M. Priede
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Lo mismo harán con los ucranianos.
La información es de un medio otanista, pero podría ser creíble. Juega en su contra que esos afganos, al menos en principio, no serían muy de fiar, debido a que estuvieron muchos años al servicio de los enemigos de Rusia y no tendrían ninguna motivación para ponerse de su lado ahora y frente a un enemigo que no es el suyo.
Pero en estos momentos, todo es posible. Quizá entre los chechenos puedan tener algo de tirón, siempre y cuando esos afganos sean suníes, pero no veo a Kadyrov repartiéndose méritos con esa gente.
Coged esto con pinzas:
Rusia está reclutando soldados afganos para la guerra en Ucrania (foreignpolicy.com)
**************************
Los miembros del Cuerpo de Comandos del Ejército Nacional de élite, que fueron abandonados por Estados Unidos y sus aliados occidentales cuando el país cayó ante los talibanes el año pasado, dicen que están siendo contactados con ofertas para unirse al ejército ruso para luchar en Ucrania. Múltiples fuentes militares y de seguridad afganas dicen que la fuerza de infantería ligera entrenada por Estados Unidos, que luchó junto a Estados Unidos y otras fuerzas especiales aliadas durante casi 20 años, podría marcar la diferencia que Rusia necesita en el campo de batalla ucraniano.
Los 20.000 a 30.000 comandos voluntarios de Afganistán se quedaron atrás cuando Estados Unidos cedió Afganistán a los talibanes en agosto de 2021. Sólo unos pocos cientos de oficiales superiores fueron evacuados cuando la república se derrumbó. Miles de soldados escaparon a vecinos regionales mientras los talibanes perseguían y mataban a los leales al gobierno colapsado. Muchos de los comandos que permanecen en Afganistán están escondidos para evitar ser capturados y ejecutados.
Estados Unidos gastó casi 90.000 millones de dólares en la construcción de las Fuerzas Nacionales de Defensa y Seguridad afganas. Aunque la fuerza en su conjunto era incompetente y entregó el país a los talibanes en cuestión de semanas, los comandos siempre fueron tenidos en alta estima, habiendo sido educados por los SEAL de la Marina de los Estados Unidos y el Servicio Aéreo Especial británico.
Emblemática del éxito pírrico de los comandos fue la batalla de Dawlat Abad, donde una unidad de comando afgana luchó contra los talibanes mientras esperaba refuerzos y reabastecimientos que nunca llegaron en junio de 2021. El mayor entrenado por Estados Unidos que dirigió la unidad, Sohrab Azimi, se convirtió en un héroe nacional cuando se reveló que solo había tenido tres días de descanso después de luchar durante 50 días seguidos antes de dirigirse a su batalla final.
Obtenga la experiencia completa.
ELIGE TU PLAN
Ahora, están desempleados y sin esperanza, muchos comandos todavía esperan el reasentamiento en los Estados Unidos o Gran Bretaña, lo que los convierte en blancos fáciles para los reclutadores que entienden la mentalidad de "banda de hermanos" de los combatientes altamente calificados. Esto potencialmente los hace fáciles de elegir para los reclutadores rusos, dijeron fuentes de seguridad afganas. Un ex alto funcionario de seguridad afgano, que pidió el anonimato, dijo que su integración en el ejército ruso "sería un cambio de juego" en el campo de batalla ucraniano, ya que el presidente ruso Vladimir pilinguin lucha por reclutar para su vacilante guerra y, según los informes, está utilizando al notorio mercenario Grupo Wagner para reclutar prisioneros.
Wagner es una organización sombría que oficialmente no existe, pero se cree que está dirigida por Yevgeny Prigozhin, un asociado de pilinguin que posiblemente la financia a través de la agencia de inteligencia militar GRU. Según los informes, surgió por primera vez en Crimea después de la anexión de la región de Ucrania por parte de Moscú en 2014, y desde entonces ha aparecido en Siria, Libia y otras partes de África. Prigozhin fue filmado recientemente firmando prisioneros a cambio de sentencias canceladas para reforzar las líneas rusas en Ucrania.
Un ex funcionario, que también era un oficial de comando afgano, dijo que creía que Wagner estaba detrás del reclutamiento de Rusia de las fuerzas especiales de Afganistán. "Les digo que [los reclutadores] son del Grupo Wagner. Están reuniendo gente de todas partes. La única entidad que recluta tropas extranjeras [para Rusia] es el Grupo Wagner, no su ejército. No es una suposición; Es un hecho conocido", dijo. "Serían mejor utilizados por los aliados occidentales para luchar junto a los ucranianos. No quieren luchar por los rusos; los rusos son el enemigo. Pero, ¿qué más van a hacer?"
Algunos ex comandos informan haber sido contactados en WhatsApp y Signal con ofertas para unirse a lo que algunos expertos denominaron una "legión extranjera" rusa para luchar en Ucrania. Las noticias de los esfuerzos de reclutamiento han causado alarma en los antiguos círculos militares y de seguridad de Afganistán, y los miembros dicen que hasta 10.000 ex comandos podrían estar dispuestos a las ofertas rusas. Como dijo otra fuente militar: "No tienen país, ni trabajo, ni futuro. No tienen nada que perder".
"No es difícil", agregó. "Están esperando trabajo por $ 3 a $ 4 por día en Pakistán o Irán o $ 10 por día en Turquía, y si Wagner o cualquier otro servicio de inteligencia viene a un tipo y le ofrece $ 1,000 para ser un hombre de combate nuevamente, no lo rechazarán. Y si encuentras a un tipo para reclutar, puede hacer que la mitad de su antigua unidad se una porque son como hermanos, y muy pronto, tienes todo un pelotón".
Desde que la atención mundial cambió a Ucrania tras la oleada turística rusa de febrero, los comandos afganos se han quedado en alto y secos. En lugar de ayudarlos a escapar de los escuadrones de la fin talibanes, Estados Unidos y sus aliados se han ausentado en gran medida. Su vulnerabilidad al reclutamiento por parte de países hostiles a Estados Unidos fue señalada en un informe del representante Michael McCaul sobre la debacle de evacuación del año pasado. Refiriéndose a los activos de inteligencia de Estados Unidos, que incluyen a los comandos afganos, dijo que "podrían presentar un riesgo para la seguridad de Estados Unidos si son coaccionados o cooptados para trabajar con un adversario, incluidos grupos terroristas internacionales como [el Estado Islámico-Jorasán] o actores estatales como China, Rusia e Irán".
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https://foreignpolicy.com/wp-content/uploads/2022/10/pilinguin-war-mobilization-GettyImages-1243406230-e1666190033669.jpg?w=800&h=533&quality=80Police officers detain a woman during a protest against military mobilization in Moscow on Sept. 21.
A medida que la guerra golpea el frente interno, la derrota de Rusia se acerca un poco más
Las pérdidas en el campo de batalla, la corrupción militar y una desastrosa campaña de movilización han roto el contrato social.
ANÁLISIS | ALEXEY KOVALEV
Un ex capitán de comando de 35 años escondido en Afganistán dijo que había ayudado a varios ex colegas a conectarse con una oficina de reclutamiento en Teherán. Los reclutas fueron trasladados de Afganistán a Irán y luego a Rusia, dijo. Lo que sucedió después no estaba claro: "Cuando aceptan la oferta de Rusia, los teléfonos del personal del comando se apagan. Proceden muy secretamente", dijo el ex capitán.
Él y otros ex comandos que hablaron desde Afganistán e Irán describieron que vivían en condiciones desesperadas. "Estamos muy decepcionados. Durante 18 años, hombro con hombro, realizamos tareas peligrosas con consultores estadounidenses, británicos y noruegos. Ahora, estoy escondido. Estoy sufriendo cada segundo", dijo el hombre de 35 años. No aceptó la oferta, ya que considera a Rusia como el enemigo de Afganistán. La antigua Unión Soviética invadió Afganistán en 1979 y libró una guerra de 10 años contra los muyahidines apoyados por Estados Unidos. Más recientemente, Rusia apoyó la insurgencia de los talibanes, y tiene estrechos vínculos con ellos ahora que están en el poder, sin llegar al reconocimiento diplomático.
Otro comando que luchó junto a las fuerzas especiales británicas dijo que huyó a Irán para escapar de los escuadrones de la fin talibanes y ahora teme que sea arrestado por la policía iraní. Ambos comandos dijeron que querían reasentarse en Gran Bretaña, pero no tienen idea de cómo ponerse en contacto con las autoridades para pedir protección.
Los mensajes de reclutamiento vistos por Foreign Policy usan la misma redacción, lo que sugiere una operación centralizada. "Cualquiera que quiera ir a Rusia con un mejor trato y buenos recursos: por favor envíeme su nombre, el nombre de su padre y su rango militar", dicen los mensajes. Se les pide a los destinatarios que ayuden a reclutar a otros miembros de sus unidades. La televisión afgana informó que las ofertas de reclutamiento incluyen la ciudadanía rusa.
El capitán de 35 años, padre de cuatro niños pequeños, dijo que todavía tenía la esperanza de ser reasentado en Gran Bretaña. "Luchamos contra los enemigos jurados de Afganistán durante 20 años, en todo el país, con la jovenlandesal alta, del lado de Gran Bretaña y Estados Unidos", dijo el capitán. "Ahora nos estamos escondiendo como prisioneros".
Lynne O'Donnell es columnista de Foreign Policy y periodista y autora australiana. Fue jefa de la oficina de Afganistán para Agence France-Presse y Associated Press entre 2009 y 2017.
La información es de un medio otanista, pero podría ser creíble. Juega en su contra que esos afganos, al menos en principio, no serían muy de fiar, debido a que estuvieron muchos años al servicio de los enemigos de Rusia y no tendrían ninguna motivación para ponerse de su lado ahora y frente a un enemigo que no es el suyo.
Pero en estos momentos, todo es posible. Quizá entre los chechenos puedan tener algo de tirón, siempre y cuando esos afganos sean suníes, pero no veo a Kadyrov repartiéndose méritos con esa gente.
Coged esto con pinzas:
Rusia está reclutando soldados afganos para la guerra en Ucrania (foreignpolicy.com)
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Los miembros del Cuerpo de Comandos del Ejército Nacional de élite, que fueron abandonados por Estados Unidos y sus aliados occidentales cuando el país cayó ante los talibanes el año pasado, dicen que están siendo contactados con ofertas para unirse al ejército ruso para luchar en Ucrania. Múltiples fuentes militares y de seguridad afganas dicen que la fuerza de infantería ligera entrenada por Estados Unidos, que luchó junto a Estados Unidos y otras fuerzas especiales aliadas durante casi 20 años, podría marcar la diferencia que Rusia necesita en el campo de batalla ucraniano.
Los 20.000 a 30.000 comandos voluntarios de Afganistán se quedaron atrás cuando Estados Unidos cedió Afganistán a los talibanes en agosto de 2021. Sólo unos pocos cientos de oficiales superiores fueron evacuados cuando la república se derrumbó. Miles de soldados escaparon a vecinos regionales mientras los talibanes perseguían y mataban a los leales al gobierno colapsado. Muchos de los comandos que permanecen en Afganistán están escondidos para evitar ser capturados y ejecutados.
Estados Unidos gastó casi 90.000 millones de dólares en la construcción de las Fuerzas Nacionales de Defensa y Seguridad afganas. Aunque la fuerza en su conjunto era incompetente y entregó el país a los talibanes en cuestión de semanas, los comandos siempre fueron tenidos en alta estima, habiendo sido educados por los SEAL de la Marina de los Estados Unidos y el Servicio Aéreo Especial británico.
Emblemática del éxito pírrico de los comandos fue la batalla de Dawlat Abad, donde una unidad de comando afgana luchó contra los talibanes mientras esperaba refuerzos y reabastecimientos que nunca llegaron en junio de 2021. El mayor entrenado por Estados Unidos que dirigió la unidad, Sohrab Azimi, se convirtió en un héroe nacional cuando se reveló que solo había tenido tres días de descanso después de luchar durante 50 días seguidos antes de dirigirse a su batalla final.
Obtenga la experiencia completa.
ELIGE TU PLAN
Ahora, están desempleados y sin esperanza, muchos comandos todavía esperan el reasentamiento en los Estados Unidos o Gran Bretaña, lo que los convierte en blancos fáciles para los reclutadores que entienden la mentalidad de "banda de hermanos" de los combatientes altamente calificados. Esto potencialmente los hace fáciles de elegir para los reclutadores rusos, dijeron fuentes de seguridad afganas. Un ex alto funcionario de seguridad afgano, que pidió el anonimato, dijo que su integración en el ejército ruso "sería un cambio de juego" en el campo de batalla ucraniano, ya que el presidente ruso Vladimir pilinguin lucha por reclutar para su vacilante guerra y, según los informes, está utilizando al notorio mercenario Grupo Wagner para reclutar prisioneros.
Wagner es una organización sombría que oficialmente no existe, pero se cree que está dirigida por Yevgeny Prigozhin, un asociado de pilinguin que posiblemente la financia a través de la agencia de inteligencia militar GRU. Según los informes, surgió por primera vez en Crimea después de la anexión de la región de Ucrania por parte de Moscú en 2014, y desde entonces ha aparecido en Siria, Libia y otras partes de África. Prigozhin fue filmado recientemente firmando prisioneros a cambio de sentencias canceladas para reforzar las líneas rusas en Ucrania.
Un ex funcionario, que también era un oficial de comando afgano, dijo que creía que Wagner estaba detrás del reclutamiento de Rusia de las fuerzas especiales de Afganistán. "Les digo que [los reclutadores] son del Grupo Wagner. Están reuniendo gente de todas partes. La única entidad que recluta tropas extranjeras [para Rusia] es el Grupo Wagner, no su ejército. No es una suposición; Es un hecho conocido", dijo. "Serían mejor utilizados por los aliados occidentales para luchar junto a los ucranianos. No quieren luchar por los rusos; los rusos son el enemigo. Pero, ¿qué más van a hacer?"
Algunos ex comandos informan haber sido contactados en WhatsApp y Signal con ofertas para unirse a lo que algunos expertos denominaron una "legión extranjera" rusa para luchar en Ucrania. Las noticias de los esfuerzos de reclutamiento han causado alarma en los antiguos círculos militares y de seguridad de Afganistán, y los miembros dicen que hasta 10.000 ex comandos podrían estar dispuestos a las ofertas rusas. Como dijo otra fuente militar: "No tienen país, ni trabajo, ni futuro. No tienen nada que perder".
"No es difícil", agregó. "Están esperando trabajo por $ 3 a $ 4 por día en Pakistán o Irán o $ 10 por día en Turquía, y si Wagner o cualquier otro servicio de inteligencia viene a un tipo y le ofrece $ 1,000 para ser un hombre de combate nuevamente, no lo rechazarán. Y si encuentras a un tipo para reclutar, puede hacer que la mitad de su antigua unidad se una porque son como hermanos, y muy pronto, tienes todo un pelotón".
Desde que la atención mundial cambió a Ucrania tras la oleada turística rusa de febrero, los comandos afganos se han quedado en alto y secos. En lugar de ayudarlos a escapar de los escuadrones de la fin talibanes, Estados Unidos y sus aliados se han ausentado en gran medida. Su vulnerabilidad al reclutamiento por parte de países hostiles a Estados Unidos fue señalada en un informe del representante Michael McCaul sobre la debacle de evacuación del año pasado. Refiriéndose a los activos de inteligencia de Estados Unidos, que incluyen a los comandos afganos, dijo que "podrían presentar un riesgo para la seguridad de Estados Unidos si son coaccionados o cooptados para trabajar con un adversario, incluidos grupos terroristas internacionales como [el Estado Islámico-Jorasán] o actores estatales como China, Rusia e Irán".
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https://foreignpolicy.com/wp-content/uploads/2022/10/pilinguin-war-mobilization-GettyImages-1243406230-e1666190033669.jpg?w=800&h=533&quality=80Police officers detain a woman during a protest against military mobilization in Moscow on Sept. 21.
A medida que la guerra golpea el frente interno, la derrota de Rusia se acerca un poco más
Las pérdidas en el campo de batalla, la corrupción militar y una desastrosa campaña de movilización han roto el contrato social.
ANÁLISIS | ALEXEY KOVALEV
Un ex capitán de comando de 35 años escondido en Afganistán dijo que había ayudado a varios ex colegas a conectarse con una oficina de reclutamiento en Teherán. Los reclutas fueron trasladados de Afganistán a Irán y luego a Rusia, dijo. Lo que sucedió después no estaba claro: "Cuando aceptan la oferta de Rusia, los teléfonos del personal del comando se apagan. Proceden muy secretamente", dijo el ex capitán.
Él y otros ex comandos que hablaron desde Afganistán e Irán describieron que vivían en condiciones desesperadas. "Estamos muy decepcionados. Durante 18 años, hombro con hombro, realizamos tareas peligrosas con consultores estadounidenses, británicos y noruegos. Ahora, estoy escondido. Estoy sufriendo cada segundo", dijo el hombre de 35 años. No aceptó la oferta, ya que considera a Rusia como el enemigo de Afganistán. La antigua Unión Soviética invadió Afganistán en 1979 y libró una guerra de 10 años contra los muyahidines apoyados por Estados Unidos. Más recientemente, Rusia apoyó la insurgencia de los talibanes, y tiene estrechos vínculos con ellos ahora que están en el poder, sin llegar al reconocimiento diplomático.
Otro comando que luchó junto a las fuerzas especiales británicas dijo que huyó a Irán para escapar de los escuadrones de la fin talibanes y ahora teme que sea arrestado por la policía iraní. Ambos comandos dijeron que querían reasentarse en Gran Bretaña, pero no tienen idea de cómo ponerse en contacto con las autoridades para pedir protección.
Los mensajes de reclutamiento vistos por Foreign Policy usan la misma redacción, lo que sugiere una operación centralizada. "Cualquiera que quiera ir a Rusia con un mejor trato y buenos recursos: por favor envíeme su nombre, el nombre de su padre y su rango militar", dicen los mensajes. Se les pide a los destinatarios que ayuden a reclutar a otros miembros de sus unidades. La televisión afgana informó que las ofertas de reclutamiento incluyen la ciudadanía rusa.
El capitán de 35 años, padre de cuatro niños pequeños, dijo que todavía tenía la esperanza de ser reasentado en Gran Bretaña. "Luchamos contra los enemigos jurados de Afganistán durante 20 años, en todo el país, con la jovenlandesal alta, del lado de Gran Bretaña y Estados Unidos", dijo el capitán. "Ahora nos estamos escondiendo como prisioneros".
Lynne O'Donnell es columnista de Foreign Policy y periodista y autora australiana. Fue jefa de la oficina de Afganistán para Agence France-Presse y Associated Press entre 2009 y 2017.
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