La actual directora del CNI, a Villarejo en 2016: "No sé cómo no trabajabas con nosotros"

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Esperanza Casteleiro, el día que tomó posesión como directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).


Mientras Mariano Rajoy acudía aquel jueves de noviembre de 2016 por la tarde al Palacio de la Zarzuela para comunicarle a Felipe VI la composición del gobierno con el que afrontaría la nueva legislatura que estaba a punto de arrancar, Villarejo alargaba en cierto restaurante de Madrid la sobremesa con los dos comensales con los que había compartido un almuerzo que incluyó el cordero como plato principal. El comisario llevaba ya cuatro meses jubilado en el Cuerpo Nacional e intuía que Félix Sanz Roldán, entonces director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), iba a por él. El 3 de noviembre de 2017, justo un año después de aquella comida, el controvertido policía fue detenido por Asuntos Internos y enviado a prisión preventiva.

Junto a José Manuel Villarejo se sentaron en torno a la mesa para comer aquella tarde el comisario principal José Luis Olivera, en aquellas fechas jefe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), y la entonces jefa de la Unidad de Inteligencia del CNI en el CITCO, Esperanza Casteleiro. Ésta es la persona que está al frente de los servicios secretos desde el pasado 10 de mayo, el día que el Consejo de Ministros cesó a su antecesora (Paz Esteban) al hacerla responsable de la brecha de seguridad detectada en los móviles de Pedro Sánchez y de Margarita Robles (Defensa) y Fernando Grande-Marlaska (Interior).

El encuentro quedó registrado en la grabadora de Villarejo sin que sus interlocutores lo supieran y sin que su contenido hubiera trascendido en el marco de la macrocausa que dirige el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional desde hace casi cinco años. La conversación, una de las miles que guardaba el comisario ya retirado, se ha conocido tras publicar el audio el portal digital Fuentes Informadas.

Villarejo, el policía que hizo tambalear los cimientos del Estado con una grabadora
Villarejo, el policía que hizo tambalear los cimientos del Estado con una grabadora
Las cinco horas y media de charla dieron para hablar de muchos temas: las operaciones llevadas a cabo en diversos países como agente encubierto, el papel de los servicios secretos de EEUU, las andanzas del Pequeño Nicolás, Mario Conde, las supuestas amenazas de Sanz Roldán a Corinna Larsen, la investigación a los Pujol, la pugna entre los hermanos Obiang… Y hasta del ‘capitán Khan’ y la fuga de Luis Roldán en la etapa de Margarita Robles como secretaria de Estado de Interior, a propósito de la película que semanas antes había estrenado el director sevillano Alberto Rodríguez inspirándose en la historia del espía Francisco Paesa (El hombre de las mil caras).

«Tronco, se te ha ido la olla…»
Cuando la conversación iba camino de las dos horas, Villarejo plantea abiertamente a Casteleiro su malestar por los «ataques» y la «campaña» en su contra que él atribuía a Sanz Roldán, quizá en un intento de que aquélla pudiera tender un puente y que se pudiera reconducir la situación. El comisario retirado sitúa como desencadenante de ese desencuentro que en una de sus notas informativas -fechada en marzo de 2014- hubiera acusado a funcionarios del CNI de quedarse con parte del rescate que España pagó al Estado Islámico por la liberación de dos periodistas con cargo a los fondos reservados.

«La obsesión es cuando le piden explicaciones arriba en el Gobierno [acerca] de dónde están los cuatro millones. Con eso se mosquea», opina convencido José Luis Olivera, jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía antes de que en 2015 fuera nombrado director del CITCO. Y Casteleiro responde: «Pero si tú no estás preocupado no te alteras, yo no me altero (…) Pues a lo mejor te puedes imaginar quién ha sido quien ha metido la mano».

Villarejo lamentó ante Casteleiro que él hubiera colaborado con el CNI y Sanz Roldán dirigía una «campaña» contra él
El antiguo agente encubierto no entendía la actitud que mantenía el máximo responsable de los Servicios de Inteligencia hacia él a pesar de la colaboración que él había prestado siempre «a coste cero» -subraya- y trata de buscar la complicidad de su interlocutora, una persona respetada en la institución. «La última vez que estuve en vuestra casa fui con mi blog bajo el brazo. Uno que es guardia me conocía. Tuve una reunión y les dije que si querían esto, esto, esto… Abiertamente. Hasta ahora», destaca.

Esperanza Casteleiro.-Lo que no entiendo es que con el secretario [en alusión a Sanz Roldán, toda vez que el director del CNI ostenta el cargo de secretario de Estado] ni os conocéis… Es que ya me da hasta la risa.
Villarejo.-Yo le mandé un mensaje al móvil de lo más correcto. Le dije que me iba a jubilar y que lo que necesitara (…). Como diciendo: ‘Tronco, se te ha ido la olla’. A lo mejor con los años este hombre ha dicho: ‘Cómo se atreve a mí este cosa…’. Es que no sé qué ha pasado por su cabeza.
E.C.-Yo no diría exactamente eso, pero sí porque yo lo vivo así… Yo he tenido unos jefes -no digo Manglano [ex director del CESID], que también- de verdad y con los pies en la tierra y el secretario lo que ha pasa es que ha sido lo que ha sido. Él ha sido el JEMAD. Y a partir de ahí ya todo es poco. Yo de lo que me quejo es que ni siquiera se conocen.

Jubilación de Villarejo
Villarejo pasó a la situación administrativa de jubilación voluntaria el 22 de junio de 2016, mes y medio antes de cumplir los 65 años. Cerraba una etapa como funcionario del Cuerpo Nacional que se había iniciado en 1972, con el paréntesis de la excedencia de la que disfrutó entre 1983 y 1993 para dedicarse en exclusiva a sus negocios privados. Él siempre ha mantenido que, en esa década, siguió prestando su estructura empresarial a la Policía como tapadera y que le pidieron que reingresara para que sus informes pudieran tener carácter oficial.

Según se escucha en el audio, Esperanza Casteleiro –funcionaria desde 1983, cuando se denominaba Centro Superior de Información de la Defensa (CESID)- dice no entender que se desaprovechen las «oportunidades» que puede brindar Villarejo merced a la red de contactos que éste tenía en países como Arabia Saudí o Líbano pensando en el interés general del país. «Lo que no sé es cómo no trabajabas con nosotros», le espeta en un determinado momento




 
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