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El gasto militar, las relaciones con jovenlandia y los escenarios económicos son los principales focos de preocupación en función de quién gane las elecciones de EEUU este martes.
Por
Mónica Redondo
05/11/2024 - 05:00
En las elecciones de Estados Unidos de este martes, Pedro Sánchez no ha escondido quién es su favorito: Kamala Harris. Desde la llegada de Joe Biden al poder en 2020, la relación entre España y Estados Unidos ha sido mucho más fluida, con puntos álgidos como la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid en 2022.
Un triunfo electoral de la candidata demócrata promete una continuidad de esa "amistad", pero ni siquiera una figura tan polémica como Donald Trump puede romper, en primera instancia, las bases de la relación. Y, a pesar de la imagen internacionalista explotada por Pedro Sánchez, la victoria de uno u otro candidato no tendría una gran influencia. "La imagen de un presidente español en Estados Unidos ha sido siempre bastante secundaria. Únicamente tuvo protagonismo con José María Aznar, y fue por la guerra de Irak", explica José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin-UAH, en entrevista con El Confidencial.
Hablar de España como un ente aislado de la comunidad europea, continúa Gurpegui, es bastante complejo, pero hay varias singularidades. La primera se centra en las bases militares de Estados Unidos en Morón y Rota. El candidato republicano no ha dado ninguna señal de querer retirar a sus tropas de la zona y, según Gurpegui, "el convenio está muy bien establecido". Sin embargo, la defensa puede convertirse en uno de los principales temas de fricción entre Madrid y Washington.
Lo será, definitivamente, a nivel europeo. Donald Trump ha afirmado que, si sale elegido, acabará con la guerra de Ucrania en 24 horas y ha dejado entrever que pondrá el freno a las aportaciones militares y financieras de Estados Unidos al país en guerra. Un escenario temido por muchos analistas porque puede fracturar unas alianzas cada vez más debilitadas.
"Más de dos años y medio después de la oleada turística rusa a gran escala de Ucrania, la fatiga de la guerra se va consolidando, poco a poco, en buena parte de la opinión pública comunitaria. Con gobiernos políticamente precarios, especialmente en el eje franco-alemán, y con la presión presupuestaria que suponen las inversiones en defensa y las ayudas al gobierno de Kiev, la Unión Europea tendría verdaderas dificultades en asumir una retirada", apunta Carme Colomina es investigadora sénior especializada en Unión Europea, desinformación y política global de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs).
Las elecciones de este martes pueden marcar un antes y un después para Ucrania y el Gobierno de Volodímir Zelenski no ha escondido su preocupación en caso de una victoria republicana. Trump, además de dar a entender que frenaría el flujo de ayudas, también ha abierto la puerta a que Kiev haga concesiones territoriales para poner fin a la guerra.
La UE haría todo lo posible para que este escenario se convirtiera en realidad, pero sería un foco de divisiones en el bloque. Y sería también un fracaso para la OTAN, que podría incluso poner en peligro su permanencia. Trump ya amenazó en su anterior legislatura que está dispuesto a salir de la alianza si los países europeos no aumentan su gasto en Defensa. Una exigencia especialmente importante para España, que está actualmente en el puesto 17 a nivel mundial en términos de gasto militar.
A pesar de las diferencias con otros países europeos, el gasto militar ascendió en 2023 a 22.223 millones de euros, lo que representa un incremento del 9,8% respecto al año anterior. Actualmente, España dedica el 1,5% de su PIB a la defensa, acercándose al compromiso del 2% marcado por los países de la OTAN en el contexto de la guerra de Ucrania.
Si las tensiones aumentaran entre la alianza y Estados Unidos, es posible que aumente también el debate sobre la necesidad de gastar más en defensa, y ese podría ser un punto de conflicto para España, apuntan los analistas consultados por este periódico.
En este sentido, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), un organismo del Ministerio de Defensa, publicó a principios de año un análisis en el que señalaba que Estados Unidos habría primado la relación con jovenlandia por encima de España como "socio regional" en el Mediterráneo.
El informe sostiene que el impulso de los vínculos políticos entre el reino alauita e Israel es el principal motivo. "Las lecciones para Madrid deben ser claras, a pesar de que España sea aliada de Estados Unidos en el seno de la OTAN y de que albergue una de sus bases navales más importantes en Rota, Estados Unidos ha preferido primar sus relaciones con un régimen no democrático y que presenta serias dudas en su respeto de los derechos humanos a cambio del refuerzo de la seguridad israelí", apunta Pedro Francisco Ramos Josa, autor del documento.
El tema comercial es la otra gran preocupación dependiendo quien gane este martes las elecciones estadounidenses. La Administración Trump emprendió una guerra arancelaria contra Europa en 2019, y es posible que continúe con su política arancelaria. El medio POLITICO afirmó que Bruselas ya se estaría preparando para una guerra comercial en el caso de que gane el republicano. "De concretarse, las consecuencias podrían ser desastrosas para la mayoría de las principales economías de la UE y especialmente para Alemania ya que Estados Unidos es el mayor importador de automóviles alemanes", explica Carme Colomina a este periódico.
Algunos productos españoles podrían verse afectados, como el aceite de oliva, aceitunas de mesa, calzado y productos derivados del lechón. Sin embargo, José Antonio Gurpegui aclara que el medio Financial Times afirmó que Europa ya estaba trabajando sobre una hipotética victoria de Donald Trump, y que estaba preparando propuestas de colaboración económica en el caso de que el republicano incremente su guerra arancelaria. No obstante, director del Instituto Franklin-UAH recuerda que Joe Biden relajó algunas medidas de Trump, pero no implementó un cambio sustancial sobre ellas.
Una victoria de Kamala Harris favorece un escenario marcado por la estabilidad, sobre todo en el marco económico y en la continuidad del flujo de ayuda a Ucrania. Sin embargo, para la UE, un Gobierno de Donald Trump podría venir acompañado de muchos cambios. A diferencia de 2016, las relaciones entre Bruselas y Washington son ahora mucho más tras*accionales, y la UE intenta encontrar un espacio propio en esta reconfiguración global. “Está aprendiendo a estar algo más sola, obligada por las circunstancias y la urgencia. Y el retorno de Trump aceleraría aún más esta necesidad”, explica Colominas.
Pero también hay una Europa que espera a Trump con los brazos abiertos. "En la UE, los partidos de derecha radical se sentirán reivindicados con la victoria de Trump. El candidato republicano —como ya ocurrió en el 2016 con su llegada a la Casa Blanca— refuerza la agenda de la extrema derecha global", concluye la investigadora del CIDOB.
El gasto militar, las relaciones con jovenlandia y los escenarios económicos son los principales focos de preocupación en función de quién gane las elecciones de EEUU este martes.
Por
Mónica Redondo
05/11/2024 - 05:00
En las elecciones de Estados Unidos de este martes, Pedro Sánchez no ha escondido quién es su favorito: Kamala Harris. Desde la llegada de Joe Biden al poder en 2020, la relación entre España y Estados Unidos ha sido mucho más fluida, con puntos álgidos como la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid en 2022.
Un triunfo electoral de la candidata demócrata promete una continuidad de esa "amistad", pero ni siquiera una figura tan polémica como Donald Trump puede romper, en primera instancia, las bases de la relación. Y, a pesar de la imagen internacionalista explotada por Pedro Sánchez, la victoria de uno u otro candidato no tendría una gran influencia. "La imagen de un presidente español en Estados Unidos ha sido siempre bastante secundaria. Únicamente tuvo protagonismo con José María Aznar, y fue por la guerra de Irak", explica José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin-UAH, en entrevista con El Confidencial.
Hablar de España como un ente aislado de la comunidad europea, continúa Gurpegui, es bastante complejo, pero hay varias singularidades. La primera se centra en las bases militares de Estados Unidos en Morón y Rota. El candidato republicano no ha dado ninguna señal de querer retirar a sus tropas de la zona y, según Gurpegui, "el convenio está muy bien establecido". Sin embargo, la defensa puede convertirse en uno de los principales temas de fricción entre Madrid y Washington.
Lo será, definitivamente, a nivel europeo. Donald Trump ha afirmado que, si sale elegido, acabará con la guerra de Ucrania en 24 horas y ha dejado entrever que pondrá el freno a las aportaciones militares y financieras de Estados Unidos al país en guerra. Un escenario temido por muchos analistas porque puede fracturar unas alianzas cada vez más debilitadas.
"Más de dos años y medio después de la oleada turística rusa a gran escala de Ucrania, la fatiga de la guerra se va consolidando, poco a poco, en buena parte de la opinión pública comunitaria. Con gobiernos políticamente precarios, especialmente en el eje franco-alemán, y con la presión presupuestaria que suponen las inversiones en defensa y las ayudas al gobierno de Kiev, la Unión Europea tendría verdaderas dificultades en asumir una retirada", apunta Carme Colomina es investigadora sénior especializada en Unión Europea, desinformación y política global de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs).
Las elecciones de este martes pueden marcar un antes y un después para Ucrania y el Gobierno de Volodímir Zelenski no ha escondido su preocupación en caso de una victoria republicana. Trump, además de dar a entender que frenaría el flujo de ayudas, también ha abierto la puerta a que Kiev haga concesiones territoriales para poner fin a la guerra.
La UE haría todo lo posible para que este escenario se convirtiera en realidad, pero sería un foco de divisiones en el bloque. Y sería también un fracaso para la OTAN, que podría incluso poner en peligro su permanencia. Trump ya amenazó en su anterior legislatura que está dispuesto a salir de la alianza si los países europeos no aumentan su gasto en Defensa. Una exigencia especialmente importante para España, que está actualmente en el puesto 17 a nivel mundial en términos de gasto militar.
A pesar de las diferencias con otros países europeos, el gasto militar ascendió en 2023 a 22.223 millones de euros, lo que representa un incremento del 9,8% respecto al año anterior. Actualmente, España dedica el 1,5% de su PIB a la defensa, acercándose al compromiso del 2% marcado por los países de la OTAN en el contexto de la guerra de Ucrania.
Si las tensiones aumentaran entre la alianza y Estados Unidos, es posible que aumente también el debate sobre la necesidad de gastar más en defensa, y ese podría ser un punto de conflicto para España, apuntan los analistas consultados por este periódico.
El nuevo gran aliado de EEUU
Además de los debates en cuestión de defensa, otro punto importante que puede marcar el futuro de las relaciones es jovenlandia. El reino es un aliado primordial para Estados Unidos y "ante eventuales disputas que podamos tener con jovenlandia, estarán marcadas por las alianzas entre Rabat y Washington", afirma José Antonio Gurpegui.En este sentido, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), un organismo del Ministerio de Defensa, publicó a principios de año un análisis en el que señalaba que Estados Unidos habría primado la relación con jovenlandia por encima de España como "socio regional" en el Mediterráneo.
El informe sostiene que el impulso de los vínculos políticos entre el reino alauita e Israel es el principal motivo. "Las lecciones para Madrid deben ser claras, a pesar de que España sea aliada de Estados Unidos en el seno de la OTAN y de que albergue una de sus bases navales más importantes en Rota, Estados Unidos ha preferido primar sus relaciones con un régimen no democrático y que presenta serias dudas en su respeto de los derechos humanos a cambio del refuerzo de la seguridad israelí", apunta Pedro Francisco Ramos Josa, autor del documento.
El tema comercial es la otra gran preocupación dependiendo quien gane este martes las elecciones estadounidenses. La Administración Trump emprendió una guerra arancelaria contra Europa en 2019, y es posible que continúe con su política arancelaria. El medio POLITICO afirmó que Bruselas ya se estaría preparando para una guerra comercial en el caso de que gane el republicano. "De concretarse, las consecuencias podrían ser desastrosas para la mayoría de las principales economías de la UE y especialmente para Alemania ya que Estados Unidos es el mayor importador de automóviles alemanes", explica Carme Colomina a este periódico.
Algunos productos españoles podrían verse afectados, como el aceite de oliva, aceitunas de mesa, calzado y productos derivados del lechón. Sin embargo, José Antonio Gurpegui aclara que el medio Financial Times afirmó que Europa ya estaba trabajando sobre una hipotética victoria de Donald Trump, y que estaba preparando propuestas de colaboración económica en el caso de que el republicano incremente su guerra arancelaria. No obstante, director del Instituto Franklin-UAH recuerda que Joe Biden relajó algunas medidas de Trump, pero no implementó un cambio sustancial sobre ellas.
Una victoria de Kamala Harris favorece un escenario marcado por la estabilidad, sobre todo en el marco económico y en la continuidad del flujo de ayuda a Ucrania. Sin embargo, para la UE, un Gobierno de Donald Trump podría venir acompañado de muchos cambios. A diferencia de 2016, las relaciones entre Bruselas y Washington son ahora mucho más tras*accionales, y la UE intenta encontrar un espacio propio en esta reconfiguración global. “Está aprendiendo a estar algo más sola, obligada por las circunstancias y la urgencia. Y el retorno de Trump aceleraría aún más esta necesidad”, explica Colominas.
Pero también hay una Europa que espera a Trump con los brazos abiertos. "En la UE, los partidos de derecha radical se sentirán reivindicados con la victoria de Trump. El candidato republicano —como ya ocurrió en el 2016 con su llegada a la Casa Blanca— refuerza la agenda de la extrema derecha global", concluye la investigadora del CIDOB.