Hoy se cumplen 100 años del hundimiento del Lusitania.

Bartleby

Grado 33
Desde
13 Ene 2013
Mensajes
35.070
Reputación
157.136
Lugar
Prípiat
lusitania6--575x323.jpg


A las 14.00 horas del 7 de mayo de 1915 el capitán Walther Schwieger divisó desde el periscopio de su submarino U-20 un enorme barco que navegaba por estribor en las cercanías del promontorio de Kinsale, en la costa irlandesa. Lo describió a sus oficiales como un navío de "cuatro chimeneas y dos mástiles. Parece ser un buque de pasajeros de grandes dimensiones", según quedó reflejado en el cuaderno de bitácora.

Schwieger tardó diez minutos en tomar una decisión. A las 14.10 horas, tras realizar una maniobra para colocarse frente al objetivo, a una distancia de setecientos metros, ordenó disparar el único torpedo que le quedada, ya que con anterioridad había consumido el resto enviando a pique a otros tres navíos ingleses. "Impacto detrás del puente. La nave se detiene y escora rápidamente. Al mismo tiempo se hunde a proa", según su relato en el informe oficial.


La posición en la que quedó el blanco una vez alcanzado, sólo permitió que 6 de sus 48 botes de salvamento llegaran a arriarse. Dieciocho minutos más tarde se produjo el naufragio y terminó la historia del 'Lusitania' y de las 1.192 personas -entre ellas 94 niños y 35 bebés- que murieron en el mayor desastre naval que hasta aquella fecha se había registrado en el tras*curso de la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, entonces nació el mito y la controversia sobre aquel monstruo de 240 metros de eslora que desde hace un siglo descansa en el lecho del océano Atlántico. ¿El ataque al mayor y más lujoso tras*atlántico de la época fue un acto de guerra o una conspiración?

lusitania1--575x323.jpg


El 'Lusitania', junto a su casi gemelo ‘Mauritania’, era la joya de la compañía británica Cunard, que entre 1904 y 1906 invirtió millones de libras para construir esta ciudad flotante. Palacio para los que viajaban en primera clase y mazmorra para los emigrantes que lo hacían en tercera, fue reconvertido durante la Primera Guerra Mundial en un crucero armado, dotándolo de dos cañones.

Su última travesía comenzó el 1 de mayo de 1915 en el puerto de Nueva York rumbo a Liverpool. No consiguió llegar a su destino porque un torpedo alemán abortó el viaje.

La magnitud de la tragedia provocó una indignación masiva en Reino Unido y Estados Unidos, de donde procedía la mayoría de los pasajeros fallecidos. Fue la primera ocasión en la que se habló de un crimen de guerra.

A partir de ese momento, los alemanes, fueran o no soldados, se convirtieron en seres odiosos y odiados. Desde Londres se inició una campaña, bien respaldada por Washington, para convertir a los marinos germanos en piratas hunos que asesinaban a civiles y niños. Incluso se llegó a asegurar que los escolares teutones disfrutaron de un día de vacación para celebrar la operación.

La presión fue tal que la armada imperial suspendió sus operaciones submarinas contra barcos de bandera neutral y en ningún caso atacó más a embarcaciones de pasajeros. Retomó esta táctica en 1917 cuando Estados Unidos se inclinó definitivamente por tomar un papel activo en el enfrentamiento bélico.

Zona de guerra

Pero el paso del tiempo, ese juez insobornable que da y quita razón, parece asegurarnos que nada ocurrió como británicos y norteamericanos nos hicieron creer durante años. Porque lo que siempre se ocultó en el bando aliado es que el mar del Norte, donde se produjo el hundimiento, había sido declarado zona de guerra por los propios británicos, partidarios de mandar al fondo del océano cualquier embarcación con pabellón alemán aunque sólo tras*portara alimentos.

Esta estrategia, inicialmente arriesgada, se sustentaba en el poderío naval británico, que imponía su superioridad en los mares. Sin embargo, desde el Almirantazgo de Reino Unido no se tuvo en cuenta la irrupción de los submarinos U-Boot, que Londres despreciaba por considerarlos un arma "huidiza, tramposa y asquerosamente no inglesa". Sin embargo, estos 'buques bajo el agua', según su traducción, resultaron terriblemente efectivos.

Desde Berlín se defendió que el 'Lusitania' -el más veloz de las embarcaciones de su categoría, capaz de cruzar el Atlántico en menos de cinco días- era realmente un barco militar aunque tras*portara pasajeros. Su misión era romper el bloqueo de las islas británicas y, por ello, en sus bodegas viajaban cuatro millones de proyectiles fabricados en Estados Unidos y repartidos en 5.400 cajas.

Es más, desde la capital imperial se recordó también que días antes de que el barco zarpara su embajada en Nueva York publicó en diversos periódicos estadounidenses un anuncio que avisaba a los posibles pasajeros del tras*atlántico que se embarcaban "bajo su propio riesgo".

"Se advierte a los viajeros que se propongan atravesar el Atlántico que Alemania y sus aliados se hallan en estado de guerra con Inglaterra y los suyos, que la zona de guerra comprende las aguas que rodean las islas británicas, que, según categórico aviso del Gobierno imperial alemán, en estas aguas puede ser destruido todo buque con pabellón inglés o abanderado en cualquiera de los países aliados de Gran Bretaña, y, por último, que los pasajeros que navegan por la zona de guerra a bordo de buques ingleses o de otras nacionalidades a las que se alude antes lo harán bajo su exclusiva responsabilidad ante los riesgos a que se exponen" señalaba el texto original recogido por la prensa de la época.

La publicación de este anuncio suscitó una protesta de los embajadores inglés y francés en Estados Unidos, que lo calificaron de maniobra de intimidación para perjudicar el tráfico de viajeros. Hasta los periódicos lo comentaron sólo en tono jocoso. Todos calificaron esta información de mentira.

El paso de los años demostró que Berlín no mentía. Entre los avituallamientos que se embarcaron en Nueva York figuraba material de guerra, según se pudo comprobar en los manifiestos de carga reales, que se escondieron para sustituirlos por otros que hablaban sólo de comestibles y pasaje. Camuflados entre alimentos, el 'Lusitania' tras*portaba en su panza cajas de granadas y de balas de fusil, además de cobre y latón para uso militar. Sin duda, contrabando de guerra.

Estos datos, ratificados también por una expedición submarina que accedió a los restos del paquebote que descansan en el océano, confirman que los alemanes tenían razón y que el 'Lusitania' era un objetivo militar legítimo.


La presencia de municiones explicaría las diferentes explosiones que hundieron al 'Lusitania' pese a que sólo fue alcanzado por un torpedo. También daría una respuesta a la pregunta de por qué se hundió tan rápido un barco de su tamaño, construido con compartimentos estancos.

lusitania4--320x380.JPG


Plan orquestado

Al margen del misterio sobre la condición civil o militar del 'Lusitania', una pregunta ha caminado siempre paralela a la historia de la tragedia. ¿Fue una campaña orquestada para tejer una excusa que permitiera la entrada estadounidense en la Primera Guerra Mundial? Lo cierto es que, aunque no se materializó hasta dos años después mediante la declaración de su presidente, Woodrow Wilson, siempre se ha considerado que el ataque al 'Lusitania' fue uno de los factores que resultó determinante para que Washington decidiera participar en la contienda. Es más, la imagen del desastre se utilizó en numerosos carteles que invitaban al alistamiento y pedían venganza.

La teoría de que el 'Lusitania' fue realmente un cebo que costó 1.200 vidas la abonan incluso unas palabras de sir Winston Churchill, entonces lord del Almirantazgo, que durante una inspección al navío, describió de ese modo al gigante de 45.000 toneladas.

La sombra de la sospecha cayó siempre sobre él como presunto autor intelectual del hipotético complot, que sacrificó al 'Lusitania' en aras de un bien mayor, según defienden historiadores propensos a aprobar la posible táctica asesina. Recordaba mucho a la estrategia que Washington había utilizado en Cuba contra los españoles en el caso del 'Maine'.

A Churchill se le acusa de conocer las altas probabilidades de un ataque contra el tras*atlántico, ya que en una reunión mantenida en la sala de mapas del Almirantazgo el 1 de mayo se le advirtió de que espías desplegados en Alemania anunciaban la salida del U-20 de la base de Emden y de que su área de control se cruzaría con la trayectoria del 'Lusitania'.

Es más, en un principio el crucero 'Juno' debía escoltar al 'Lusitania' una vez hubiera penetrado en el mar del Norte, pero Churchill le ordenó abandonar la zona y dirigirse a puerto, sin que fuera reemplazado.

Incluso se atribuye al luego héroe de la Segunda Guerra Mundial una carta posterior al hundimiento en la que aseguraba que "algunas acciones de los submarinos debieron ser esperadas". Él también señaló la importancia de "atraer a lo barcos neutrales hacia nuestras costas, sobre todo con vistas a implicar a Estados Unidos contra Alemania. De nuestra parte, queremos cuanto más tráfico, mejor. Si alguien acaba pasando apuros, mejor todavía".

Según documentos desclasificados a finales del pasado siglo, el Almirantazgo conocía la presencia del U-20 en la zona, pero esta información se ocultó al 'Lusitania' o fue desoída por su capitán, el veterano William Thomas Turner, que sólo ordenó acercarse a tierra una hora antes del ataque. "Debemos procesarle implacablemente", señaló Churchill en una de las comunicaciones a los altos mandos del Almirantazgo.

Al viejo marino se le responsabilizó del desastre, pero todo apunta a que se limitó a ejecutar órdenes. Algunos historiadores aseguran incluso que la inminencia del ataque se conocía a bordo. 'El Pueblo Vasco', nuestro antecesor, llegó a publicar en su edición del 8 de mayo de 1915 que "algunos viajeros durante la travesía recibieron radiotelegramas anunciando que el barco iba a ser torpedeado".

A la teoría del complot se suma Erik Larson en su libro 'Lusitania - El hundimiento que cambió el rumbo de la historia'. Estima en su obra que el desastre no sólo influyó en la guerra porque propició la entrada de Estados Unidos, sino que sirvió, a la postre, para convertir a los norteamericanos en la gran potencia hegemónica que hoy conocemos.

El Lusitania: un cebo que costó 1.200 vidas . El Correo


El vídeo muestra su salida del puerto de Nueva York. Pocos días después, el 7 de mayo de 1915 seria hundido por un torpedo alemán.


https://youtu.be/7ZOqw5XEaN0
 
Última edición:
Churchill quizás el peor personaje de la I y ii GM
 
Ciertamente, un barco así no se hunde por un solo torpedo, salvo que vaya cargado de municiones hasta arriba, con lo que, efectivamente, era un objetivo válido.
 
Yo sólo digo que, de no haber estado con los ganadores de la 2GM, Churchill sería visto hoy como un criminal en toda regla.
 
Yo sólo digo que, de no haber estado con los ganadores de la 2GM, Churchill sería visto hoy como un criminal en toda regla.

Apostaría que su libro de cabecera era "El Principe" anotado por Napoleón...


El Lusitania debería de ser explorado minuciosamente, mucho mas que el cosanic, con el que nos han dado tanto el tostón porque se ahogaron cuatro ricachones, demostrando que si se quiere se puede saber perfectamente porqué, como y que llevaba cuando se hundió.
 
Yo sólo digo que, de no haber estado con los ganadores de la 2GM, Churchill sería visto hoy como un criminal en toda regla.
Y lo es. Pregunte por la India, Irlanda o Turquía.
 
En cualquier caso fue un error político de envergadura porque el daño que sufrió Alemania fue mucho mayor al de 5000 cajas de balas.

La propaganda inglesa se aprovechó de este hecho para conseguir algo que, hasta ese momento no había logrado y es el de malquistar al pueblo norteamericano contra los alemanes.

Y, sin duda, uno de los argumentos de mayor peso en la posterior declaración de guerra, fue el antecedente del Lusitania (aunque, como antecedente cercano está el tema del -verdadero o falso- telegrama alemán a los mexicanos).

Alemania no tenía "mala prensa" en EE.UU. como si la tuvo luego de este hundimiento.

Debieron ser más cuidadosos.
 
Siempre el dichoso Lusitania y el Titanic, pero la verdadera tragedia histórica de tras*atlánticos hundidos tiene en realidad otro nombre: WILHELM GUSTLOFF.

El caso del Wilhelm Gustloff es aún más grave en tanto se trataba de un buque hospital cargado de soldados heridos de la Wehrmacht y refugiados de guerra. Como fue hundido por los soviéticos no se le ha rendido homenajes, ni apenas documentales, ni tampoco películas de Hollywood, aun cuando fue bombardeado vilmente, violando todas las normas y prohibiciones de guerra, muriendo un total de 9343 personas y, por supuesto, quedando exento el crimen de cualquier responsabilidad penal.


MV Wilhelm Gustloff - Wikipedia, la enciclopedia libre

tras*atlántico Wilhelm Gustloff - Metapedia


wilhelmgustloff105-v-contentgross-1312222.jpg




No obstante, el capitán de corbeta, Alexander Marinesko, el execrable criminal soviético responsable de la orden del torpedeo, le otorgaron en Rusia en 1990 el título y la medalla de ''Héroe de la Unión Soviética'' y hasta le levantaron una estatua en su honor.

alexander-1312252.jpg




Este perversos malo cuenta con más crímenes de guerra en su haber. Podéis investigar el caso del hundimiento del VON STEUBEN, un indefenso vapor de trasporte de heridos alemanes que fue bombardeado -apenas unos días después de la tragedia del Gustloff- por orden de este malnacido, causando un total de 4500 víctimas.
 
Última edición:
goder cebollino, deja que nos refogicemos cuando la pérfida albion muerde el polvo.
 
goder cebollino, deja que nos refogicemos cuando la pérfida albion muerde el polvo.

Sin problemas, circodelia, sólo he querido recordar los sucesos del Wilhelm Gustloff y del Von Steuben porque mucha gente los desconoce, cuando su magnitud de tragedia superó con creces los célebres casos del Lusitania y el Titanic.
 
Última edición:
Siempre el dichoso Lusitania y el Titanic, pero la verdadera tragedia histórica de tras*atlánticos hundidos tiene en realidad otro nombre: WILHELM GUSTLOFF.

El caso del Wilhelm Gustloff es aún más grave en tanto se trataba de un buque hospital cargado de soldados heridos de la Wehrmacht y refugiados de guerra. Como fue hundido por los soviéticos no se le ha rendido homenajes, ni apenas documentales, ni tampoco películas de Hollywood, aun cuando fue bombardeado vilmente, violando todas las normas y prohibiciones de guerra, muriendo un total de 9343 personas y, por supuesto, quedando exento el crimen de cualquier responsabilidad penal.


MV Wilhelm Gustloff - Wikipedia, la enciclopedia libre

tras*atlántico Wilhelm Gustloff - Metapedia


wilhelmgustloff105-v-contentgross-1312222.jpg




No obstante, el capitán de corbeta, Alexander Marinesko, el execrable criminal soviético responsable de la orden del torpedeo, le otorgaron en Rusia en 1990 el título y la medalla de ''Héroe de la Unión Soviética'' y hasta le levantaron una estatua en su honor.

alexander-1312252.jpg




Este perversos malo cuenta con más crímenes de guerra en su haber. Podéis investigar el caso del hundimiento del VON STEUBEN, un indefenso vapor de trasporte de heridos alemanes que fue bombardeado -apenas unos días después de la tragedia del Gustloff- por orden de este malnacido, causando un total de 4500 víctimas.
Marinesco comandaba a un submarino S-13 y no a una corveta.


Enviado desde el teclado
 
Marinesco comandaba a un submarino S-13 y no a una corveta.

¿Y en qué lugar dije yo algo parecido? Marinesko ostentaba el rango naval de capitán de corbeta, pero le tocó suplir por tres años el mando del capitán del submarino S-13 mientras el sumergible debía ser reparado de los severos daños recibidos por navíos finlandeses en el último ataque.

Alexander Marinesko capitan de corbeta - Buscar con Google

Por cierto, corbeta cuando atañe a una embarcación se escribe con ''b'', no con ''v''.
 
Última edición:
me he leido el libro, que evidentemente sale ahora en el centenario.

el que el lusitania se construyera con carboneras longitudinales al igual que los buques militares de la época, que se creía era un doble blindaje ante los disparos de artilleria de otros navios, pero no se tuvo en cuenta que esas carboneras en caso de ataque con torpedo significaba la perdida del buque, debido al escoramiento total del barco al llenarse dichas carboneras.Es un factor, sobre todo con lo ocurrido con la flota llamada de señuelo, hms aboukir HMS Bacchante, HMS Euryalus, HMS Aboukir (1900 - Wikipedia, la enciclopedia libre)

que tuviera relevancia para la guerra; si entre el hundimiento y la declaración de guerra USA pasaron 2 años, poca veo.
 
Marinesco comandaba a un submarino S-13 y no a una corveta.


Enviado desde el teclado
A efectos de rango los submarinos suelen ser considerados corbetas y ser comandados por tenientes de navío o capitanes de corbeta, que creo que en la Flota del Báltico de los años 40 equivalía a Capitán de 3ª Clase-

¿Y en qué lugar dije yo algo parecido? Marinesko ostentaba el rango naval de capitán de corbeta, pero le tocó suplir por tres años el mando del capitán del submarino S-13 mientras el sumergible debía ser reparado de los severos daños recibidos por navíos finlandeses en el último ataque.

Alexander Marinesko capitan de corbeta - Buscar con Google

Por cierto, corbeta cuando atañe a una embarcación se escribe con ''b'', no con ''v''.
Es así en español pero Cosmopolita es polaco y en su lengua se pronuncia con uve, "Korweta".
 
¿Y en qué lugar dije yo algo parecido? Marinesko ostentaba el rango naval de capitán de corbeta, pero le tocó suplir por tres años el mando del capitán del submarino S-13 mientras el sumergible debía ser reparado de los severos daños recibidos por navíos finlandeses en el último ataque.

Alexander Marinesko capitan de corbeta - Buscar con Google

Por cierto, corbeta cuando atañe a una embarcación se escribe con ''b'', no con ''v''.
Es que Marisenko era Capitán de 3°rango tal como te lo explicó Kozak. No sabía lo de cambio de "v" por "b". Gracias por aclarar asunto. A Marisenko le echaron de partido comunista por tener como amante a una finlandesa :D El ataque era cruel todo lo que quieras pero el humdimiento del buque era legal acorde al 2° Tratado de Londres. Basta con decir que llevaba bandera de Kriegsmarine.


Enviado desde el teclado
 
Última edición:
Volver