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José María Galofré (Volvo): «Cuando pruebas un eléctrico no hay marcha atrás, nadie vuelve a un gasolina»
Tras más de dos décadas en la dirección de la marca, José María Galofré guía los destinos de la compañía en la delicada tras*ición hacia la completa electrificación con excelentes resultados
Iván Mingo
02/07/2023 Actualizada 04:10
José María se autodefine como un ingeniero humanista, una pieza clave en el proceso de posicionamiento y electrificación de una marca que lo está bordando, con una cuota de electrificación que multiplica por cuatro al conjunto del mercado nacional. Una cuota que en breve crecerá de la mano de los EX90 y EX30.
–El mercado parece ir por delante de las mejores previsiones para este ejercicio José María, ¿puede hacernos una radiografía de los seis primeros meses de 2023 y las previsiones sobre las que trabaja Volvo para el segundo semestre?
–Empezamos el año con previsiones de 900.000 y tenemos que ser más optimistas, ya hablamos de 920.000 coches. Pensabamos que iba a crecer un 7 % y la realidad es que ya estamos hablando de un 12 %.
Llevamos tres años muy castigados con la el bichito, la guerra, la crisis de semiconductores… En 2022 veíamos la luz pero aún estamos pagando los problemas de logística y precios de la energía derivados de la guerra de Ucrania, que es muy cercana.
Tal y como confirma José María, el final de año pinta bien para Volvo
Lo que ocurre es que el año 2023 se están estabilizando tanto los precios de la energía como la demanda y la confianza está creciendo. Eso hace que por primera vez, el mes pasado se haya alcanzado en España el PIB del año 2019.
Poco a poco cogemos carrerilla para iniciar la senda de crecimiento y volver al tamaño ideal de nuestro mercado por encima de 1,2 millones de coches. Puede que vivamos un proceso parecido a los locos años 20, en el que también salieron de un bichito, la gente quería volver a vivir y disfrutar.
Ahora es momento de realizar las compras importantes, la renovación del vehículo, la vivienda. El problema es que hemos vivido una inflación elevada y estamos en proceso de corregirla, todo indica que acabaremos bien el año. Lo normal es que los tipos de interés dejen de crecer ya y 2024 debería ser muy positivo para el crecimiento del mercado, con una posible bajada de tipos.
–Y en el caso de Volvo: ¿cómo serán 2023 y 2024?
Si el mercado crece en torno a un 12 %, nosotros esperamos crecer un 30 %, lo que supone hacer 15.000 unidades, estaríamos en nuestra penetración típica del 1,6 % pero sin apenas ventas a alquiladores.
–Hay quejas de otras marca por una bajada de tráfico en concesionarios desde hace un par de meses. ¿Lo habéis notado?
–Coincidiendo con las elecciones ha habido bajada de tráfico en concesionarios, pero no en ventas, seguimos muy bien. Utilizar sólo un mes no indica tendencia. Ahora crece el tráfico y visitas web, crecemos en todos en todos los canales.
En ventas seguimos creciendo, vamos a tener unos meses muy positivos y seguimos muy optimistas para el cierre.
–Algunos fabricantes anticipan de cara a final de año un reposicionamiento de precios mediante descuentos y promociones…
Forma parte del mercado. Siempre hay descuentos, siempre promociones, es el día a día del mercado libre. Pero tenemos que asumir que no existe una vuelta atrás a los precios anteriores a la inflación. La clave está en que la accesibilidad de los compradores al automóvil sea similar a la de antes de la crisis. El problema es que no es así, los sueldos han subido del orden del 3 % o el 4 %, y la inflación ha estado por encima. Esto provoca pérdida de poder adquisitivo. En el caso de Volvo hemos intentado no hacer subidas más allá del 5 %, asumiendo nosotros parte de la misma para alcanzar una posición más ventajosa y competitiva.
–La electrificación en España va realmente lenta, las ventas de coches 100 % eléctricos rondan el 4 %... ¿sobre qué previsiones trabaja Volvo?
–Es imposible saber qué va a pasar, hace falta una bola de cristal. Lo que es importante es tener claro cuál es el objetivo de la electrificación, sino es sencillo perder el rumbo. En 2015 Europa llegó al convencimiento de que había un problema con las emisiones tras más de 60 años, los científicos indicaron que la concentración de CO2 sigue creciendo y que en 200 años tenemos casi el doble que los últimos 20.000 años, por lo que hay que pararlo lo antes posible.
La revolución industrial ha ido muy rápido, ha sido maravillosa para el progreso humano, pero no nos hemos dado cuenta de que hemos dañado la atmósfera. Por eso, desde Volvo nuestro objetivo es que en 2040 todo el proceso productivo de Volvo no tenga huella contaminante.
La electrificación del automóvil es clave para que en su utilización las emisiones sean cero. La realidad es que el resto de países europeos van más rápido porque empezaron antes el proceso y confiaron antes en el coche eléctrico. El vehículo híbrido enchufable era la tras*ición más cómoda mientras no había cargadores, una vez que hay cargadores, el vehículo eléctrico es el más razonable y emocional. El problema es que sigue siendo muy caro, lo que retrasa la compra en los consumidores.
–¿Qué ventajas plantea un eléctrico?
–Lo cierto es que una vez que pruebas un eléctrico no vuelves a un coche de combustión, el silencio y la potencia seducen a los conductores en segundos. Además la gran mayoría de los coches eléctricos se recargan mientras no se utilizan. La electrificación no sólo ha llegado al norte de Europa, Portugal (siendo un cuarto del territorio español) tiene el doble de coches eléctricos. Allí además de su plan Moves quitaron el IVA a los eléctricos, también tienen el doble de cargadores que nosotros. Portugal demuestra que el coche eléctrico funciona con el respaldo político adecuado.
Por si esto fuera poco el mantenimiento es mucho más barato porque el motor eléctrico es muy sencillo, nada que ver con un gasolina.
–¿Estamos abocados a una Europa de dos velocidades?
–Siempre va a haber una Europa de velocidades, y dentro de España una España de dos velocidades, es inevitable.
Siempre va a haber una parte que son los pioneros, que son los líderes que empujan tiran del resto. Detrás les siguen otra parte muy grande que se mueven hacia esa forma humana de no emitir, de ser más sostenibles. Sostenibilidad no quiere decir parar nada volver a las cuevas , simplemente quiere decir seguir con el progreso humano sin dañar nuestra casa.
El Plan Energético Nacional prevé que el 100 % de la energía que utilizamos llegue a ser renovable, lo que significa que los coches se van a alimentar de energía limpia. Nosotros nos hemos comprometido a la neutralidad absoluta en 2040, lo que afecta a nuestros coches, fábricas y concesionarios.
En España esperamos un despliegue exponencial de la electrificación, un dato que irá relacionado al número de cargadores, los usuarios de eléctricos van a tirar de otros y la electrificación será imparable.
Los próximo años el incremento de ventas de coches eléctricos estará entre el 25 y el 30 %, lo que significa que el parque crecerá muy rápido y en unos años hablaremos de un parque con un 25 % de eléctricos puros, esperemos que antes de 2026.
–El mensaje que se tras*mite sobre los eléctricos es muy negativo, se está obligando a los conductores y eso nunca es popular...
–Conviene recordar que la electrificación es fruto de una democracia parlamentaria, nosotros hemos votado a nuestros representantes en Europa y ellos han firmado la electrificación. Los europeos hemos elegido el ser líderes mundiales en electrificación y ahora no hay marcha atrás. Lo que los Gobiernos deben hacer es ayudar en las tras*iciones, tal y como ya hicieron con las calderas e incluso con la iluminación de las calles.
El entrar tarde en la electrificación nos da alguna ventaja, pues los coches eléctricos están ya en 600 kilómetros de autonomía y entonces estaban en 300. La clave es que no hay que analizar los coches eléctricos por el tiempo que estamos parados cargándolos en un viaje, sino por la posibilidad de recargarlos a diario mientras dormimos, trabajamos o jugamos al golf...
Finalmente nos acostumbraremos a llevar siempre el coche con una carga entre un 60 y un 70 %, es un fenómeno muy similar al de los teléfonos móviles.
–¿Qué le pedirías al gobierno para favorecer a la electrificación?
–Le pediría que analice que esto es un proyecto de tras*formación de todo el mercado europeo que afecta al tras*porte y a la forma de vida, hay que eliminar la sensación de temporalidad.
Los planes de ayuda deben quedar fuera de la temporalidad porque esto va más allá. Es un proceso que tiene un hito en 2035 con la prohibición de la venta de coches de combustión. Hay que eliminar el concepto de prohibición, ayudemos a la utilidad de los conductores y a que entiendan la utilidad de los coches eléctricos, no discutir sobre si son mejores o peores que los coches de combustión. Nadie puede estar en contra de la finalidad del proceso…
Pedimos también que no se limite el precio de compra a 45.000 euros, si el objetivo es electrificas y actualizar el parque móvil qué sentido tiene limitar el precio del coche.
–¿Qué papel juegan los nuevos fabricantes chinos que han llegado para revolucionar el mercado con precios y otras cualidades?
–Yo creo en cualquiera que crea en la riqueza, en el progreso. Estamos en contra de un proteccionismo que dañan la competitividad. El problemas es la cantidad de ayudas que se dan y que evitan la competitividad. Debemos dejar jugar a todos mientras cumplan con las normativa de la Organización Internacional del Trabajo.
Bienvenidos los fabricantes de Alemania, de Francia, de Corea, de China, de América, de cualquier lugar que cumplen con esas condiciones para los derechos de los trabajadores y que nos obliga a todos a ser mucho más competitivos.
Además en Europa los requisitos de homologación son muy altos y ellos han venido para cumplirlos. Y cualquier fabricante, venga de donde venga, cumple con esos requisitos, así que adelante.
–Y combustibles sintéticos: ¿que papel le das a toda esta presión que ha hecho Alemania para que admita los combustibles?
Su papel ha sido muy positivo para entender que el objetivo de Europa de todos nosotros es reducir las emisiones y no tener una especie de demagogia por los vehículos eléctricos. Lo que propuso Alemania fue aprobado, suponía una alternativa. Si en toda la producción y el desarrollo de estos combustibles sintéticos conseguimos ser neutros con las emisiones de CO2 que dejó Europa, bienvenidos porque cumplimos el mismo objetivo reducir las emisiones de CO2. La clave es que el motor no genere emisiones, que el motor sea limpio.
www.eldebate.com
Tras más de dos décadas en la dirección de la marca, José María Galofré guía los destinos de la compañía en la delicada tras*ición hacia la completa electrificación con excelentes resultados
Iván Mingo
02/07/2023 Actualizada 04:10
José María se autodefine como un ingeniero humanista, una pieza clave en el proceso de posicionamiento y electrificación de una marca que lo está bordando, con una cuota de electrificación que multiplica por cuatro al conjunto del mercado nacional. Una cuota que en breve crecerá de la mano de los EX90 y EX30.
–El mercado parece ir por delante de las mejores previsiones para este ejercicio José María, ¿puede hacernos una radiografía de los seis primeros meses de 2023 y las previsiones sobre las que trabaja Volvo para el segundo semestre?
–Empezamos el año con previsiones de 900.000 y tenemos que ser más optimistas, ya hablamos de 920.000 coches. Pensabamos que iba a crecer un 7 % y la realidad es que ya estamos hablando de un 12 %.
Llevamos tres años muy castigados con la el bichito, la guerra, la crisis de semiconductores… En 2022 veíamos la luz pero aún estamos pagando los problemas de logística y precios de la energía derivados de la guerra de Ucrania, que es muy cercana.
Tal y como confirma José María, el final de año pinta bien para Volvo
Lo que ocurre es que el año 2023 se están estabilizando tanto los precios de la energía como la demanda y la confianza está creciendo. Eso hace que por primera vez, el mes pasado se haya alcanzado en España el PIB del año 2019.
Poco a poco cogemos carrerilla para iniciar la senda de crecimiento y volver al tamaño ideal de nuestro mercado por encima de 1,2 millones de coches. Puede que vivamos un proceso parecido a los locos años 20, en el que también salieron de un bichito, la gente quería volver a vivir y disfrutar.
Ahora es momento de realizar las compras importantes, la renovación del vehículo, la vivienda. El problema es que hemos vivido una inflación elevada y estamos en proceso de corregirla, todo indica que acabaremos bien el año. Lo normal es que los tipos de interés dejen de crecer ya y 2024 debería ser muy positivo para el crecimiento del mercado, con una posible bajada de tipos.
–Y en el caso de Volvo: ¿cómo serán 2023 y 2024?
Si el mercado crece en torno a un 12 %, nosotros esperamos crecer un 30 %, lo que supone hacer 15.000 unidades, estaríamos en nuestra penetración típica del 1,6 % pero sin apenas ventas a alquiladores.
–Hay quejas de otras marca por una bajada de tráfico en concesionarios desde hace un par de meses. ¿Lo habéis notado?
–Coincidiendo con las elecciones ha habido bajada de tráfico en concesionarios, pero no en ventas, seguimos muy bien. Utilizar sólo un mes no indica tendencia. Ahora crece el tráfico y visitas web, crecemos en todos en todos los canales.
En ventas seguimos creciendo, vamos a tener unos meses muy positivos y seguimos muy optimistas para el cierre.
–Algunos fabricantes anticipan de cara a final de año un reposicionamiento de precios mediante descuentos y promociones…
Forma parte del mercado. Siempre hay descuentos, siempre promociones, es el día a día del mercado libre. Pero tenemos que asumir que no existe una vuelta atrás a los precios anteriores a la inflación. La clave está en que la accesibilidad de los compradores al automóvil sea similar a la de antes de la crisis. El problema es que no es así, los sueldos han subido del orden del 3 % o el 4 %, y la inflación ha estado por encima. Esto provoca pérdida de poder adquisitivo. En el caso de Volvo hemos intentado no hacer subidas más allá del 5 %, asumiendo nosotros parte de la misma para alcanzar una posición más ventajosa y competitiva.
–La electrificación en España va realmente lenta, las ventas de coches 100 % eléctricos rondan el 4 %... ¿sobre qué previsiones trabaja Volvo?
–Es imposible saber qué va a pasar, hace falta una bola de cristal. Lo que es importante es tener claro cuál es el objetivo de la electrificación, sino es sencillo perder el rumbo. En 2015 Europa llegó al convencimiento de que había un problema con las emisiones tras más de 60 años, los científicos indicaron que la concentración de CO2 sigue creciendo y que en 200 años tenemos casi el doble que los últimos 20.000 años, por lo que hay que pararlo lo antes posible.
La revolución industrial ha ido muy rápido, ha sido maravillosa para el progreso humano, pero no nos hemos dado cuenta de que hemos dañado la atmósfera. Por eso, desde Volvo nuestro objetivo es que en 2040 todo el proceso productivo de Volvo no tenga huella contaminante.
La electrificación del automóvil es clave para que en su utilización las emisiones sean cero. La realidad es que el resto de países europeos van más rápido porque empezaron antes el proceso y confiaron antes en el coche eléctrico. El vehículo híbrido enchufable era la tras*ición más cómoda mientras no había cargadores, una vez que hay cargadores, el vehículo eléctrico es el más razonable y emocional. El problema es que sigue siendo muy caro, lo que retrasa la compra en los consumidores.
–¿Qué ventajas plantea un eléctrico?
–Lo cierto es que una vez que pruebas un eléctrico no vuelves a un coche de combustión, el silencio y la potencia seducen a los conductores en segundos. Además la gran mayoría de los coches eléctricos se recargan mientras no se utilizan. La electrificación no sólo ha llegado al norte de Europa, Portugal (siendo un cuarto del territorio español) tiene el doble de coches eléctricos. Allí además de su plan Moves quitaron el IVA a los eléctricos, también tienen el doble de cargadores que nosotros. Portugal demuestra que el coche eléctrico funciona con el respaldo político adecuado.
Allí ha calado el mensaje del ahorro en la utilización diaria al no pagar combustible, algo que antes o después ocurrirá en España. Si analizamos los primeros años de la compra de un eléctrico el diferencial de precio se amortiza enseguida. La OCU ha hecho un estudio y se amortiza en menos de cuatro años si realizamos unos 15.000 kilómetros al año. Un eléctrico gasta entre 1,5 y 2 euros a los 100 kilómetros, nada que ver con el consumo de un vehículo de combustible. Estamos en una relación de 14 euros frente a 2.
Por si esto fuera poco el mantenimiento es mucho más barato porque el motor eléctrico es muy sencillo, nada que ver con un gasolina.
–¿Estamos abocados a una Europa de dos velocidades?
–Siempre va a haber una Europa de velocidades, y dentro de España una España de dos velocidades, es inevitable.
Siempre va a haber una parte que son los pioneros, que son los líderes que empujan tiran del resto. Detrás les siguen otra parte muy grande que se mueven hacia esa forma humana de no emitir, de ser más sostenibles. Sostenibilidad no quiere decir parar nada volver a las cuevas , simplemente quiere decir seguir con el progreso humano sin dañar nuestra casa.
Es verdad que España está en peor posición que el resto de Europa. Tenemos una cuota de un 4 % de eléctricos y en torno a un 8 % de híbridos enchufables. Pero se puede hacer, tenemos el ejemplo de Tesla, que vive muy bien vendiendo eléctricos. Nosotros vendemos ya un 16 % de eléctricos puros frente al 4 % general, cuatro veces más. Respecto al 8 % de híbridos enchufables, nosotros estamos en el 32 % y camino del 50 %, lo que significará que la mitad de nuestros coches no están generando CO2.
El Plan Energético Nacional prevé que el 100 % de la energía que utilizamos llegue a ser renovable, lo que significa que los coches se van a alimentar de energía limpia. Nosotros nos hemos comprometido a la neutralidad absoluta en 2040, lo que afecta a nuestros coches, fábricas y concesionarios.
En España esperamos un despliegue exponencial de la electrificación, un dato que irá relacionado al número de cargadores, los usuarios de eléctricos van a tirar de otros y la electrificación será imparable.
Dentro del citado plan energético nacional hay dos hitos muy importantes, las gasolineras que consuman más de 50 toneladas al año de combustible van a tener que instalar un cargador de 150 kilovatios y las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades nos van a obligar a electrificarnos sin marcha atrás.
Los próximo años el incremento de ventas de coches eléctricos estará entre el 25 y el 30 %, lo que significa que el parque crecerá muy rápido y en unos años hablaremos de un parque con un 25 % de eléctricos puros, esperemos que antes de 2026.
–El mensaje que se tras*mite sobre los eléctricos es muy negativo, se está obligando a los conductores y eso nunca es popular...
–Conviene recordar que la electrificación es fruto de una democracia parlamentaria, nosotros hemos votado a nuestros representantes en Europa y ellos han firmado la electrificación. Los europeos hemos elegido el ser líderes mundiales en electrificación y ahora no hay marcha atrás. Lo que los Gobiernos deben hacer es ayudar en las tras*iciones, tal y como ya hicieron con las calderas e incluso con la iluminación de las calles.
Europa ha fijado dos fechas clave, que son 2035 y 2050 que son muy generosas, aún tenemos 12 años de plazo para comprar coches de combustible, y otros 15 años después para disfrutarlo, lo cual coincide con el plazo medio de utilización de los automóviles en España.
El entrar tarde en la electrificación nos da alguna ventaja, pues los coches eléctricos están ya en 600 kilómetros de autonomía y entonces estaban en 300. La clave es que no hay que analizar los coches eléctricos por el tiempo que estamos parados cargándolos en un viaje, sino por la posibilidad de recargarlos a diario mientras dormimos, trabajamos o jugamos al golf...
Finalmente nos acostumbraremos a llevar siempre el coche con una carga entre un 60 y un 70 %, es un fenómeno muy similar al de los teléfonos móviles.
–¿Qué le pedirías al gobierno para favorecer a la electrificación?
–Le pediría que analice que esto es un proyecto de tras*formación de todo el mercado europeo que afecta al tras*porte y a la forma de vida, hay que eliminar la sensación de temporalidad.
Los planes de ayuda deben quedar fuera de la temporalidad porque esto va más allá. Es un proceso que tiene un hito en 2035 con la prohibición de la venta de coches de combustión. Hay que eliminar el concepto de prohibición, ayudemos a la utilidad de los conductores y a que entiendan la utilidad de los coches eléctricos, no discutir sobre si son mejores o peores que los coches de combustión. Nadie puede estar en contra de la finalidad del proceso…
Pedimos también que no se limite el precio de compra a 45.000 euros, si el objetivo es electrificas y actualizar el parque móvil qué sentido tiene limitar el precio del coche.
Lo último que le pediría al Gobierno es que se aceleren los permisos y licencias para la puesta en funcionamiento de cargadores.
–¿Qué papel juegan los nuevos fabricantes chinos que han llegado para revolucionar el mercado con precios y otras cualidades?
–Yo creo en cualquiera que crea en la riqueza, en el progreso. Estamos en contra de un proteccionismo que dañan la competitividad. El problemas es la cantidad de ayudas que se dan y que evitan la competitividad. Debemos dejar jugar a todos mientras cumplan con las normativa de la Organización Internacional del Trabajo.
Bienvenidos los fabricantes de Alemania, de Francia, de Corea, de China, de América, de cualquier lugar que cumplen con esas condiciones para los derechos de los trabajadores y que nos obliga a todos a ser mucho más competitivos.
Además en Europa los requisitos de homologación son muy altos y ellos han venido para cumplirlos. Y cualquier fabricante, venga de donde venga, cumple con esos requisitos, así que adelante.
–Y combustibles sintéticos: ¿que papel le das a toda esta presión que ha hecho Alemania para que admita los combustibles?
Su papel ha sido muy positivo para entender que el objetivo de Europa de todos nosotros es reducir las emisiones y no tener una especie de demagogia por los vehículos eléctricos. Lo que propuso Alemania fue aprobado, suponía una alternativa. Si en toda la producción y el desarrollo de estos combustibles sintéticos conseguimos ser neutros con las emisiones de CO2 que dejó Europa, bienvenidos porque cumplimos el mismo objetivo reducir las emisiones de CO2. La clave es que el motor no genere emisiones, que el motor sea limpio.
José María Galofré (Volvo): «Cuando pruebas un eléctrico no hay marcha atrás, nadie vuelve a un gasolina»
Tras más de dos décadas en la dirección de la marca, José María Galofré guía los destinos de la compañía en la delicada tras*ición hacia la complet...
