Muy bien articulado, sí, pero ya lo sabemos.
Otro discurso más que no soluciona nada.
La situación es tan tremendamente grave que las palabras dejaron de ser efectivas hace años.
Sólo queda la opción de que la gente defienda con sangre sus ideas y no hablando. Por desgracia, es lo único que podría ser efectivo y aún así sería costoso, brutal y difícil.