catleya
Madmaxista
- Desde
- 14 Jun 2012
- Mensajes
- 5.836
- Reputación
- 13.247
¿Israel es un orate?
por Laurent Guyénot para el blog de Saker
Is Israel a psychopath? | The Vineyard of the Saker
Introducción
En estos días se habla mucho sobre los orates que gobiernan el mundo. Un estudio entre altos ejecutivos de grandes compañías, publicado bajo el título Serpientes en trajes , muestra que los rasgos psicopáticos están muy extendidos entre ellos. [1] Esto naturalmente se refleja en formas colectivas de psicopatía: en The Corporation: La búsqueda patológica de los beneficios y el poder , Joel Bakan señaló que "el comportamiento corporativo es muy similar al de un orate". [2]
Algunos estados también se comportan como orates entre las naciones. Estados Unidos es un estado con una "patología del poder" (el título del libro de 1987 de Norman Cousins) probablemente relacionado con el grado de psicopatía de los hombres a cargo. Detrás de la máscara de cordura y jovenlandesalidad mostrada por los EE. UU. En el escenario mundial, hay un "estado profundo" movido por una sed insaciable de poder y desinhibido por cualquier conciencia jovenlandesal o empatía; este estado patológico profundo es hoy en un control casi completo de la política exterior de los Estados Unidos.
Israel es otro estado orate. La relación entre los EE. UU. E Israel es peculiar, y existen opiniones divergentes sobre su naturaleza. ¿Quién, de los dos, es la fuerza impulsora? ¿Los topos estadounidenses se infiltraron y se apropiaron de la política exterior de Israel o todo lo contrario? Considero que el tema fue resuelto por los profesores Mearsheimer y Walt en su libro de 2008 The Israel Lobby and US Foreign Policy (y antes de eso por Pat Buchanan en su artículo de 2003 "Whose War?" [3]): es Israel quien ha llevado a los Estados Unidos a guerras que no les interesan estratégicamente y que, de hecho, ponen en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos. Era cierto sobre Iraq, y es verdad sobre Siria. Los Neocons, la fuerza abrumadoramente dominante en el estado profundo de Estados Unidos desde 2001, son cripto-sionistas. Estados Unidos no está controlando la política exterior y colonial de Israel; no ha podido hacerlo cada vez que lo intentó, y ahora ha dejado de intentarlo. En cambio, como dijo un famoso Ariel Sharon un mes después del 11 de septiembre: "Nosotros, los judíos, controlamos a los Estados Unidos, y los estadounidenses lo saben". [4] El hecho de que esta escandalosa afirmación fue rápidamente enterrada hace que su argumento sea evidente: porque, como también dijo Gilad Atzmon, "el poder judío es la capacidad de hacer que los no judíos dejen de hablar sobre el poder judío".
El control de Israel sobre la mente y el corazón del pueblo estadounidense, basado en el control casi total de los medios principales junto con operaciones psicológicas a gran escala como el 11 de septiembre, es realmente desconcertante (aquellos que dudan de que Israel planeó el 11-S con su red de superdemanques debería leer mi artículo "Inside Job or Mossad Job?" ) [5] . Pero se vuelve comprensible a la luz de lo que los psiquiatras llaman el "vínculo psicopático". No pretendo negar que los EE. UU. Son patológicos en sí mismos, ni siquiera genéticamente. Pero aquí me concentraré en la única nación que creo que es el orate más peligroso entre las naciones: Israel. El periodista israelí Gideon Levy escribió en Haaretzen 2010, "solo los psiquiatras pueden explicar el comportamiento de Israel" hacia los palestinos, lo que sugiere "paranoia, esquizofrenia y megalomanía". [6] Sugiero la psicopatía como un diagnóstico más preciso.
Aunque los especialistas debaten sobre la diferencia entre la psicopatía y la sociopatía, utilizaré ambos términos indistintamente. El último Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales ha optado por el "trastorno de personalidad antisocial", que tiene la ventaja, como la sociopatía, de indicar que se trata de una disfunción de la capacidad de socialización.
La ****idad como una sociopatía tribal
Los orates son narcisistas con un gran apetito de poder y sin conciencia jovenlandesal. Incapaces de empatía emocional, no sienten ningún remordimiento por el sufrimiento que inflingen a los demás. Los criterios de diagnóstico para la psicopatía, según la lista de Robert Hare, incluyen comportamiento patológico mentiroso, astuto y manipulador. [7] El orate no tiene sentimientos hacia nadie, pero ha desarrollado una gran habilidad para simular, a veces con tendencia al histrionismo. Él puede ser encantador y carismático. A pesar de que él mismo está inmunizado contra la culpa, aprende el arte de inducir y explotar la culpa de los demás.
Mentir está tan profundamente arraigado en su naturaleza que la cuestión de su sinceridad es casi irrelevante. La verdad no tiene ningún valor a sus ojos, o se confunde con la versión de los eventos que le sirve; él puede vencer a un detector de mentiras. El orate es incapaz de ponerse en el lugar de los demás y, por lo tanto, de verse críticamente. Él nunca se equivoca, y sus fallas siempre son culpa de otros. Confiado en cualquier circunstancia de ser correcto, inocente y superior, considera el resentimiento de sus víctimas como un "repruebo" sin sentido.
Aunque aquellos que pagaron el precio para ver a través de su máscara pueden juzgarlo como loco, el orate no está enfermo en el sentido tradicional. Dada su competitividad social, no se lo puede considerar mal adaptado desde un punto de vista cognitivo o conductual. Sin embargo, desde el punto de vista de la psicología profunda, se puede argumentar que el orate reprime una profunda angustia existencial, un miedo a su propia inhumanidad. Sintiéndose fundamentalmente indigno de amor, sabe que su única posibilidad reside en las mentiras, y que, si otros pudieran ver a través de él, se enfrentaría a su propia vacuidad. Porque él supone que los demás son tan desalmados como él, teme ser destruido si está expuesto. Y por lo tanto, debe seguir mintiendo cada vez mejor. Su obsesión por la dominación es la contraparte de su profundo miedo a la aniquilación. [8]
En El futuro de una ilusión (1928), Sigmund Freud describió la religión, particularmente el cristianismo, como una neurosis colectiva. En esta línea de razonamiento, argumentaré que el judaísmo es más bien una forma de sociopatía colectiva. Esto no significa que "los judíos" son sociópatas, sino que son víctimas de una mentalidad sociopática colectiva. La diferencia entre la sociopatía colectiva y la sociopatía individual es la misma que entre la neurosis colectiva y la neurosis individual según Freud: la participación en una mentalidad sociopática colectiva permite a los miembros de la comunidad canalizar las tendencias sociopáticas hacia el exterior de la comunidad y mantener dentro de ella una alto grado de sociabilidad [9]
La idea es fácil de ilustrar: el individuo que se siente superior a todos es un megalómano; pero Maurice Samuel es simplemente un judío comunitario cuando, en su libro You Gentiles (1924), expresa su creencia
"Que nosotros, los judíos, nos apartemos de ustedes gentiles, que una dualidad primordial rompa la humanidad que conozco en dos partes distintas; que esta dualidad es fundamental, y que todas las diferencias entre ustedes gentiles son trivialidades comparadas con las que los separaron de nosotros " [10].
El individuo que se siente constantemente rodeado de enemigos es un paranoico; pero Leo Pinsker es un respetado precursor del sionismo por haber escrito que la ****ofobia es una "enfermedad hereditaria e incurable tras*mitida durante dos mil años", "una variedad de demonopatía, con la distinción de que no es peculiar de razas particulares, sino que es común a la toda la humanidad ". [11] Del mismo modo, Josué Jehouda no tiene ninguna enfermedad mental, sino solo una teoría etnocéntrica de la historia, cuando escribe:
"Aquel que sondea las profundidades de la historia universal, para obtener una visión general, encuentra que desde la antigüedad hasta hoy dos corrientes opuestas están peleando por la historia, penetrándola y dándole forma constantemente: la corriente mesiánica y la corriente antisemita". [12] ]
En otras palabras, es solo cuando los judíos piensan, hablan y actúan como representantes de los judíos y en nombre de los judíos, cuando dicen "nosotros los judíos". . . "- que su comportamiento hacia los no judíos y su concepción de las relaciones con los no judíos traicionan un patrón sociopático.
Pero cuando alguien dice "nosotros los judíos", él generalmente está reproduciendo una categoría elaborada por la élite cultural judía, los levitas del pasado y del presente. La ideología dominante es la ideología del dominante. Y así la psicopatía colectiva de los judíos es un paradigma cognitivo impuesto por una minoría de influyentes judíos maquiavélicos para mantenerlos bajo control. "Los males de Israel son los males del liderazgo", escribió el editor judío Samuel Roth en Jews Must Live: Una cuenta de la persecución del mundo por Israel en todas las fronteras de la civilización (1934). Culpó de todo el sufrimiento de los judíos a "la estupenda hipocresía y crueldad que nos impuso nuestro fatal liderazgo".
"Comenzando con el Señor Dios de Israel mismo, fueron los sucesivos líderes de Israel quienes, uno por uno, se enfrentaron y guiaron la trágica carrera de los judíos, trágica para los judíos y no menos trágica para las naciones vecinas que los han sufrido. [...] a pesar de nuestras fallas, nunca habríamos hecho tanto daño al mundo si no hubiera sido por nuestro genio para el liderazgo malvado ". [13]
El complejo tras*generacional de la dominación de la persecución
¿Qué es el judaísmo? La mayoría de los judíos estarían de acuerdo con el etnohistoriador judío Raphael Patai ( The Jewish Mind, 1977), que es, antes que cualquier otra cosa, "conciencia de pertenencia". [14] Esto equivale a decir que el judaísmo es una forma de pensar tribalista. Ahora, el tribalismo no es patológico en sí mismo. Pero el tribalismo judío tiene la peculiaridad de combinarse con un fuerte reclamo de universalismo. No existe una disonancia cognitiva entre el tribalismo y el universalismo dentro del judaísmo: los judíos sienten universalistas no a pesar de ser judíos, sino en virtud de ser judíos. Por ejemplo, es enfáticamente "como judío estadounidense" que el rabino Joachim Prinz, presidente del Congreso Judío Estadounidense (y un antiguo defensor de las leyes raciales nazis) [15], apoyó el movimiento de derechos civiles de los neցros estadounidenses. [16] El universalismo de los judíos es siempre, implícita o explícitamente, un universalismo judío, es decir, un universalismo tribal, una contradicción en los términos. Como un autoengaño, es la expresión de una convicción irracional de que la ****idad es la esencia de la humanidad. Como un mensaje para los no judíos, es una farsa de empatía grandiosa: "te amamos, humanidad, más que cualquier otra persona; confíen en nosotros, sabemos lo que es bueno para ustedes ". Y lo que es bueno para la humanidad siempre es, en última instancia, lo que es bueno para los judíos.
El universalismo judío significa que los judíos están en el centro del universo por derecho de nacimiento. Y así, es, más o menos inconscientemente o crípticamente, una fantasía y una estrategia de dominación. Como la máscara de una forma extremadamente agresiva de etnocentrismo, el universalismo judío oculta un temor a la peligrosidad potencial del resto de la humanidad, si se descubriera el fraude. Esa es la segunda paradoja del judaísmo: los judíos proclaman abiertamente su amor universal, mientras que al mismo tiempo lloran por ser "el pueblo elegido para el repruebo universal". [17] Esta curiosa fórmula de Leo Pinsker es el credo del sionismo secular y refleja bastante bien un sentimiento generalizado entre judíos e israelíes, como se documenta en la excelente película de Yoav Shamir Difamación(2009). "La gente piensa que la Shoah [Holocaust] ha terminado, pero no es así. Continúa todo el tiempo ", proclamó Benzion Netanyahu, padre del primer ministro israelí, antes de la elección de su hijo en 2009. [18] La victimización se ha convertido en la esencia de la identidad nacional israelí, según Idith Zertal, profesor de la Universidad Hebrea en Jerusalén Israel ha sido tras*formado
"En una zona crepuscular ahistórica y apolítica, donde Auschwitz no es un evento pasado sino un presente amenazante y una opción constante. Por medio de Auschwitz -que se ha convertido a lo largo de los años en la principal referencia de Israel en sus relaciones con un mundo definido repetidamente como antisemita y siempre hostil-, Israel se volvió inmune a las críticas e impermeable a un diálogo racional con el mundo que la rodeaba ". [19]
Domina, por temor a ser exterminado. Y domine cada vez más para salvaguardarse del resentimiento provocado por la propia dominación. Tal es el círculo vicioso psicopático en el que los judíos se enredan en la paranoia comunitaria. La única opción que les ofrece su élite cognitiva es: Jerusalén como capital del mundo o volver al Holocausto. Una encuesta de Pew Research de 2013 mostró que, a la pregunta "¿Qué es esencial para ser judío?" "Recordar el Holocausto" es lo primero para el 73 por ciento de los encuestados. Luego viene "Preocuparse por Israel". [20] Michael Walzer recuerda: "Me enseñaron la historia judía como una larga historia de exilio y persecución: la historia del Holocausto se lee al revés". [21]La persecución es tan esencial para la identidad judía que, cuando no existe, existe una necesidad urgente de que exista. En las mentes de los judíos debe mantenerse un miedo obsesivo al antisemitismo, ya que es el pegamento que mantiene unida a la comunidad, lo único que puede resistir el efecto de disolución de la asimilación. [22]
Yosef Hayim Yerushalmi ha mostrado en Zakhor: Jewish History and Jewish Memory (1982) que la orden de "recordar" y "no olvidar" es el corazón del judaísmo. Esto, dice, hace de los judíos un pueblo fundamentalmente ahistórico: eligen el mito sobre la historia. [23] El impulso de recordar es tal que "el trauma del Holocausto se tras*mite genéticamente" por "herencia epigenética", según un equipo de investigadores dirigido por Rachel Yehuda en el Hospital Mount Sinai en Nueva York. [24] El fenómeno es quizás comprensible a la luz de la teoría sociológica de la memoria de Maurice Halbwachs, autor de Sobre la memoria colectiva: "La mayoría de las veces, cuando recuerdo, son otros los que me estimulan; su memoria viene en ayuda mía y la mía confía en la de ellos ". [25] También se puede extraer alguna idea de la psicología tras*generacional, el desarrollo más interesante del psicoanálisis. Ivan Boszormenyi-Nagy habla de "lealtades invisibles" que inconscientemente nos conectan con nuestros antepasados. Tales lealtades, que moldean nuestro destino en gran medida inconscientemente, se basan en sistemas de valores que varían de una cultura a otra. [26] Vincent de Gaulejac cree en "la existencia de un pasado genealógico que se impone sobre el sujeto y estructura su funcionamiento psíquico". [27]Tales consideraciones nos ayudan a comprender las tensiones psicológicas que se apoderan de cada judío que lucha por separarse del judaísmo; ninguna comunidad cultiva un sentido más poderoso de lealtad ancestral. Las ideas no fluyen en la sangre, pero cada persona lleva dentro de sí a sus antepasados, de una manera misteriosa y en gran parte inconsciente.
El paradigma del Holocausto, que hoy sostiene la identidad judía, se basa en un sentido inquebrantable de inocencia y autojustificación, una incapacidad para el autoexamen característico de los trastornos de personalidad más severos. En sus propios ojos, los judíos no tienen responsabilidad por la hostilidad de los gentiles hacia ellos. Su élite representativa constantemente les recuerda esta inocencia. [28] Sin duda, hay excepciones, como Samuel Roth, ya citado, [29] o el periodista francés Bernard Lazare, en su antisemitismo, su historia y causas (1894). [30]
Hoy, algunos livianos israelíes están preocupados por la caída de su país en la patología colectiva. Yehoshafat Harkabi, subdirector de inteligencia militar, escribió en 2009:
"Deslumbrado por su autojustificación, Israel no puede ver el caso del otro lado. La autosuficiencia alienta a las naciones no menos que a los individuos a absolverse de cada falla y sacudirse la culpa de cada error. Cuando todos son culpables, excepto ellos, la posibilidad misma de autocrítica y superación personal se desvanece ... " [31]
La proyección psicológica, o reproche de culpas, es un proceso por el cual uno niega los propios impulsos negativos mientras se los atribuye a otros. Todos somos propensos a hacerlo en tiempos de crisis personal. Pero solo las personas con una enfermedad mental profunda lo hacen todo el tiempo. Tal es el caso de Israel, un país con cientos de ojivas nucleares apuntando a Irán, cuyos líderes siempre han negado tener ningún arsenal nuclear, mientras que instigan histriónicamente al mundo a hacer algo sobre el supuesto programa militar nuclear de Irán destinado a borrar a Israel de la mapas. Sería risible si Israel fuera solo paranoico. Pero Israel es el orate entre las naciones, y eso significa una tremenda capacidad para manipular, intimidar, corromper jovenlandesalmente, obtener lo que quieren y dejar atrás un rastro de miseria.
Paul Babiak y Robert Hare, Serpientes en trajes: Cuando los orates van a trabajar , HarperCollins, 2007 . Los autores son entrevistados en el interesante documental I Am Fishead (2011). ↑
Joel Bakan, The Corporation: la búsqueda patológica de los beneficios y el poder, Free Press, 2005. Vea también el documental del mismo título. ↑
Pat Buchanan, "¿De quién es la guerra?" The American Conservative, 24 de marzo de 2003, en Whose War? | The American Conservative ↑
Sharon hablando con Shimon Peres el 3 de octubre de 2001, según lo informado en BBC News: Burying Sharon - and "We Jews control America" - Veterans Today | News - Military Foreign Affairs - VA. ↑
September 11: Inside Job or Mossad Job?, by Laurent Guyénot ↑
Gideon Levy, "Solo los psiquiatras pueden explicar el comportamiento de Israel" , Haaretz, 10 de enero de 2010, en Haaretz - Israel News | Haaretz.com. ↑
Robert Hare, Sin conciencia: El inquietante mundo de los orates entre nosotros, Guilford Press, 1993. ↑
Para las ideas psicoanalíticas sobre la psicopatía, Paul-Claude Racamier, Le Génie des origines. Psychanalyse et psychose, Payot, 1992. ↑
"Los creyentes devotos están protegidos en alto grado contra el riesgo de ciertas enfermedades neuróticas; su aceptación de la neurosis universal les ahorra la tarea de construir una personal "(Sigmund Freud, El futuro de una ilusión, Hogarth Press, 1928 , p.76). ↑
Maurice Samuel, You Gentiles, Nueva York, 1924 (archivo.org), p. 12. ↑
Leon Pinsker, auto-emancipación: un llamamiento a su pueblo por un judío ruso (1882) , en www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Zionism/pinsker.html. ↑
Josué Jehouda, L'Antisémitisme, miroir du monde, Éditions Synthesis, 1958 , p. 185. ↑
Samuel Roth, alubio*s deben vivir: una cuenta de la persecución del mundo por Israel en todas las fronteras de la civilización, 1934, (archive.org). ↑
Raphael Patai, The Jewish Mind, Wayne State University Press , 1977, p. 25. "Ser judío para mí", dice el filósofo francés Alain Finkielkraut, "es sentirse involucrado, preocupado, a veces comprometido por lo que hacen otros judíos". Es un sentimiento de pertenencia, afiliación "(en YouTube," Juif? Selon Alain Finkielkraut "). ↑
Citado en Israel Shahak, Historia judía, Religión judía: El peso de tres mil años, Pluto Press, 1994, p. 86. ↑
Seth Berkman, "Los judíos que marcharon en Washington con Martin Luther King", Forward.com, 27 de agosto de 2013. El discurso de Prinz está en
www.joachimprinz.com/images/mow.mp3. ↑
Leon Pinsker, auto-emancipación: un llamamiento a su pueblo por un judío ruso , 1882 , en www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Zionism/pinsker.html. ↑
Citado en Alan Hart, Sionismo: El verdadero enemigo de los judíos , vol. 3: Conflict Without End ?, Clarity Press, 2010, p. 364. ↑
Idith Zertal, el Holocausto de Israel y la Política de la Nación, Cambridge University Press, 2010, p. 4. ↑
"Un retrato de judíos estadounidenses", en www.pewforum.org. ↑
Michael Walzer, "Hacia una nueva realización del judaísmo", Congress Monthly, vol. 61, No. 4, 1994, p. 4, citado en Kevin MacDonald, Separation and Its Discontents: Hacia una teoría evolutiva del antisemitismo, Praeger, 1998, kindle 2013 , e. 4675-86. ↑
"Ahora no hay nada que unifique a los judíos en todo el mundo aparte del Holocausto", comentó Yeshayahu Leibowitz, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, según lo informado por Uri Avnery en 2005, citado en Gilad Atzmon, The Wandering Who? Un estudio de la política de identidad judía, Zero Books, 2011, pp. 161-162. ↑
Yosef Hayim Yerushalmi, Zakhor: Historia judía y memoria judía (1982) , prensa de la Universidad de Washington, 2011. ↑
Tori Rodrigues, "Descendientes de sobrevivientes del Holocausto han alterado las hormonas del estrés", Scientific American , 1 de marzo de 2015, en www.scientificamerican.com. ↑
Maurice Halbwachs, Sobre la Memoria Colectiva , Chicago, The University of Chicago Press, 1992, traducido de Les Cadres sociaux de la mémoire (1925), Albin Michel, 1994, p. 2. ↑
Ivan Boszormenyi-Nagy, lealtades invisibles: Reciprocidad en terapia familiar intergeneracional, Harper & Row, 1973, p. 56. ↑
Vincent de Gaulejac, L'Histoire en héritage. Roman familial et trajectoire sociale, Payot, 2012, pp. 141-147. ↑
El intelectual judío francés André Neher dijo: "Somos inocentes, y sentimos aún más profundamente que somos inocentes cuando nos acusan. [...] Es esta inocencia de la que debemos estar conscientes en el presente, y que nunca debemos negar, bajo ninguna circunstancia "(citado en Hervé Ryssen, Les Espérances planétariennes, Éditions Baskerville, 2005, p.319). ↑
Samuel Roth, alubio*s tienen que vivir, 1934 : “No hay ni un solo caso en que los alubio*s no han merecido plenamente el fruto amargo de la furia de sus perseguidores.” ↑
Si "esta raza ha sido objeto de repruebo con todas las naciones en medio de las cuales alguna vez se asentó, [...] debe ser necesario que las causas generales del antisemitismo siempre hayan residido en Israel mismo, y no en aquellos que lo antagonizaron" (Bernard Lazare, antisemitismo, su historia y causas (1894), en archive.org, p.8). ↑
Alan Hart, sionismo: el verdadero enemigo de los judíos, vol. 2: David se convierte en Goliat, Clarity Press, 2009 , pp. 42-49. ↑
por Laurent Guyénot para el blog de Saker
Is Israel a psychopath? | The Vineyard of the Saker
Introducción
En estos días se habla mucho sobre los orates que gobiernan el mundo. Un estudio entre altos ejecutivos de grandes compañías, publicado bajo el título Serpientes en trajes , muestra que los rasgos psicopáticos están muy extendidos entre ellos. [1] Esto naturalmente se refleja en formas colectivas de psicopatía: en The Corporation: La búsqueda patológica de los beneficios y el poder , Joel Bakan señaló que "el comportamiento corporativo es muy similar al de un orate". [2]
Algunos estados también se comportan como orates entre las naciones. Estados Unidos es un estado con una "patología del poder" (el título del libro de 1987 de Norman Cousins) probablemente relacionado con el grado de psicopatía de los hombres a cargo. Detrás de la máscara de cordura y jovenlandesalidad mostrada por los EE. UU. En el escenario mundial, hay un "estado profundo" movido por una sed insaciable de poder y desinhibido por cualquier conciencia jovenlandesal o empatía; este estado patológico profundo es hoy en un control casi completo de la política exterior de los Estados Unidos.
Israel es otro estado orate. La relación entre los EE. UU. E Israel es peculiar, y existen opiniones divergentes sobre su naturaleza. ¿Quién, de los dos, es la fuerza impulsora? ¿Los topos estadounidenses se infiltraron y se apropiaron de la política exterior de Israel o todo lo contrario? Considero que el tema fue resuelto por los profesores Mearsheimer y Walt en su libro de 2008 The Israel Lobby and US Foreign Policy (y antes de eso por Pat Buchanan en su artículo de 2003 "Whose War?" [3]): es Israel quien ha llevado a los Estados Unidos a guerras que no les interesan estratégicamente y que, de hecho, ponen en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos. Era cierto sobre Iraq, y es verdad sobre Siria. Los Neocons, la fuerza abrumadoramente dominante en el estado profundo de Estados Unidos desde 2001, son cripto-sionistas. Estados Unidos no está controlando la política exterior y colonial de Israel; no ha podido hacerlo cada vez que lo intentó, y ahora ha dejado de intentarlo. En cambio, como dijo un famoso Ariel Sharon un mes después del 11 de septiembre: "Nosotros, los judíos, controlamos a los Estados Unidos, y los estadounidenses lo saben". [4] El hecho de que esta escandalosa afirmación fue rápidamente enterrada hace que su argumento sea evidente: porque, como también dijo Gilad Atzmon, "el poder judío es la capacidad de hacer que los no judíos dejen de hablar sobre el poder judío".
El control de Israel sobre la mente y el corazón del pueblo estadounidense, basado en el control casi total de los medios principales junto con operaciones psicológicas a gran escala como el 11 de septiembre, es realmente desconcertante (aquellos que dudan de que Israel planeó el 11-S con su red de superdemanques debería leer mi artículo "Inside Job or Mossad Job?" ) [5] . Pero se vuelve comprensible a la luz de lo que los psiquiatras llaman el "vínculo psicopático". No pretendo negar que los EE. UU. Son patológicos en sí mismos, ni siquiera genéticamente. Pero aquí me concentraré en la única nación que creo que es el orate más peligroso entre las naciones: Israel. El periodista israelí Gideon Levy escribió en Haaretzen 2010, "solo los psiquiatras pueden explicar el comportamiento de Israel" hacia los palestinos, lo que sugiere "paranoia, esquizofrenia y megalomanía". [6] Sugiero la psicopatía como un diagnóstico más preciso.
Aunque los especialistas debaten sobre la diferencia entre la psicopatía y la sociopatía, utilizaré ambos términos indistintamente. El último Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales ha optado por el "trastorno de personalidad antisocial", que tiene la ventaja, como la sociopatía, de indicar que se trata de una disfunción de la capacidad de socialización.
La ****idad como una sociopatía tribal
Los orates son narcisistas con un gran apetito de poder y sin conciencia jovenlandesal. Incapaces de empatía emocional, no sienten ningún remordimiento por el sufrimiento que inflingen a los demás. Los criterios de diagnóstico para la psicopatía, según la lista de Robert Hare, incluyen comportamiento patológico mentiroso, astuto y manipulador. [7] El orate no tiene sentimientos hacia nadie, pero ha desarrollado una gran habilidad para simular, a veces con tendencia al histrionismo. Él puede ser encantador y carismático. A pesar de que él mismo está inmunizado contra la culpa, aprende el arte de inducir y explotar la culpa de los demás.
Mentir está tan profundamente arraigado en su naturaleza que la cuestión de su sinceridad es casi irrelevante. La verdad no tiene ningún valor a sus ojos, o se confunde con la versión de los eventos que le sirve; él puede vencer a un detector de mentiras. El orate es incapaz de ponerse en el lugar de los demás y, por lo tanto, de verse críticamente. Él nunca se equivoca, y sus fallas siempre son culpa de otros. Confiado en cualquier circunstancia de ser correcto, inocente y superior, considera el resentimiento de sus víctimas como un "repruebo" sin sentido.
Aunque aquellos que pagaron el precio para ver a través de su máscara pueden juzgarlo como loco, el orate no está enfermo en el sentido tradicional. Dada su competitividad social, no se lo puede considerar mal adaptado desde un punto de vista cognitivo o conductual. Sin embargo, desde el punto de vista de la psicología profunda, se puede argumentar que el orate reprime una profunda angustia existencial, un miedo a su propia inhumanidad. Sintiéndose fundamentalmente indigno de amor, sabe que su única posibilidad reside en las mentiras, y que, si otros pudieran ver a través de él, se enfrentaría a su propia vacuidad. Porque él supone que los demás son tan desalmados como él, teme ser destruido si está expuesto. Y por lo tanto, debe seguir mintiendo cada vez mejor. Su obsesión por la dominación es la contraparte de su profundo miedo a la aniquilación. [8]
En El futuro de una ilusión (1928), Sigmund Freud describió la religión, particularmente el cristianismo, como una neurosis colectiva. En esta línea de razonamiento, argumentaré que el judaísmo es más bien una forma de sociopatía colectiva. Esto no significa que "los judíos" son sociópatas, sino que son víctimas de una mentalidad sociopática colectiva. La diferencia entre la sociopatía colectiva y la sociopatía individual es la misma que entre la neurosis colectiva y la neurosis individual según Freud: la participación en una mentalidad sociopática colectiva permite a los miembros de la comunidad canalizar las tendencias sociopáticas hacia el exterior de la comunidad y mantener dentro de ella una alto grado de sociabilidad [9]
La idea es fácil de ilustrar: el individuo que se siente superior a todos es un megalómano; pero Maurice Samuel es simplemente un judío comunitario cuando, en su libro You Gentiles (1924), expresa su creencia
"Que nosotros, los judíos, nos apartemos de ustedes gentiles, que una dualidad primordial rompa la humanidad que conozco en dos partes distintas; que esta dualidad es fundamental, y que todas las diferencias entre ustedes gentiles son trivialidades comparadas con las que los separaron de nosotros " [10].
El individuo que se siente constantemente rodeado de enemigos es un paranoico; pero Leo Pinsker es un respetado precursor del sionismo por haber escrito que la ****ofobia es una "enfermedad hereditaria e incurable tras*mitida durante dos mil años", "una variedad de demonopatía, con la distinción de que no es peculiar de razas particulares, sino que es común a la toda la humanidad ". [11] Del mismo modo, Josué Jehouda no tiene ninguna enfermedad mental, sino solo una teoría etnocéntrica de la historia, cuando escribe:
"Aquel que sondea las profundidades de la historia universal, para obtener una visión general, encuentra que desde la antigüedad hasta hoy dos corrientes opuestas están peleando por la historia, penetrándola y dándole forma constantemente: la corriente mesiánica y la corriente antisemita". [12] ]
En otras palabras, es solo cuando los judíos piensan, hablan y actúan como representantes de los judíos y en nombre de los judíos, cuando dicen "nosotros los judíos". . . "- que su comportamiento hacia los no judíos y su concepción de las relaciones con los no judíos traicionan un patrón sociopático.
Pero cuando alguien dice "nosotros los judíos", él generalmente está reproduciendo una categoría elaborada por la élite cultural judía, los levitas del pasado y del presente. La ideología dominante es la ideología del dominante. Y así la psicopatía colectiva de los judíos es un paradigma cognitivo impuesto por una minoría de influyentes judíos maquiavélicos para mantenerlos bajo control. "Los males de Israel son los males del liderazgo", escribió el editor judío Samuel Roth en Jews Must Live: Una cuenta de la persecución del mundo por Israel en todas las fronteras de la civilización (1934). Culpó de todo el sufrimiento de los judíos a "la estupenda hipocresía y crueldad que nos impuso nuestro fatal liderazgo".
"Comenzando con el Señor Dios de Israel mismo, fueron los sucesivos líderes de Israel quienes, uno por uno, se enfrentaron y guiaron la trágica carrera de los judíos, trágica para los judíos y no menos trágica para las naciones vecinas que los han sufrido. [...] a pesar de nuestras fallas, nunca habríamos hecho tanto daño al mundo si no hubiera sido por nuestro genio para el liderazgo malvado ". [13]
El complejo tras*generacional de la dominación de la persecución
¿Qué es el judaísmo? La mayoría de los judíos estarían de acuerdo con el etnohistoriador judío Raphael Patai ( The Jewish Mind, 1977), que es, antes que cualquier otra cosa, "conciencia de pertenencia". [14] Esto equivale a decir que el judaísmo es una forma de pensar tribalista. Ahora, el tribalismo no es patológico en sí mismo. Pero el tribalismo judío tiene la peculiaridad de combinarse con un fuerte reclamo de universalismo. No existe una disonancia cognitiva entre el tribalismo y el universalismo dentro del judaísmo: los judíos sienten universalistas no a pesar de ser judíos, sino en virtud de ser judíos. Por ejemplo, es enfáticamente "como judío estadounidense" que el rabino Joachim Prinz, presidente del Congreso Judío Estadounidense (y un antiguo defensor de las leyes raciales nazis) [15], apoyó el movimiento de derechos civiles de los neցros estadounidenses. [16] El universalismo de los judíos es siempre, implícita o explícitamente, un universalismo judío, es decir, un universalismo tribal, una contradicción en los términos. Como un autoengaño, es la expresión de una convicción irracional de que la ****idad es la esencia de la humanidad. Como un mensaje para los no judíos, es una farsa de empatía grandiosa: "te amamos, humanidad, más que cualquier otra persona; confíen en nosotros, sabemos lo que es bueno para ustedes ". Y lo que es bueno para la humanidad siempre es, en última instancia, lo que es bueno para los judíos.
El universalismo judío significa que los judíos están en el centro del universo por derecho de nacimiento. Y así, es, más o menos inconscientemente o crípticamente, una fantasía y una estrategia de dominación. Como la máscara de una forma extremadamente agresiva de etnocentrismo, el universalismo judío oculta un temor a la peligrosidad potencial del resto de la humanidad, si se descubriera el fraude. Esa es la segunda paradoja del judaísmo: los judíos proclaman abiertamente su amor universal, mientras que al mismo tiempo lloran por ser "el pueblo elegido para el repruebo universal". [17] Esta curiosa fórmula de Leo Pinsker es el credo del sionismo secular y refleja bastante bien un sentimiento generalizado entre judíos e israelíes, como se documenta en la excelente película de Yoav Shamir Difamación(2009). "La gente piensa que la Shoah [Holocaust] ha terminado, pero no es así. Continúa todo el tiempo ", proclamó Benzion Netanyahu, padre del primer ministro israelí, antes de la elección de su hijo en 2009. [18] La victimización se ha convertido en la esencia de la identidad nacional israelí, según Idith Zertal, profesor de la Universidad Hebrea en Jerusalén Israel ha sido tras*formado
"En una zona crepuscular ahistórica y apolítica, donde Auschwitz no es un evento pasado sino un presente amenazante y una opción constante. Por medio de Auschwitz -que se ha convertido a lo largo de los años en la principal referencia de Israel en sus relaciones con un mundo definido repetidamente como antisemita y siempre hostil-, Israel se volvió inmune a las críticas e impermeable a un diálogo racional con el mundo que la rodeaba ". [19]
Domina, por temor a ser exterminado. Y domine cada vez más para salvaguardarse del resentimiento provocado por la propia dominación. Tal es el círculo vicioso psicopático en el que los judíos se enredan en la paranoia comunitaria. La única opción que les ofrece su élite cognitiva es: Jerusalén como capital del mundo o volver al Holocausto. Una encuesta de Pew Research de 2013 mostró que, a la pregunta "¿Qué es esencial para ser judío?" "Recordar el Holocausto" es lo primero para el 73 por ciento de los encuestados. Luego viene "Preocuparse por Israel". [20] Michael Walzer recuerda: "Me enseñaron la historia judía como una larga historia de exilio y persecución: la historia del Holocausto se lee al revés". [21]La persecución es tan esencial para la identidad judía que, cuando no existe, existe una necesidad urgente de que exista. En las mentes de los judíos debe mantenerse un miedo obsesivo al antisemitismo, ya que es el pegamento que mantiene unida a la comunidad, lo único que puede resistir el efecto de disolución de la asimilación. [22]
Yosef Hayim Yerushalmi ha mostrado en Zakhor: Jewish History and Jewish Memory (1982) que la orden de "recordar" y "no olvidar" es el corazón del judaísmo. Esto, dice, hace de los judíos un pueblo fundamentalmente ahistórico: eligen el mito sobre la historia. [23] El impulso de recordar es tal que "el trauma del Holocausto se tras*mite genéticamente" por "herencia epigenética", según un equipo de investigadores dirigido por Rachel Yehuda en el Hospital Mount Sinai en Nueva York. [24] El fenómeno es quizás comprensible a la luz de la teoría sociológica de la memoria de Maurice Halbwachs, autor de Sobre la memoria colectiva: "La mayoría de las veces, cuando recuerdo, son otros los que me estimulan; su memoria viene en ayuda mía y la mía confía en la de ellos ". [25] También se puede extraer alguna idea de la psicología tras*generacional, el desarrollo más interesante del psicoanálisis. Ivan Boszormenyi-Nagy habla de "lealtades invisibles" que inconscientemente nos conectan con nuestros antepasados. Tales lealtades, que moldean nuestro destino en gran medida inconscientemente, se basan en sistemas de valores que varían de una cultura a otra. [26] Vincent de Gaulejac cree en "la existencia de un pasado genealógico que se impone sobre el sujeto y estructura su funcionamiento psíquico". [27]Tales consideraciones nos ayudan a comprender las tensiones psicológicas que se apoderan de cada judío que lucha por separarse del judaísmo; ninguna comunidad cultiva un sentido más poderoso de lealtad ancestral. Las ideas no fluyen en la sangre, pero cada persona lleva dentro de sí a sus antepasados, de una manera misteriosa y en gran parte inconsciente.
El paradigma del Holocausto, que hoy sostiene la identidad judía, se basa en un sentido inquebrantable de inocencia y autojustificación, una incapacidad para el autoexamen característico de los trastornos de personalidad más severos. En sus propios ojos, los judíos no tienen responsabilidad por la hostilidad de los gentiles hacia ellos. Su élite representativa constantemente les recuerda esta inocencia. [28] Sin duda, hay excepciones, como Samuel Roth, ya citado, [29] o el periodista francés Bernard Lazare, en su antisemitismo, su historia y causas (1894). [30]
Hoy, algunos livianos israelíes están preocupados por la caída de su país en la patología colectiva. Yehoshafat Harkabi, subdirector de inteligencia militar, escribió en 2009:
"Deslumbrado por su autojustificación, Israel no puede ver el caso del otro lado. La autosuficiencia alienta a las naciones no menos que a los individuos a absolverse de cada falla y sacudirse la culpa de cada error. Cuando todos son culpables, excepto ellos, la posibilidad misma de autocrítica y superación personal se desvanece ... " [31]
La proyección psicológica, o reproche de culpas, es un proceso por el cual uno niega los propios impulsos negativos mientras se los atribuye a otros. Todos somos propensos a hacerlo en tiempos de crisis personal. Pero solo las personas con una enfermedad mental profunda lo hacen todo el tiempo. Tal es el caso de Israel, un país con cientos de ojivas nucleares apuntando a Irán, cuyos líderes siempre han negado tener ningún arsenal nuclear, mientras que instigan histriónicamente al mundo a hacer algo sobre el supuesto programa militar nuclear de Irán destinado a borrar a Israel de la mapas. Sería risible si Israel fuera solo paranoico. Pero Israel es el orate entre las naciones, y eso significa una tremenda capacidad para manipular, intimidar, corromper jovenlandesalmente, obtener lo que quieren y dejar atrás un rastro de miseria.
Paul Babiak y Robert Hare, Serpientes en trajes: Cuando los orates van a trabajar , HarperCollins, 2007 . Los autores son entrevistados en el interesante documental I Am Fishead (2011). ↑
Joel Bakan, The Corporation: la búsqueda patológica de los beneficios y el poder, Free Press, 2005. Vea también el documental del mismo título. ↑
Pat Buchanan, "¿De quién es la guerra?" The American Conservative, 24 de marzo de 2003, en Whose War? | The American Conservative ↑
Sharon hablando con Shimon Peres el 3 de octubre de 2001, según lo informado en BBC News: Burying Sharon - and "We Jews control America" - Veterans Today | News - Military Foreign Affairs - VA. ↑
September 11: Inside Job or Mossad Job?, by Laurent Guyénot ↑
Gideon Levy, "Solo los psiquiatras pueden explicar el comportamiento de Israel" , Haaretz, 10 de enero de 2010, en Haaretz - Israel News | Haaretz.com. ↑
Robert Hare, Sin conciencia: El inquietante mundo de los orates entre nosotros, Guilford Press, 1993. ↑
Para las ideas psicoanalíticas sobre la psicopatía, Paul-Claude Racamier, Le Génie des origines. Psychanalyse et psychose, Payot, 1992. ↑
"Los creyentes devotos están protegidos en alto grado contra el riesgo de ciertas enfermedades neuróticas; su aceptación de la neurosis universal les ahorra la tarea de construir una personal "(Sigmund Freud, El futuro de una ilusión, Hogarth Press, 1928 , p.76). ↑
Maurice Samuel, You Gentiles, Nueva York, 1924 (archivo.org), p. 12. ↑
Leon Pinsker, auto-emancipación: un llamamiento a su pueblo por un judío ruso (1882) , en www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Zionism/pinsker.html. ↑
Josué Jehouda, L'Antisémitisme, miroir du monde, Éditions Synthesis, 1958 , p. 185. ↑
Samuel Roth, alubio*s deben vivir: una cuenta de la persecución del mundo por Israel en todas las fronteras de la civilización, 1934, (archive.org). ↑
Raphael Patai, The Jewish Mind, Wayne State University Press , 1977, p. 25. "Ser judío para mí", dice el filósofo francés Alain Finkielkraut, "es sentirse involucrado, preocupado, a veces comprometido por lo que hacen otros judíos". Es un sentimiento de pertenencia, afiliación "(en YouTube," Juif? Selon Alain Finkielkraut "). ↑
Citado en Israel Shahak, Historia judía, Religión judía: El peso de tres mil años, Pluto Press, 1994, p. 86. ↑
Seth Berkman, "Los judíos que marcharon en Washington con Martin Luther King", Forward.com, 27 de agosto de 2013. El discurso de Prinz está en
www.joachimprinz.com/images/mow.mp3. ↑
Leon Pinsker, auto-emancipación: un llamamiento a su pueblo por un judío ruso , 1882 , en www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/Zionism/pinsker.html. ↑
Citado en Alan Hart, Sionismo: El verdadero enemigo de los judíos , vol. 3: Conflict Without End ?, Clarity Press, 2010, p. 364. ↑
Idith Zertal, el Holocausto de Israel y la Política de la Nación, Cambridge University Press, 2010, p. 4. ↑
"Un retrato de judíos estadounidenses", en www.pewforum.org. ↑
Michael Walzer, "Hacia una nueva realización del judaísmo", Congress Monthly, vol. 61, No. 4, 1994, p. 4, citado en Kevin MacDonald, Separation and Its Discontents: Hacia una teoría evolutiva del antisemitismo, Praeger, 1998, kindle 2013 , e. 4675-86. ↑
"Ahora no hay nada que unifique a los judíos en todo el mundo aparte del Holocausto", comentó Yeshayahu Leibowitz, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, según lo informado por Uri Avnery en 2005, citado en Gilad Atzmon, The Wandering Who? Un estudio de la política de identidad judía, Zero Books, 2011, pp. 161-162. ↑
Yosef Hayim Yerushalmi, Zakhor: Historia judía y memoria judía (1982) , prensa de la Universidad de Washington, 2011. ↑
Tori Rodrigues, "Descendientes de sobrevivientes del Holocausto han alterado las hormonas del estrés", Scientific American , 1 de marzo de 2015, en www.scientificamerican.com. ↑
Maurice Halbwachs, Sobre la Memoria Colectiva , Chicago, The University of Chicago Press, 1992, traducido de Les Cadres sociaux de la mémoire (1925), Albin Michel, 1994, p. 2. ↑
Ivan Boszormenyi-Nagy, lealtades invisibles: Reciprocidad en terapia familiar intergeneracional, Harper & Row, 1973, p. 56. ↑
Vincent de Gaulejac, L'Histoire en héritage. Roman familial et trajectoire sociale, Payot, 2012, pp. 141-147. ↑
El intelectual judío francés André Neher dijo: "Somos inocentes, y sentimos aún más profundamente que somos inocentes cuando nos acusan. [...] Es esta inocencia de la que debemos estar conscientes en el presente, y que nunca debemos negar, bajo ninguna circunstancia "(citado en Hervé Ryssen, Les Espérances planétariennes, Éditions Baskerville, 2005, p.319). ↑
Samuel Roth, alubio*s tienen que vivir, 1934 : “No hay ni un solo caso en que los alubio*s no han merecido plenamente el fruto amargo de la furia de sus perseguidores.” ↑
Si "esta raza ha sido objeto de repruebo con todas las naciones en medio de las cuales alguna vez se asentó, [...] debe ser necesario que las causas generales del antisemitismo siempre hayan residido en Israel mismo, y no en aquellos que lo antagonizaron" (Bernard Lazare, antisemitismo, su historia y causas (1894), en archive.org, p.8). ↑
Alan Hart, sionismo: el verdadero enemigo de los judíos, vol. 2: David se convierte en Goliat, Clarity Press, 2009 , pp. 42-49. ↑
