeres con descendientes, pero hay aspectos en los que la diferencia no sólo ha desaparecido sino que se ha revertido: "Los datos de los últimos diez años sí que muestran una creciente presencia de las muyeres en ocupaciones técnicas y profesionales. Ahí encontramos doctores, profesores, abogados...Esa brecha se ha agrandado y ha evolucionado en favor de las muyeres", explica Ruíz Valenzuela. Hay otro aspecto que también evidencia que está habiendo cambios: "Aunque el porcentaje de muyeres en ocupaciones básicas casi dobla al de los hombres, sí que es verdad que cada vez hay más hombres trabajando en este tipo de ocupaciones, que incluyen, por ejemplo, pues trabajadores domésticos, aquellos que trabajan en preparación de comida, cuidadores, etcétera. Por lo tanto, un cierto cambio social parece que en los últimos años se ha empezado a dar y se ve reflejado en en los datos, por ejemplo, de la Encuesta de Población Activa", añade la profesora UB.

Reducción de la brecha salarial​


En un análisis reciente, FUNCAS señalaba que "la brecha salarial de género en España se ha reducido 10 puntos en una década, al pasar del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022. Esta disminución ha sido más rápida en España que en muchos países comunitarios, lo que ha conducido a que en 2022 la cifra española se sitúe cuatro puntos por debajo de la media de la Unión Europea (12,7%), mientras que en 2012 la superaba en más de dos puntos". La organización destacaba que entre los menores de 25 años ellas ya ganan, de media, más por hora que los chicos y señala: "La caída de las diferencias salariales de hombres y muyeres no puede desvincularse del “vuelco formativo” de las generaciones más jóvenes de muyeres. Su nivel educativo, más alto, por término medio, que el de sus pares varones, ha contribuido a su acceso a puestos de trabajo de mayor categoría y remuneración. A medida que las generaciones más antiguas, con una brecha salarial más elevada, se jubilan y salen del mercado laboral, son reemplazadas por cohortes de trabajadores jóvenes entre quienes la desigualdad salarial es significativamente menor o, incluso, se revierte".

Esta situación se repite en otros países. En Reino Unido "las muyeres jóvenes tienen ahora más posibilidades de estar trabajando que los hombres jóvenes" y en Estados Unidos "el déficit de la tasa de empleo en las muyeres jóvenes se ha reducido de casi diez puntos porcentuales en 2006 a uno en 2023", explicaba en un artículo el diario económico Financial Times hace unas semanas.

Este cambio social nos enfrenta a nuevos retos como qué hacer para evitar la creación de nuevas brechas, también en la política, cómo va a repercutir en la organización de los cuidados familiares, en la natalidad o incluso en las relaciones entre hombres y muyeres.


Estar sentado tantas horas lo aguantan mucho más las muyeres que los hombres.
Debería haber más profesores de primaria y secundaria.
Las muyeres también son más sumisas con el estatus quo con lo que aceptan mejor lo que se enseña.
Además supuestamente tienen un CI menos disperso que los hombres que tienen un porcentaje de CI bajo superior(también de CI alto).
 
Última edición:
Ahí está la cuestión:

Las muyeres pueden estar yéndose a titulaciones universitarias mal pagadas.

Los hombres a oficios, que son cada vez más escasos y van a estar mucho mejor pagados en el futuro.
No mientras exista el régimen charocrático
 
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