Corruptos
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Chávez y Ahmadinejad dicen contar con el apoyo de Zapatero para domiciliar en Madrid una sociedad conjunta que invertirá en proyectos energéticos por todo el mundo.
Que tajada se llevara ZP
Las petroleras estatales de Irán y Venezuela pretenden domiciliar en Madrid una sociedad conjunta para invertir en proyectos energéticos por todo el mundo, lo que puede crear más de un dolor de cabeza diplomático al Gobierno español.
Dentro de los acuerdos de colaboración firmados en septiembre por los mandatarios venezolano e iraní, Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad, se incluye la formación de un hólding denominado Beniroug, con sede en España.
Esta sociedad, participada por las compañías públicas Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y National Iranian Oil Company (Nioc), buscará oportunidades de negocio en países fuera de las áreas tradicionales de influencia de estas petroleras.
«Beniroug será el vehículo para realizar negocios en China, Bolivia y Sudán», asegura Louis Mayta, representante para asuntos energéticos de la Embajada de Venezuela en Irán.
Enredo político
El establecimiento de esa sociedad en Madrid tiene dos motivos. El primero está relacionado con la política internacional. Otros países no admiten o ponen serias trabas a inversiones directas del Estado iraní, que está sometido a sanciones por la comunidad internacional como consecuencia del desarrollo de un programa nuclear.
Estados Unidos también prevé castigos para las compañías que invierten en Irán. El grupo español Repsol YPF paralizó hace dos años un proyecto que tenía con Shell y Nioc para extraer gas natural en ese país, para evitar la reprimenda estadounidense.
El Gobierno de Chávez también figura entre los que peores relaciones mantiene con Washington. Sin embargo, el Gobierno español está dispuesto a acoger a la sociedad conjunta iraní-venezolana y ha allanado el camino para su registro, según Mayta.
Desconocimiento
Fuentes cercanas al gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero aseguran desconocer la llegada de Beniroug e indican que no está claro qué parte de la Administración debería lidiar con la petición de instalar en España la sociedad conjunta. Podría ser el Ministerio de Asuntos Exteriores, el de Economía y Hacienda o el de Industria.
La posible instalación de la sociedad en España puede crear complicaciones diplomáticas a Zapatero en caso de que iraníes y venezolanos utilicen Beniroug para realizar inversiones en lugares sometidos al aislamiento internacional. Algunos de los países prioritarios citados por Mayta (como Cuba) no son bien vistos por Washington.
Fiscalidad
La segunda razón para instalar Beniroug en España es mucho más materialista. Se trata de aprovechar las ventajas fiscales que tiene en la legislación española la figura de las entidades de tenencia de valores extranjeros.
Éstas son sociedades radicadas en España por accionistas extranjeros cuya actividad consiste en el control de participaciones en terceros países. Según la normativa fiscal, los dividendos y las ganancias de capital que el hólding recibe de sus negocios en el extranjero no tributan.
Según un experto en asuntos fiscales, «se trata de una estructura eficiente para canalizar inversiones hacia Latinoamérica», ya que a las ventajas del hólding se unen los favorables convenios de España con países de esa zona.
Varias petroleras estatales latinoamericanas tiene domiciliadas sociedades de este tipo en España. Es el caso de la mexicana Pemex y la brasileña Petrobras, además de la propia Pdvsa.
Mezcla peligrosa de política y dinero- Las petroleras de Irán y Venezuela tienen problemas para encontrar un domicilio internacional a su sociedad conjunta, al estar controladas por dos gobiernos que levantan suspicacias diplomáticas.
- Fuentes de la Administración venezolana dicen que el Gobierno español ha aceptado acoger la nueva empresa, que invertirá en países como China, Cuba y Sudán.
- La nueva sociedad, denominada Beniroug, se constituiría como una entidad de tenencia de valores extranjeros, figura que tiene amplias ventajas fiscales.
- Petroleras latinoamericanas como Pemex y Petrobras tienen algunas filiales de ese tipo radicadas en España. Les sirven para controlar negocios en países fuera de su zona de influencia.
Un pacto surgido de la necesidad mutua
Desde caracas...
El Gobierno venezolano necesita reactivar la producción de petróleo, afectada en los últimos años por los efectos de la huelga en Pdvsa y el posterior despido de muchos de sus empleados, y por la reciente nacionalización de yacimientos que operaban empresas extranjeras. Una de las compañías afectadas ha sido Repsol YPF, que aceptó nuevos contratos cediendo el control de sus operaciones a Pdvsa.
Otras multinacionales como la estadounidense Exxon renunciaron a pactar. Para animar la actividad de exploración y producción, uno de los acuerdos de Hugo Chávez con Mahmoud Ahmadinejad contempla que la petrolera estatal iraní Petropars invierta 760 millones de dólares para tener un 20% de los yacimientos venezolanos de Dokobuki y Ayacucho.
... hasta Teherán
Los iraníes caminan sobre una de las zonas con mayores bolsas de petróleo y gas del mundo. Pero la falta de inversión y de ayuda internacional hace que el país no tenga refinerías para convertir el crudo en gasolina y que los yacimientos de gas apenas sean explotados.
Chávez quiere rescatar a Ahmadinejad de esa situación, para lo que Venezuela se ha comprometido a invertir 760 millones de dólares (509 millones de euros) para tener el 10% de South Pars, un gran bloque gasista en Irán que está pendiente de desarrollo.
Además, para cubrir la falta de capacidad de refino, Venezuela ha firmado un acuerdo para exportar 20.000 barriles diarios de gasolina a Irán. La última pata de la alianza son las posibles inversiones en terceros países, que se quieren realizar a través de Madrid.
Irán y Venezuela instalan en España su alianza petrolera - Expansión.com