Hator-Pentalpha
Forero Paco Demier
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Israel e Irán son el preludio de una guerra mayor en camino.
El Estado hebraico es un Estado reciente fundado en el sionismo. Irán es el heredero del Imperio Persa. Ambos tienen elementos mesiánicos y escatológicos por encima de geopolíticos. Una cultura indoeuropea aria frente a la semítico-lunar sionista.
La poco apreciable y corrupta teocracia iraní tiene en su fuerte visión mesiánica la figura de El Mahdi, un imán chiita oculto pero vivo que se manifestará para hacer justicia y revelarse trayendo paz.
Israel tiene una visión mesiánica psicopática de dominación mundial como dice la Torá, que oculta un verdadero poder sabateísta frankista apical. El sionismo es una emanación de ellos. Están infiltrados en el judaísmo, no tiene nada que ver con los ortodoxos, no son los judíos pero sí los que tienen el poder.
Primero debe expandirse el Estado a través de la guerra para crear el gran Israel mundial donde todas las naciones sean dominadas. La visión iraní puede ser absurda pero no es un ataque a toda la humanidad.
Irán responde articulando la Resistencia al genocidio en Palestina frente al silencio criminal sunita. Este es el fondo metacultural de la situación actual.
El sueño hipnótico de la humanidad en este bello e infernal planeta está regulado por la influencia planetaria, sutil e indetectable por la ciencia moderna. Un plano sutil de la realidad que mueve los acontecimientos históricos como si fueran títeres. El esoterismo dice que como es arriba, es abajo; como es dentro, es fuera.
La tierra y el hombre mismo están directamente conectados a las influencias de los arquetipos de los planetas, el hombre porta dentro estos tipos de energía que derivan en un nivel sutil de los planetas, entendido como un macrocosmos en correlación al microcosmos.
Estamos en un momento donde la Tierra tiene tres lunas. La primera es la que conocemos, la representación material del accidente cósmico que oprime la humanidad, que, como cuentan la mayoría de corrientes simbólicas y el mito gnóstico, se traduce en nuestro satélite como gran arconte gobernador de la Tierra. La luna mueve todo, no sólo físicamente como a los líquidos, mueve la psique humana. La influencia sutil lunar en los humanos modula el resto de influencias planetarias en esta constante correspondencia macro-microcosmos.
No hablamos sólo de lo material, hay correspondencia inmediata entre el mundo interno y externo. Estudiar el satélite permite arrojar luz en los acontecimientos terrestres y ya no hablo sólo de las fases de la luna y sus efectos, estamos en una fase histórica con tres lunas. Todos conocemos la primera, que ilumina la noche. La segunda luna influye igual o más y es crucial en su interacción con la primera, se llama Core según la tradición gnóstica (y otras) y sus conjunciones con la primera son decisivas sobre nosotros y por ello los oscuros cultos hacia ella. No sé si es la misma que la Luna de color de los hebreos (Lilith).
La historia es que del 29 de septiembre a mitad de diciembre un cuerpo celeste está siendo atraído por la gravedad de la Tierra y se comporta como una luna del planeta. Las tres se juntan con una influencia nefasta para la humanidad. Los viejos cálculos de los hermetistas dicen que en la fase final de un cambio de época la tierra tendrá tres lunas. Hablamos de lenguajes simbólicos cifrados de difusión discreta, presente incluso en textos alquimistas. Es una advertencia.
El Estado hebraico es un Estado reciente fundado en el sionismo. Irán es el heredero del Imperio Persa. Ambos tienen elementos mesiánicos y escatológicos por encima de geopolíticos. Una cultura indoeuropea aria frente a la semítico-lunar sionista.
La poco apreciable y corrupta teocracia iraní tiene en su fuerte visión mesiánica la figura de El Mahdi, un imán chiita oculto pero vivo que se manifestará para hacer justicia y revelarse trayendo paz.
Israel tiene una visión mesiánica psicopática de dominación mundial como dice la Torá, que oculta un verdadero poder sabateísta frankista apical. El sionismo es una emanación de ellos. Están infiltrados en el judaísmo, no tiene nada que ver con los ortodoxos, no son los judíos pero sí los que tienen el poder.
Primero debe expandirse el Estado a través de la guerra para crear el gran Israel mundial donde todas las naciones sean dominadas. La visión iraní puede ser absurda pero no es un ataque a toda la humanidad.
Irán responde articulando la Resistencia al genocidio en Palestina frente al silencio criminal sunita. Este es el fondo metacultural de la situación actual.
El sueño hipnótico de la humanidad en este bello e infernal planeta está regulado por la influencia planetaria, sutil e indetectable por la ciencia moderna. Un plano sutil de la realidad que mueve los acontecimientos históricos como si fueran títeres. El esoterismo dice que como es arriba, es abajo; como es dentro, es fuera.
La tierra y el hombre mismo están directamente conectados a las influencias de los arquetipos de los planetas, el hombre porta dentro estos tipos de energía que derivan en un nivel sutil de los planetas, entendido como un macrocosmos en correlación al microcosmos.
Estamos en un momento donde la Tierra tiene tres lunas. La primera es la que conocemos, la representación material del accidente cósmico que oprime la humanidad, que, como cuentan la mayoría de corrientes simbólicas y el mito gnóstico, se traduce en nuestro satélite como gran arconte gobernador de la Tierra. La luna mueve todo, no sólo físicamente como a los líquidos, mueve la psique humana. La influencia sutil lunar en los humanos modula el resto de influencias planetarias en esta constante correspondencia macro-microcosmos.
No hablamos sólo de lo material, hay correspondencia inmediata entre el mundo interno y externo. Estudiar el satélite permite arrojar luz en los acontecimientos terrestres y ya no hablo sólo de las fases de la luna y sus efectos, estamos en una fase histórica con tres lunas. Todos conocemos la primera, que ilumina la noche. La segunda luna influye igual o más y es crucial en su interacción con la primera, se llama Core según la tradición gnóstica (y otras) y sus conjunciones con la primera son decisivas sobre nosotros y por ello los oscuros cultos hacia ella. No sé si es la misma que la Luna de color de los hebreos (Lilith).
La historia es que del 29 de septiembre a mitad de diciembre un cuerpo celeste está siendo atraído por la gravedad de la Tierra y se comporta como una luna del planeta. Las tres se juntan con una influencia nefasta para la humanidad. Los viejos cálculos de los hermetistas dicen que en la fase final de un cambio de época la tierra tendrá tres lunas. Hablamos de lenguajes simbólicos cifrados de difusión discreta, presente incluso en textos alquimistas. Es una advertencia.