M. Priede
Será en Octubre
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Se refiere a la enorme diferencia de la deuda pública de los países nórdicos con los del sur (curiosamente nunca meten a Francia, cuya deuda es similar a la nuestra).
Es imposible un equilibrio que iguale todo un área comercial; la economía no es un gas dentro de un recipiente. Si miramos dentro de los Estados, en cualquiera de ellos, vemos desequilibrios internos enormes: China, Italia, España, EEUU, Reino Unido (la mitad de su PIB se encuentra en Londres y su área metropolitana). Todos. Incluso si miramos las regiones: más del 50% del PIB de Cataluña se sitúa dentro de un radio de 50 kms alrededor de Barcelona. Qué decir de los barrios de una ciudad.
El superávit de Alemania se nutre de los déficits de otros; la moneda que usamos, el euro, está hecha a su medida, no a la nuestra, y el precio que hemos tenido que pagar es alto. Es cierto que sólo pensar en Pedro Sánchez dirigiendo la política monetaria de España es para echarse a temblar, pero eso no quiere decir que el euro no beneficiara, sobre todo, a Alemania. Y en cuanto al resto de nórdicos, Noruega nada en petróleo y gas, con una población muy reducida. Finlandia y Suecia también son de escasa población y su PIB no es grande; lo mismo Dinamarca. Holanda es un agujero neցro fiscal, y se le tolera porque el primo de Zumosol así lo quiere. O sea que menos lecciones de frugalidad nórdica y derroche en el sur, además en el sur se trabajan muchas más horas que en el norte, pero nuestra productividad es baja, dado que no es lo mismo el turismo y la construcción a la que nos condenaron que fabricar con alta tecnología para que nosotros les compremos sus productos, de ahí que, como señala Cava, nuestro déficit fiscal -y también el comercial- sean crónicos.
Eso sí, algún día cortarán la compra de bonos de deuda y entonces no quedará más remedio, como dice José Luis Cava, que hacer una quita a los países del sur a cambio de recortes de gasto. La deuda del sur europeo es impagable desde hace mucho.
Es imposible un equilibrio que iguale todo un área comercial; la economía no es un gas dentro de un recipiente. Si miramos dentro de los Estados, en cualquiera de ellos, vemos desequilibrios internos enormes: China, Italia, España, EEUU, Reino Unido (la mitad de su PIB se encuentra en Londres y su área metropolitana). Todos. Incluso si miramos las regiones: más del 50% del PIB de Cataluña se sitúa dentro de un radio de 50 kms alrededor de Barcelona. Qué decir de los barrios de una ciudad.
El superávit de Alemania se nutre de los déficits de otros; la moneda que usamos, el euro, está hecha a su medida, no a la nuestra, y el precio que hemos tenido que pagar es alto. Es cierto que sólo pensar en Pedro Sánchez dirigiendo la política monetaria de España es para echarse a temblar, pero eso no quiere decir que el euro no beneficiara, sobre todo, a Alemania. Y en cuanto al resto de nórdicos, Noruega nada en petróleo y gas, con una población muy reducida. Finlandia y Suecia también son de escasa población y su PIB no es grande; lo mismo Dinamarca. Holanda es un agujero neցro fiscal, y se le tolera porque el primo de Zumosol así lo quiere. O sea que menos lecciones de frugalidad nórdica y derroche en el sur, además en el sur se trabajan muchas más horas que en el norte, pero nuestra productividad es baja, dado que no es lo mismo el turismo y la construcción a la que nos condenaron que fabricar con alta tecnología para que nosotros les compremos sus productos, de ahí que, como señala Cava, nuestro déficit fiscal -y también el comercial- sean crónicos.
Eso sí, algún día cortarán la compra de bonos de deuda y entonces no quedará más remedio, como dice José Luis Cava, que hacer una quita a los países del sur a cambio de recortes de gasto. La deuda del sur europeo es impagable desde hace mucho.
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