Nefersen
Nuncio Apostólico
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Voy a heredar un inmueble de 140 m2 en buen estado en la capital de mi provincia. Pero yo vivo en un pueblecito aislado, y sólo me interesa pasar un tiempo en la capital, para resolver asuntos burocráticos, ver amistades o probar restaurantes. En definitiva, que no creo que pase mucho más de tres meses al año en ese inmueble, que es demasiado grande para mí, además de tener unos costes (ibi, suministros y comunidad) muy caros, casi 3000 al año, lo que en 10 años suponen 30.000 euros.
Como quiero usarlo algunos meses a lo largo del año, no puedo alquilarlo -salvo para turismo, lo que es un ******, pues tendría que delegar la gestión y además, me lo destrozan--lo comido por lo servido-. Por eso, he pensado que lo mejor es venderlo para comprar algo mucho más pequeño, una simple habitación con baño.
El caso es que los precios están completamente desquiciados, y que nada baja de 150.000 euros por un puñetero apartamento -si es que lo encuentras-. Entre impuestos por la venta más impuestos de la compra, prácticamente me gastaría el 60% de la venta para comprar un piso cuatro veces más pequeño. Absurdo.
He mirado de comprar un solar y construir una minicasa, pero es lo mismo. Entre el terreno, permisos, mordidas varias y costes de construcción, no te baja de 150.000. Y hablo de construir un estudio con pequeña cocina integrada, baño y dormitorio -sin salón-. A eso, añadirle los costes de mantenimiento para tenerlo vacío casi todo el año: alarmas antiokupas, ibis, suministros, etc.
Una solución sería vender y alquiler algo en temporadas, pero tiene dos inconvenientes: Tener que buscar, encontrar y alquilar un sitio más o menos decente cada vez que quiera pasar una temporada, y que todas las fechas cuadren con las fechas libres del arrendador. Y luego, que no puedo usarlo para dejar mis cosas de una a otra vez: por ejemplo, ropa, libros, documentos, etc. Es decir, que tendría que venir con una maleta llena cada vez que decido pasar una par de semanas. Teniendo un sitio propio, todo esto lo evitaría.
Ocurre que tengo un amigo con el que me llevo bastante bien, que tiene una casa individual en una zona de campo próxima a la capital, y que tiene una sola altura. Así que podría hacer una reforma para construirle una segunda planta, desde donde, además, tiene una vista privilegiada del bosque. Pero la ha heredado y es pobre, y no tiene dinero para afrontar una obra así. Entonces se me ocurrió una idea:
Firmar con él un contrato donde me ceda el usufructo del tejado y el derecho a construir allí. Yo pago lo que cuesten los permisos y el coste para edificar el estudio en esa azotea, con un acceso totalmente independiente. Ese estudio es de su propiedad, pero a cambio de mi inversión, adquiero el usufructo vitalicio. A mi fin, pasa a él o al que sea propietario de la vivienda en ese momento.
Ventajas:
1) El coste prácticamente se me reduce al de construir una habitación grande, pero me ahorro solar, instalaciones, canalizaciones, enganches, permisos, arquitectos, etc. La obra se concibe como una simple "reforma", que puedo hacer con un simple aparejador, o incluso, sin permisos.
2) El Ibi, que es general de la casa, al dividirlo proporcionalmente, sería minúsculo, igual que el coste fijo de los suministros. No tiene comunidad.
3) Me ahorro la imputación de rentas en el IRPF, pues el usufructo -porcentualmente- supone una mínima parte de la totalidad de la vivienda.
4) Al tener un acceso independiente, no tengo la sensación de estar en una casa ajena, sino de tener un vecino. Si quiero aislarme, lo puedo hacer sin problema, igual que si viviera en un piso. Es decir, esto no es lo mismo que alquilar una habitación en un piso compartido, donde hay 0 privacidad e independencia.
¿Qué opináis? ¿Es una locura? ¿Es una buena idea?
Como quiero usarlo algunos meses a lo largo del año, no puedo alquilarlo -salvo para turismo, lo que es un ******, pues tendría que delegar la gestión y además, me lo destrozan--lo comido por lo servido-. Por eso, he pensado que lo mejor es venderlo para comprar algo mucho más pequeño, una simple habitación con baño.
El caso es que los precios están completamente desquiciados, y que nada baja de 150.000 euros por un puñetero apartamento -si es que lo encuentras-. Entre impuestos por la venta más impuestos de la compra, prácticamente me gastaría el 60% de la venta para comprar un piso cuatro veces más pequeño. Absurdo.
He mirado de comprar un solar y construir una minicasa, pero es lo mismo. Entre el terreno, permisos, mordidas varias y costes de construcción, no te baja de 150.000. Y hablo de construir un estudio con pequeña cocina integrada, baño y dormitorio -sin salón-. A eso, añadirle los costes de mantenimiento para tenerlo vacío casi todo el año: alarmas antiokupas, ibis, suministros, etc.
Una solución sería vender y alquiler algo en temporadas, pero tiene dos inconvenientes: Tener que buscar, encontrar y alquilar un sitio más o menos decente cada vez que quiera pasar una temporada, y que todas las fechas cuadren con las fechas libres del arrendador. Y luego, que no puedo usarlo para dejar mis cosas de una a otra vez: por ejemplo, ropa, libros, documentos, etc. Es decir, que tendría que venir con una maleta llena cada vez que decido pasar una par de semanas. Teniendo un sitio propio, todo esto lo evitaría.
Ocurre que tengo un amigo con el que me llevo bastante bien, que tiene una casa individual en una zona de campo próxima a la capital, y que tiene una sola altura. Así que podría hacer una reforma para construirle una segunda planta, desde donde, además, tiene una vista privilegiada del bosque. Pero la ha heredado y es pobre, y no tiene dinero para afrontar una obra así. Entonces se me ocurrió una idea:
Firmar con él un contrato donde me ceda el usufructo del tejado y el derecho a construir allí. Yo pago lo que cuesten los permisos y el coste para edificar el estudio en esa azotea, con un acceso totalmente independiente. Ese estudio es de su propiedad, pero a cambio de mi inversión, adquiero el usufructo vitalicio. A mi fin, pasa a él o al que sea propietario de la vivienda en ese momento.
Ventajas:
1) El coste prácticamente se me reduce al de construir una habitación grande, pero me ahorro solar, instalaciones, canalizaciones, enganches, permisos, arquitectos, etc. La obra se concibe como una simple "reforma", que puedo hacer con un simple aparejador, o incluso, sin permisos.
2) El Ibi, que es general de la casa, al dividirlo proporcionalmente, sería minúsculo, igual que el coste fijo de los suministros. No tiene comunidad.
3) Me ahorro la imputación de rentas en el IRPF, pues el usufructo -porcentualmente- supone una mínima parte de la totalidad de la vivienda.
4) Al tener un acceso independiente, no tengo la sensación de estar en una casa ajena, sino de tener un vecino. Si quiero aislarme, lo puedo hacer sin problema, igual que si viviera en un piso. Es decir, esto no es lo mismo que alquilar una habitación en un piso compartido, donde hay 0 privacidad e independencia.
¿Qué opináis? ¿Es una locura? ¿Es una buena idea?
