Mr.Foster
Madmaxista
- Desde
- 17 Jul 2016
- Mensajes
- 11.694
- Reputación
- 19.475
Es imposible entender lo que está sucediendo hoy en Israel si previamente no se entiende de qué manera el Sionismo ha deformado las raices más profundas e intimas de la ****idad.
La innegable realidad es que el Sionismo ha producido la ruptura del puro y más ancestral sentimiento judío hecho que ha logrado al imponer una doble negación de la realidad histórica que ha movilizado a los alubio*s durante 3 milenios.
Y trataré de explicarlo:
El sionismo no sólo ha representado la culminación de un proceso de asimilación iniciado a partir de finales del siglo XVIII, y que logró con su sibilino y disolvente discurso, borrar progresivamente la identidad judía, y al mismo tiempo logró tras*ferirles la espuria idea de la necesidad imperiosa de tras*formarse en un estado nación al estilo cristiano occidental.
Lo decisivo en ese mecanismo sionista de demolición ideologica fue la negación de del exilio como principio común a todas las formas históricas del judaísmo tal como lo conocemos, el Exilio ha sido durante siglos el motor y razón de ser del judaismo, eso fue borrado por el sionismo.
El exilio es la forma misma de la existencia de los judíos en la tierra y toda la tradición judía, desde la Mishná hasta el Talmud, desde la arquitectura de la sinagoga hasta la memoria de los acontecimientos bíblicos, fue concebida y vivida en la perspectiva del exilio.
Para un judío ortodoxo, incluso los judíos que viven en el estado de Israel están en el exilio. Y el Estado según la Torá, que los judíos esperan con la venida del Mesías, no tiene nada que ver con un Estado nacional moderno, tanto que en su centro están precisamente la reconstrucción del Templo y la restauración de los sacrificios, de los que el Estado de Israel ni siquiera quiere oír hablar.
Es precisamente esa aceptación sin reservas del exilio, con el rechazo que conlleva de toda forma actual de Estado, lo que establece la superioridad y pretensión supremacista de los judíos con respecto a las religiones y a los pueblos que se han comprometido con el Estado, con los cuales su integración nunca ha sido posible.
Al negar el exilio y la diáspora en sus raíces en nombre de un estado nacional, el sionismo ha traicionado la esencia misma del judaísmo.
No debería sorprender entonces, que al olvidar sus raices, el Estado de Israel se ha identificado con las formas más extremas y despiadadas del Estado-nación moderno,resultando dificil diferenciarlas de las practicadas por la Alemania nancy, y hoy replicadas en perjuicio del pueblo palestino.
Y no todos los alubio*s se complacen en haber sido cambiados de victimas a Victimarios.
Ese olvido de la diáspora, y el holocausto creado por el sionismo para lograr inventar al Estado de Israel significa que el judaísmo, que no murió en Auschwitz, salvo los que logren escapar, tal vez en estos aciagos dias, conozca su fin.
g12