Se acaba la fiesta. La reunión de este sábado ha durado nueve horas y ha sido muy tensa. Igual que los contactos previos de esta semana que intentaron desactivar los problemas internos.
La ANC implosiona. La crisis interna provocada por la iniciativa de la presidenta Dolores Feliu de arrancar una lista cívica que compitiese electoralmente con el resto de los partidos independentistas ha topado con dos sectores de la ANC que han acabado dinamitando la entidad. Como avanzó El Confidencial, la ANC ya estaba al borde de la ruptura y hoy ha pasado. Tras muchas horas de debate, ni la comida ha servido para aliviar tensiones. Al final, Jordi Pesarrodona, el vicepresidente, ha dejado el cargo. Y otros trece miembros del secretariado han dimitido y abandonado este organismo de la dirección.
En las últimas horas, Uriel Bertran intentó un movimiento para preservar la entidad: renunciar al pacto que había para que accediese a la vicepresidencia en junio, sustituyendo a Pesarrodona. No ha servido de nada. Pesarrodona representaba al sector de activistas que no quería la lista cívica porque temía que la ANC perdiese peso en la calle, ya ha perdido mucho, como muestran las últimas movilizaciones. También está el sector más cercano a Poble Lliure, una corriente interna de la CUP pero muy cercana a JxCAT, que es contraria a la lista cívica porque temen, con razón, que reste representación al resto de partidos independentistas.
La reunión de este sábado ha durado nueve horas y ha sido muy tensa. Igual que los contactos previos de esta semana que intentaron desactivar la crisis interna. Feliu no quería renunciar a su plan de crear "un cuarto espacio" en el independentismo para entrar en competición electoral con ERC, JxCAT y la CUP.
Tras la reunión de hoy, Dolors Feliu queda muy debilitada. Y su idea de que la ANC lidere una "lista cívica" que se presente a las elecciones en Cataluña como representante de un independentismo puro, libre de partidismos, ha resultado tocada de fin. Feliu siempre defendió que sí se hacía bien, el resto de formaciones acabarían confluyendo en la lista o ganando por goleada a ERC, la más contraria la unilateralidad que defiende la ANC.
Corriente interna
Pesarrodona no abandona la ANC, solo la vicepresidencia. Seguirá como secretario. Los otros 13 críticos, que incluso se han organizado en una corriente interna denominada Colectivo Indesinenter, dejan el secretariado, pero no la entidad. Ahora estos trece miembros buscan recoger firmas para derribar a Feliu a través de la convocatoria de nuevas elecciones. Desde el entorno de Feliu se asegura que siempre ha cumplido los estatutos y que no se le puede acusar de falta de democracia interna, como han hecho los críticos.
Los críticos han pedido a Feliu durante la reunión de hoy una cuestión de confianza a la que la presidenta se ha negado. Según fuentes internas de la ANC, Feliu sabe que su iniciativa de que las bases discutan la "lista cívica" se saldará con la aprobación de este plan y que así puenteará la oposición del secretariado. Así que no ha sido posible reconducir la crisis. Sin embargo, el precedente de primàries no augura nada bueno. Hace cuatro años en las municipales no lograron representación, pero restaron votos al resto de partidos.
Menos de lo que se esperaba
Los críticos habían llegado a decir que habría 24 bajas. Los 13 que al final han dejado el secretariado son muchos menos. Feliu puede pensar que ha ganado y seguir adelante con la iniciativa de su lista para forzar un DUI este año, como planteó de manera pública.
En un comunicado oficial, la ANC ha "lamentado la pérdida" que suponen esas bajas, pero ya ha advertido que la entidad iniciará en breve los trámites para renovar los cargos vacantes por la marcha de los críticos.
Frustración mal digerida
El secretario de la ANC, Jordi Domingo, también queda muy tocado en esta crisis. Se cuestionan sus formas y sus maneras. Y también se cree que sin él la lista cívica no prosperará.
La ANC es el motor de las movilizaciones del independentismo. Con la ANC en horas bajas, el movimiento queda cojo en la calle, con el formato en que se había planteado desde 2012. En el fondo, la ruptura de hoy muestra lo mal que ha digerido la frustración del fracaso de octubre del 2017 y cómo esa frustración ahora le ha estallado en la cara a la entidad. Mientras ERC y en buena parte JxCAT han virado en sus posiciones y han renunciado o aparcado de manera indefinida la unilateralidad, la ANC sigue aferrada a que es posible la independencia, forzando el brazo al Estado a través de un choque institucional y en la calle. Esa disensión es la que está devorando la entidad por dentro.
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La ANC implosiona. La crisis interna provocada por la iniciativa de la presidenta Dolores Feliu de arrancar una lista cívica que compitiese electoralmente con el resto de los partidos independentistas ha topado con dos sectores de la ANC que han acabado dinamitando la entidad. Como avanzó El Confidencial, la ANC ya estaba al borde de la ruptura y hoy ha pasado. Tras muchas horas de debate, ni la comida ha servido para aliviar tensiones. Al final, Jordi Pesarrodona, el vicepresidente, ha dejado el cargo. Y otros trece miembros del secretariado han dimitido y abandonado este organismo de la dirección.
En las últimas horas, Uriel Bertran intentó un movimiento para preservar la entidad: renunciar al pacto que había para que accediese a la vicepresidencia en junio, sustituyendo a Pesarrodona. No ha servido de nada. Pesarrodona representaba al sector de activistas que no quería la lista cívica porque temía que la ANC perdiese peso en la calle, ya ha perdido mucho, como muestran las últimas movilizaciones. También está el sector más cercano a Poble Lliure, una corriente interna de la CUP pero muy cercana a JxCAT, que es contraria a la lista cívica porque temen, con razón, que reste representación al resto de partidos independentistas.
La reunión de este sábado ha durado nueve horas y ha sido muy tensa. Igual que los contactos previos de esta semana que intentaron desactivar la crisis interna. Feliu no quería renunciar a su plan de crear "un cuarto espacio" en el independentismo para entrar en competición electoral con ERC, JxCAT y la CUP.
Tras la reunión de hoy, Dolors Feliu queda muy debilitada. Y su idea de que la ANC lidere una "lista cívica" que se presente a las elecciones en Cataluña como representante de un independentismo puro, libre de partidismos, ha resultado tocada de fin. Feliu siempre defendió que sí se hacía bien, el resto de formaciones acabarían confluyendo en la lista o ganando por goleada a ERC, la más contraria la unilateralidad que defiende la ANC.
Corriente interna
Pesarrodona no abandona la ANC, solo la vicepresidencia. Seguirá como secretario. Los otros 13 críticos, que incluso se han organizado en una corriente interna denominada Colectivo Indesinenter, dejan el secretariado, pero no la entidad. Ahora estos trece miembros buscan recoger firmas para derribar a Feliu a través de la convocatoria de nuevas elecciones. Desde el entorno de Feliu se asegura que siempre ha cumplido los estatutos y que no se le puede acusar de falta de democracia interna, como han hecho los críticos.
Los críticos han pedido a Feliu durante la reunión de hoy una cuestión de confianza a la que la presidenta se ha negado. Según fuentes internas de la ANC, Feliu sabe que su iniciativa de que las bases discutan la "lista cívica" se saldará con la aprobación de este plan y que así puenteará la oposición del secretariado. Así que no ha sido posible reconducir la crisis. Sin embargo, el precedente de primàries no augura nada bueno. Hace cuatro años en las municipales no lograron representación, pero restaron votos al resto de partidos.
Menos de lo que se esperaba
Los críticos habían llegado a decir que habría 24 bajas. Los 13 que al final han dejado el secretariado son muchos menos. Feliu puede pensar que ha ganado y seguir adelante con la iniciativa de su lista para forzar un DUI este año, como planteó de manera pública.
En un comunicado oficial, la ANC ha "lamentado la pérdida" que suponen esas bajas, pero ya ha advertido que la entidad iniciará en breve los trámites para renovar los cargos vacantes por la marcha de los críticos.
Frustración mal digerida
El secretario de la ANC, Jordi Domingo, también queda muy tocado en esta crisis. Se cuestionan sus formas y sus maneras. Y también se cree que sin él la lista cívica no prosperará.
La ANC es el motor de las movilizaciones del independentismo. Con la ANC en horas bajas, el movimiento queda cojo en la calle, con el formato en que se había planteado desde 2012. En el fondo, la ruptura de hoy muestra lo mal que ha digerido la frustración del fracaso de octubre del 2017 y cómo esa frustración ahora le ha estallado en la cara a la entidad. Mientras ERC y en buena parte JxCAT han virado en sus posiciones y han renunciado o aparcado de manera indefinida la unilateralidad, la ANC sigue aferrada a que es posible la independencia, forzando el brazo al Estado a través de un choque institucional y en la calle. Esa disensión es la que está devorando la entidad por dentro.
La ANC implosiona: dimiten el vicepresidente y otros 13 miembros del secretariado
La reunión de este sábado ha durado nueve horas y ha sido muy tensa. Igual que los contactos previos de esta semana que intentaron desactivar los problemas internos
