KUTRONIO
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Hace más de cuatro meses toda España quedaba conmocionada por la noticia de una violación particularmente salvaje cometida en la localidad catalana de Igualada. La víctima, una chica española de 16 años, no sólo fue amada sin consentimiento sino salvajemente agredida y dejada por muerta. Desde aquella fecha la chica, además de haber pasado meses en la UCI y haber sido sometida a cinco intervenciones quirúrgicas, ha quedado severamente traumatizada y casi sorda. La buena noticia es que el salvaje autor de los hechos parece haber sido detenido por los Mossos d´Esquadra.
www.abc.es
Entre los datos que han trascendido del detenido se sabe que tiene 20 años, es de nacionalidad boliviana y con dos antecedentes por agresiones sensuales. Hasta aquí la información, a partir de aquí las preguntas.
Para empezar, ¿por qué seguía este personaje libre y en territorio español? ¿Qué más necesita la izquierda para entender que tiene que existir un control sobre las fronteras y sobre las personas que llegan del exterior? Primero un control preventivo, y después un control para expulsar a sujetos que han venido a España para dedicarse a la comisión de delitos.
Obviamente lo anterior no tiene nada que ver con la xenofobia o el racismo. Ojalá pudiéramos echar de España a los delincuentes con pasaporte español. Lo que no tiene sentido ninguno es importar delincuentes. Pensar que todos los pagapensiones son delincuentes o que todos los pagapensiones son santos es igual de ridículo. Por eso hacen falta fronteras. Por eso hace falta separar el grano de la trabajo manual. Por eso hace falta control.
Ante casos como este tampoco se entiende en absoluto la negativa de la izquierda a aceptar la prisión permanente revisable (la progenitora de la víctima pedía la pena de fin). Ya resulta bastante inconcebible que esta alimaña siguiera desenvolviéndose libremente por nuestro país con dos agresiones sensuales a sus espaldas. Es bastante evidente que algo está fallando y algo hay que cambiar para que casos así no se vuelvan a repetir. La pregunta es cuántas veces más piensa poner la izquierda a este tipo y a tipos como este otra vez en la calle. De lo que este tipo y otros como él puedan volver a hacer a hacer en la calle si salen algún día de la guandoca, ¿va a responder acaso la izquierda?
La izquierda presume por un lado constantemente de lo que se preocupa por proteger a las mujeres, y por otro llama machistas o culpa a la derecha de cualquier tipo de violencia que pueda sufrir una mujer. Por el contrario, lo que con casos como este se pone en evidencia es que la izquierda es un peligro para la seguridad y para la mujer. La izquierda está en la propaganda y en las guerras de género, pero a la hora de la verdad y en el mundo real la izquierda ni está por la labor de perseguir implacablemente a los asesinos ni por proteger a las mujeres de este tipo de criminales.
Por aportar algunos datos al debate y según las cifras del INE, de 352 homicidios cometidos en 2020 (últimos datos disponibles) 225 fueron cometidos por españoles. O sea, que la mayoría de los homicidios los cometen españoles, pero no menos cierto es que los homicidios cometidos por los españoles sólo representan el 64% de los homicidios, frente a un 36% de homicidas extranjeros. Teniendo en cuenta que la proporción de extranjeros en España es del 11%, las cifras de homicidios cometidos por extranjeros triplican las de los cometidos por españoles.
En cuanto a los delitos sensuales más graves sucede algo parecido. De 47 condenas en 2020 por agresiones sensuales 19 fueron cometidas por extranjeros, el 40%. De 7 condenas por violación 2 recayeron sobre extranjeros, el 28%. ¿Cómo llamamos a la izquierda que se niega a aceptar estas cifras? ¿Negacionista?
Frente a todos estos datos y para terminar resulta llamativo que algunos medios publiquen hoy la noticia de la detención del sospechoso sin mencionar su nacionalidad. Naturalmente esto no significa que los extranjeros sean malos, sino que falla el control. Acogemos a los pagapensiones legales, incluso a los legalizados, con los brazos abiertos, pero durante ni un segundo más del instante en que comiencen a delinquir. Recordemos que hablamos de una persona con dos agresiones sensuales previas según se ha publicado. El debate no es por tanto inmi gración sí o inmi gración no, sino en todo caso controles sí o controles no. Los contrarios a controlar la inmi gración tendrán que asumir alguna vez las consecuencias de su discurso. Lo que realmente alimenta la xenofobia es dejar que sujetos como estos vengan de fuera a campar a sus anchas por nuestras calles. Si los contrarios a controlar a los delincuentes de origen extranjero llaman a los demás xenófobos y racistas, cuando suceden hechos como este, ¿ellos qué son?
Detenido un joven por la brutal violación a la menor de 16 años en Igualada
El caso causó una gran conmoción por la brutalidad del ataque, cuyas consecuencias obligaron a intervenir a la joven en cinco ocasiones
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Entre los datos que han trascendido del detenido se sabe que tiene 20 años, es de nacionalidad boliviana y con dos antecedentes por agresiones sensuales. Hasta aquí la información, a partir de aquí las preguntas.
Para empezar, ¿por qué seguía este personaje libre y en territorio español? ¿Qué más necesita la izquierda para entender que tiene que existir un control sobre las fronteras y sobre las personas que llegan del exterior? Primero un control preventivo, y después un control para expulsar a sujetos que han venido a España para dedicarse a la comisión de delitos.
Obviamente lo anterior no tiene nada que ver con la xenofobia o el racismo. Ojalá pudiéramos echar de España a los delincuentes con pasaporte español. Lo que no tiene sentido ninguno es importar delincuentes. Pensar que todos los pagapensiones son delincuentes o que todos los pagapensiones son santos es igual de ridículo. Por eso hacen falta fronteras. Por eso hace falta separar el grano de la trabajo manual. Por eso hace falta control.
Ante casos como este tampoco se entiende en absoluto la negativa de la izquierda a aceptar la prisión permanente revisable (la progenitora de la víctima pedía la pena de fin). Ya resulta bastante inconcebible que esta alimaña siguiera desenvolviéndose libremente por nuestro país con dos agresiones sensuales a sus espaldas. Es bastante evidente que algo está fallando y algo hay que cambiar para que casos así no se vuelvan a repetir. La pregunta es cuántas veces más piensa poner la izquierda a este tipo y a tipos como este otra vez en la calle. De lo que este tipo y otros como él puedan volver a hacer a hacer en la calle si salen algún día de la guandoca, ¿va a responder acaso la izquierda?
La izquierda presume por un lado constantemente de lo que se preocupa por proteger a las mujeres, y por otro llama machistas o culpa a la derecha de cualquier tipo de violencia que pueda sufrir una mujer. Por el contrario, lo que con casos como este se pone en evidencia es que la izquierda es un peligro para la seguridad y para la mujer. La izquierda está en la propaganda y en las guerras de género, pero a la hora de la verdad y en el mundo real la izquierda ni está por la labor de perseguir implacablemente a los asesinos ni por proteger a las mujeres de este tipo de criminales.
Por aportar algunos datos al debate y según las cifras del INE, de 352 homicidios cometidos en 2020 (últimos datos disponibles) 225 fueron cometidos por españoles. O sea, que la mayoría de los homicidios los cometen españoles, pero no menos cierto es que los homicidios cometidos por los españoles sólo representan el 64% de los homicidios, frente a un 36% de homicidas extranjeros. Teniendo en cuenta que la proporción de extranjeros en España es del 11%, las cifras de homicidios cometidos por extranjeros triplican las de los cometidos por españoles.
En cuanto a los delitos sensuales más graves sucede algo parecido. De 47 condenas en 2020 por agresiones sensuales 19 fueron cometidas por extranjeros, el 40%. De 7 condenas por violación 2 recayeron sobre extranjeros, el 28%. ¿Cómo llamamos a la izquierda que se niega a aceptar estas cifras? ¿Negacionista?
Frente a todos estos datos y para terminar resulta llamativo que algunos medios publiquen hoy la noticia de la detención del sospechoso sin mencionar su nacionalidad. Naturalmente esto no significa que los extranjeros sean malos, sino que falla el control. Acogemos a los pagapensiones legales, incluso a los legalizados, con los brazos abiertos, pero durante ni un segundo más del instante en que comiencen a delinquir. Recordemos que hablamos de una persona con dos agresiones sensuales previas según se ha publicado. El debate no es por tanto inmi gración sí o inmi gración no, sino en todo caso controles sí o controles no. Los contrarios a controlar la inmi gración tendrán que asumir alguna vez las consecuencias de su discurso. Lo que realmente alimenta la xenofobia es dejar que sujetos como estos vengan de fuera a campar a sus anchas por nuestras calles. Si los contrarios a controlar a los delincuentes de origen extranjero llaman a los demás xenófobos y racistas, cuando suceden hechos como este, ¿ellos qué son?
