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ANÁLISIS, BIOÉTICA, IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Como consecuencia del tratamiento hormonal, las mujeres tras*género (varones que han realizado una tras*ición feminizante) desarrollan considerablemente el tejido glandular mamario, con proliferación de ductos, lóbulos y acinos que son histológicamente idénticos a la mama femenina. Además, es sabido desde hace décadas que los estrógenos constituyen un importante factor de riesgo del cáncer de mama, por lo que parece lógico pensar que las mujeres tras*género presentarían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que sus equivalentes varones sin tratamiento hormonal.
DICIEMBRE 21, 2023 00:43REDACCIÓN ZENITANÁLISIS, BIOÉTICA, IDEOLOGÍA DE GÉNERO
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Justo Tudela
(ZENIT Noticias – Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia / Valencia, 21.12.2023).- Una reciente publicación aborda la compleja cuestión del diagnóstico y prevención del cáncer de mama, cuello uterino y próstata en el caso de los pacientes tras*género después de que hagan la tras*ición a su nueva identidad.
En una presentación a cargo de Gene De Haan, MD, obstetra y ginecólogo de la Oficina Médica Interestatal Este de Kaiser Permanente en Portland, Oregón, en el Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia FIGO 2023, se analizó la posible asociación de la terapia hormonal utilizada para la tras*ición de género, ya sea feminizante o masculinizante, con un mayor riesgo de cáncer, específicamente el hormono-dependiente.
En este sentido, aunque el mencionado ginecólogo afirmó que «los datos a largo plazo son limitados, pero los datos que tenemos son tranquilizadores», otros autores afirman que como consecuencia del tratamiento hormonal, las mujeres tras*género (varones que han realizado una tras*ición feminizante) desarrollan considerablemente el tejido glandular mamario, con proliferación de ductos, lóbulos y acinos que son histológicamente idénticos a la mama femenina. Además, es sabido desde hace décadas que los estrógenos constituyen un importante factor de riesgo del cáncer de mama, por lo que parece lógico pensar que las mujeres tras*género presentarían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que sus equivalentes varones sin tratamiento hormonal.
En este sentido, este estudio concluye que existe poca evidencia científica sobre el riesgo de cáncer de mama en mujeres tras*exuales que han recibido tratamiento hormonal. Según detallan los investigadores, “solamente dos estudios de cohortes retrospectivos han analizado un número suficientemente elevado de casos, correspondiendo el resto de publicaciones científicas a casos clínicos aislados. En el primer estudio, publicado en 2013, Gooren et al. comunicaron un caso de cáncer de mama en una cohorte de 2.307 mujeres tras*exuales, con una incidencia estimada de cáncer de mama de 4,1 por 100.000 personas/año, lo cual es muy inferior a la incidencia de cáncer de mama en la mujer cisgénero pero superior al cáncer de mama en el hombre. En el segundo estudio, Brown y Jones comunicaron 2 casos de cáncer en 3.556 mujeres tras*exuales. Finalmente, Blok et al., en un estudio preliminar, identificaron 18 casos de cáncer de mama en una cohorte de 2.567 mujeres tras*exuales que habían recibido tratamiento estrogénico y antiandrogénico.”
Según todos estos resultados, la tras*ición de varón a mujer incrementaría la prevalencia de cáncer de mama con respecto a la de la población masculina equivalente, aunque sería considerablemente inferior a la de la población femenina.
Dado la tendencia actual por parte de algunos promotores de estos tratamientos de reasignación de género de adelantar la edad de inicio del tratamiento hormonal, puede preverse un incremento del tiempo de exposición del epitelio mamario a los estrógenos, lo que podría incrementar el riesgo de cáncer en un futuro.
Protocolos de detección precoz
Las recomendaciones de detección precoz indicadas en mujeres para el cáncer de mama y varones para el cáncer de próstata deben adaptarse al género del paciente tras la tras*ición con la terapia hormonal, recomendándose la detección del cáncer de mama para hombres y mujeres tras*género, mientras que las mujeres tras*género, varones que han tras*icionado hacia una apariencia femenina, siguen necesitando someterse a los protocolos de detección del cáncer de próstata.
Las recomendaciones elaboradas para la población femenina deberían, pues, aplicarse a las mujeres tras*género después de haber recibido terapia hormonal feminizante durante un mínimo de cinco años, según afirmó De Haan. Por contexto, en Francia el cribado se realiza cada 2 años a partir de los 50 años. Consiste en una mamografía, una ecografía si es necesario y un examen físico de las mamas.
Esta detección precoz del cáncer de mama puede verse dificultada en los senos de las mujeres tras*género, que se desarrollan gracias a la terapia hormonal, porque pueden parecer más densos en una mamografía. «Los implantes mamarios o la inyección de rellenos en los senos también pueden dificultar la interpretación de la mamografía», añadió De Haan, especialista en salud tras*género.
También las mujeres que han tras*icionado hacia un proceso de masculinización, deberían realizarse la mamografía si no se han sometido a una mastectomía. Para aquellos que sí se la hayan practicado, el riesgo de cáncer sigue presente porque el tejido mamario generalmente no se elimina por completo durante el procedimiento.
Según el mencionado autor, «no es lo mismo la mastectomía realizada en varones tras*género que la mastectomía indicada para prevenir el cáncer de mama en mujeres de riesgo», dado que técnicamente ya no es posible realizar una mamografía después del procedimiento, pero se debe continuar con la monitorización, especialmente con un examen regular del tejido mamario residual.
Valoración bioética
Los agresivos procedimientos de abordaje de la tras*ición de género, tanto farmacológicos como quirúrgicos, llevan asociados numerosos efectos secundarios, sobre los que hemos informado previamente. La información genética que determina el sesso biológico, el equilibrio endocrino, fisiológico y anatómico que de ella depende, no va a revertirse con estos tratamientos de tras*ición, generando desequilibrios y riesgos como el que nos ocupa en este caso, que suponen riesgos para la salud del paciente en muchos casos irreversibles.
La ponderada evaluación de estos riesgos debe tenerse en cuenta a la hora de plantear los mencionados tratamientos, evaluando la salud del paciente de forma integral y proponiendo alternativas no agresivas que puedan dar respuesta a los casos de disforia de género, como se ha propuesto por parte algunos profesionales.
Informe refleja que tras*exuales son más propensos al cáncer - ZENIT - Espanol
Como consecuencia del tratamiento hormonal, las mujeres tras*género (varones que han realizado una tras*ición feminizante) desarrollan considerablemente el tejido glandular mamario, con proliferación de ductos, lóbulos y acinos que son histológicamente idénticos a la mama femenina. Además, es sabido desde hace décadas que los estrógenos constituyen un importante factor de riesgo del cáncer de mama, por lo que parece lógico pensar que las mujeres tras*género presentarían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que sus equivalentes varones sin tratamiento hormonal.
DICIEMBRE 21, 2023 00:43REDACCIÓN ZENITANÁLISIS, BIOÉTICA, IDEOLOGÍA DE GÉNERO
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Justo Tudela
(ZENIT Noticias – Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia / Valencia, 21.12.2023).- Una reciente publicación aborda la compleja cuestión del diagnóstico y prevención del cáncer de mama, cuello uterino y próstata en el caso de los pacientes tras*género después de que hagan la tras*ición a su nueva identidad.
En una presentación a cargo de Gene De Haan, MD, obstetra y ginecólogo de la Oficina Médica Interestatal Este de Kaiser Permanente en Portland, Oregón, en el Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia FIGO 2023, se analizó la posible asociación de la terapia hormonal utilizada para la tras*ición de género, ya sea feminizante o masculinizante, con un mayor riesgo de cáncer, específicamente el hormono-dependiente.
En este sentido, aunque el mencionado ginecólogo afirmó que «los datos a largo plazo son limitados, pero los datos que tenemos son tranquilizadores», otros autores afirman que como consecuencia del tratamiento hormonal, las mujeres tras*género (varones que han realizado una tras*ición feminizante) desarrollan considerablemente el tejido glandular mamario, con proliferación de ductos, lóbulos y acinos que son histológicamente idénticos a la mama femenina. Además, es sabido desde hace décadas que los estrógenos constituyen un importante factor de riesgo del cáncer de mama, por lo que parece lógico pensar que las mujeres tras*género presentarían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama que sus equivalentes varones sin tratamiento hormonal.
En este sentido, este estudio concluye que existe poca evidencia científica sobre el riesgo de cáncer de mama en mujeres tras*exuales que han recibido tratamiento hormonal. Según detallan los investigadores, “solamente dos estudios de cohortes retrospectivos han analizado un número suficientemente elevado de casos, correspondiendo el resto de publicaciones científicas a casos clínicos aislados. En el primer estudio, publicado en 2013, Gooren et al. comunicaron un caso de cáncer de mama en una cohorte de 2.307 mujeres tras*exuales, con una incidencia estimada de cáncer de mama de 4,1 por 100.000 personas/año, lo cual es muy inferior a la incidencia de cáncer de mama en la mujer cisgénero pero superior al cáncer de mama en el hombre. En el segundo estudio, Brown y Jones comunicaron 2 casos de cáncer en 3.556 mujeres tras*exuales. Finalmente, Blok et al., en un estudio preliminar, identificaron 18 casos de cáncer de mama en una cohorte de 2.567 mujeres tras*exuales que habían recibido tratamiento estrogénico y antiandrogénico.”
Según todos estos resultados, la tras*ición de varón a mujer incrementaría la prevalencia de cáncer de mama con respecto a la de la población masculina equivalente, aunque sería considerablemente inferior a la de la población femenina.
Dado la tendencia actual por parte de algunos promotores de estos tratamientos de reasignación de género de adelantar la edad de inicio del tratamiento hormonal, puede preverse un incremento del tiempo de exposición del epitelio mamario a los estrógenos, lo que podría incrementar el riesgo de cáncer en un futuro.
Protocolos de detección precoz
Las recomendaciones de detección precoz indicadas en mujeres para el cáncer de mama y varones para el cáncer de próstata deben adaptarse al género del paciente tras la tras*ición con la terapia hormonal, recomendándose la detección del cáncer de mama para hombres y mujeres tras*género, mientras que las mujeres tras*género, varones que han tras*icionado hacia una apariencia femenina, siguen necesitando someterse a los protocolos de detección del cáncer de próstata.
Las recomendaciones elaboradas para la población femenina deberían, pues, aplicarse a las mujeres tras*género después de haber recibido terapia hormonal feminizante durante un mínimo de cinco años, según afirmó De Haan. Por contexto, en Francia el cribado se realiza cada 2 años a partir de los 50 años. Consiste en una mamografía, una ecografía si es necesario y un examen físico de las mamas.
Esta detección precoz del cáncer de mama puede verse dificultada en los senos de las mujeres tras*género, que se desarrollan gracias a la terapia hormonal, porque pueden parecer más densos en una mamografía. «Los implantes mamarios o la inyección de rellenos en los senos también pueden dificultar la interpretación de la mamografía», añadió De Haan, especialista en salud tras*género.
También las mujeres que han tras*icionado hacia un proceso de masculinización, deberían realizarse la mamografía si no se han sometido a una mastectomía. Para aquellos que sí se la hayan practicado, el riesgo de cáncer sigue presente porque el tejido mamario generalmente no se elimina por completo durante el procedimiento.
Según el mencionado autor, «no es lo mismo la mastectomía realizada en varones tras*género que la mastectomía indicada para prevenir el cáncer de mama en mujeres de riesgo», dado que técnicamente ya no es posible realizar una mamografía después del procedimiento, pero se debe continuar con la monitorización, especialmente con un examen regular del tejido mamario residual.
Valoración bioética
Los agresivos procedimientos de abordaje de la tras*ición de género, tanto farmacológicos como quirúrgicos, llevan asociados numerosos efectos secundarios, sobre los que hemos informado previamente. La información genética que determina el sesso biológico, el equilibrio endocrino, fisiológico y anatómico que de ella depende, no va a revertirse con estos tratamientos de tras*ición, generando desequilibrios y riesgos como el que nos ocupa en este caso, que suponen riesgos para la salud del paciente en muchos casos irreversibles.
La ponderada evaluación de estos riesgos debe tenerse en cuenta a la hora de plantear los mencionados tratamientos, evaluando la salud del paciente de forma integral y proponiendo alternativas no agresivas que puedan dar respuesta a los casos de disforia de género, como se ha propuesto por parte algunos profesionales.
Informe refleja que tras*exuales son más propensos al cáncer - ZENIT - Espanol
https://www.burbuja.info/inmobiliar...en-blancos-que-no-sirven-para-neցros.1980466/