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En su versión digital (supongo que también en la de papel, pero no gastaré 2,20 € en un periódico por el mero hecho de que sea domingo) aparece un interesante artículo acerca de Kiko Argüello, el fundador de una secta cristiana con mucha pegada en nuestros días, el Camino Neocatecumenal.
¿Qué opinión os merece? A mí me parece una de las plagas de nuestros tiempos.
Os dejo el enlace: Kiko Argüello, la cólera de Dios
Y os copio el texto íntegro (se deberían sustituir los "?" por comillas, algo ha pasado cuando editaron el artículo):
(...sigue)
¿Qué opinión os merece? A mí me parece una de las plagas de nuestros tiempos.
Os dejo el enlace: Kiko Argüello, la cólera de Dios
Y os copio el texto íntegro (se deberían sustituir los "?" por comillas, algo ha pasado cuando editaron el artículo):
A ver, majo, ¿quieres convertirte?
-Pero es que yo ya estoy convertido...
-¡Que está convertido, dice! ¡Ja, ja, ja! ¡Que está convertido! Lo que te quiero decir es si te quieres unir al Camino.
Cualquier momento es bueno para captar adeptos. La primera rueda de prensa en más de 40 años de Kiko Argüello, iniciador y responsable del Camino Neocatecumenal, el movimiento neoconservador más poderoso de la Iglesia católica, comienza y termina con los periodistas rezando en pie un padrenuestro. Algunos no se lo saben. Balbucean. El espectáculo es digno de contemplarse. Argüello, de 69 años, es un hombre seco, ligeramente encorvado, de barba luciferina, pelo blanco, rostro áspero y carmesí, y los ojos cargados. Viste un raído traje neցro y camisa y corbata oscuras; se aferra a una Biblia cubierta por una funda de color de piel. En los momentos de tensión enciende sin parar cigarrillos sin filtro que machaca al instante. Tiene una voz de galán quebrada por el tabaco, los cánticos y miles de sermones. Recuerda al predicador de un western.
Es la tercera ocasión en la que pregunta al periodista si se quiere convertir. Con el brazo apoyado paternalmente sobre sus hombros. Ya le ha interrogado en otros encuentros sobre sus ideas religiosas -"¿crees en Dios?", "¿estás bautizado?", "¿cuántos hijos tienes?", "dame un beso"-. Por contra, todo son largas para conceder una entrevista razonable. Argüello desconfía de EL PAÍS. "¿Para qué queréis hacer un reportaje sobre el Camino si sois un periódico agnóstico y de izquierdas? ¿Para darme un palo? Aquí tengo guardados todos los países que hablan mal de mí y del cardenal [Rouco]. Los hermanos me han aconsejado que no hable con vosotros. Y si lo hago es porque os amo".
Argüello no dialoga con los medios de comunicación críticos con su línea político-religiosa -"¿para qué perder el tiempo?-. Con el resto, apenas. No concede entrevistas. Conseguir que concrete sus ideas es inútil, se escapa con farragosas experiencias vitales. Es un maestro del monólogo. Sus seguidores no saben dónde, cómo y de qué vive. La mayoría no le conoce personalemnte aunque financie el Camino con sus donaciones. El discípulo, una vez que supera el segundo escrutinio (un examen personal que se realiza pasados los primeros años en el Camino), debe entregar a la comunidad el 10% de sus ingresos: es el diezmo. Si su pareja está en el Camino, está también obligada a entregar el mismo porcentaje. Nadie sabe dónde va ese dinero ni cómo se administra. No hay facturas. Además, al final de cada celebración religiosa, uno de los hermanos pasa una bolsa de plástico (la llamada "bolsa de las inmundicias") donde cada uno aporta lo que puede: desde unos euros hasta una pulsera de oro o la escritura de un piso. La bolsa sigue circulando hasta que se obtiene la cifra prefijada por los responsables. Son unos minutos de suspense. ¿Cuántas vueltas dará? Durante la construcción del Domus Galilaeae, la grandiosa sede del Camino en Israel, el iniciador pidió 1.000 euros a cada uno de sus discípulos para terminar las obras. Mientras se pasaba la bolsa, el resto cantaba: "Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y os digo que ni Salomón en todo su fasto estaba vestido como uno de ellos". Para avanzar en el Camino es imprescindible desprenderse de las riquezas.
Son los que engrasan económicamente su organización; sin embargo, rara vez se mezcla Kiko con sus seguidores de base. Viaja continuamente por todo el mundo. Dice que subsiste gracias a las limosnas. Al mismo tiempo tiene hilo directo con el Vaticano. Y para sus fieles, con el mismo Dios. ?Kiko no se ha inventado nada, le ha inspirado el Espíritu Santo?, dicen. Kiko Argüello es célibe y viste de neցro, pero no es cura. ?Nunca se pondría a las órdenes de un obispo?, explica un antiguo seguidor. Predica, pero no tiene una formación teológica. Resuelve los conflictos existenciales de sus discípulos, pero no es psicólogo. ¿Quién es Kiko? Él se define como un artista. ?Un pobrecillo, un pecador; el día más feliz de mi vida será cuando muera. Reza por mí?. Si se le pregunta acerca del culto a la personalidad que gravita en torno suyo, su piel adquiere un tono encarnado y contesta con cara de pocos amigos: ?En la Iglesia siempre hay alguien que inicia?.
Tras escucharle en varios actos del Camino y hablar con él en un puñado de ocasiones, se saca la impresión de que Kiko Argüello es un iluminado ultraconservador que domina la palabra y el gesto; con un humor cambiante; místico, magnético y halagador. Y también portador de toda la cólera divina. ?El infierno existe?, remacha. Tenaz e insistente. Dotado, según un monseñor, de ?una santa testarudez?. Tremendista. ?El anticristo está por llegar. Europa camina hacia la apostasía?. Según él, perseguido. Un mártir en potencia. tras*mite el mensaje que le ha comunicado Dios sin papeles ni fisuras. Con desparpajo. Sin florituras. Durante horas. En un lenguaje vulgar. De andar por casa. Describe el Camino como ?este tinglado? o ?este ***ón en el que estamos metidos?. Habla desde las tripas, no desde la teoría. Dice lo que le sale. Lo que le brota. A veces de forma incoherente. Todo trufado con citas bíblicas. Canta, baila, pinta, entusiasma, interroga a su auditorio. ?¿Quién no tiene un familiar divorciado??. ?A ver, tú, cuéntanos tu vida. ¿Cuántos hijos tienes??. Es carismático. Lo más parecido a un telepredicador que tenemos en España.
Dice que los medios ?de izquierdas? le manipulan políticamente. Pero su discurso es político. Cuando le preguntamos sobre la situación en España, contesta con desconfianza: ?Lamentamos que las leyes de los socialistas rompan la familia. En los países nórdicos, los chavales se están suicidando a los 20 años porque proceden de familias rotas. Es el resultado del divorcio exprés?.
En sus respuestas, Argüello condena radicalmente el matrimonio de las personas del mismo sesso. Los anticonceptivos. El aborto. La eutanasia. Y las ideas socialistas. Y el separatismo. Y a los religiosos progresistas. Y a los obispos tibios. Y a los jesuitas izquierdosos. Y a los curas que no ceden sus parroquias al Camino. Y a los monseñores poco complacientes. Es decir, a los que no piensan como él. Y él tiene las ideas claras. ?Claro que existe el malo; está entre nosotros, es un ángel caído?.
?¿Y a usted también le ataca?
?Nos ataca a todos. Ha dominado a monseñores para que se pusieran en contra del Camino. Nos han hecho mucho daño. El malo siempre está dispuesto. Si eres casado, está al acecho para que te enamores de otra. Pero en el Camino, los matrimonios no se separan. ¿Sabes por qué?
?Ni idea.
?Porque la relación de amor de los que tienen dentro vida eterna es distinta. Un matrimonio no se separa si tiene vida eterna. El amor de pareja progresa y madura; no es lo mismo la pasión de los novios que el amor de Cristo, que es un amor total.
?¿Y si le va mal a la pareja?
?Para eso están los hermanos de la comunidad. Cuando un matrimonio está en peligro, toda la comunidad reza por ellos; les llaman y apoyan, y se salvan.
Kiko Argüello ve el mundo en blanco y neցro. La sexualidad es el eje de sus catequesis. La pronografía. La gaysidad ??que es una enfermedad que se cura??. El rechazo a los anticonceptivos ??el 25% de los preservativos falla??. Incluso alerta por escrito del riesgo de tener hijas adolescentes: ?Los padres están llamados a ser realistas, y a hablar a las hijas de los peligros a los que se exponen con ciertas modas de vestir (como minifaldas exageradas u ombligos descubiertos) si no quieren encontrarse después con la sorpresa de verlas un día embarazadas o, peor aún, descubrir que han abortado?. En Roma, durante la rueda de prensa del 13 de junio, nos comenta que el Camino celebra sus eucaristías el sábado por la noche, entre otras cosas ?para que los jóvenes no se vayan a las discotecas a fornicar y a drojarse; los jóvenes de nuestras comunidades no fornican, ni se drojan, ni se suicidan?.
Está dispuesto a reevangelizar el mundo. Quiera o no quiera el mundo. Es su misión. Desde la vieja Europa hasta China, pasando por Latinoamérica y las antiguas repúblicas soviéticas. Ya ha enviado a miles de familias y de seminaristas a catequizar en los rincones más perdidos del planeta. ?Apóstoles?, les llama. Un cura español destinado en Roma recuerda su sorpresa al encontrarse en Kazajistán con una familia de kikos valencianos predicando puerta por puerta. ?Estamos renovando la Iglesia. Somos lo más vivo de la cristiandad, los encargados de la nueva evangelización a través de pequeñas comunidades que viven como los primeros cristianos y avanzan juntas?, explica Argüello.
Sostienen los que conocen a Kiko que es orgulloso, soberbio y autoritario. Se considera a la altura de cualquier purpurado. Controla férreamente su organización a base de círculos concéntricos que tras*miten en el acto sus consignas. No tiene lugartenientes. No existe un directorio del Camino. Un jefe de prensa, un encargado de finanzas. Él es el iniciador. Nadie le cuestiona. Es el autor de los textos y símbolos. De la estética, música y canciones; ritos y prácticas; el lenguaje y la forma de vivir. Incluso del diseño de sus iglesias, cuyas pinturas de inspiración neobizantina él mismo ejecuta.
Sus seguidores son conocidos como los kikos. Una Iglesia paralela que cuenta, según Argüello, con un millón y medio de fieles divididos en 16.000 comunidades enclavadas en 6.000 parroquias de 106 países; con 3.000 sacerdotes, 1.500 seminaristas y 70 seminarios. Lo que no cuenta es que ya han entrado en las universidades y los colegios; en la Conferencia Episcopal, el Ejército y los medios de comunicación. Dirigen las agencias de noticias religiosas Zenith y H2O. Abarrotan las manifestaciones neoconservadoras contra los Gobiernos socialistas en Roma o Madrid. Son la infantería de la Iglesia más intolerante. Un ejército de resistencia a los cambios. A la cabeza, Kiko está siempre ideando estrategias y puestas en escena. Hay que llamar la atención. Conmover a los fieles. La rueda debe seguir girando. Le gusta esgrimir sus poderes. Ante sus fieles desgrana en voz alta una cosmopolita agenda agotadora. Y el contacto estrecho con los cardenales. Antes perseguido que irrelevante. ?Ha llegado el momento de evangelizar?, dice él.
Su biografía de líder visionario tras*curre durante los 44 años que conducen de una chabola en Vallecas (Madrid), rodeado de etnianos, yonquis y cortesanas, armado con una Biblia y una guitarra, hasta las cenas con el Papa en las sombras del Vaticano. Hasta pintar los frescos de la catedral de Madrid. Hasta erigir una sede internacional a su imagen y semejanza en Israel, en el monte de las Bienaventuranzas, donde Jesucristo comenzó a predicar, que fue inaugurada por el propio Juan Pablo II en 2000.
No ha sido un trayecto fácil. Kiko Argüello ha trepado con esfuerzo. Y voluntad. Y con la idea de que ?Dios proveería?. En sus comienzos, algunos en la Iglesia le consideraron un hereje. Un luterano. Un loco. Un hippy empeñado en llamar la atención. Aún hoy, para muchos, es el creador de una secta intraeclesial; admitida por la jerarquía, pero siempre en el filo de la navaja. Con sus misas y celebraciones. Sus códigos internos y sistemas de captación. Y un absoluto secretismo sobre sus prácticas.
Los textos de Kiko, la tras*cripción de sus catequesis, con los que se guía el camino de todas las comunidades del mundo (los llamados mamotretos), no están al alcance de sus miembros de a pie. Sólo acceden a ellos los catequistas, su guardia de hierro. ?El resto no los entendería?, dice. ?Hay que ir avanzando en el Camino?. Son uno de los misterios del Camino. Pero en realidad, cuando por fin accedemos a esos famosos mamotretos, su contenido decepciona. Es más de lo mismo. Sus experiencias místicas y personales, su consabida visión catastrofista del mundo. Y una continua petición de dinero a sus fieles. Estas frases están extraídas de las catequesis de Kiko en España: ?Alguno que tenga una herencia, alguno que tenga algo, que ponga aquí cinco millones de pesetas para construir el seminario de Madrid?. ?Hoy he leído una cosa que me ha hecho mucho daño, que el cantante Elton John es gays y que quería casarse con su amiguito, un chaval, y se le ha dado el matrimonio jurídico en Inglaterra?. ?La nulidad matrimonial es una trampa del malo?. ?Entramos en una nueva era, y Dios nos está preparando para reevangelizar el mundo?.
Recorrer el Camino de Kiko Argüello, llegar al verdadero bautismo, que se realiza por inmersión en el río Jordán, en Israel, con el sacerdote con la estola sobre el bañador, puede llevar a un cristiano entre 20 y 30 años. A lo largo de ese tiempo atravesará infinitos pasos, pruebas y exámenes. Celebraciones y convivencias. Ritos y exorcismos. Renunciará a las riquezas. Al éxito. A los afectos. Desnudará sus flaquezas ante los hermanos colocados en círculo en torno suyo. Se humillará ante ellos. El catequista, el guía, tiene un poder absoluto sobre el catequizado, que le debe obediencia. Una antigua seguidora de Kiko lo explica así: ?Nos modelan tanto los sentimientos que consiguen que en unos años seas capaz de dejar pareja, hijos, trabajo, dinero?, lo que sea, si te lo exige un catequista. Y si no cumples alguna de sus exigencias eres expulsado de la comunidad?. Los catequistas son descritos por otro ex kiko como ?gente dura, controladora, intransigente, que modifica la mentalidad de sus discípulos?. Cuando se le pregunta a Argüello qué formación tienen los catequistas para encauzar psicológica, laboral, sentimental, económicamente la vida de los miembros de la comunidad, responde molesto: ?¿Qué preparación van a tener? Una preparación maravillosa. En una comunidad no necesitan más; ni psicología, ni nada. Ya tienen las 3.000 páginas del mamotreto para realizar su misión?. Nadie sabe muy bien si alguna vez concluye el Camino.
Todo es obra suya. Ese espeso cóctel en el que se mezclan las prácticas de los primitivos cristianos con la tradición hebrea; las prácticas evangélicas de interpretación literal de las Escrituras con las terapias de grupo; las guitarras, las palmas y las danzas con las fórmulas de predicar itinerantes de las sectas protestantes. Sin olvidar la similitud ideológica con los Cristianos Renacidos estadounidenses, que auparon al poder a George W. Bush.
(...sigue)
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