M. Priede
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El título es engañoso, porque si bien es cierto que Israel no sería nada sin EEUU y Reino Unido, también es verdad que nadie podría servir a esos dos países mejor que Israel
Israel no cometió el 11-s, sino el Eje, el Eje Washington-Londres-Tel Aviv.
Desde entonces los medios de comunicación trabajan a la población mediante la disonancia cognitiva, es decir, potenciando la merluzez generalizada. Antes nos engañaban, bastaba con mantenernos en la ignorancia; desde 2001 procuran volverte fulastre, especialmente a la gente con formación media o alta, de tal manera que creen que saben por repetir lo que oyen y condenar a todo el que disiente. Cualquier ideología, salvo la islamista, se ve reforzada por la versión oficial del 11-s.
Lo cierto es que este trabajo de los medios tenía precedentes, de hecho la Escuela de Frankfurt, financiada por las instituciones públicas de espionaje y manipulación anglosajonas o bien en manos de la oligarquía, caso de la Fundación Rockefeller, venía preparando el terreno al menos desde los años 40, especialmente desde los 60.
Aquí tenéis el ejemplo de esa disonancia: el NYT denuncia que "nos ocultan la verdad" y a la vez defiende la versión oficial. La merluzez del votante de Sánchez, capaz de aplaudir rabiosamente una afirmación de su líder a las doce de la mañana y volver a aplaudir rabiosamente a las seis de la tarde cuando dice lo contrario, no es propiedad exclusiva del PSOE. Este tipo particular de idiocia se ha trabajado muy a fondo desde la irrupción de internet en nuestras vidas, y 2001 fue el pistoletazo de salida del mundo caótico en el que estamos. Caótico para la gente común y también para la mayoría de los intelectuales dado que viven de manera directa o indirecta del sistema, y, por desgracia, quienes son "libres" no pueden desarrollar una sola idea si no la envuelven en la ideología o directamente en cualquier ocurrencia prejuiciosa. Son, como digo, una masa totalmente idiotizada; no así quienes lo planifican. Es un caos totalmente planificado. La oligarquía financiera apostó fuerte en septiembre de 2001, a partir de esa fecha no existe viaje de retorno para el Imperio del Caos al que pertenecemos y que por supuesto nos destruirá, puesto que ya no tiene donde robar, salvo a sus vasallos, a nosotros.
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El 11 de septiembre de 2004, el New York Times publicó un artículo de opinión en conmemoración del tercer aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre. El artículo comenzaba reconociendo que los organismos gubernamentales seguían ocultando datos clave sobre lo que ocurrió ese día:
Si Estados Unidos hubiera tenido unos medios de comunicación honestos, no habría habido forma de que los perpetradores hubieran podido salirse con la suya con su audaz ataque y su igualmente audaz historia de portada de que "19 árabes con cúteres burlaron a la superpotencia tecnológica más sofisticada que el mundo haya conocido jamás". Existe una cantidad extraordinaria de datos que prueban que la historia oficial no puede ser cierta, pero los medios de comunicación han hecho todo lo posible por ignorarlos todos, mientras difaman a cualquiera que plantee un hecho inconveniente como un condenable "teórico de la conspiración". Sorprendentemente, la BBC puso en duda la historia oficial del gobierno desde el principio al informar el 23 de septiembre de 2001 que cinco de los diecinueve "secuestradores" habían aparecido sanos y salvos en lugares como Arabia Saudita y jovenlandia, y que no habían estado cerca de Nueva York o Washington DC en la mañana del 11 de septiembre. A pesar de esta sorprendente revelación, los nombres y rostros de los hombres siguen fijados permanentemente en la leyenda del 11 de septiembre, y la historia sensacionalista, como tantas otras, fue descartada apresuradamente en el agujero de la memoria de Orwell.
Israel no cometió el 11-s, sino el Eje, el Eje Washington-Londres-Tel Aviv.
Desde entonces los medios de comunicación trabajan a la población mediante la disonancia cognitiva, es decir, potenciando la merluzez generalizada. Antes nos engañaban, bastaba con mantenernos en la ignorancia; desde 2001 procuran volverte fulastre, especialmente a la gente con formación media o alta, de tal manera que creen que saben por repetir lo que oyen y condenar a todo el que disiente. Cualquier ideología, salvo la islamista, se ve reforzada por la versión oficial del 11-s.
Lo cierto es que este trabajo de los medios tenía precedentes, de hecho la Escuela de Frankfurt, financiada por las instituciones públicas de espionaje y manipulación anglosajonas o bien en manos de la oligarquía, caso de la Fundación Rockefeller, venía preparando el terreno al menos desde los años 40, especialmente desde los 60.
¿Marxismo cultural? Cuando Rockefeller financió los trabajos de la Escuela de Frankfurt. Estudio crítico del Talmud y del judaísmo
Aquí tenéis el ejemplo de esa disonancia: el NYT denuncia que "nos ocultan la verdad" y a la vez defiende la versión oficial. La merluzez del votante de Sánchez, capaz de aplaudir rabiosamente una afirmación de su líder a las doce de la mañana y volver a aplaudir rabiosamente a las seis de la tarde cuando dice lo contrario, no es propiedad exclusiva del PSOE. Este tipo particular de idiocia se ha trabajado muy a fondo desde la irrupción de internet en nuestras vidas, y 2001 fue el pistoletazo de salida del mundo caótico en el que estamos. Caótico para la gente común y también para la mayoría de los intelectuales dado que viven de manera directa o indirecta del sistema, y, por desgracia, quienes son "libres" no pueden desarrollar una sola idea si no la envuelven en la ideología o directamente en cualquier ocurrencia prejuiciosa. Son, como digo, una masa totalmente idiotizada; no así quienes lo planifican. Es un caos totalmente planificado. La oligarquía financiera apostó fuerte en septiembre de 2001, a partir de esa fecha no existe viaje de retorno para el Imperio del Caos al que pertenecemos y que por supuesto nos destruirá, puesto que ya no tiene donde robar, salvo a sus vasallos, a nosotros.
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El 11 de septiembre de 2004, el New York Times publicó un artículo de opinión en conmemoración del tercer aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre. El artículo comenzaba reconociendo que los organismos gubernamentales seguían ocultando datos clave sobre lo que ocurrió ese día:
Estas son palabras extraordinarias del periódico de referencia de nuestra nación. La sugerencia de que el pueblo estadounidense debería aceptar pasivamente que se le mintiera sobre un acontecimiento que cambiaría el mundo a quienes fueron elegidos para servir al interés público demuestra que no hubo intención por parte de los medios de comunicación de averiguar lo que realmente ocurrió ese día ni de exigir responsabilidades a nadie. Casi 3.000 estadounidenses fueron asesinados a plena luz del día y se le dio al mundo una explicación imposible, pero apenas tres años después de los hechos, el Times apenas se molestó en investigar quién lo hizo y por qué.
Si Estados Unidos hubiera tenido unos medios de comunicación honestos, no habría habido forma de que los perpetradores hubieran podido salirse con la suya con su audaz ataque y su igualmente audaz historia de portada de que "19 árabes con cúteres burlaron a la superpotencia tecnológica más sofisticada que el mundo haya conocido jamás". Existe una cantidad extraordinaria de datos que prueban que la historia oficial no puede ser cierta, pero los medios de comunicación han hecho todo lo posible por ignorarlos todos, mientras difaman a cualquiera que plantee un hecho inconveniente como un condenable "teórico de la conspiración". Sorprendentemente, la BBC puso en duda la historia oficial del gobierno desde el principio al informar el 23 de septiembre de 2001 que cinco de los diecinueve "secuestradores" habían aparecido sanos y salvos en lugares como Arabia Saudita y jovenlandia, y que no habían estado cerca de Nueva York o Washington DC en la mañana del 11 de septiembre. A pesar de esta sorprendente revelación, los nombres y rostros de los hombres siguen fijados permanentemente en la leyenda del 11 de septiembre, y la historia sensacionalista, como tantas otras, fue descartada apresuradamente en el agujero de la memoria de Orwell.
Israel Did 9/11
On September 11, 2004, the New York Times published an opinion piece commemorating the third anniversary of the 9/11 terror attacks. The article began by acknowledging that key facts about what happened that day continued to be withheld by government agencies: “In the three years since 9/11...
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