Las causas que subyacen en esta historia futurista que podría ocurrir mañana, son sobre todo la insostenibilidad del sistema que tenemos que, unido a una deuda demencial de 20 veces el PIB planetario, sin posibilidad del crecimiento infinito que hasta ahora hemos tenido, es impagable de todas todas.. Los recursos son escasos y la tarta que solo ha sido consumida por occidente, ahora tiene que ser repartida con el resto del mundo, eso hace imposible el pago de la deuda del mundo occidental, el más endeudado con diferencia.
Sin ser contundente este documental de la 2, son muchos más los problemas que deja de lado que lo que denuncia, nos da una idea de lo que realmente ocurre en el mundo real, os llamo la atención en este documental de una frase que dice que no pagamos ni la salud ni el esfuerzo de esos esclavos humanos que nosotros no vemos, lo resalto porque la izquierda es capaz de pensar que es al trabajador occidental a quién no se paga lo que se debe, pero se refiere a la exposición de enfermedades y el trabajo esclavo que realizan en la India, cientos de miles de esclavos, expuestos a graves enfermedades y a la miseria para poder comer un plato de comida, o sea que quien es injusto es todo el mundo occidental, no solo las grandes empresas, ya que disfrutamos de mil cachivaches gracias a la esclavitud humana. Resaltar también que estos trabajadores indios dedicados al reciclaje de nuestras basuras tecnológicas, conocen nuestra tecno con los ojos cerrados y sin pisar ni un colegio y menos universidad, como podréis comprobar en el documental y eso que no son" hingenieros"
Documentos TV. "Re: pensar el planeta" - RTVE.es
La historia,
Marta y Jose son un matrimonio de clase media, se casaron en 2007 después de un noviazgo de 6 años que les facilitó un ahorro entre ambos de 80.000 € ya que ambos tenían las cosas claras en cuanto a casarse y formar una familia, vivían y tenían su vida en una ciudad media de unos 250.000 hab. fueron conservadores a la hora de comprar su vivienda, eligieron un adosado no lejos del núcleo de la población donde vivían que les costó 250.000 € , la hipoteca la firmaron por 220.000 € a pagar en 30 años, el resto del dinero que tenían se fue en amueblar la vivienda, algunas reformas a la vivienda y los gastos de compra.
Marta es profesora de primaria y Jose trabaja en una oficina local de un banco, miraban el futuro con confianza a pesar de la crisis que se desató en 2008, Marta tiene plaza fija como profesora y Jose trabaja para un gran banco con contrato indefinido, la crisis no les afectaba, así que decidieron formar su familia y tuvieron dos hijos que en la actualidad tienen 6 y 3 años respectivamente. Marta y Jose ahorraron desde que se casaron unos 40.000 € , ampliaron el confort de su casa y compraron un nuevo coche sin recurrir a financiación, eran comedidos en sus gastos y preferían pagar un seguro para complementar su pensión futura que gastar el dinero en vacaciones exóticas.
Todos los viernes, salvo imprevistos, la abuela Carmen de quedaba a cuidar lo niños y Marta y Jose salían a cenar con algunos colegas amigos, el encuentro se prolongaba hasta las dos o tres de la madrugada.
Aquel viernes, como tantos otros, Marta y Jose en compañía de dos parejas de amigos, disfrutaban placidamente en su restaurante favorito, cuando observaron que el dueño del restaurante al que conocían bien, tenía una acalorada conversación con un par de hombres, no podían entender la conversación porque estaban lo suficientemente lejos, pensaron que se trataría de alguna reclamación de aquellos hombres, que el dueño del restaurante no admitía, pero no habían pasado 5 minutos de esta reflexión cuando dos hombres más se unieron a la disputa de forma acalorada, llamativa y casi violenta. José se levantó, al igual que otros comensales y se dirigió al grupo para saber que ocurría, aquellos hombres y sus acompañantes habían usado todas la tarjetas que llevaban encima para pagar la cuenta al restaurante y todas las tarjetas eran rechazada. Sin pensarlo dos veces, tanto Jose como otros comensales salieron a la calle al cajero más cercano y comprobaron con asombro que sus tarjetas eran rechazadas, en plan carrera recorrieron todos los cajeros en 3 kms a la redonda, con los mismos resultados, Jose solo podía pensar en que algún hacker había saboteado el sistema bancario y había creado un ***ón.
Cuando Jose volvió al restaurante, ya habían puesto un letrero de cerrado, la mayoría de los clientes habían abandonado el local sin pagar, alguno había dejado su DNI con la promesa de volver y pagar cuando el problema se solucionara, el dueño del restaurante estaba al borde de un ataque de nervios, había consultado todos los medios disponibles tanto él como los clientes y al parecer se trataba de un problema electrónico que había colapsado la red bancaria y llevaría un par de días en solucionarse, tanto Marta como los amigos que les acompañaban estaban ansiosos por saber si Jose tenía buenas noticias, pero lamentablemente no era así. Decidieron irse para casa. Eran las 11 de la noche.
De camino a casa, Jose observó que una gasolinera de las que abren 24 horas estaba cerrada a cal y canto y más aún le llamó la atención de que dos hombres armados vigilaran la gasolinera.
Marta hacía la compra para la semana los sábados, un viernes casi no tenían nada de alimentos en casa, ambos pensaron que lo mejor era madrugar al día siguiente e ir al `primer supermercado cercano a comprar, gracias a 300 € que tenían en efectivo en la casa. José pensó bien y supuso que muchas familias estarían como ellos y habría colas para entrar en cualquier supermercado, así que decidieron salir muy temprano por la mañana para estar una hora antes de la apertura de cualquier centro, Aún así se equivocó, el tráfico que había era infernal, un recorrido que en circunstancias normales les hubiera llevado unos 15 minutos, se convirtió en una hora, para cuando llegaron al supermercado, la cola para entrar era de más de una hora, decidieron que Marta se quedara en esa cola y Jose se fuera a otro supermercado o incluso pequeña tienda de barrio. ambos se llamarían por el móvil para encontrarse.
Cuando Marta entró por fin en el supermercado, todo estaba arrasado, las estanterías vacías, Marta consiguió 4 latas de comida de perros y una de gatos que decidió comprar debido al pánico que observaba en la gente, dos tomates muy maduros y una lata de leche condesada.
Jose no tuvo ninguna suerte, para cuando llegó al siguiente supermercado a las puertas había cuatro agentes de seguridad que decían que ya no se podía entrar, las puertas solo se habrían para salir pero no para entrar y algunos que se pusieron gallitos con los guardias de seguridad recibieron una manta de palos. Las tiendas de barrio estaban cerradas.
Marta al terminar llama a Jose y se da cuenta que el móvil no funciona, sin cobertura se leía, así que espera pacientemente a que Jose llegue, Jose llega por fín y se cuentan como les ha ido, Jose trata de tranqulizar a Marta que está en pánico y le reprende por comprar comida de perros y gatos, " esto solo en cuestión de un par de días y con lo poco que tengamos en casa y en la casa de los abuelos nos arreglaremos, no es el fin del mundo para comprar comida de perros"
Conducen hasta casa a las 14 horas y cuando llegan a la barriada de los "adosados" ven a la entrada un enorme cartel del Ayuntamiento, donde se hace saber a la población de las medidas que tienen que tomar para protegerse ya que la situación se iba a prolongar por tiempo indefinido y los agentes de seguridad locales no podrían defenderlos ya que tenían que proteger a sus familias y no estaban entrenados para combatir tumultos de una población violenta, que un cuerpo especial del gobierno central se encargaría del orden pero de momento estaban muy ocupados en las grandes ciudades.
Jose entra en pánico y de repente se da cuenta que ha mal usado la gasolina que tenía y solo le queda como mucho para hacer unos 30 kms.
Al entrar en casa lo primero que hacen es enchufar la tele y el ordenador en busca de noticias, los canales de Tv están cerrados, internet funciona a un 10% colapsando cada 5 minutos, consiguen saber a través de la radio, que el € y el $ han quebrado, no es aceptado en los mercados que su valor es 0 y que estas monedas serían reemplazadas en un futuro próximo por monedas locales de cada país, hasta entonces sin dinero.
La abuela Carmen se trasladará a vivir con ellos hasta que pase lo peor, es viuda y vive sola.
Jose intenta ponerse en contacto con algunos de sus colegas pero el teléfono no funciona, tanto Jose como Marta deciden ir andando a sus puestos de trabajo para ver si consiguen saber algo más o se encuentran con algún colega que tenga información, a las puertas del colegio donde Marta da clases, hay un letrero que advierte tanto a alumnos como profesores que el colegio permanecerá cerrado hasta nueva orden, parecido al letrero que se encuentra Jose en sus oficinas, cerrado hasta nueva orden que se le notificará por escrito.
Al día siguiente, domingo o segundo día del crash, Marta se acuerda de que a unos 3-4 kms, hay una pareja de personas mayores que en una pequeña finca tienen gallinas y por tanto bemoles y que quizás les vendería. Jose se desplaza hasta allí andando. LLega al lugar donde parece que no hay nadie, vocea insistentemente llamado hasta que siente en la espalda un cañón o algo parecido, es el viejo que con una escopeta de caza apuntalada en la espalda de Jose, le pregunta, que quieres, que buscas?. Jose le dice que va en son de paz y solo quiere saber si le vendería bemoles, que estaba dispuesto a pagar 20 € por la docena, el hombre se ríe ¿20 € y por qué no 100 o ya que nos ponemos 1.000?, ni por un millón de € te doy un huevo, si tienes algo como una bici aunque sea vieja, algo de metal que no requiera electricidad para su funcionamiento, cobre, coche para desguace que puedas traer hasta aquí aunque sea por piezas etc. te venderé bemoles.
Jose vuelve a casa y cuenta lo que le ha pasado, la abuela Carmen dice que tiene una máquina de coser mecánica, singer, antigua que guardaba como recuerdo de su progenitora, y que quizá eso valga, Jose recoge la máquina de su suegra evitando a la gente para lo que da un gran rodeo y bien cubierta, se dirige a por los bemoles, le dan dos docenas y la promesa de otras dos docenas a la semana siguiente.
Marta y Jose se sienten agradecidos de que al menos entre los bemoles, lo que la abuela Carmen tenía en su casa y lo que ellos tienen, en una semana podrán comer.
Llega el lunes, tercer día del crash,, a eso de las 12 del mediodía el agua deja de salir de los grifos y no hay electricidad, a pesar de ello Jose y Marta explotan en risas histéricas al descubrir que tienen una bombona de gas que podrán usar para cocinar ya que gracias a Dios su vitro es mixta de gas y electricidad, pero no acaban de comprender porque esos servicios vitales han dejado de funcionar....
Continuará cuando tengas ganas y si no las tengo ni continuaré....
Sin ser contundente este documental de la 2, son muchos más los problemas que deja de lado que lo que denuncia, nos da una idea de lo que realmente ocurre en el mundo real, os llamo la atención en este documental de una frase que dice que no pagamos ni la salud ni el esfuerzo de esos esclavos humanos que nosotros no vemos, lo resalto porque la izquierda es capaz de pensar que es al trabajador occidental a quién no se paga lo que se debe, pero se refiere a la exposición de enfermedades y el trabajo esclavo que realizan en la India, cientos de miles de esclavos, expuestos a graves enfermedades y a la miseria para poder comer un plato de comida, o sea que quien es injusto es todo el mundo occidental, no solo las grandes empresas, ya que disfrutamos de mil cachivaches gracias a la esclavitud humana. Resaltar también que estos trabajadores indios dedicados al reciclaje de nuestras basuras tecnológicas, conocen nuestra tecno con los ojos cerrados y sin pisar ni un colegio y menos universidad, como podréis comprobar en el documental y eso que no son" hingenieros"
Documentos TV. "Re: pensar el planeta" - RTVE.es
La historia,
Marta y Jose son un matrimonio de clase media, se casaron en 2007 después de un noviazgo de 6 años que les facilitó un ahorro entre ambos de 80.000 € ya que ambos tenían las cosas claras en cuanto a casarse y formar una familia, vivían y tenían su vida en una ciudad media de unos 250.000 hab. fueron conservadores a la hora de comprar su vivienda, eligieron un adosado no lejos del núcleo de la población donde vivían que les costó 250.000 € , la hipoteca la firmaron por 220.000 € a pagar en 30 años, el resto del dinero que tenían se fue en amueblar la vivienda, algunas reformas a la vivienda y los gastos de compra.
Marta es profesora de primaria y Jose trabaja en una oficina local de un banco, miraban el futuro con confianza a pesar de la crisis que se desató en 2008, Marta tiene plaza fija como profesora y Jose trabaja para un gran banco con contrato indefinido, la crisis no les afectaba, así que decidieron formar su familia y tuvieron dos hijos que en la actualidad tienen 6 y 3 años respectivamente. Marta y Jose ahorraron desde que se casaron unos 40.000 € , ampliaron el confort de su casa y compraron un nuevo coche sin recurrir a financiación, eran comedidos en sus gastos y preferían pagar un seguro para complementar su pensión futura que gastar el dinero en vacaciones exóticas.
Todos los viernes, salvo imprevistos, la abuela Carmen de quedaba a cuidar lo niños y Marta y Jose salían a cenar con algunos colegas amigos, el encuentro se prolongaba hasta las dos o tres de la madrugada.
Aquel viernes, como tantos otros, Marta y Jose en compañía de dos parejas de amigos, disfrutaban placidamente en su restaurante favorito, cuando observaron que el dueño del restaurante al que conocían bien, tenía una acalorada conversación con un par de hombres, no podían entender la conversación porque estaban lo suficientemente lejos, pensaron que se trataría de alguna reclamación de aquellos hombres, que el dueño del restaurante no admitía, pero no habían pasado 5 minutos de esta reflexión cuando dos hombres más se unieron a la disputa de forma acalorada, llamativa y casi violenta. José se levantó, al igual que otros comensales y se dirigió al grupo para saber que ocurría, aquellos hombres y sus acompañantes habían usado todas la tarjetas que llevaban encima para pagar la cuenta al restaurante y todas las tarjetas eran rechazada. Sin pensarlo dos veces, tanto Jose como otros comensales salieron a la calle al cajero más cercano y comprobaron con asombro que sus tarjetas eran rechazadas, en plan carrera recorrieron todos los cajeros en 3 kms a la redonda, con los mismos resultados, Jose solo podía pensar en que algún hacker había saboteado el sistema bancario y había creado un ***ón.
Cuando Jose volvió al restaurante, ya habían puesto un letrero de cerrado, la mayoría de los clientes habían abandonado el local sin pagar, alguno había dejado su DNI con la promesa de volver y pagar cuando el problema se solucionara, el dueño del restaurante estaba al borde de un ataque de nervios, había consultado todos los medios disponibles tanto él como los clientes y al parecer se trataba de un problema electrónico que había colapsado la red bancaria y llevaría un par de días en solucionarse, tanto Marta como los amigos que les acompañaban estaban ansiosos por saber si Jose tenía buenas noticias, pero lamentablemente no era así. Decidieron irse para casa. Eran las 11 de la noche.
De camino a casa, Jose observó que una gasolinera de las que abren 24 horas estaba cerrada a cal y canto y más aún le llamó la atención de que dos hombres armados vigilaran la gasolinera.
Marta hacía la compra para la semana los sábados, un viernes casi no tenían nada de alimentos en casa, ambos pensaron que lo mejor era madrugar al día siguiente e ir al `primer supermercado cercano a comprar, gracias a 300 € que tenían en efectivo en la casa. José pensó bien y supuso que muchas familias estarían como ellos y habría colas para entrar en cualquier supermercado, así que decidieron salir muy temprano por la mañana para estar una hora antes de la apertura de cualquier centro, Aún así se equivocó, el tráfico que había era infernal, un recorrido que en circunstancias normales les hubiera llevado unos 15 minutos, se convirtió en una hora, para cuando llegaron al supermercado, la cola para entrar era de más de una hora, decidieron que Marta se quedara en esa cola y Jose se fuera a otro supermercado o incluso pequeña tienda de barrio. ambos se llamarían por el móvil para encontrarse.
Cuando Marta entró por fin en el supermercado, todo estaba arrasado, las estanterías vacías, Marta consiguió 4 latas de comida de perros y una de gatos que decidió comprar debido al pánico que observaba en la gente, dos tomates muy maduros y una lata de leche condesada.
Jose no tuvo ninguna suerte, para cuando llegó al siguiente supermercado a las puertas había cuatro agentes de seguridad que decían que ya no se podía entrar, las puertas solo se habrían para salir pero no para entrar y algunos que se pusieron gallitos con los guardias de seguridad recibieron una manta de palos. Las tiendas de barrio estaban cerradas.
Marta al terminar llama a Jose y se da cuenta que el móvil no funciona, sin cobertura se leía, así que espera pacientemente a que Jose llegue, Jose llega por fín y se cuentan como les ha ido, Jose trata de tranqulizar a Marta que está en pánico y le reprende por comprar comida de perros y gatos, " esto solo en cuestión de un par de días y con lo poco que tengamos en casa y en la casa de los abuelos nos arreglaremos, no es el fin del mundo para comprar comida de perros"
Conducen hasta casa a las 14 horas y cuando llegan a la barriada de los "adosados" ven a la entrada un enorme cartel del Ayuntamiento, donde se hace saber a la población de las medidas que tienen que tomar para protegerse ya que la situación se iba a prolongar por tiempo indefinido y los agentes de seguridad locales no podrían defenderlos ya que tenían que proteger a sus familias y no estaban entrenados para combatir tumultos de una población violenta, que un cuerpo especial del gobierno central se encargaría del orden pero de momento estaban muy ocupados en las grandes ciudades.
Jose entra en pánico y de repente se da cuenta que ha mal usado la gasolina que tenía y solo le queda como mucho para hacer unos 30 kms.
Al entrar en casa lo primero que hacen es enchufar la tele y el ordenador en busca de noticias, los canales de Tv están cerrados, internet funciona a un 10% colapsando cada 5 minutos, consiguen saber a través de la radio, que el € y el $ han quebrado, no es aceptado en los mercados que su valor es 0 y que estas monedas serían reemplazadas en un futuro próximo por monedas locales de cada país, hasta entonces sin dinero.
La abuela Carmen se trasladará a vivir con ellos hasta que pase lo peor, es viuda y vive sola.
Jose intenta ponerse en contacto con algunos de sus colegas pero el teléfono no funciona, tanto Jose como Marta deciden ir andando a sus puestos de trabajo para ver si consiguen saber algo más o se encuentran con algún colega que tenga información, a las puertas del colegio donde Marta da clases, hay un letrero que advierte tanto a alumnos como profesores que el colegio permanecerá cerrado hasta nueva orden, parecido al letrero que se encuentra Jose en sus oficinas, cerrado hasta nueva orden que se le notificará por escrito.
Al día siguiente, domingo o segundo día del crash, Marta se acuerda de que a unos 3-4 kms, hay una pareja de personas mayores que en una pequeña finca tienen gallinas y por tanto bemoles y que quizás les vendería. Jose se desplaza hasta allí andando. LLega al lugar donde parece que no hay nadie, vocea insistentemente llamado hasta que siente en la espalda un cañón o algo parecido, es el viejo que con una escopeta de caza apuntalada en la espalda de Jose, le pregunta, que quieres, que buscas?. Jose le dice que va en son de paz y solo quiere saber si le vendería bemoles, que estaba dispuesto a pagar 20 € por la docena, el hombre se ríe ¿20 € y por qué no 100 o ya que nos ponemos 1.000?, ni por un millón de € te doy un huevo, si tienes algo como una bici aunque sea vieja, algo de metal que no requiera electricidad para su funcionamiento, cobre, coche para desguace que puedas traer hasta aquí aunque sea por piezas etc. te venderé bemoles.
Jose vuelve a casa y cuenta lo que le ha pasado, la abuela Carmen dice que tiene una máquina de coser mecánica, singer, antigua que guardaba como recuerdo de su progenitora, y que quizá eso valga, Jose recoge la máquina de su suegra evitando a la gente para lo que da un gran rodeo y bien cubierta, se dirige a por los bemoles, le dan dos docenas y la promesa de otras dos docenas a la semana siguiente.
Marta y Jose se sienten agradecidos de que al menos entre los bemoles, lo que la abuela Carmen tenía en su casa y lo que ellos tienen, en una semana podrán comer.
Llega el lunes, tercer día del crash,, a eso de las 12 del mediodía el agua deja de salir de los grifos y no hay electricidad, a pesar de ello Jose y Marta explotan en risas histéricas al descubrir que tienen una bombona de gas que podrán usar para cocinar ya que gracias a Dios su vitro es mixta de gas y electricidad, pero no acaban de comprender porque esos servicios vitales han dejado de funcionar....
Continuará cuando tengas ganas y si no las tengo ni continuaré....