Anónimo222
Madmaxista
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Kamala Harris defiende su giro al centro en su primera entrevista como candidata en la CNN
A pesar de sus buenos resultados en las encuestas, después de tres años y medio con un perfil bajo como vicepresidenta, la candidata demócrata, Kamala Harris, es
www.lavanguardia.com
A pesar de sus buenos resultados en las encuestas, después de tres años y medio con un perfil bajo como vicepresidenta, la candidata demócrata, Kamala Harris, es todavía una desconocida para el gran público. Carente de propuestas políticas concretas, más allá de un paquete de medidas económicas destinadas a reducir la inflación y de su promesa de proteger el aborto con una ley federal, no ha desvelado todavía gran parte de su programa político. Esta ambigüedad, y el antagonismo con Donald Trump, le ha servido para mantener la ola de ilusión que viven los demócratas tras la renuncia del impopular Joe Biden a su intento de reelección. Pero la luna de miel ha terminado esta noche.
En su primera entrevista en un mes de candidatura –su primera prueba de fuego sin guion, acompañada de su número dos, el gobernador de Minnesota, Tim Walz– la presentadora de la CNN, Dana Bash, le ha obligado a aterrizar sus mensajes y a dar explicaciones por su cambio de postura en aspectos como la inmi gración y la emergencia climática con respecto al 2019, cuando presentó su primera candidatura a la presidencia.
Harris se ha defendido asegurando que, a pesar del abandono del discurso progresista, sus valores siguen siendo exactamente los mismos, y ha apelado al consenso de país ante unas elecciones que define como “las más importantes de nuestras vidas”.
En este sentido, ha anunciado que, si gana las elecciones el 5 de noviembre, está dispuesta a nombrar a un republicano en su gabinete. Es “realmente importante” que su administración represente “diferentes puntos de vista, diferentes experiencias”, ha afirmado: “Creo que es importante crear consenso, y encontrar un lugar común de entendimiento para resolver los problemas”.
“Creo que el aspecto más significativo de mi perspectiva política y mis decisiones es que mis valores no han cambiado”, ha asegurado. Cuando presentó su primera candidatura, se mostró favorable a una política migratoria “más humana” y defendió repetidamente que “ser viajero indocumentado no te convierte en criminal”. Sin embargo, a lo largo de su vicepresidencia, y especialmente desde que es candidata, exhibe en sus discursos un perfil más duro, remarcando su experiencia como fiscal persiguiendo a narcotraficantes provenientes de México.
“Creo que tiene que haber consecuencias para la inmi gración ilegal. En este país, tenemos unas leyes que tienen que ser respetadas y aplicadas, que se dirigen a aquellos que cruzan nuestra frontera ilegalmente. Quiero ser clara: en esta carrera, soy la única que ha procesado a organizaciones criminales tras*nacionales que trafican con armas, drojas y seres humanos. Soy la única que realmente sirvió a un estado fronterizo como fiscal general para hacer cumplir nuestras leyes. Conozco el problema”, ha insistido en la entrevista, en la que ha recordado que los demócratas habían alcanzado un acuerdo con republicanos en el Congreso para aprobar una de las leyes fronterizas más restrictivas de la historia, pero “Trump vio que no le iba a ayudar políticamente y le dijo a sus colegas que retiraran la propuesta: mató un proyecto de ley que habría puesto a 1.500 agentes más en la frontera y que hasta la Patrulla Fronteriza apoyaba”.
Una postura similar ha tomado al ser preguntada por la cuestión climática, y específicamente por su cambio de opinión respecto al fracking (fracturación hidráulica), que en el 2019 abogó por prohibir, pero durante su vicepresidencia se ha mostrado tolerante, mientras la extracción de gas natural y de crudo alcanzaban nuevos máximos mensuales. “Como vicepresidenta, no prohibí el fracking. Como presidenta, no lo prohibiré”, ha respondido con contundencia.
La extracción de gas y petróleo es una de las prioridades del electorado de Pensilvania, uno de los siete estados decisivos en estas elecciones y el tercero del país en producción de energía, un sector del que bebe gran parte de su población. Ante la promesa de Trump de expandir la extracción de energía fósil y su alerta de que Harris quiere prohibirla, la vicepresidenta ha dejado clara su postura.
El giro le ha valido las críticas de la izquierda del partido, que, como ella, defendió en las pasadas elecciones el Green New Deal, un paquete de medidas para llevar a cabo la tras*ición verde en el país y lograr la neutralidad de emisiones. La vicepresidenta ha respaldado el plan de Biden para alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en el 2050. Pero ese plan nunca incluyó la prohibición del fracking, que consideran necesario durante la tras*ición.
“Usted ha mencionado el Green New Deal. Siempre he creído –y he trabajado en ello– que la crisis climática es real, que es un asunto urgente al que debemos aplicar métricas que incluyan sujetarnos a plazos en el tiempo”, se ha justificado, tratando de interpelar al sector progresista sin alienar a los defensores de la energía fósil.
Preguntada por su postura ante la crisis humanitaria en Gaza, que divide al partido y le valió protestas en la convención demócrata en Chicago, ha asegurado que no adoptará una postura distinta a la que ha articulado Biden. Y ha esquivado la pregunta directa sobre si pausará el envío de armas a Israel si se excede en el número de víctimas civiles –algo que hizo Biden, temporalmente, en mayo–, insistiendo en que “tenemos que lograr el acuerdo” de alto el fuego que su administración lleva meses persiguiendo.
Su candidato a la vicepresidencia, Walz, la ha acompañado en la entrevista, como marca la tradición reciente en la recta final de la campaña electoral. El gobernador, más acostumbrado que Harris a expresarse en público sin guion, ha contrastado con la incomodidad que se le ha notado a la candidata.
Aunque sus preguntas han sido menos incisivas y en sus breves intervenciones no se ha visto obligado a dejar titulares. Bash le ha preguntado, por ejemplo, por la imagen viral de su hijo celebrando su aparición en la convención demócrata, que ha definido como un momento “visceral y emocional”, y ha defendido sus políticas en Minnesota, como la restricción del acceso a las armas y la protección del aborto tras la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el derecho a nivel federal.
La próxima prueba de fuego de Harris, si no concede otra entrevista antes de esa fecha, será el 10 de septiembre, en su debate acordado con Trump en la cadena ABC News. En la entrevista de esta noche, aunque no ha concretado sus políticas, ha dejado claro la candidata que quiere ser: la de la continuidad de Biden.