El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
El el bichito-19 será más dañino para el empleo bancario que el rescate financiero y la troika. Los ajustes de plantilla anunciados en las últimas semanas apuntan a un recorte de más de 16.000 trabajadores de la gran banca a partir de 2021. Será el mayor impacto de la historia en el sector, ya que podría acabar afectando a uno de cada 10 trabajadores. Hasta ahora, el peor año había sido 2013, cuando perdió su empleo un 8% de los profesionales del sector debido a los planes impuestos por Bruselas a cambio del rescate.
La situación actual difiere de la de 2012 y 2013. Si entonces los ajustes se produjeron por imposición de la troika para que las entidades con ayudas fueran sostenibles y para que no compitieran con ventaja frente a sus competidores, la actual crisis del el bichito afecta a todos por igual. La esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha irrumpido en el sector en un momento de debilidad, con problemas de rentabilidad. El escenario al que se enfrentan los bancos es de ingresos bajo presión con mayores provisiones, por lo que la palanca de los costes es una de las pocas a las que pueden recurrir para mejorar sus cuentas.
Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EFE)
Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EFE)
Los bancos españoles dan actualmente empleo a 179.000 trabajadores, según los últimos números del Banco de España actualizados con los últimos datos de las entidades. La pérdida de empleo frente al máximo histórico, de 2008, es de 100.000 trabajadores. Los recortes anunciados en las últimas semanas, unidos a la propia dinámica del sector, apuntan a que a final de 2021 quedarán algo más de 160.000 profesionales en los bancos españoles.
Las entidades financieras han estudiado bien estos planes. Desde que se extendió la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, los bancos mantuvieron el tipo sin recurrir a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante meses. Estudiaron bien sus opciones durante el verano y tras este periodo fueron CaixaBank y Bankia los que dieron el pistoletazo de salida.
Como han explicado las entidades y el máximo accionista de Bankia, el presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, el sentido de esta unión es recortar gastos. Todavía no hay cifras oficiales, pero se han barajado posibles salidas de entre 6.000 y 10.000 empleos. La nueva entidad tendrá de partida alrededor de 51.500 trabajadores.
Fusiones o recortes en solitario
Unicaja y Liberbankestán siguiendo el ejemplo de 'CaixaBankia'. La entidad malagueña y la asturiana, que fracasaron en su fusión en 2019, ven ahora el escenario más propicio para cerrar una operación corporativa con la que ahorrar costes y mejorar sus cuentas. Aunque no hay cifras oficiales, se espera que podrían reducir su plantilla en un 10%, unos 1.000 empleos.
Tras las entidades que estudian fusiones, esta semana ha sido el turno de anunciar recortes para las que no están en ello: Santander, que va a negociar 3.000 salidas de profesionales, tras los últimos recortes por la compra del Popular; Sabadell, que va a empezar a negociar con los sindicatos entre 1.500 y 2.000 bajas incentivadas y prejubilaciones, como adelantó este medio, e Ibercaja, que podría dar salida a un 10% de su plantilla, según el 'Heraldo' y 'Expansión'.
Otra de las entidades que se está apretando el cinturón en España es BBVA. En lo que va de año, ha recortado su plantilla en 808 empleados, sin necesidad de un plan extraordinario como sus competidores. El consejero delegado, Onur Genç, descartó un plan 'ad hoc' para negociar más salidas con los sindicatos, pero avanzó que en los próximos meses y en 2021 se seguiría la misma dinámica, incluso acelerada.
La paradoja de esta situación es la aparente calma que se respira tanto en las cúpulas de los bancos como en los sindicatos por esta situación. Es así porque hasta ahora la mayoría de recortes se han dado con planes voluntarios de prejubilaciones y bajas incentivadas, lo que ha aplacado casi al 100% la conflictividad laboral. El próximo año será un reto en este frente.
La banca española se prepara para la mayor sangría laboral de la historia
La situación actual difiere de la de 2012 y 2013. Si entonces los ajustes se produjeron por imposición de la troika para que las entidades con ayudas fueran sostenibles y para que no compitieran con ventaja frente a sus competidores, la actual crisis del el bichito afecta a todos por igual. La esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha irrumpido en el sector en un momento de debilidad, con problemas de rentabilidad. El escenario al que se enfrentan los bancos es de ingresos bajo presión con mayores provisiones, por lo que la palanca de los costes es una de las pocas a las que pueden recurrir para mejorar sus cuentas.
Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EFE)
Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EFE)
Los bancos españoles dan actualmente empleo a 179.000 trabajadores, según los últimos números del Banco de España actualizados con los últimos datos de las entidades. La pérdida de empleo frente al máximo histórico, de 2008, es de 100.000 trabajadores. Los recortes anunciados en las últimas semanas, unidos a la propia dinámica del sector, apuntan a que a final de 2021 quedarán algo más de 160.000 profesionales en los bancos españoles.
Las entidades financieras han estudiado bien estos planes. Desde que se extendió la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, los bancos mantuvieron el tipo sin recurrir a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante meses. Estudiaron bien sus opciones durante el verano y tras este periodo fueron CaixaBank y Bankia los que dieron el pistoletazo de salida.
Como han explicado las entidades y el máximo accionista de Bankia, el presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, el sentido de esta unión es recortar gastos. Todavía no hay cifras oficiales, pero se han barajado posibles salidas de entre 6.000 y 10.000 empleos. La nueva entidad tendrá de partida alrededor de 51.500 trabajadores.
Fusiones o recortes en solitario
Unicaja y Liberbankestán siguiendo el ejemplo de 'CaixaBankia'. La entidad malagueña y la asturiana, que fracasaron en su fusión en 2019, ven ahora el escenario más propicio para cerrar una operación corporativa con la que ahorrar costes y mejorar sus cuentas. Aunque no hay cifras oficiales, se espera que podrían reducir su plantilla en un 10%, unos 1.000 empleos.
Tras las entidades que estudian fusiones, esta semana ha sido el turno de anunciar recortes para las que no están en ello: Santander, que va a negociar 3.000 salidas de profesionales, tras los últimos recortes por la compra del Popular; Sabadell, que va a empezar a negociar con los sindicatos entre 1.500 y 2.000 bajas incentivadas y prejubilaciones, como adelantó este medio, e Ibercaja, que podría dar salida a un 10% de su plantilla, según el 'Heraldo' y 'Expansión'.
Otra de las entidades que se está apretando el cinturón en España es BBVA. En lo que va de año, ha recortado su plantilla en 808 empleados, sin necesidad de un plan extraordinario como sus competidores. El consejero delegado, Onur Genç, descartó un plan 'ad hoc' para negociar más salidas con los sindicatos, pero avanzó que en los próximos meses y en 2021 se seguiría la misma dinámica, incluso acelerada.
La paradoja de esta situación es la aparente calma que se respira tanto en las cúpulas de los bancos como en los sindicatos por esta situación. Es así porque hasta ahora la mayoría de recortes se han dado con planes voluntarios de prejubilaciones y bajas incentivadas, lo que ha aplacado casi al 100% la conflictividad laboral. El próximo año será un reto en este frente.
La banca española se prepara para la mayor sangría laboral de la historia