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Será en Octubre
La alta demanda de comidas y cenas navideñas de empresa en Santiago ya obliga a trasladar reservas a enero
MARGA MOSTEIROSANTIAGO / LA VOZ
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Xoán A. Soler
Los hosteleros confirman que el sector superará la actividad previa a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
06 dic 2022. Actualizado a las 19:42 h.
Comentar · 1
Las comidas y las cenas de Navidad en las que se reúnen grupos no solo están recuperadas, sino que, de acuerdo con fuentes del sector hostelero, este año se supera la demanda previa a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. En los restaurantes se están recogiendo reservas de amigos y compañeros de trabajo que posponen sus celebraciones para enero, ante la dificultad para encontrar espacio en locales concretos durante el mes de diciembre.
Lois Lopes, de A Nave de Vidán, asegura que las comidas y cenas de empresa están «a tope», y «este ano comezaron moito antes e tamén hai máis entre semana». El 22 de diciembre fue siempre una de las jornadas habituales para reunirse frente al 23, menos frecuente, pero que este año se suma a las fechas más demandadas «porque non se traballa o 24», comenta Lois Lopes, y también por la falta de fechas adecuadas al perderse dos fines de semanas por la coincidencia de las jornadas festivas (24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero) con sábado y domingo. Al día 23 se apuntan, especialmente, los grupos de trabajadores de empresas grandes que no trabajan el sábado 24, y compañeros del sector público que libran al día siguiente.
Óscar Vidal, de O Pazo de Padrón, reconoce respirar aliviado después de unos años complicados para todo el sector por culpa de las restricciones vinculadas al el bichito. «Estamos nos niveis do 2019 e por enriba del. Agora o que non vai de festa é máis polos cartos que pola esa época en el 2020 de la que yo le hablo. A luz e o gas poden cortar a xente de saír, pero os datos son moi bos», reconoce el chef estrella Michelin. «A nosa celebración, a da nosa empresa, quedará para xaneiro, porque agora non hai fecha e temos moito traballo», comenta.
Día central, el 16 de diciembre
La jornada central de las comidas y cenas de Navidad es el viernes de la próxima semana, 16 de diciembre, pero las primeras reuniones comenzaron el sábado 19 de noviembre. En aquella jornada, buena parte de las fiestas fueron de trabajadores del sector comercial, «porque no iban a tener más domingos libres hasta después de diciembre. El 20 de noviembre era el último día y domingo libre hasta enero», explica Luis Sevilla, de Los Robles.
A las fechas tradicionales se unieron estas Navidades otras menos frecuentes ante la necesidad de ampliar el calendario por la falta de fines de semana disponibles, comenta Lois Lopes. El hostelero vio incrementarse las reservas para las reuniones de amigos y compañeros de trabajo para comer de lunes a viernes; y para cenar en las vísperas de los festivos del puente. Fuentes de los hosteleros comentaron que, en años anteriores, solían dejarse libres las jornadas anteriores del Día de la Constitución y festividad de la Inmaculada, porque solían aprovecharse para pequeñas escapadas familiares.
En general, según comentan desde el sector, los comensales más jóvenes siguen prefiriendo reunirse para cenar, mientras que se reserva la comida para los de mediana edad.
Los trabajadores organizan sus propias fiestas de Navidad y se reúnen en grupos más pequeños
Luis Sevilla, del salón Los Robles de Montouto (Teo), puntualiza que lo que habitualmente se conoce como cenas de empresas dejaron de celebrarse hace muchos años. «Aquellas cenas o comidas en las que las empresas organizan y pagaban las fiestas de Navidad hace mucho que no se celebran, ahora se reúnen los compañeros y cada uno paga lo suyo», explica. En este cambio nada tuvo que ver la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, porque se remonta a la anterior crisis económica.
El número de comensales por celebración, aun así, sigue siendo muy dispar. «Desde cuatro a 70 o más. Hoy [por ayer] hay un grupo de 300 de un club», apunta Sevilla. Lo más frecuente es que, en el caso de las grandes empresas, los trabajadores se reúnan por secciones para despedir el año, mientras que las empresas más pequeñas y los comercios suelen quedar todos juntos.
Fuentes del sector consideran que no hay un perfil exacto de quienes prefieren los restaurantes o los salones de fiestas con sesiones de baile tras la cena. Tampoco se opta por uno u otro establecimiento en función del número de comensales.
En un restaurante del tipo de A Nave de Vidán se cuenta con reservas para grupos pequeños de hasta 50 personas, al igual que en el restaurante asador O Pazo de Padrón. En salones de fiestas, como Los Robles, las reservas para sus comedores van desde mesas para grupos pequeños de 12 o 20 personas hasta varias mesas para grupos numerosos desde cien comensales a varios cientos.
En cuanto a lo que cada comensal gasta en celebrar las fiestas, también hay una gran variedad, pero lo habitual es que se cierre un precio cuando se trata de grupos numerosos. El gasto medio oscila entre 40 y 60 euros por persona, independientemente de que sea comida o cena.
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Xoán A. Soler
Los hosteleros confirman que el sector superará la actividad previa a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
06 dic 2022. Actualizado a las 19:42 h.
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Las comidas y las cenas de Navidad en las que se reúnen grupos no solo están recuperadas, sino que, de acuerdo con fuentes del sector hostelero, este año se supera la demanda previa a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. En los restaurantes se están recogiendo reservas de amigos y compañeros de trabajo que posponen sus celebraciones para enero, ante la dificultad para encontrar espacio en locales concretos durante el mes de diciembre.
Lois Lopes, de A Nave de Vidán, asegura que las comidas y cenas de empresa están «a tope», y «este ano comezaron moito antes e tamén hai máis entre semana». El 22 de diciembre fue siempre una de las jornadas habituales para reunirse frente al 23, menos frecuente, pero que este año se suma a las fechas más demandadas «porque non se traballa o 24», comenta Lois Lopes, y también por la falta de fechas adecuadas al perderse dos fines de semanas por la coincidencia de las jornadas festivas (24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero) con sábado y domingo. Al día 23 se apuntan, especialmente, los grupos de trabajadores de empresas grandes que no trabajan el sábado 24, y compañeros del sector público que libran al día siguiente.
Óscar Vidal, de O Pazo de Padrón, reconoce respirar aliviado después de unos años complicados para todo el sector por culpa de las restricciones vinculadas al el bichito. «Estamos nos niveis do 2019 e por enriba del. Agora o que non vai de festa é máis polos cartos que pola esa época en el 2020 de la que yo le hablo. A luz e o gas poden cortar a xente de saír, pero os datos son moi bos», reconoce el chef estrella Michelin. «A nosa celebración, a da nosa empresa, quedará para xaneiro, porque agora non hai fecha e temos moito traballo», comenta.
Día central, el 16 de diciembre
La jornada central de las comidas y cenas de Navidad es el viernes de la próxima semana, 16 de diciembre, pero las primeras reuniones comenzaron el sábado 19 de noviembre. En aquella jornada, buena parte de las fiestas fueron de trabajadores del sector comercial, «porque no iban a tener más domingos libres hasta después de diciembre. El 20 de noviembre era el último día y domingo libre hasta enero», explica Luis Sevilla, de Los Robles.
A las fechas tradicionales se unieron estas Navidades otras menos frecuentes ante la necesidad de ampliar el calendario por la falta de fines de semana disponibles, comenta Lois Lopes. El hostelero vio incrementarse las reservas para las reuniones de amigos y compañeros de trabajo para comer de lunes a viernes; y para cenar en las vísperas de los festivos del puente. Fuentes de los hosteleros comentaron que, en años anteriores, solían dejarse libres las jornadas anteriores del Día de la Constitución y festividad de la Inmaculada, porque solían aprovecharse para pequeñas escapadas familiares.
En general, según comentan desde el sector, los comensales más jóvenes siguen prefiriendo reunirse para cenar, mientras que se reserva la comida para los de mediana edad.
Los trabajadores organizan sus propias fiestas de Navidad y se reúnen en grupos más pequeños
Luis Sevilla, del salón Los Robles de Montouto (Teo), puntualiza que lo que habitualmente se conoce como cenas de empresas dejaron de celebrarse hace muchos años. «Aquellas cenas o comidas en las que las empresas organizan y pagaban las fiestas de Navidad hace mucho que no se celebran, ahora se reúnen los compañeros y cada uno paga lo suyo», explica. En este cambio nada tuvo que ver la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, porque se remonta a la anterior crisis económica.
El número de comensales por celebración, aun así, sigue siendo muy dispar. «Desde cuatro a 70 o más. Hoy [por ayer] hay un grupo de 300 de un club», apunta Sevilla. Lo más frecuente es que, en el caso de las grandes empresas, los trabajadores se reúnan por secciones para despedir el año, mientras que las empresas más pequeñas y los comercios suelen quedar todos juntos.
Fuentes del sector consideran que no hay un perfil exacto de quienes prefieren los restaurantes o los salones de fiestas con sesiones de baile tras la cena. Tampoco se opta por uno u otro establecimiento en función del número de comensales.
En un restaurante del tipo de A Nave de Vidán se cuenta con reservas para grupos pequeños de hasta 50 personas, al igual que en el restaurante asador O Pazo de Padrón. En salones de fiestas, como Los Robles, las reservas para sus comedores van desde mesas para grupos pequeños de 12 o 20 personas hasta varias mesas para grupos numerosos desde cien comensales a varios cientos.
En cuanto a lo que cada comensal gasta en celebrar las fiestas, también hay una gran variedad, pero lo habitual es que se cierre un precio cuando se trata de grupos numerosos. El gasto medio oscila entre 40 y 60 euros por persona, independientemente de que sea comida o cena.
