El primo del Adric
Madmaxista
El exfutbolista y su mujer, Susana Saborido, organizaron una espectacular fiesta en Sevilla para celebrar la mayoría de edad de Daniela, culminando la noche con un lujoso regalo que dejó a todos sin palabras.
Este sábado 28 de septiembre, Joaquín Sánchez y Susana Saborido celebraron a lo grande el 18 cumpleaños de su hija Daniela, con una fastuosa puesta de largo en la Terminal de Cruceros de Sevilla, a orillas del río Guadalquivir. Rodeada de familiares y amigos, Daniela vivió una noche repleta de emociones y sorpresas, pero lo que sin duda la dejó sin aliento fue el impresionante regalo que le tenía preparado su padre: un coche Mercedes deportivo de más de 60.000 euros.
La fiesta, organizada hasta el más mínimo detalle, incluyó una entrada majestuosa de Daniela del brazo de Joaquín, quien no pudo contener la emoción mientras le dedicaba unas tiernas palabras: “Hoy es un día muy especial para todos nosotros, sobre todo para mi hija Daniela, porque se me hace mayor de edad”. Susana, entre risas y lágrimas, también expresó su deseo con humor: “Eres la niña de mis ojos, espero que no te cases nunca”.
A lo largo de la noche, se sucedieron los momentos emotivos, incluyendo un vídeo sorpresa preparado por Joaquín y Susana, en el que ambos no pudieron contener las lágrimas. Pero lo que nadie esperaba era la sorpresa final: antes de que comenzara la discoteca, Joaquín vendó los ojos de su hija y la condujo hasta el exterior, donde le esperaba el flamante Mercedes neցro. Daniela, entre lágrimas y con las manos en la boca, apenas podía creer lo que veía.
“Estoy rodeada de personas increíbles y estoy muy orgullosa y feliz por ello”, escribió Daniela en sus redes sociales, donde compartió un corto de la celebración y agradeció a todos por hacer que su día fuera inolvidable. La joven, que lucía un elegante vestido rosa, no dejó de recibir el cariño de los asistentes, quienes también disfrutaron de la fiesta con música en vivo, exquisito catering y múltiples sorpresas.
El regalo no solo marcó el paso de Daniela a la mayoría de edad, sino que fue un recordatorio del amor y apoyo incondicional de sus padres, Joaquín y Susana, en esta nueva etapa de su vida.
Este sábado 28 de septiembre, Joaquín Sánchez y Susana Saborido celebraron a lo grande el 18 cumpleaños de su hija Daniela, con una fastuosa puesta de largo en la Terminal de Cruceros de Sevilla, a orillas del río Guadalquivir. Rodeada de familiares y amigos, Daniela vivió una noche repleta de emociones y sorpresas, pero lo que sin duda la dejó sin aliento fue el impresionante regalo que le tenía preparado su padre: un coche Mercedes deportivo de más de 60.000 euros.
Una celebración inolvidable en Sevilla
Un Mercedes de lujo como regalo sorpresa
La fiesta, organizada hasta el más mínimo detalle, incluyó una entrada majestuosa de Daniela del brazo de Joaquín, quien no pudo contener la emoción mientras le dedicaba unas tiernas palabras: “Hoy es un día muy especial para todos nosotros, sobre todo para mi hija Daniela, porque se me hace mayor de edad”. Susana, entre risas y lágrimas, también expresó su deseo con humor: “Eres la niña de mis ojos, espero que no te cases nunca”.
A lo largo de la noche, se sucedieron los momentos emotivos, incluyendo un vídeo sorpresa preparado por Joaquín y Susana, en el que ambos no pudieron contener las lágrimas. Pero lo que nadie esperaba era la sorpresa final: antes de que comenzara la discoteca, Joaquín vendó los ojos de su hija y la condujo hasta el exterior, donde le esperaba el flamante Mercedes neցro. Daniela, entre lágrimas y con las manos en la boca, apenas podía creer lo que veía.
“Estoy rodeada de personas increíbles y estoy muy orgullosa y feliz por ello”, escribió Daniela en sus redes sociales, donde compartió un corto de la celebración y agradeció a todos por hacer que su día fuera inolvidable. La joven, que lucía un elegante vestido rosa, no dejó de recibir el cariño de los asistentes, quienes también disfrutaron de la fiesta con música en vivo, exquisito catering y múltiples sorpresas.
El regalo no solo marcó el paso de Daniela a la mayoría de edad, sino que fue un recordatorio del amor y apoyo incondicional de sus padres, Joaquín y Susana, en esta nueva etapa de su vida.