fractales
Himbersor
Javier Milei, un conocido economista liberal de Argentina, ha anunciado su candidatura a las elecciones de "medio término" (legislativas que se celebran a mitad de la legislatura presidencial argentina) que se celebrarán a finales del año que viene.
Heredero intelectual del presidente argentino Juan Bautista Alberdi, bajo cuyo mandato La Argentina vivió el período más próspero de su Historia en la segunda mitad del siglo XIX.
Hasta ahora había limitado su actividad pública a numerosas intervenciones en los medios de comunicación donde se ha caracterizado por hacer análisis quirúrgicos de la situación económica argentina y unos pronósticos que se han venido cumpliendo sistemáticamente, tanto en el mal gobierno del "keynesiano" Mauricio Macri, como en el nefasto comienzo de la presidencia de "Alverso", cómo se califica irónicamente al retórico presidente Alberto Fernández, cuyo equipo económico a lo único que se dedica es a cubrir, con emisión monetaria, todos los desmanes propagandísticos que le manda en la sombra, Cristina Fernández, la corrupta y siniestra vicepresidenta.
Entre otras medidas, como la reducción del insostenible gasto público y el sobre-endeudamiento que ha sido la tónica general de la política argentina desde los años 30 del pasado siglo, Milei es partidario de cerrar el Banco Central de la República Argentina. Los sucesivos gobiernos desde entonces han utilizado esta institución para cubrir el déficit crónico de su pésima gestión con emisión monetaria lo que ha provocado, desde entonces, que La Argentina tenga una inflación anual media acumulativa de más del 200%.
Para ello, Milei propone una reforma financiera al estilo Banca Simonds que separe legalmente los negocios de la banca comercial y la banca de inversión para que, si se precipita una crisis bancaria, sea ésta última la que tenga que afrontarla y no afecte de manera generalizada a todo el sistema y los "paganos" tengan que ser los simples depositarios, es decir, la mayoría de la población. Una vez aprobada esta reforma, se equilibraría el balance del Banco Central liquidando activos contra pasivos y se porcedería al cierre del mismo, decretando la libertad de uso de moneda. Teniendo en cuenta la tradición argentina, es muy probable que sea el dólar USA el que terminara imponiéndose como moneda de uso común. Con todo ello, la inflación en Argentina pasaría a la historia. Además, la cantidad de dólares que atesoran los argentinos serviría para dar un impulso sin precedentes y garantizaría un crecimiento económico vigoroso cuya proyección duraría varios años. Buena base para iniciar una época de gran prosperidad para un país con un enorme potencial.
Los liberales se están movilizando en todo el país y no es descartable que se reúnan en un solo frente político figuras como Agustín Etchebarne, Roberto Cachanowsky, Gustavo Lazzari, Manuel Adorni, Diego Giaccomini, José Luís Espert o el "bulldog" López Murphy, que ya confrontó políticamente en su día con Néstor Kirchner, quedando en segunda posición a pocos puntos de éste.
Todo esto en un contexto de recesión y estancamiento económico constante, en medio de una inflación galopante que se puede convertir en "hiper" el año próximo, desempleo creciente y un índice de pobreza que camina inexorablemente a superar el 50% este mismo año.
¿Conseguirán los liberales argentinos hacerse un hueco significativo en las legislativas 2021 que les permita afrontar con posibilidades reales las presidenciales del año 23?...desde luego el desastre económico en el que está inmerso el país les ayudará en su cometido.
Heredero intelectual del presidente argentino Juan Bautista Alberdi, bajo cuyo mandato La Argentina vivió el período más próspero de su Historia en la segunda mitad del siglo XIX.
Hasta ahora había limitado su actividad pública a numerosas intervenciones en los medios de comunicación donde se ha caracterizado por hacer análisis quirúrgicos de la situación económica argentina y unos pronósticos que se han venido cumpliendo sistemáticamente, tanto en el mal gobierno del "keynesiano" Mauricio Macri, como en el nefasto comienzo de la presidencia de "Alverso", cómo se califica irónicamente al retórico presidente Alberto Fernández, cuyo equipo económico a lo único que se dedica es a cubrir, con emisión monetaria, todos los desmanes propagandísticos que le manda en la sombra, Cristina Fernández, la corrupta y siniestra vicepresidenta.
Entre otras medidas, como la reducción del insostenible gasto público y el sobre-endeudamiento que ha sido la tónica general de la política argentina desde los años 30 del pasado siglo, Milei es partidario de cerrar el Banco Central de la República Argentina. Los sucesivos gobiernos desde entonces han utilizado esta institución para cubrir el déficit crónico de su pésima gestión con emisión monetaria lo que ha provocado, desde entonces, que La Argentina tenga una inflación anual media acumulativa de más del 200%.
Para ello, Milei propone una reforma financiera al estilo Banca Simonds que separe legalmente los negocios de la banca comercial y la banca de inversión para que, si se precipita una crisis bancaria, sea ésta última la que tenga que afrontarla y no afecte de manera generalizada a todo el sistema y los "paganos" tengan que ser los simples depositarios, es decir, la mayoría de la población. Una vez aprobada esta reforma, se equilibraría el balance del Banco Central liquidando activos contra pasivos y se porcedería al cierre del mismo, decretando la libertad de uso de moneda. Teniendo en cuenta la tradición argentina, es muy probable que sea el dólar USA el que terminara imponiéndose como moneda de uso común. Con todo ello, la inflación en Argentina pasaría a la historia. Además, la cantidad de dólares que atesoran los argentinos serviría para dar un impulso sin precedentes y garantizaría un crecimiento económico vigoroso cuya proyección duraría varios años. Buena base para iniciar una época de gran prosperidad para un país con un enorme potencial.
Los liberales se están movilizando en todo el país y no es descartable que se reúnan en un solo frente político figuras como Agustín Etchebarne, Roberto Cachanowsky, Gustavo Lazzari, Manuel Adorni, Diego Giaccomini, José Luís Espert o el "bulldog" López Murphy, que ya confrontó políticamente en su día con Néstor Kirchner, quedando en segunda posición a pocos puntos de éste.
Todo esto en un contexto de recesión y estancamiento económico constante, en medio de una inflación galopante que se puede convertir en "hiper" el año próximo, desempleo creciente y un índice de pobreza que camina inexorablemente a superar el 50% este mismo año.
¿Conseguirán los liberales argentinos hacerse un hueco significativo en las legislativas 2021 que les permita afrontar con posibilidades reales las presidenciales del año 23?...desde luego el desastre económico en el que está inmerso el país les ayudará en su cometido.