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Josep Borrell liderará Exteriores en la UE y Lagarde se situará al frente del BCE
Josep Borrell liderará Exteriores en la UE y Lagarde se situará al frente del BCE
La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen. | Reuters.
2/07/2019 - 16:20 Actualizado: 20:22 - 2/07/19
Se confirmaron las quinielas de último minuto. Tras más de un mes de discusiones y tres cumbres, el cónclave de líderes europeos por fin logró un acuerdo para repartirse los puestos de poder en la Unión Europea: El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, será el nuevo Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea y vicepresidente de la Comisión Europea, mientras que la ministra de Defensa alemana Ursula Von der Leyen presidirá la Comisión Europea y la presidenta del FMI Christine Lagarde se situará al frente del BCE, y el primer ministro belga Charles Michel presidirá el Consejo Europeo. Queda por decidirse la presidencia del Parlamento Europeo, con el socialista búlgaro Sergei Stanishev como favorito.
La actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional ha decidido renunciar temporalmente a su cargo en la institución mientras dure el proceso de nominación para ser presidenta del BCE, según ha apuntado la exministra gala en un comunicado.
Por su parte, el socialdemócrata holandés Frans Timmermans, candidato socialdemócrata a presidir la Comisión Europea, será finalmente vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario y la liberal danesa Margrethe Vestager será vicepresidenta segunda.
En lo relativo al puesto al que se nomina a Borrell, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha calificado el reparto de puestos de "extraordinario". El acuerdo supone que "España ha vuelto", ha afirmado. Borrell será el segundo español que ocupe el cargo de jefe de la diplomacia española tras Javier Solana, que fue el primer Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE durante diez años, entre octubre de 1999 y noviembre de 2009.
Negociaciones casi interminables
Horas antes del anuncio del acuerdo, fuentes europeas y de varias capitales confirmaron que el acuerdo ultimado en la tercera jornada de la cumbre, que arrancó el pasado domingo, estaba casi hecho. Tan solo quedaba por convencer al alemán Manfred Weber y sus fieles en el grupo del PPE que desistieran en su empeño por conseguir la presidencia del Parlamento Europeo.
Weber, que encabezó la lista del centro-derecha, ganadora de las elecciones europeas, se aseguró la presidencia de la Eurocámara como premio de consolación en un primer reparto, tras el rechazo del resto de familias a que encabezara la Comisión. Sin embargo, ese paquete ultimado en Japón durante la cumbre del G20, y amparado por varios líderes incluida la propia canciller Angela Merkel, fue hundido el lunes tras 20 horas de negociación en la cumbre. La razón fue que una mayoría de líderes del PPE se oponía a ceder la presidencia de la Comisión al socialista Frans Timmermans, quien además era rechazado por una decena de países, sobre todo del centro y Este de Europa.
Este grupo de países, sobre todo los llamados de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaca) se mostraron hoy satisfechos con la nominación de Von der Leyen para la Comisión.
El portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, escribió en su cuenta de Twitter que Visegrado apoyaba a la alemana.Y ello a pesar de que la ministra escribió el pasado enero un editorial en el que dijo que el Estado de Derecho, además de la dignidad humana, "son el punto fuerte de Europa, y los tenemos que defender con todos los medios".
Los polacos y húngaros se opusieron a Timmermans porque el saliente vicepresidente primero de la Comisión fue quien dirigió los procedimientos de infracción contra ellos por su violación del Estado de Derecho.
La política más radical gana fuerza: que cada país gaste lo que quiera a coste cero
Gran parte de la atención se desplazó esta tarde a Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo estaba celebrando su sesión constitutiva. Allí, los líderes del PPE tenían previsto mantener un encuentro a las 5pm. Sería el momento para terminar de convencer a Weber y su guardia pretoriana para que levantara su oposición, y asegurar así que la aprobación de la presidencia del Parlamento Europeo, que se vota mañana, y de la Comisión, que llegará al plenario de la Eurocámara a mediados de julio, pasara sin sobresaltos.
El paquete acordado suponía una importante victoria para el PPE. El partido ganó las elecciones europeas de mayo, pero cayó en escaños hasta los 182, mientras que el bloque progresista de socialistas, liberales y verdes ganaron terreno. A pesar de ello, no han conseguido romper el dominio del PPE en la Comisión Europea, que volverá a controlar otros cinco años más, y ya suman 20.
Lagarde, política
El centro derecha consigue además para una de las suyas la presidencia el BCE una vez que se retire Mario Draghi en noviembre, llevándose así las dos joyas de la corona de la UE. La llegada de Lagarde a Fráncfort representará el aterrizaje de otro político en la institución, a pesar de que varios países habían insistido en que la presidencia debería ir para un banquero, tras la elección de Luis de Guindos como número dos. La importancia de la probada experiencia en asuntos monetarios y bancarios que se exige a los presidentes resulta aún más esencial en un momento en el que los mercados están nerviosos por la salida de Draghi, el riesgo de una nueva recesión está en el radar, y la normalización de la política monetaria requerirá manos firmes, experiencia y conocimiento en la materia.
Eso sí, el paquete que estaba a punto de ultimarse colocaría a dos mujeres en los dos puestos de mayor responsabilidad de la UE, avanzando así en el equilibrio de género tan necesario en los puestos de poder en Europa.
La llegada de Von der Leyen a la Comisión implicaría además la fin del proceso de candidato principal (Spitzencandidat), por el que solo los cabezas de las familias políticas que se presentaron a las elecciones europeas podrían optar a la jefatura de la Comisión.
El método del Spitzenkandidat había sido respaldado inicialmente por las principales familias políticas en la Eurocámara. Sin embargo, el PPE lo aparcó al ver que se le escapaba la presidencia del Ejecutivo comunitario, y espoleados por la cesión que Merkel y Weber habían pactado con las otras familias políticas con el paquete anterior que se había culminado en la cumbre de Osaka.
Von der Leyen es ministra desde 2013 y progenitora de 7 hijos. Respetada en la arena internacional, sobre todo en materia de Defensa y Exteriores, cuenta con una nutrida red de contactos, que además ha tejido como miembro del Consejo del Foro de Davos.
Fuentes de Moncloa valoraron el paquete y se mostraron optimistas con que se pudiera cerrar un acuerdo. Insistieron en que Borrell era el candidato natural de España para estar en los puestos de poder de Europa, y subrayaron la importancia con que se respetara el equilibrio geográfico y de género con el paquete final, tal y como aseguraba la combinación que se pretendía cerrar.
Josep Borrell liderará Exteriores en la UE y Lagarde se situará al frente del BCE
Josep Borrell liderará Exteriores en la UE y Lagarde se situará al frente del BCE
- Von der Leyen fue la primera mujer que ocupó el Ministerio de Defensa alemán
- Lagarde, una economista no profesional, sería la primera mujer en el BCE
- El PPE presidirá la Comisión y Borrell será jefe de la diplomacia europea
2/07/2019 - 16:20 Actualizado: 20:22 - 2/07/19
Se confirmaron las quinielas de último minuto. Tras más de un mes de discusiones y tres cumbres, el cónclave de líderes europeos por fin logró un acuerdo para repartirse los puestos de poder en la Unión Europea: El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, será el nuevo Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea y vicepresidente de la Comisión Europea, mientras que la ministra de Defensa alemana Ursula Von der Leyen presidirá la Comisión Europea y la presidenta del FMI Christine Lagarde se situará al frente del BCE, y el primer ministro belga Charles Michel presidirá el Consejo Europeo. Queda por decidirse la presidencia del Parlamento Europeo, con el socialista búlgaro Sergei Stanishev como favorito.
La actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional ha decidido renunciar temporalmente a su cargo en la institución mientras dure el proceso de nominación para ser presidenta del BCE, según ha apuntado la exministra gala en un comunicado.
Por su parte, el socialdemócrata holandés Frans Timmermans, candidato socialdemócrata a presidir la Comisión Europea, será finalmente vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario y la liberal danesa Margrethe Vestager será vicepresidenta segunda.
En lo relativo al puesto al que se nomina a Borrell, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha calificado el reparto de puestos de "extraordinario". El acuerdo supone que "España ha vuelto", ha afirmado. Borrell será el segundo español que ocupe el cargo de jefe de la diplomacia española tras Javier Solana, que fue el primer Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE durante diez años, entre octubre de 1999 y noviembre de 2009.
Negociaciones casi interminables
Horas antes del anuncio del acuerdo, fuentes europeas y de varias capitales confirmaron que el acuerdo ultimado en la tercera jornada de la cumbre, que arrancó el pasado domingo, estaba casi hecho. Tan solo quedaba por convencer al alemán Manfred Weber y sus fieles en el grupo del PPE que desistieran en su empeño por conseguir la presidencia del Parlamento Europeo.
Weber, que encabezó la lista del centro-derecha, ganadora de las elecciones europeas, se aseguró la presidencia de la Eurocámara como premio de consolación en un primer reparto, tras el rechazo del resto de familias a que encabezara la Comisión. Sin embargo, ese paquete ultimado en Japón durante la cumbre del G20, y amparado por varios líderes incluida la propia canciller Angela Merkel, fue hundido el lunes tras 20 horas de negociación en la cumbre. La razón fue que una mayoría de líderes del PPE se oponía a ceder la presidencia de la Comisión al socialista Frans Timmermans, quien además era rechazado por una decena de países, sobre todo del centro y Este de Europa.
Este grupo de países, sobre todo los llamados de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaca) se mostraron hoy satisfechos con la nominación de Von der Leyen para la Comisión.
El portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, escribió en su cuenta de Twitter que Visegrado apoyaba a la alemana.Y ello a pesar de que la ministra escribió el pasado enero un editorial en el que dijo que el Estado de Derecho, además de la dignidad humana, "son el punto fuerte de Europa, y los tenemos que defender con todos los medios".
Los polacos y húngaros se opusieron a Timmermans porque el saliente vicepresidente primero de la Comisión fue quien dirigió los procedimientos de infracción contra ellos por su violación del Estado de Derecho.
La política más radical gana fuerza: que cada país gaste lo que quiera a coste cero
Gran parte de la atención se desplazó esta tarde a Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo estaba celebrando su sesión constitutiva. Allí, los líderes del PPE tenían previsto mantener un encuentro a las 5pm. Sería el momento para terminar de convencer a Weber y su guardia pretoriana para que levantara su oposición, y asegurar así que la aprobación de la presidencia del Parlamento Europeo, que se vota mañana, y de la Comisión, que llegará al plenario de la Eurocámara a mediados de julio, pasara sin sobresaltos.
El paquete acordado suponía una importante victoria para el PPE. El partido ganó las elecciones europeas de mayo, pero cayó en escaños hasta los 182, mientras que el bloque progresista de socialistas, liberales y verdes ganaron terreno. A pesar de ello, no han conseguido romper el dominio del PPE en la Comisión Europea, que volverá a controlar otros cinco años más, y ya suman 20.
Lagarde, política
El centro derecha consigue además para una de las suyas la presidencia el BCE una vez que se retire Mario Draghi en noviembre, llevándose así las dos joyas de la corona de la UE. La llegada de Lagarde a Fráncfort representará el aterrizaje de otro político en la institución, a pesar de que varios países habían insistido en que la presidencia debería ir para un banquero, tras la elección de Luis de Guindos como número dos. La importancia de la probada experiencia en asuntos monetarios y bancarios que se exige a los presidentes resulta aún más esencial en un momento en el que los mercados están nerviosos por la salida de Draghi, el riesgo de una nueva recesión está en el radar, y la normalización de la política monetaria requerirá manos firmes, experiencia y conocimiento en la materia.
Eso sí, el paquete que estaba a punto de ultimarse colocaría a dos mujeres en los dos puestos de mayor responsabilidad de la UE, avanzando así en el equilibrio de género tan necesario en los puestos de poder en Europa.
La llegada de Von der Leyen a la Comisión implicaría además la fin del proceso de candidato principal (Spitzencandidat), por el que solo los cabezas de las familias políticas que se presentaron a las elecciones europeas podrían optar a la jefatura de la Comisión.
El método del Spitzenkandidat había sido respaldado inicialmente por las principales familias políticas en la Eurocámara. Sin embargo, el PPE lo aparcó al ver que se le escapaba la presidencia del Ejecutivo comunitario, y espoleados por la cesión que Merkel y Weber habían pactado con las otras familias políticas con el paquete anterior que se había culminado en la cumbre de Osaka.
Von der Leyen es ministra desde 2013 y progenitora de 7 hijos. Respetada en la arena internacional, sobre todo en materia de Defensa y Exteriores, cuenta con una nutrida red de contactos, que además ha tejido como miembro del Consejo del Foro de Davos.
Fuentes de Moncloa valoraron el paquete y se mostraron optimistas con que se pudiera cerrar un acuerdo. Insistieron en que Borrell era el candidato natural de España para estar en los puestos de poder de Europa, y subrayaron la importancia con que se respetara el equilibrio geográfico y de género con el paquete final, tal y como aseguraba la combinación que se pretendía cerrar.
