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Fuente: Israel is the organ harvesting and human trafficking global ringleader, with complicit help from US and Turkey
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: ALERTA TOCHO :: * * *
IsraHELL es el cabecilla de la sustracción de órganos y la trata de personas a nivel global, con la ayuda cómplice de Estados Unidos y Turquía
Por Joachim Hagopian (14-05-2016).
Hace un par de años escribí un artículo sobre el creciente problema global del tráfico de seres humanos y la trata de esclavos sensuales. Otra práctica vergonzosa relacionada que también está aumentando a nivel mundial es la recolección de órganos humanos de víctimas de la guerra y su venta en el mercado neցro. Esta presentación se centrará en este crimen deplorable, cometodp regularmente en todos los frentes de guerra actuales y más allá, quiénes son los perpetradores y los países beneficiados donde se trafican los órganos.
Con la guerra en Siria todavía en su quinto año, el médico de la universidad de Damasco que encabeza el recién creado departamento de Medicina Forense, el Dr. Hussein Nofal, estima que durante la guerra, y hasta el momento, se han extraído órganos de al menos 18.000 sirios. Desde el estallido de la guerra en 2012, 6.5 millones de personas han sido desplazadas dentro de Siria y otros 4.8 millones se han convertido en refugiados forzados a huir a países vecinos como Turquía y Líbano, y un 10% ha emigrado a Europa. Con otros 386.000 muertos estimados, significa que hay 11.7 millones de humanos en Siria que han perdido sus vidas o hogares de forma violenta -más de la mitad de la población total de 22 millones de sirios antes de la guerra, increíblemente.
[N. del OP.: recordemos los hospitales de campaña de IsraHELL en el Golán ocupado, donde cosen a los rebanacuellos para que sigan asesinando: Netanyahu visits IDF field hospital for Syrians - Defense - Jerusalem Post.]
Todo este trágico horror humano ocurre únicamente por causa de una política exterior estadounidense-israelí excesivamente agresiva e imperialista, que ha dejado una senda de caos y destrucción en Medio Oriente y África del Norte,apoyando secretamente a los terroristas islámicos para luchar en sus guerras con objeto de derrocar gobiernos soberanos nacionales como el de Assad. La elite gobernante detrás del Proyecto del Gran Israel despliega al imperio estadounidense para fabricar guerras ilegales y provocar la subsiguiente crisis migratoria más grande desde la Segunda Guerra Mundial, a fin de desestabilizar de formada intencionada y metódica el mundo, generando condiciones de vida tan terribles que aceleren la formación de un gobierno mundial.
Un drama humano demasiado común es que miles de sirios no pueden encontrar trabajo, atrapados en las condiciones inhumanas en los campos de refugiados en países adyacentes, y en su desesperación han optado por vender sus órganos para mantener a sus familias. Las bandas criminales parasitarias y los grupos de la camarilla internacional establecen de forma oportunista prósperas operaciones de rapiña, que explotan el excedente de refugiados de guerra mediante la organización de intrincadas redes de tráfico de órganos en países como Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.
Irónica y criminalmente, los dos países vecinos y más poderosos de la región, que son los más directamente responsables de los terroristas islámicos y las guerras del ISIS -Israel y Arabia Saudita-, se niegan a aceptar a un solo refugiado de las mismas guerras que ambos crean y promueven. Hay que tener en cuenta que junto con Israel y Arabia Saudita está Turquía, tercera rueda de este eje del mal. Este acrisolado aliado occidental y miembro de la OTAN recibió un soborno de 6.600 millones de dólares de la UE en bancarrota para "gestionar y controlar" la crisis migratoria, para luego dar marcha atrás y desatar aún más oleadas de refugiados que llegan a Europa hasta el día de hoy. Y es que Turquía e Israel también desempeñan el papel más destacado en la creciente epidemia de tráfico de órganos. Volveremos sobre ello más tarde.
Al igual que los sirios, también se sabe que los empobrecidos palestinos en Israel donan riñones y otros órganos para alimentar a sus hijos. ¿Vemos aquí un patrón? Crear dificultades económicas extremas diseñadas deliberadamente para manipular a padres desesperados que tratan de mantener a sus familias, poniéndose en peligro a sí mismos para que renuncien a partes de su propio cuerpo a cambio de un dinero que necesitan para su supervivencia. Según el Dr. Nofal, los donantes en Turquía pueden ganar 10.000 dólares por un riñón, mientras que en la guerra de Irak el precio puede ser tan bajo como 1.000, y en Siria y el Líbano, el precio de venta de un riñón es de alrededor de 3.000 dólares.
Hace más de diez años, el periódico más grande de Suecia, el Aftonbladet, informó que Israel se había dedicado a la recolección sistemática de órganos pertenecientes a palestinos asesinados por el sanguinario régimen de apartheid. Después de las habituales acusaciones antisemitas de Israel negando tales acusaciones,
la denuncia del periódico fue corroborada mediante la publicación de una entrevista realizada en 2000 con el director del instituto forense Abu Kabir, Dr. Yehuda Hiss, quien afirmó que en la década de 1990 su instituto cosechó piel, córneas, válvulas cardíacas y huesos de soldados y civiles israelíes fallecidos, así como trabajadores extranjeros y palestinos sin el consentimiento legal de sus familias. Finalmente, las Fuerzas de Defensa israelíes admitieron esa práctica ilegal, pero insistieron en que la sustracción de órganos cesó en 1999 y que el permiso familiar ahora está legalmente asegurado antes de que cualquier órgano recolectado sea trasplantado.
Mientras tanto, varias familias palestinas han registrado denuncias formales a lo largo de los años al observar los cadáveres devueltos de los miembros de su familia han perdido de forma muy evidente partes del cuerpo. Una revista pro-israelí, Forward, confirmó que Israel había robado rutinariamente los órganos de palestinos en beneficio de ciudadanos israelíes. Finalmente, incluso el periódico pro-israelí New York Times ha llamado la atención al régimen de Tel Aviv por su "papel desproporcionado" en el tráfico de órganos desde 2000.
La profesora de la Universidad de California (Berkeley), antropólogo, activist, escritor y jefe del grupo de vigilancia Organ Watch, Nancy Scheper-Hughes, que publicó la entrevista de 2000 del Dr. Hiss, explicitó el nefario programa de robo y tráfico de órganos en Israel:
Hughes describió sin rodeos la sustracción de órganos como "pagar a los pobres y a los hambrientos para que desmantelen lentamente sus cuerpos". Un informe de 2001 de la BBC reveló que Israel es la nación receptora más grande del mundo para trasplantes de órganos per cápita... pero es el país con menos donantes de órganos. El problema se ve agravado por el hecho de que el gobierno de Tel Aviv, incluido el Ministro de Defensa, ha alentado históricamente la práctica, ilegalizando la sustracción y tráfico de órganos en su país sólo en 2008. [N. del OP: de ahí que ahora se haga en el Golán y los territorios palestinos ocupados]
Durante años, el sistema de salud israelí subsidió viajes al extranjero para trasplantes con hasta 80.000 dólares. Las aseguradoras pagan, por lo general, todos los costos restantes. Hughes afirmó el papel principal de Israel en este sindicato internacional del crimen, que está "organizado a través de una corporación comercial local junto con un destacado cirujano de trasplantes, que opera desde un importante centro médico no lejos de Tel Aviv". Las conexiones adicionales incluyen cirujanos de trasplantes en Turquía, Rusia, Moldavia, Estonia, Georgia, Rumania, Brasil y la ciudad de Nueva York.
Que el Ministro de Relaciones Exteriores israelí Avigdor Lieberman haya viajado recientemente a la nación más pobre de Europa, Moldavia, no es accidental, como dice Scheper-Hughes, "cientos de israelíes crearon una línea de producción que comienza en las aldeas de Moldavia, donde los hombres de hoy están caminando con un solo riñón". A pesar de que el tráfico de órganos es una flagrante violación internacional de la ley, los grupos criminales israelíes todavía están recolectando activamente órganos de los países más pobres del mundo.
Es un delito tolerado en gran parte por las naciones más ricas como Israel y Estados Unidos, donde los ricos pueden pagar "costos adicionales" para evitar las listas de espera para hígados, riñones y córneas. Las naciones ricas rapiñan a las naciones pobres, y la corrupción en los niveles más altos del Deep State asegura que los culpables nunca sean llevados ante la justicia. Con frecuencia, esos criminales ladrones de cuerpos no pagan a los donantes pobres el precio prometido. Se parecen a los cazadores furtivos que dan el pasaporte especies en peligro de extinción como hipopótamos jovenlandeses y elefantes por sus colmillos de marfil o cortan las aletas de tiburón y luego dejan a los animales sangrando hasta la fin. Para los traficantes, los órganos internos son solo otro bien mercable, que vale mucho más que la vida del donante.
Una ley de 1984 convirtió el tráfico de órganos humanos en ilegal en Estados Unidos. Pero el primer caso en los EE.UU. Ocurrió en julio de 2009, cuando un ciudadano israelí residente en Nueva York, el rabino Levy Izhak Rosenbaum, que pagaba a los donantes en Israel 10.000 dólares por cada órgano, fue arrestado tratando de venderlos por 120.000 cada uno a tres estadounidenses que necesitaban trasplantes de riñón. Después de hacer millones de tráfico de riñones, no fue deportado porque su crimen no fue considerado "de bajeza jovenlandesal" y después de que el vendedor de órganos cumplió una breve condena de dos años y medio de prisión, fue liberado en diciembre de 2014. El traficante condenado lleva una pistola por si encontraba recelos por parte de posibles donantes: el contrabandista de riñones supuestamente señalaría con el dedo la cabeza del donante simulando que estaba apretando el gatillo. Su deplorable contrabado se convirtió en el mayor caso de corrupción en la historia del estado de Nueva Jersey, ya que descubrió un plan de lavado de dinero de millones de cólares. Un congresista estatal, que era el actual Comisionado de Asuntos del Consumidor de Nueva Jersey renunció por su participación en la trama, y el agente supervisor del FBI concluyó:
Teniendo en cuenta lo difundidos que están los sindicatos del crimen israelí que continúan robando y traficando con órganos a voluntad hasta el día de hoy, parece que la indulgencia exagerada del sistema judicial estadounidense en este caso equivale a una exoneración cómplice de esta organización criminal internacional. Sin dudas se ha interpretado como una luz verde para que los negocios sigan como siempre, robando órganos y traficando con esclavos. La corrupción en los más encumbrados cargos gubernamentales internacionales mantiene esta sórdida epidemia criminal en funcionamiento e inmune a cualquier responsabilidad, no muy diferente de los obscenos beneficios obtenidos de las guerras ilegales o el lavado de inero del tráfico de drojas por parte del gobierno de los EEUU y los bancos centrales más poderosos. Estos crímenes descarados son sintomáticos de un Imperio de Estados Unidos-Occidente que se está desmoronando, y se está desmoronando rápidamente, acercándose a sus etapas finales de colapso.
En diciembre de 2015, otro traficante de órganos israelí fue arrestado por la Interpol en el aeropuerto de Estambul. Después de cuarenta días bajo custodia turca, fue extraditado a Israel para enfrentarse a los cargos. El contrabandista de órganos había hecho arreglos para recurrir a la gran población de migrantes sirios desposeídos en Turquía para coordinar cirugías ilegales de órganos con médicos locales en pequeños hospitales privados. Ya tenía cargos contra él por sus operaciones ilícitas entre donantes de órganos empobrecidos en Kosovo, Azerbaiyán y Sri Lanka en 2008-2014. También colocó anuncios en periódicos rusos en busca de posibles donantes. Como es típico, nunca se brinda información o seguimiento médico a las víctimas de donantes que a menudo sufren complicaciones. Por ejemplo, un niño en Kosovo quedó paralítico después de la extirpación de su riñón.
En la misma línea que las malvadas fuerzas criminales que operan coordinadas al unísono, el eje del mal EEUU-OTAN-UE-Israel-Turquía-Arabia-Países de Golfo es abrumadoramente culpable de financiar, entrenar, suministrar y apoyar terrorismo global con escaso disimulo en la forma de los terroristas del Estado Islámico de Takfiri Wahhabis (IS / ISIL / ISIS / Daesh / al Nusrah / Al Qaeda). Y dado que Rusia en apoyo del ejército sirio literalmente destruyó la principal fuente de ingresos de los terroristas del IS -el petróleo robado de Irak y Siria en su camino a Turquía e Israel- el negocio de la sustracción y el tráfico de órganos en ese mismo mercado neցro es ahora convirtiéndose en un gran negocio. El diario español El Mundo afirmó que los terroristas del Estado Islámico están extrayendo órganos a soldados iraquíes y sirios capturados, así como civiles y refugiados en vida para trasplantes de sus propios jihadistas heridos o vendiéndolos como una fuente de ingresos. También se informa que el ISIS está matando incluso a sus propios militantes con heridas graves para la sustracción y el tráfico de órganos. Además, los terroristas están extrayendo grandes volúmenes de sangre de los prisioneros de Mosul. El personal de un hospital de Mosul afirmó haber presenciado al menos 183 cadáveres sin partes del cuerpo. ISIS ha establecido un equipo médico con un médico alemán que se dice que está a cargo de tras*portar órganos frescos a los frentes de Kurdistán sirio e iraquí para trasplantes en terroristas heridos o vendidos en el mercado neցro. En 2015, el embajador iraquí ante la ONU hizo estas mismas acusaciones, informando que los terroristas han ejecutado a una docena de doctores por negarse a cosechar órganos. Se confirmó cuando se descubrieron fosas comunes poco profundas con cuerpos mutilados sin riñones a las afueras de Mosul.
En noviembre de 2015, el embajador palestino ante la ONU acusó una vez más al régimen israelí de haber extraído órganos a palestinos muertos en enfrentamientos con las fuerzas de ocupación. Ya en octubre de 2012 se había alertado de que el Ejército Sirio Libre respaldado por Estados Unidos había estado involucrado en esta misma práctica atroz de secuestro y asesinato de civiles sirios para la sustracción de órganos.
También fue confirmado posteriormente, en un informe del Consejo de Europa de enero de 2011, que otro aliado de Estados Unidos y la OTAN, el Ejército de Liberación de Kosovo, liderado por el actual presidente de Kosovo, realizó una operación mafiosa a nivel europeo de contrabando de armas, drojas y órganos arrebatados a serbios con fines de lucro, desde la década de 1990 hasta la primera década de este siglo. Recordemos que Estados Unidos y la CIA financiaron y desplegaron terroristas de Al Qaeda como socios en el crimen de KLA durante esos mismos años 90, balcanizando a Yugoslavia en media docena de estados títeres fragmentados. En lugar de ser juzgado y condenado por crímenes de guerra, en 2015 el parlamento de Kosovo recompensó a Hashim Thaci al elegirlo como el actual presidente de la República de Kosovo con sus afirmaciones de que "no tiene nada que esconder" ante el nuevo tribunal de crímenes de La Haya.
Volviendo a la conexión turco-israelí en la sustracción y tráfico de órganos, probablemente los dos mafiosos más notorios involucrados en este poco apreciable crimen sean un cirujano turco altamente cualificado, llamado Ysef Somnez, y el intermediario israelí "conseguidor", Moshe Harel, con lazos étnicos turcos. Ambos son responsables de la correspondencia entre los donantes de órganos y los destinatarios, y de las tras*ferencias electrónicas de millones y millones de dólares. Ambos delincuentes participaron activamente en las extensas operaciones de contrabando de Kosovo, con el médico turco realizando miles de operaciones a pobres em Moldavia, Turquía, Kosovo y Rusia, en beneficio de receptores adinerados en Israel, Estados Unidos, Canadá y Alemania. También han sido acusados por Kosovo, Israel, Turquía, y la Interpol. Pero a pesar de ser prófugos internacionales durante casi una década, ya que ambos fueron arrestados y luego liberados en Israel y Estambul, ambos han logrado eludir el enjuiciamiento hasta la fecha.
Se sabe que tanto el gobierno turco de Erdogan como el gobierno israelí de Netanyahu son extremadamente negligentes en la aplicación de las leyes sobre sustracción y el tráfico de órganos, y se cree que ambas naciones con bendiciones del Imperio estadounidense se han refugiado y permitido que el dúo criminal permanezca libre. El cirujano turco, tanto en su blog como en una entrevista con un reportero del New York Times en 2011, mientras bebía vino tinto turco, incluso se jactó de haber realizado más de 2.400 cirugías de órganos y haber recibido una carta de recomendación enmarcada por el Ministerio de Salud de Israel agradeciéndole su trabajo de salvar vidas. De nuevo, en lugar de estar detrás de las rejas, a donde pertenecen, esta pareja de delincuentes son súper riquísimos jetsetters que vuelan por el mundo y viven a lo grande. Criminales orates con poderosos amigos que les permiten, literalmente, asesinar impunemente.
Tanto Somnez como Harel han aprovechado la afluencia de refugiados sirios para perpetrar matanzas masivas en Turquía, extraeyendo riñones, hígados, corazones, pulmones y córneas a los sirios. Así como Turquía e Israel han comprado en el mercado neցro la mayor parte del petróleo robado por sus amados terroristas del ISIS, también se benefician del robo de órganos humanos a civiles sirios hospitalizados que fueron traídos a Turquía para recibir tratamiento. Después de la cirugía, las jóvenes víctimas sirias -menos sus órganos vitales- son cruelmenteabandonadas para desangrarse hasta la fin. Los médicos turcos confirmaron que de los 62.000 civiles y soldados sirios heridos atendidos en hospitales turcos, a más de 15.600 de ellos se les extirparon órganos internos y se los devolvió muertos a Siria para su entierro. Los asesinos en masa Somnez y Harel dejaron así su marca infame en la multimillonaria industria del tráfico de órganos en Kosovo, Turquía y Tel Aviv.
Todas las guerras importantes en las últimas dos décadas -desde Irak, Afganistán, Siria, Libia hasta Ucrania- han sido visitadas estos necrófagos ávidos de carne y sangre para obtener ganancias grotescas. Tony Cartalucci, escribiendo para New Eastern Outlook, señala la hipocresía del eje del mal liderado por Estados Unidos, vociferando contra los "abusos contra los derechos humanos" cada vez que cualquier fuerza (como Rusia) intenta detener a los amenazantes terroristas patrocinados por Occidente. Mientras, los nazis de Kiev están literalmente arrancando los corazones, pulmones y riñones de los residentes en la región de Donbas en el este de Ucrania, y ese eje del mal no dice ni pío. Los relatos de primera mano de los testigos oculares que informan sobre la matanza desenfrenada de civiles en las provincias separatistas y el robo de órganos por parte de asesinos en masa son totalmente ignorados o descartados rápidamente por los medios de comunicación occidentales. El personal del aeropuerto internacional en Boryspil observó muchos aviones pequeños alquilados con refrigeradores para el almacenamiento de trasplantes de órganos. Un riñón comprado por 10 mil dólares rápidamente se vende por 150 mil dólares. El característico modus operandi de los mismos ladrones de cuerpos codiciosos de Israel, Turquía y Kosovo siguen saliendo a la superficie cada vez que los investigadores comienzan a hurgar en cada guerra.
Los bárbaros crímenes de un negocio multimillonario de gánsteres sancionado y protegido por gente como Israel, Turquía y Estados Unidos son un crimen más contra la humanidad de los cometidos diariamente por una camarilla de asesinos en masa. En lugar de aceptar los males de la esclavitud global y el tráfico de órganos perpetrados por el poder y los orates con total impunidad, hay que recordar que el crimen poco equilibrado de atacar y asesinar a pobres para mantener vivos a unos pocos ricos es jovenlandesalmente reprensible. Los delincuentes deben rendir cuentas, mientras que sus víctimas necesitan justicia.
NOTA ADICIONAL: Detenido en Chipre el líder mafioso de la trata de órganos israelí Moshe Harel
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