Dr Polux
FEOfobo & CALVOfobo
El proceso independentista ha truncado la carrera de una generación de políticos catalanes y ha abierto las puertas del poder a otros cuya capacidad se ha demostrado insuficiente para asumir responsabilidades de gobierno.
Pero esta etapa convulsa de la historia de Cataluña también se ha caracterizado por la aparición en la vida pública de un buen número de personajes insólitos y --en muchos casos-- disparatados o extravagantes (ya sean conocidos o anónimos) que, en circunstancias normales, difícilmente habrían logrado la notoriedad que han obtenido. Son los frikis del procés.
Joan Canadell y la careta de Puigdemont
Uno de los más destacados es el empresario Joan Canadell. En febrero pasado colocó una careta con el rostro de Puigdemont en el asiento del copiloto de su vehículo para mostrar su solidaridad con el fugado. “Cada día llevo en el coche conmigo a nuestro presidente Puigdemont. Recomiendo que lo hagáis más gente, sobre todo ahora que se llenará Barcelona de turistas por el MWC18. También habría que hacer presentes a los Jordis y a Junqueras. ¡Demostremos que no les olvidamos, están con nosotros cada día!”, señaló en un tuit.
Canadell es un activista total. Es cofundador de la patronal secesionista Cercle Català de Negocis (CCN), dirigente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y cofundador de la Crida Nacional per la República --impulsada por Puigdemont--. Uno de sus proyectos estrella es Petrolis Independents, una red de gasolineras con la estelada como logo que destina una parte de sus beneficios a promover la secesión de Cataluña. En agosto de 2015 propuso “hacer una base de datos con los que hoy insultan a los catalanes, no sea que cuando seamos independientes algunos vengan a buscar trabajo”.
Sor Lucía Caram, enamorada de Mas
Sor Lucía Caram ha sido otro de los descubrimientos más fascinantes del procés. La monja dominica contemplativa ha protagonizado momentos incalificables en los últimos años. En 2014 no dudó en participar en L’endemá, un reportaje producido por TV3 en el que equiparaba a España con un maltratador para promover la independencia de Cataluña. Unos meses después, se confesó “enamorada” de Artur Mas y de su proyecto secesionista y pidió a Duran i Lleida que se retirara por oponerse a la ruptura con el resto de España.
La monja --que en 2012 aseguraba que la independencia era “inminente”-- ha generado todo tipo de polémicas en las redes sociales. Hace un año difundió un sorprendente vídeo en el que, visiblemente encolerizada, arremetía contra Crónica Global por revelar los problemas de la Fundación Rosa Oriol, de los Tous, por tener entre sus patronos a conocidos activistas independentistas como ella misma, Pilar Rahola y Helena Rakosnik.
Beatriz Talegón y los bulos
Tras una fulgurante carrera que le llevó a la Secretaría General de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, la estrella de Beatriz Talegón se apagó. Pero el procés permitió a la madrileña volver al primer plano mediático. Es habitual verla en las tertulias de TV3 y en actos independentistas denunciando lo malísima que es España.
Sin embargo, Talegón se ha caracterizado en los últimos tiempos por sus meteduras de pata en las redes sociales, hasta el punto de ganar notoriedad por los bulos que difunde. Entre ellos, destacan el de los dos supuestos guardias civiles intentando entrar en la mansión de Puigdemont en Waterloo; la acusación a Twitter de censurarle la palabra España… pese a que la escribió en su denuncia; y los supuestos montajes de las agresiones a un policía durante la marcha de Jusapol en Barcelona y a un periodista en las manifestaciones del 21D contra el Consejo de Ministros. Actualmente forma parte del Consejo Asesor para el impulso de un Fórum Cívico y Social para el Debate Constituyente de la Generalitat y Puigdemont maniobra para que vaya como número tres en la lista de La Crida/PDeCAT para las municipales por Barcelona.
La revolucionaria de Chanel
Una de las imágenes más icónicas del postprocés la difundió La Vanguardia en su portada el 30 de septiembre. En ella se podía ver a una mujer de avanzada edad protestando frente a un grupo de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra, que estaban completamente manchados por la pintura lanzada por los radicales nacionalistas que reventaron la marcha del sindicato policial Jusapol.
Más allá del frikismo de la escena, la foto de la señora levantando un cartel con el lema “Libertad presos políticos” mientras de su brazo izquierdo cuelga una elegante bolsa de Chanel es una metáfora inmejorable de la falsedad de los argumentos de una supuesta opresión con los que se ha justificado el procés. Al final, no era más que una revolución de burgueses.
Joan Bonanit, el animador de Lledoners
Joan Bonanit es otro personaje curioso que ha aparecido al abrigo del procés. Es un joven manresano de 23 años que, desde el pasado 4 de julio, cada día se desplaza a los aledaños de la prisión de Lledoners a desear buenas noches a los siete encarcelados en prisión preventiva en ese centro acusados de rebelión o sedición por el intento de secesión unilateral.
Todas las noches, megáfono en mano, el activista repite el mismo mensaje: “Bona nit, Turull; bona nit, Rull; bona nit, Oriol; bona nit, Jordi Cuixart; bona nit, Jordi Sànchez; bona nit, Joaquim; bona nit, Raül; us volem a casa, llibertat”. En ocasiones, se oye la voz lejana de alguno de los encausados que responde con otro “bona nit”, lo que genera el júbilo del grupo que acompaña a Joan Bonanit, que se ha convertido en un referente del independentismo militante.
Eduard Pujol y el hombre del patinete
El portavoz de JxCat, Eduard Pujol, ha hecho méritos más que suficientes para formar parte de esta lista. Basta recordar sus recientes declaraciones en las que consideraba que hablar sobre las listas de espera en la sanidad catalana es “una distracción” respecto a lo realmente importante: conseguir la independencia de Cataluña.
Sin embargo, su mayor aportación al frikismo del procés la realizó en enero de 2018, cuando insinuó ser objeto de sospechosos seguimientos: “Ayer salí del Parlament, iba por la calle Princesa, me giré y me encontré un señor de edad mediana que iba con un patinete y que, evidentemente, no me pareció que era un señor que a aquella hora tuviese ganas de ir con un patinete sino que era alguien que extrañamente podía ser que estuviese pendiente de mis movimientos. Sentí que aquella persona que iba con un patinete de una forma muy extraña, cuando vio que giraba la cabeza, se volvió. Solo puedo decir eso y que es una sensación extraña”.
Mark Serra, el activista de las redes
Mark Serra Parés es uno de los principales influencers del procés, pero también uno de los activistas más polémicos. A través de las redes sociales lanza todo tipo de insultos, ofensas, escarnios, mofas e improperios injustificados contra España y contra los catalanes contrarios a la secesión, lo que le ha llevado a tener problemas con la justicia.
Serra ha deambulado por ERC, por Solidaritat y por el entorno convergente. Y protagonizó una sonada controversia por alquilar pisos turísticos sin licencia. También ha promovido iniciativas para "hacerles la vida insoportable" a los miembros de Cs, "purgar" a los mossos no independentistas, "destruir" España, meter al juez Llarena en la guandoca, "echar al invasor" español de Cataluña, y "echar" a Colau del ayuntamiento por "degradar" un "santuario del independentismo" al instalar una exposición callejera en el Fossar de les Moreres. De momento, no ha tenido mucho éxito con sus propuestas.
El 'pequeño Nicolás' del 'procés'
En los últimos meses un nuevo personaje entró a formar parte del circo del procés. Ivan Aguilar se convirtió en un economista de referencia para el independentismo. Se presentaba como doctor en Economía y decía haber trabajado para el Bundesbak y para una consultora estadounidense. Pronto recibió el aval de algunos de los gurús del procesismo más radical, como Ramon Tremosa o Germà Bel. Y participó en foros y en medios de comunicación nacionalistas.
Sin embargo, empezaron a surgir dudas sobre su pasado. Y, de repente, desapareció del mapa el mes pasado. Poco después, reapareció confesando que ni es doctor ni se mueve en las altas esferas de poder económico y político como alardeaba.
Lluís Llach, el diputado florero
La aportación de Lluís Llach al procés también es digna de tenerla en consideración. El cantautor, durante una de sus conferencias para promover el plan de ruptura, anunció "sanciones" y "sufrimiento" para los funcionarios que no acataran la secesión.
Posterioremente, como diputado de JxCat, durante una entrevista llegó a admitir que él poco tenía que aportar a la elaboración de leyes. "Yo soy una persona que el día que hagan leyes sobre composición, sobre melodías o sobre arreglos [musicales] tendré alguna cosa que decir, pero en cambio en cuestiones de salud o de economía... puedo solidarizarme, puedo intentar entenderlo, puedo tener una opinión, pero no soy un técnico que favorezca el buen desarrollo de las leyes", señaló. Torra le ha premiado con la presidencia del Consejo Asesor para el impulso de un Fórum Cívico y Social para el Debate Constituyente.
Astrólogos por la independencia
Algunos videntes y astrólogos también han logrado una repercusión destacada en los medios a costa del procés. Su objetivo era acertar con la fecha de la secesión. De momento no han tenido mucho éxito, pero se han llevado su minuto de gloria.
Así durante la Fira Màgic de 2012, las predicciones del astrólogo Jesús Gabriel llegaron a las páginas de la prensa, pues auguró la independencia para 2014. Al año siguiente, la retrasó a 2017, coincidiendo con otras videntes. Mientras que en la edición de 2014, el propio Jesús Gabriel fue más flexible y estableció una horquilla de entre 2017 y 2020 para la ruptura, mientras que la vidente Rossana Marín la situó entre 2018 y 2021. En 2014, el vidente Sandro Rey fue más prudente y predijo la secesión “en 20 años”. En septiembre de 2015, la vidente Úrsula auguró la independencia de Cataluña para “de aquí a tres años”, es decir, en 2018. Y en diciembre de 2017, Jesús Gabriel fijó la secesión para 2020. Hace poco más de un mes, la plataforma Astròlegs per la Independència también se apuntaban a esa fecha.
La imagen de la frustración por la DUI fallida
Pero la imagen que mejor resume el frikismo y la frustración que ha supuesto el procés es la de la mujer que el 10 de octubre se manifestaba a las puertas del Parlament esperando la declaración unilateral de independencia que no fue.
La secuencia de la alegría y desilusión de esa mujer anónima --ocho segundos después de que Puigdemont dejara en suspensión la DUI que él mismo había proclamado-- es la mejor metáfora del proceso independentista fallido.
El procés independentista, fábrica inagotable de frikis