Shanchito
Himbersor
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INCESTO
"Esto hazen éstos por una costumbre que tienen, y es que dan el pasaporte sus mismos hijos por sueños, y a las hijas, en nasciendo, las dejan comer a perros y las echan por aí. La razón porque ellos lo hazen es, según ellos dizen, porque todos los de la tierra son sus enemigos y con ellos tienen continua guerra, y que, si acaso casassen sus hijas, multiplicarían tanto sus enemigos que los subjetarían y tomarían por esclavos, y por esta causa querían mas matallas que no que dellas mismas nasciesse quien fuesse su enemigo. Nosotros les diximos que por qué no las casavan con ellos mismos y también entre ellos; dixeron que era antiestética cosa casarlas con sus parientes, y que era muy mejor matarlas que darlas a sus parientes, ni a sus enemigos, y esta costumbre usan éstos y otros sus vezinos que se llaman los Yguazes, solamente, sin que ningunos otros de la tierra la guarden. Y cuando éstos se han de casar, compran las mugeres a sus enemigos, y el precio que cada uno da por la suya es un arco, el mejor que puede aver, con dos flechas, y si acaso no tiene arco, una red hasta una braza en ancho y otra en largo; dan el pasaporte sus hijos y mercan los agenos; no dura el casamiento mas de cuanto están contentos, y con una higa deshazen el casamiento."
Naufragios, pg 115, Alianza Editorial, El Libro de Bolsillo
Alvar Núñez Cabeza de Vaca.
Comentario: Para una tribu de indios del golfo de México en el XVI era tan intenso el rechazo al incesto que preferían apiolar a sus hijas antes que darlas a las tribus vecinas, todas ellas enemigas, o casarse con ellas. Sus mujeres las compraban.
"Esto hazen éstos por una costumbre que tienen, y es que dan el pasaporte sus mismos hijos por sueños, y a las hijas, en nasciendo, las dejan comer a perros y las echan por aí. La razón porque ellos lo hazen es, según ellos dizen, porque todos los de la tierra son sus enemigos y con ellos tienen continua guerra, y que, si acaso casassen sus hijas, multiplicarían tanto sus enemigos que los subjetarían y tomarían por esclavos, y por esta causa querían mas matallas que no que dellas mismas nasciesse quien fuesse su enemigo. Nosotros les diximos que por qué no las casavan con ellos mismos y también entre ellos; dixeron que era antiestética cosa casarlas con sus parientes, y que era muy mejor matarlas que darlas a sus parientes, ni a sus enemigos, y esta costumbre usan éstos y otros sus vezinos que se llaman los Yguazes, solamente, sin que ningunos otros de la tierra la guarden. Y cuando éstos se han de casar, compran las mugeres a sus enemigos, y el precio que cada uno da por la suya es un arco, el mejor que puede aver, con dos flechas, y si acaso no tiene arco, una red hasta una braza en ancho y otra en largo; dan el pasaporte sus hijos y mercan los agenos; no dura el casamiento mas de cuanto están contentos, y con una higa deshazen el casamiento."
Naufragios, pg 115, Alianza Editorial, El Libro de Bolsillo
Alvar Núñez Cabeza de Vaca.
Comentario: Para una tribu de indios del golfo de México en el XVI era tan intenso el rechazo al incesto que preferían apiolar a sus hijas antes que darlas a las tribus vecinas, todas ellas enemigas, o casarse con ellas. Sus mujeres las compraban.
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