Vlad_Empalador
Será en Octubre
Los ministerios de Justicia e Igualdad siguen negociando de qué manera hay que cambiar una ley que de momento ha provocado rebajas de condena en al menos 380 agresores sensuales
Irene Montero, a su llegada al Pleno del Senado, el martes.ZipiEFE
Este viernes, Irene Montero ha reconocido la falta de avances en el punto crucial de la negociación y que se mantiene la "discrepancia fuerte" con el PSOE. Aunque aboga por seguir trabajando para un pacto, la ministra de Igualdad reconoce al mismo tiempo que es "un escenario posible" que la reforma de la ley acabe presentándola el PSOE en solitario.
"Con las leyes feministas he visto muchas veces cómo las discrepancias en el seno del Gobierno han acabado en un debate parlamentario", ha señalado en una entrevista en RNE, recordando principalmente lo que sucedió con el choque de la ley tras*. "Si las diferencias se trasladan al Parlamento", ha advertido Montero, Unidas Podemos empujará "para que los votos del PP no ayuden a nadie" a cambiar la ley.
Aunque fuentes socialistas enmarcaron el tiempo de negociación hasta este viernes, la ministra asegura que no se pone "límites" ni plazos concretos y asegura que siguen los trabajos y el intercambio de papeles con el Ministerio de Justicia y también con el de Presidencia de Félix Bolaños, que se ha sumado a la negociación para buscar una salida "unitaria".
Si finalmente no hay pacto y sí una confrontación entre socios, Montero ha afirmado que Podemos no va a salir del Gobierno por iniciativa propia. A pesar de la desautorización que supone emprender una reforma de la ley estrella del partido jovenlandesado. En este sentido, la ministra de Igualdad tampoco se plantea dimitir. "Mi obligación cuando hay un momento difícil es dar la cara y estar ahí para tratar de proteger el que seguramente sea en términos institucionales el principal avance feminista en estos últimos 20 años", sostiene.
CAMPAÑA EN MARCHA
Conscientes del cisma que eso abriría en la coalición de gobierno y de la toxicidad del debate que tiene para su imagen en un año electoral, Podemos ha puesto en marcha la maquinaria propagandística, incluida una potente agenda mediática de Irene Montero -el miércoles en Telecinco, esta mañana en RNE- para intentar disputar el relato de los cambios al PSOE y establecer el marco de que la propuesta que sale del Ministerio de Justicia «se carga» el consentimiento como eje de la ley y que perpetra una modificación a la medida del PP.
Lleva varios días golpeando con eso, pero la cima se verá este domingo. Podemos desafía al PSOE con la organización de un acto que encabezará la ministra de Igualdad, Irene Montero, para defender la ley tal y como está redactada y para reivindicar el «consentimiento» como «corazón» de la norma ante el riesgo, a su juicio, de que el socio mayoritario se lo lleve por delante al recuperar la intimidación y la violencia a la hora de fijar la horquilla de años de guandoca entre las penas más altas y bajas.
Cartel del acto de Podemos el domingo.PODEMOS
Este acto se ha preparado mientras negocian los ministerios de Justicia (PSOE) e Igualdad (Podemos), donde se discute de qué manera hay que cambiar una ley que por el momento ha provocado rebajas de condena en al menos 380 agresores sensuales. Una cifra de beneficiados que va incrementándose cada día.
Como dice el título del acto, el «consentimiento» será el punto central del mensaje. Que es, a propósito del modelo, el asunto que tiene enfrentados a PSOE y Podemos. Los socialistas garantizan que no se tocará «ni una coma» del artículo que lo regula y que tan sólo se harán ajustes «técnicos» en otros ámbitos manteniendo el «consentimiento» como epicentro de la ley. Sin embargo, desde Igualdad se sostiene que mantener el artículo intacto no sirve de nada si se introduce de nuevo la violencia y la intimidación para fijar penas altas y bajas. Su tesis es que supone derogar de facto el consentimiento como pregunta central en cada caso para recuperar un modelo basado en que la víctima demuestre la agresión.
Les «tiemblan las piernas», llegó a afirmar Belarra, para quien el problema es que los jueces están aplicando mal la ley por actuar con una mirada «machista y patriarcal». Más duro aún fue Pablo Iglesias, que amenazó al PSOE. «Plantear a tu socio de Gobierno que o aceptas lo que hago yo, que es acabar con la ley del sólo sí es sí, que es traicionar a las mujeres que se manifestaron, o lo pacto con el PP, pues buena suerte. Si Pedro Sánchez pacta esto con el PP, lo pagará», dijo en la Ser.
El PSOE se defiende. Dice que «nunca» le tiemblan las piernas, que no espera al PP para aprobar la reforma y que confía en un acuerdo. Pero el tiempo que se había dado se va acabando, y la decisión firme es actuar «pronto» y «con mucho rigor».
Irene Montero, a su llegada al Pleno del Senado, el martes.ZipiEFE
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Este viernes, Irene Montero ha reconocido la falta de avances en el punto crucial de la negociación y que se mantiene la "discrepancia fuerte" con el PSOE. Aunque aboga por seguir trabajando para un pacto, la ministra de Igualdad reconoce al mismo tiempo que es "un escenario posible" que la reforma de la ley acabe presentándola el PSOE en solitario.
"Con las leyes feministas he visto muchas veces cómo las discrepancias en el seno del Gobierno han acabado en un debate parlamentario", ha señalado en una entrevista en RNE, recordando principalmente lo que sucedió con el choque de la ley tras*. "Si las diferencias se trasladan al Parlamento", ha advertido Montero, Unidas Podemos empujará "para que los votos del PP no ayuden a nadie" a cambiar la ley.
Aunque fuentes socialistas enmarcaron el tiempo de negociación hasta este viernes, la ministra asegura que no se pone "límites" ni plazos concretos y asegura que siguen los trabajos y el intercambio de papeles con el Ministerio de Justicia y también con el de Presidencia de Félix Bolaños, que se ha sumado a la negociación para buscar una salida "unitaria".
Si finalmente no hay pacto y sí una confrontación entre socios, Montero ha afirmado que Podemos no va a salir del Gobierno por iniciativa propia. A pesar de la desautorización que supone emprender una reforma de la ley estrella del partido jovenlandesado. En este sentido, la ministra de Igualdad tampoco se plantea dimitir. "Mi obligación cuando hay un momento difícil es dar la cara y estar ahí para tratar de proteger el que seguramente sea en términos institucionales el principal avance feminista en estos últimos 20 años", sostiene.
CAMPAÑA EN MARCHA
Conscientes del cisma que eso abriría en la coalición de gobierno y de la toxicidad del debate que tiene para su imagen en un año electoral, Podemos ha puesto en marcha la maquinaria propagandística, incluida una potente agenda mediática de Irene Montero -el miércoles en Telecinco, esta mañana en RNE- para intentar disputar el relato de los cambios al PSOE y establecer el marco de que la propuesta que sale del Ministerio de Justicia «se carga» el consentimiento como eje de la ley y que perpetra una modificación a la medida del PP.
Lleva varios días golpeando con eso, pero la cima se verá este domingo. Podemos desafía al PSOE con la organización de un acto que encabezará la ministra de Igualdad, Irene Montero, para defender la ley tal y como está redactada y para reivindicar el «consentimiento» como «corazón» de la norma ante el riesgo, a su juicio, de que el socio mayoritario se lo lleve por delante al recuperar la intimidación y la violencia a la hora de fijar la horquilla de años de guandoca entre las penas más altas y bajas.
Cartel del acto de Podemos el domingo.PODEMOS
Este acto se ha preparado mientras negocian los ministerios de Justicia (PSOE) e Igualdad (Podemos), donde se discute de qué manera hay que cambiar una ley que por el momento ha provocado rebajas de condena en al menos 380 agresores sensuales. Una cifra de beneficiados que va incrementándose cada día.
El caso es que Podemos reunirá ese día en Madrid -ya se verá si con las negociaciones concluidas o no- a la plana mayor del partido y casi la del Ministerio de Igualdad bajo el título: ¿Consentiste o no? Sólo sí es sí. Además de Irene Montero, intervendrán la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra; y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, quien es una de las piezas claves en la elaboración de la ley del sólo sí es sí y en la negociación con el PSOE por sus conocimientos como juez.Desafía al PSOE mientras negocia aún reformas con los socialistas
Como dice el título del acto, el «consentimiento» será el punto central del mensaje. Que es, a propósito del modelo, el asunto que tiene enfrentados a PSOE y Podemos. Los socialistas garantizan que no se tocará «ni una coma» del artículo que lo regula y que tan sólo se harán ajustes «técnicos» en otros ámbitos manteniendo el «consentimiento» como epicentro de la ley. Sin embargo, desde Igualdad se sostiene que mantener el artículo intacto no sirve de nada si se introduce de nuevo la violencia y la intimidación para fijar penas altas y bajas. Su tesis es que supone derogar de facto el consentimiento como pregunta central en cada caso para recuperar un modelo basado en que la víctima demuestre la agresión.
Podemos lanza la operación para presionar al PSOE para salvar su ley y, de paso, salvaguardar la imagen de Montero ante la desautorización que implica la orden de Pedro Sánchez de corregir la norma, tras tiempo resistiéndose. La batalla por el relato lleva en marcha desde el lunes, con un mensaje muy duro contra el socio mayoritario: presenta al PSOE como un partido que está cediendo a la «presión» de la derecha porque no está sabiendo aguantar y que, además, plantea hacer unos cambios idénticos a los del PP.Se rearma para un previsible choque y disputar el relato de los cambios
Les «tiemblan las piernas», llegó a afirmar Belarra, para quien el problema es que los jueces están aplicando mal la ley por actuar con una mirada «machista y patriarcal». Más duro aún fue Pablo Iglesias, que amenazó al PSOE. «Plantear a tu socio de Gobierno que o aceptas lo que hago yo, que es acabar con la ley del sólo sí es sí, que es traicionar a las mujeres que se manifestaron, o lo pacto con el PP, pues buena suerte. Si Pedro Sánchez pacta esto con el PP, lo pagará», dijo en la Ser.
El PSOE se defiende. Dice que «nunca» le tiemblan las piernas, que no espera al PP para aprobar la reforma y que confía en un acuerdo. Pero el tiempo que se había dado se va acabando, y la decisión firme es actuar «pronto» y «con mucho rigor».