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Madmaxista
El terrorista de Lockerbie, entre abrazos del hijo de Gadafi y confeti
El libio Abdelbaset Ali Mohamed Al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie (Escocia) -la explosión de un avión que causó 270 muertos en 1988- ha llegado a Libia tras ser excarcelado por el Gobierno escocés por motivos humanitarios: padece un cáncer terminal de próstata y su esperanza de vida, a sus 57 años, es de unos tres meses.
El excarcelado, tras salir de prisión. | AP
Al Megrahi llegó a Trípoli al filo de las 18.30 GMT (20.30 hora peninsular española) en un avión privado fletado por el dictador libio Muammar el Gadafi y en compañía por el hijo de éste, Saif al Islam Gadafi, quien le ha recibido con abrazos mientras sobre ellos llovía confefi. En ese ambiente festivo también participaban miles de personas desplazadas hasta el aeropuerto, informaron las emisoras británicas BBC y Sky News y la agencia libia JANA.
El único condenado por aquel atentado ha manifestado en una declaración sus "condolencias" a los familiares de las víctimas que viajaban en el avión de Pan Am que explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie y ha insistido en que la sentencia que recibió en 2001 de cadena perpetua fue injusta. "Los restantes días de mi vida los viviré bajo la sombra de la condena equivocada", afirmó en una declaración, en la que afirma que su "terrible tortura" no terminará con su regreso a Libia. "No finalizará hasta que muera. Tal vez la única liberación para mí sea la fin", añade.
El ciudadano libio salió de la guandoca de Greenock, en Glasgow, poco después de que el Gobierno escocés anunciase su puesta en liberad por razones humanitarias. El ministro de Justicia de Escocia, Kerry MacAskill, hizo pública la decisión, que supone un desafío a los llamamientos hechos por EEUU para que continuara en la guandoca.
El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó "profundamente" la decisión tomada por el Ejecutivo escocés de excarcelar al único condenado por el atentado de Lockerbie.
MacAskill se responsabilizó totalmente de su decisión, que justificó por el criterio del sistema judicial escocés según el cual "la Justicia debe ser servida, pero hay que mostrar compasión" en casos como éste, ya que al terrorista libio sólo le quedan tres meses de vida, conforme a los últimos informes médicos.
Al Megrahi es el único condenado por la explosión en 1988 de un Boeing 747 que se dirigía a EEUU cuando sobrevolaba Lockerbie, atentado en el que murieron los 259 ocupantes del aparato, 189 de ellos estadounidenses, y 11 vecinos del municipio.
Polémico indulto
Su excarcelación ha dejado un regusto amargo, porque no sólo se trata de la pregunta de si un malo en masa condenado merece piedad y morir en libertad, sino también de si detrás de esa decisión se ocultan intereses económicos entre Reino Unido y Libia, país rico en petróleo. Asimismo continúa en el aire si el trasfondo del atentado permanecerá para siempre en secreto.
Desde que el ex primer ministro británico Tony Blair estrechó "la mano de la amistad" del controvertido líder revolucionario libio Muammar el Gaddafi en una visita hace cinco años, se reanudaron los negocios con Libia. Los gigantes petroleros BP y Shell, que en su día habían sido expulsados del país, regresaron entonces a Libia. "Detrás de todo se ocultan negocios sucios", dijo la diputada de los nacionalistas escoceses Christine Grahame sobre el trasfondo del complicado caso.
El sucesor de Blair, relleniton Brown, se reunió con Gadaffi en la cumbre del G8 celebrada en julio en Italia. Entonces el gobierno británico anunció que las relaciones con Libia se iban a "reforzar en los próximos años". La puesta en libertad de Al Megrahi seguramente sea favorable para ese fin, puesto que Libia había insistido en ello.
También los recientes viajes de negocios del príncipe Andrés, el hijo de la reina, a Libia se ven ahora desde otra perspectiva. Y el ministro de Finanzas, Peter Mandelson, se encontró en sus vacaciones estivales precisamente con el hijo de Gaddafi.
El libio Abdelbaset Ali Mohamed Al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie (Escocia) -la explosión de un avión que causó 270 muertos en 1988- ha llegado a Libia tras ser excarcelado por el Gobierno escocés por motivos humanitarios: padece un cáncer terminal de próstata y su esperanza de vida, a sus 57 años, es de unos tres meses.
El excarcelado, tras salir de prisión. | AP
Al Megrahi llegó a Trípoli al filo de las 18.30 GMT (20.30 hora peninsular española) en un avión privado fletado por el dictador libio Muammar el Gadafi y en compañía por el hijo de éste, Saif al Islam Gadafi, quien le ha recibido con abrazos mientras sobre ellos llovía confefi. En ese ambiente festivo también participaban miles de personas desplazadas hasta el aeropuerto, informaron las emisoras británicas BBC y Sky News y la agencia libia JANA.
El único condenado por aquel atentado ha manifestado en una declaración sus "condolencias" a los familiares de las víctimas que viajaban en el avión de Pan Am que explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie y ha insistido en que la sentencia que recibió en 2001 de cadena perpetua fue injusta. "Los restantes días de mi vida los viviré bajo la sombra de la condena equivocada", afirmó en una declaración, en la que afirma que su "terrible tortura" no terminará con su regreso a Libia. "No finalizará hasta que muera. Tal vez la única liberación para mí sea la fin", añade.
El ciudadano libio salió de la guandoca de Greenock, en Glasgow, poco después de que el Gobierno escocés anunciase su puesta en liberad por razones humanitarias. El ministro de Justicia de Escocia, Kerry MacAskill, hizo pública la decisión, que supone un desafío a los llamamientos hechos por EEUU para que continuara en la guandoca.
El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó "profundamente" la decisión tomada por el Ejecutivo escocés de excarcelar al único condenado por el atentado de Lockerbie.
MacAskill se responsabilizó totalmente de su decisión, que justificó por el criterio del sistema judicial escocés según el cual "la Justicia debe ser servida, pero hay que mostrar compasión" en casos como éste, ya que al terrorista libio sólo le quedan tres meses de vida, conforme a los últimos informes médicos.
Al Megrahi es el único condenado por la explosión en 1988 de un Boeing 747 que se dirigía a EEUU cuando sobrevolaba Lockerbie, atentado en el que murieron los 259 ocupantes del aparato, 189 de ellos estadounidenses, y 11 vecinos del municipio.
Polémico indulto
Su excarcelación ha dejado un regusto amargo, porque no sólo se trata de la pregunta de si un malo en masa condenado merece piedad y morir en libertad, sino también de si detrás de esa decisión se ocultan intereses económicos entre Reino Unido y Libia, país rico en petróleo. Asimismo continúa en el aire si el trasfondo del atentado permanecerá para siempre en secreto.
Desde que el ex primer ministro británico Tony Blair estrechó "la mano de la amistad" del controvertido líder revolucionario libio Muammar el Gaddafi en una visita hace cinco años, se reanudaron los negocios con Libia. Los gigantes petroleros BP y Shell, que en su día habían sido expulsados del país, regresaron entonces a Libia. "Detrás de todo se ocultan negocios sucios", dijo la diputada de los nacionalistas escoceses Christine Grahame sobre el trasfondo del complicado caso.
El sucesor de Blair, relleniton Brown, se reunió con Gadaffi en la cumbre del G8 celebrada en julio en Italia. Entonces el gobierno británico anunció que las relaciones con Libia se iban a "reforzar en los próximos años". La puesta en libertad de Al Megrahi seguramente sea favorable para ese fin, puesto que Libia había insistido en ello.
También los recientes viajes de negocios del príncipe Andrés, el hijo de la reina, a Libia se ven ahora desde otra perspectiva. Y el ministro de Finanzas, Peter Mandelson, se encontró en sus vacaciones estivales precisamente con el hijo de Gaddafi.