Dr Polux
FEOfobo & CALVOfobo
Las "embajadas" de la Generalitat en el exterior, que operaban bajo las órdenes del conseller Raül Romeva (hoy en prisión), gastaron cientos de miles de euros en 2017 para promocionar el referéndum ilegal del 1-O y recabar apoyos internacionales al proceso de independencia. Con escaso éxito.
Pero el plan más imaginativo es el que el delegado de la Generalitat en Roma, Luca Bellizzi, planteó al Govern de Carles Puigdemont para ganarse el favor de la curia del Vaticano, a través de los jesuitas, con el fin de lograr que el Papa Francisco visitara Cataluña.
Si la Generalitat ha manipulado de forma obscena un homenaje a las víctimas del campo de concentración de Mauthausen, para convertirlo en una reivindicación de los golpistas presos, el aparato de propaganda de independentismo no iba a dejar pasar la oportunidad de explotar políticamente una visita del Papa Bergoglio a Cataluña, buscando cualquier gesto a favor de su proyecto de secesión.
El delegado de la Generalitat en Italia, Luca Bellizzi, firmó el 2 de junio de 2017 (tres meses antes del referéndum ilegal del 1-O) un contrato de 17.908 euroscon una empresa de comunicación para diseñar "un proyecto de proyección internacional del Camino Ignaciano".
El contrato firmado por Luca Bellizzi señala que el fin último del proyecto era lograr que el Papa visitara Cataluña, tal como recoge en su informe el Tribunal de Cuentas.
El objetivo era promocionar un itinerario internacional que sigue el mismo camino que San Ignacio de Loyola recorrió en 1522, desde su casa natal de Loyola hasta La Cueva de Manresa. El expediente administrativo explica que el proyecto permitiría "dar a conocer el Camino Graciano a personalidades, miembros de la curia vaticana y de la Compañía de Jesús y prescriptores en materia de comunicación y turismo".
En la documentación remitida al conseller Raül Romeva, su "embajador" en Roma no ocultaba que el fin último de esta iniciativa era "aumentar el conocimiento internacional del Camino y de su paso por Cataluña, proyectar la realidad catalana en el mundo católico mundial y en particular en la Santa Sede y su entorno, y favorecer la posibilidad de una visita del Papa a Cataluña".
El "embajador" de la Generalitat en Roma planteaba esta propuesta en un momento en el que todos sus esfuerzos estaban centrados en recabar el apoyo de las instituciones italianas al proceso de independencia de Cataluña.
Un santo catalán… nacido en Orihuela
La empresa contratada llegó a elaborar un dossier, remitido a la Generalitat, con los nombres de destacadas personalidades de la curia vaticana y de la Compañía de Jesús (a la que pertenece el Papa Jorge Mario Bergoglio) que debían ser invitadas a visitar Manresa y el monasterio de Monsterrat, auténtico santuario del independentismo, para poner en marcha el proyecto.
El Govern de Puigdemont aprovechaba así para alimentar otro de los mitos del independentismo: los pseudohistoriadores del Institut Nova Història, financiado con dinero público, sostienen que el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, no era vasco ni nació en Azpeitia (Guipúzcoa), sino que era un catalán (de Orihuela, Alicante) llamado Ignasi d’Oriola. Como Cristóbal Colón, Leonardo Da Vinci, Miguel de Cervantes, Marco Polo, Santa Teresa de Jesús, Erasmo de Rótterdam, Garcilaso de la Vega y el explorador portugués (en realidad catalán) Magallanes.
El Institut Nova Historia sostiene que San Ignacio de Loyola en realidad era catalán y se llamaba Ignasi d’Oriola.
El Tribunal de Cuentas ha constatado que la Generalitat no llegó a culminar este proyecto de promoción del Camino Ignaciano, pese a que realizó un primer pago de 11.495 euros a una empresa española designada a dedo, sin concurso público. Carles Puigdemont tampoco logró su objetivo de que visitara Cataluña el Papa Francisco, quien ha anunciado que sólo pisará suelo español "cuando haya paz".
Pero hay pocas dudas de cuál era el fin último de este proyecto, si se tiene en cuenta que la totalidad de las actividades desarrolladas por la "embajada" de la Generalitat en Roma en 2017 perseguían lograr apoyos internacionales al proceso de independencia y al referéndum ilegal del 1-O.
El "embajador" de la Generalitat también quería organizar una maratón en Roma para promocionar el referéndum ilegal del 1-O.
Aquel mismo mes de junio de 2017, el "embajador" Luca Bellizzi propuso al conseller Raül Romeva celebrar el 17 de septiembre (dos semanas antes del referéndum ilegal) una media maratón en Roma con la participación de atletas catalanes para "dar visibilidad a la reivindicación del referéndum", según dejó escrito en uno de sus informes. Bellizzi sugirió que los atletas participantes "llevaran una camiseta reivindicativa del referéndum al estilo de la selección catalana de hockey sobre patines".
Pocos meses antes, el "embajador" de la Generalitat en Roma propuso al conseller Romeva editar en italiano la obra de un autor catalán alegando que la viuda y el hijo del escritor "se han pronunciado públicamente a favor del referéndum y del proceso soberanista de Cataluña".
Luca Bellizzi se mostró partidario de presentar el libro "en el contexto de la conmemoración del 80 aniversario del comienzo de la Guerra Civil que está realizando el Departamento de Asuntos Exteriores [dirigido por Raül Romeva]. A nivel diplomático podría causar mucha incomodidad a la Embajada [española], pero al mismo tiempo esto podría crear interés periodístico tanto a nivel de Cataluña como en Italia y generar noticias, con lo cual la tarea de esta Delegación se refuerza", argumentaba en su informe dirigido a la Generalitat.
Luca Bellizzi quería editar en italiano las obras de un escritor catalán porque "su viuda y su hijo se han pronunciado a favor del referéndum", como recoge el informe del Tribunal de Cuentas.
Bellizzi también pagó con dinero público un viaje de parlamentarios italianos a Barcelona, con el fin de lograr su apoyo al proceso de independencia. Su principal éxito ha sido que el líder de la extrema derecha xenófoba Matteo Salvini (Liga Norte) se fotografíe con una bandera estelada. Más recientemente, Salvini ha expresado su apoyo a Vox.
Luca Bellizzi fue destituido por el Gobierno de Mariano Rajoy como delegado de la Generalitat en Roma en octubre de 2017, en aplicación del articulo 155 de la Constitución, pero ahora ha sido restituido en el cargo por el president Quim Torra.
Puigdemont intentó negociar un viaje del Papa Francisco a Cataluña para respaldar el referéndum del 1-O
Pero el plan más imaginativo es el que el delegado de la Generalitat en Roma, Luca Bellizzi, planteó al Govern de Carles Puigdemont para ganarse el favor de la curia del Vaticano, a través de los jesuitas, con el fin de lograr que el Papa Francisco visitara Cataluña.
Si la Generalitat ha manipulado de forma obscena un homenaje a las víctimas del campo de concentración de Mauthausen, para convertirlo en una reivindicación de los golpistas presos, el aparato de propaganda de independentismo no iba a dejar pasar la oportunidad de explotar políticamente una visita del Papa Bergoglio a Cataluña, buscando cualquier gesto a favor de su proyecto de secesión.
El delegado de la Generalitat en Italia, Luca Bellizzi, firmó el 2 de junio de 2017 (tres meses antes del referéndum ilegal del 1-O) un contrato de 17.908 euroscon una empresa de comunicación para diseñar "un proyecto de proyección internacional del Camino Ignaciano".
El objetivo era promocionar un itinerario internacional que sigue el mismo camino que San Ignacio de Loyola recorrió en 1522, desde su casa natal de Loyola hasta La Cueva de Manresa. El expediente administrativo explica que el proyecto permitiría "dar a conocer el Camino Graciano a personalidades, miembros de la curia vaticana y de la Compañía de Jesús y prescriptores en materia de comunicación y turismo".
En la documentación remitida al conseller Raül Romeva, su "embajador" en Roma no ocultaba que el fin último de esta iniciativa era "aumentar el conocimiento internacional del Camino y de su paso por Cataluña, proyectar la realidad catalana en el mundo católico mundial y en particular en la Santa Sede y su entorno, y favorecer la posibilidad de una visita del Papa a Cataluña".
El "embajador" de la Generalitat en Roma planteaba esta propuesta en un momento en el que todos sus esfuerzos estaban centrados en recabar el apoyo de las instituciones italianas al proceso de independencia de Cataluña.
Un santo catalán… nacido en Orihuela
La empresa contratada llegó a elaborar un dossier, remitido a la Generalitat, con los nombres de destacadas personalidades de la curia vaticana y de la Compañía de Jesús (a la que pertenece el Papa Jorge Mario Bergoglio) que debían ser invitadas a visitar Manresa y el monasterio de Monsterrat, auténtico santuario del independentismo, para poner en marcha el proyecto.
El Govern de Puigdemont aprovechaba así para alimentar otro de los mitos del independentismo: los pseudohistoriadores del Institut Nova Història, financiado con dinero público, sostienen que el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, no era vasco ni nació en Azpeitia (Guipúzcoa), sino que era un catalán (de Orihuela, Alicante) llamado Ignasi d’Oriola. Como Cristóbal Colón, Leonardo Da Vinci, Miguel de Cervantes, Marco Polo, Santa Teresa de Jesús, Erasmo de Rótterdam, Garcilaso de la Vega y el explorador portugués (en realidad catalán) Magallanes.
El Institut Nova Historia sostiene que San Ignacio de Loyola en realidad era catalán y se llamaba Ignasi d’Oriola.
El Tribunal de Cuentas ha constatado que la Generalitat no llegó a culminar este proyecto de promoción del Camino Ignaciano, pese a que realizó un primer pago de 11.495 euros a una empresa española designada a dedo, sin concurso público. Carles Puigdemont tampoco logró su objetivo de que visitara Cataluña el Papa Francisco, quien ha anunciado que sólo pisará suelo español "cuando haya paz".
Pero hay pocas dudas de cuál era el fin último de este proyecto, si se tiene en cuenta que la totalidad de las actividades desarrolladas por la "embajada" de la Generalitat en Roma en 2017 perseguían lograr apoyos internacionales al proceso de independencia y al referéndum ilegal del 1-O.
El "embajador" de la Generalitat también quería organizar una maratón en Roma para promocionar el referéndum ilegal del 1-O.
Aquel mismo mes de junio de 2017, el "embajador" Luca Bellizzi propuso al conseller Raül Romeva celebrar el 17 de septiembre (dos semanas antes del referéndum ilegal) una media maratón en Roma con la participación de atletas catalanes para "dar visibilidad a la reivindicación del referéndum", según dejó escrito en uno de sus informes. Bellizzi sugirió que los atletas participantes "llevaran una camiseta reivindicativa del referéndum al estilo de la selección catalana de hockey sobre patines".
Pocos meses antes, el "embajador" de la Generalitat en Roma propuso al conseller Romeva editar en italiano la obra de un autor catalán alegando que la viuda y el hijo del escritor "se han pronunciado públicamente a favor del referéndum y del proceso soberanista de Cataluña".
Luca Bellizzi se mostró partidario de presentar el libro "en el contexto de la conmemoración del 80 aniversario del comienzo de la Guerra Civil que está realizando el Departamento de Asuntos Exteriores [dirigido por Raül Romeva]. A nivel diplomático podría causar mucha incomodidad a la Embajada [española], pero al mismo tiempo esto podría crear interés periodístico tanto a nivel de Cataluña como en Italia y generar noticias, con lo cual la tarea de esta Delegación se refuerza", argumentaba en su informe dirigido a la Generalitat.
Luca Bellizzi quería editar en italiano las obras de un escritor catalán porque "su viuda y su hijo se han pronunciado a favor del referéndum", como recoge el informe del Tribunal de Cuentas.
Bellizzi también pagó con dinero público un viaje de parlamentarios italianos a Barcelona, con el fin de lograr su apoyo al proceso de independencia. Su principal éxito ha sido que el líder de la extrema derecha xenófoba Matteo Salvini (Liga Norte) se fotografíe con una bandera estelada. Más recientemente, Salvini ha expresado su apoyo a Vox.
Luca Bellizzi fue destituido por el Gobierno de Mariano Rajoy como delegado de la Generalitat en Roma en octubre de 2017, en aplicación del articulo 155 de la Constitución, pero ahora ha sido restituido en el cargo por el president Quim Torra.
Puigdemont intentó negociar un viaje del Papa Francisco a Cataluña para respaldar el referéndum del 1-O