sarkweber
Madmaxista
Julia Otero está en su pleno derecho de manifestar lo que crea oportuno sobre cualquier tema. Y con lo que supone la venta de la píldora del día después en todas las farmacias y sin receta médica se ha mostrado encantada.
Lo que no se puede tolerar es que, acostumbrada a enarbolar la bandera de la libertad y el progresismo, falte al respeto con esta salida de tono e insulte a quienes no comparten su visión sobre una medida cargada de polémica en varios sentidos. Eso de que "lo siguiente será prohibir las eyaculaciones" para burlarse de una supuesta mojigatería delata fanatismo y un feminismo mal entendido.
Debería saber que no hace falta ser creyente ni de derechas para observar con inquietud que cualquier joven vaya a acceder a una pastilla sin ninguna supervisión médica. Ese tipo de fármacos tienen contraindicaciones y pueden ser perjudiciales para la salud, independientemente de la valoración jovenlandesal o religiosa que se quiera hacer de su dispensación. Se precipita Otero al arremeter contra lo que cree es una posición contra el sesso; ante todo se trata de una preocupación por un mal uso de un medicamento. Más que desenfreno carnal, el peligro es el desenfreno farmacológico.
"Lo siguiente será prohibir las eyaculaciones" | lanacion.es
Lo que no se puede tolerar es que, acostumbrada a enarbolar la bandera de la libertad y el progresismo, falte al respeto con esta salida de tono e insulte a quienes no comparten su visión sobre una medida cargada de polémica en varios sentidos. Eso de que "lo siguiente será prohibir las eyaculaciones" para burlarse de una supuesta mojigatería delata fanatismo y un feminismo mal entendido.
Debería saber que no hace falta ser creyente ni de derechas para observar con inquietud que cualquier joven vaya a acceder a una pastilla sin ninguna supervisión médica. Ese tipo de fármacos tienen contraindicaciones y pueden ser perjudiciales para la salud, independientemente de la valoración jovenlandesal o religiosa que se quiera hacer de su dispensación. Se precipita Otero al arremeter contra lo que cree es una posición contra el sesso; ante todo se trata de una preocupación por un mal uso de un medicamento. Más que desenfreno carnal, el peligro es el desenfreno farmacológico.
"Lo siguiente será prohibir las eyaculaciones" | lanacion.es