No escribo muchas veces, pero siempre contando experiencias propias. En el último mes tengo algo para contar y ahora tengo tiempo de hacerlo.
Esta historia empieza cuando después de seis años el dueño del piso que tenemos alquilado decidió recuperarlo para un familiar. Durante estos seis años non tuvimos ningún problema y supongo que será verdad, me extraña que quiera dedicarlo a alquiler turístico pero en el edificio ya hay un par de pisos en AirBnB y otra docena más sólo en la misma calle. Estaré pendiente de los portales de alquiler turístico por si aparece.
Este mes de julio tocó buscar piso, con la intención de entrar en agosto y poder hacer el traslado durante las vacaciones (en setiembre me es imposible pedir días en el trabajo). Buscar piso en una capital de provincia, tirando a pequeña y justo cuando los universitarios también empezaron a buscar (“Con el nuevo calendario de EvAU este año ha sido una locura, lo que antes se hacía en tres meses ha pasado a ser en uno” me dijeron en una inmobiliaria).
La primera búsqueda en Idealista nos deja claro el problema al que nos enfrentamos, después de aplicar los filtros para buscar pisos con 2 o 3 habitaciones, 2 baños y plaza de garaje solo aparecen seis pisos en la zona que nos puede interesar de la ciudad. Hay mucho “piso paco”, con cuatro habituaciones y un baño (lo que buscan los universitarios para pagar menos de 250€ por cabeza).
LAS HISTORIAS.
Como teníamos pocos pisos que nos pudiesen interesar el número de historias va a ser reducido, pero casi cada piso que visitamos da para contar una.
Piso 1: Anunciado en Idealista. Piso en zona de reciente expansión, menos de 10 años y bien situado. Precio: 900 €. El dueño no pone teléfono de contacto y tienes que contactar por chat. Le escribo para solicitar una visita y no me contesta, a los cinco días entra en Idealista y sube el precio a 930 €, pero sigue sin contestar. Ya pasó más de un mes, el anuncio sigue publicado y aún no me respondió. Difícil que lo alquile si no contesta a los mensajes.
Piso 2: En el mismo edificio, una planta más abajo y 850 €. Contacto por teléfono y responde el hermano de la propietaria. El piso llevaba seis años alquilado y lo están pintando y quedamos para ver el piso cuando termine el pintor. En la visita me dice que el piso hay que devolverlo pintado de nuevo y le contesto que el contrato inicialmente sería por un año y que, lógicamente, no vamos a realizar desperfectos en ese tiempo como para que sea necesario pintarlo de nuevo. Insiste en que sí, que hay que pintarlo al dejar el piso, que lo va a poner en el contrato y que en Brasil (donde está la hermana) es lo habitual.
Piso 3: A estrenar, el constructor entregó el edificio el mes anterior y aún tienen los ascensores forrados con espuma para no dañarlos al trasladar los muebles. El piso cuenta con zonas comunitarias: gimnasio, zona para fiestas infantiles, otra zona con cocina para reunión de adultos y piscina. El precio es de 1.000 €, pero descontando lo que paga la dueña por la comunidad podemos pensar que ella lo alquila ganando lo mismo que los anteriores siendo un piso mucho mejor. El piso es de 2 habituaciones y está amueblado (de Ikea, pero todo nuevo). La historia no es de este piso, es para contar que en el mismo edificio un iluminado alquilaba un piso de 3 habitaciones sin amueblar por 1.700 €. Desde luego el de 1.000€ tardaron una semana en alquilarlo y el de 1.700 sigue disponible (creo que por varios años hasta que el mercado suba un poquito más).
Piso 4: En esta ocasión se trata de un anuncio de inmobiliaria. El edificio es un viejo conocido, es todo del mismo propietario, en la última planta vive la familia e ya visité otro de los pisos en el pasado. Está en una loma y las vistas sobre el casco histórico son muy bonitas pero el piso está algo descuidado. El edificio debió construirse sobre el año 2000 y parece que lo amueblaron y empezó a alquilarse por esa época.Cuando visité el bajo en 2016 los cuartos de baño estaban sucios, la vitrocerámica manchada y los colchones tenían 15 años de trote. El curso pasado este piso lo alquilaron a estudiantes, los colchones y almohadas ya cuentan con 20 primaveras y el piso está algo más limpio pero los baños aún conservan algo de roña. Lo mejor, el de la inmobiliaria dice que le descontaron 20 euros a los estudiantes por no dejar el piso del todo limpio pero que protestaron, aprovecha para sacar una foto en uno de los baños y dice que es para demostrarles que el piso no quedó limpio. Seis años atrás cuando traté con el dueño no me dio buena espina, esto confirma que hace falta ser muy rata para descontar 20 euros de la fianza a unas personas que te pagaron más de 8.000 euros durante un curso y querer alquilarlo sin gastar ese dinero en limpiarlo. A poco que lo pensamos, en 20 años posiblemente sacó más de 150.000 euros por el piso y ni con esas piensa en cambiar los colchones cada 8-10 años.
Ampliamos la zona de búsqueda.
Piso 5: Algo alejado de lo que buscamos inicialmente, de la misma constructora que el piso n.º 3 (otro con zona comunes que encarecen la mensualidad). Llamo por teléfono: el piso está ocupado y no se puede visitar, el propietario está en una reunión de trabajo y me comenta que le deje los datos por Whatsapp para cuando se pueda visitar el piso. El anuncio sigue publicado, 15 días después aún estoy esperando que me llame. Si no puede enseñar el piso o no puedes responder unas pocas preguntas por teléfono, ¿para qué pones un anuncio en Idealista?.
Visto la poca oferta en Idealista y Fotocasa decidimos explorar páginas de inmobiliarias que non se enuncian en esos dos portales y también en Milanuncios (es horrible para buscar piso).
Piso 6: Después de una semana vemos un anuncio nuevo en Milanuncios que parece adaptase a lo que buscamos. El anunciante no deja móvil y hay que contactar por chat, en esta ocasión responde en un par de horas. Quedamos por la tarde para ver el piso, tiene que ser ese día ya que se marcha de vacaciones (genial publicar un anuncio justo cuando te marchas de la ciudad). Durante la visita nos comenta que el piso lleva dos meses en un grupo de Facebook de profesores (no quiere alquilar a estudiante o gente que no pueda demostrar su solvencia) y lo publicó solo en Milanuncios ya que no quería ponerlo en Fotocasa y que después le contactara mucha gente.
Piso 7: En la misma calle que el anterior, llamamos para aprovechar la tarde y visitar los dos pisos. Anuncio escueto, pocos datos sobre el piso y parecía de un particular pero al llamar contesta una persona recoge mis datos de contacto y me dice que me llamará un compañero (no lo dice peor es una inmobiliaria). Me llama “el compañero” y no puede quedar hasta dos horas después de visitar el piso n.º 6. Esa tarde, mientras esperamos por el barrio para ver el piso me llega una alarma de Idealista, es un anuncio de una inmobiliaria y se trata un piso 50 € más barato en la misa calle. En esta ocasión publica más fotos y da muchos más datos sobre el piso (como el número del edificio y portal). Rápido llamo a la inmobiliaria y me dicen que tienen una visita en ese momento pero que puedo ver el piso cuando terminen. Nos acercamos al portal y revisamos un poco más las fotos, ¡El anuncio es del mismo piso!. Cuando termina la visita hablamos en el portal con la chica de la segunda inmobiliaria, le decimos que sin darnos cuenta que se trataba del mismo piso ya quedamos con el de otra inmobiliaria para ver el mismo piso. Cuando llega “el compañero” se presenta pero sigue sin decir que es de una inmobiliaria, queda claro que son de dos inmobiliarias distintas y que conocen entre ellos. El de la inmobiliaria “pirata” dice que eso no puede ser y que tiene que hablar con el dueño para que no pongan dos precios diferentes. Subimos todos al piso y está algo peor que en las fotos (debían tener unos años): la puerta del frigorífico está golpeada y oxidada, los colchones son de Ikea (son más finos que los Flex o Pikolin y tienen la medidas algo diferentes) y los baños ya están algo mal. No nos interesa el piso pero aprovecho para poner a prueba a la inmobiliaria “pirata”. Le pregunto si en el contrato de alquiler no pondrá nada raro, que no piden más de un mes de fianza y cosas parecidas, y me contesta que el dueño pide dos meses de fianza. La cuestión es que en el anuncio de la segunda inmobiliaria decía que era un mes de fianza. El “pirata” quiere cobrar 50 euros más, el primer mes se lo quedan ellos y seguramente todo en neցro, y dos meses de fianza.
Sorprende las pocas ganas que tiene la gente en alquilar los pisos y lo piratas que son las inmobiliarias. Bueno, lo segundo no me sorprende y por eso miro de contactar primero con particulares, alguno bueno encontré pero no dejan anécdotas para contar.
Esta historia empieza cuando después de seis años el dueño del piso que tenemos alquilado decidió recuperarlo para un familiar. Durante estos seis años non tuvimos ningún problema y supongo que será verdad, me extraña que quiera dedicarlo a alquiler turístico pero en el edificio ya hay un par de pisos en AirBnB y otra docena más sólo en la misma calle. Estaré pendiente de los portales de alquiler turístico por si aparece.
Este mes de julio tocó buscar piso, con la intención de entrar en agosto y poder hacer el traslado durante las vacaciones (en setiembre me es imposible pedir días en el trabajo). Buscar piso en una capital de provincia, tirando a pequeña y justo cuando los universitarios también empezaron a buscar (“Con el nuevo calendario de EvAU este año ha sido una locura, lo que antes se hacía en tres meses ha pasado a ser en uno” me dijeron en una inmobiliaria).
La primera búsqueda en Idealista nos deja claro el problema al que nos enfrentamos, después de aplicar los filtros para buscar pisos con 2 o 3 habitaciones, 2 baños y plaza de garaje solo aparecen seis pisos en la zona que nos puede interesar de la ciudad. Hay mucho “piso paco”, con cuatro habituaciones y un baño (lo que buscan los universitarios para pagar menos de 250€ por cabeza).
LAS HISTORIAS.
Como teníamos pocos pisos que nos pudiesen interesar el número de historias va a ser reducido, pero casi cada piso que visitamos da para contar una.
Piso 1: Anunciado en Idealista. Piso en zona de reciente expansión, menos de 10 años y bien situado. Precio: 900 €. El dueño no pone teléfono de contacto y tienes que contactar por chat. Le escribo para solicitar una visita y no me contesta, a los cinco días entra en Idealista y sube el precio a 930 €, pero sigue sin contestar. Ya pasó más de un mes, el anuncio sigue publicado y aún no me respondió. Difícil que lo alquile si no contesta a los mensajes.
Piso 2: En el mismo edificio, una planta más abajo y 850 €. Contacto por teléfono y responde el hermano de la propietaria. El piso llevaba seis años alquilado y lo están pintando y quedamos para ver el piso cuando termine el pintor. En la visita me dice que el piso hay que devolverlo pintado de nuevo y le contesto que el contrato inicialmente sería por un año y que, lógicamente, no vamos a realizar desperfectos en ese tiempo como para que sea necesario pintarlo de nuevo. Insiste en que sí, que hay que pintarlo al dejar el piso, que lo va a poner en el contrato y que en Brasil (donde está la hermana) es lo habitual.
Piso 3: A estrenar, el constructor entregó el edificio el mes anterior y aún tienen los ascensores forrados con espuma para no dañarlos al trasladar los muebles. El piso cuenta con zonas comunitarias: gimnasio, zona para fiestas infantiles, otra zona con cocina para reunión de adultos y piscina. El precio es de 1.000 €, pero descontando lo que paga la dueña por la comunidad podemos pensar que ella lo alquila ganando lo mismo que los anteriores siendo un piso mucho mejor. El piso es de 2 habituaciones y está amueblado (de Ikea, pero todo nuevo). La historia no es de este piso, es para contar que en el mismo edificio un iluminado alquilaba un piso de 3 habitaciones sin amueblar por 1.700 €. Desde luego el de 1.000€ tardaron una semana en alquilarlo y el de 1.700 sigue disponible (creo que por varios años hasta que el mercado suba un poquito más).
Piso 4: En esta ocasión se trata de un anuncio de inmobiliaria. El edificio es un viejo conocido, es todo del mismo propietario, en la última planta vive la familia e ya visité otro de los pisos en el pasado. Está en una loma y las vistas sobre el casco histórico son muy bonitas pero el piso está algo descuidado. El edificio debió construirse sobre el año 2000 y parece que lo amueblaron y empezó a alquilarse por esa época.Cuando visité el bajo en 2016 los cuartos de baño estaban sucios, la vitrocerámica manchada y los colchones tenían 15 años de trote. El curso pasado este piso lo alquilaron a estudiantes, los colchones y almohadas ya cuentan con 20 primaveras y el piso está algo más limpio pero los baños aún conservan algo de roña. Lo mejor, el de la inmobiliaria dice que le descontaron 20 euros a los estudiantes por no dejar el piso del todo limpio pero que protestaron, aprovecha para sacar una foto en uno de los baños y dice que es para demostrarles que el piso no quedó limpio. Seis años atrás cuando traté con el dueño no me dio buena espina, esto confirma que hace falta ser muy rata para descontar 20 euros de la fianza a unas personas que te pagaron más de 8.000 euros durante un curso y querer alquilarlo sin gastar ese dinero en limpiarlo. A poco que lo pensamos, en 20 años posiblemente sacó más de 150.000 euros por el piso y ni con esas piensa en cambiar los colchones cada 8-10 años.
Ampliamos la zona de búsqueda.
Piso 5: Algo alejado de lo que buscamos inicialmente, de la misma constructora que el piso n.º 3 (otro con zona comunes que encarecen la mensualidad). Llamo por teléfono: el piso está ocupado y no se puede visitar, el propietario está en una reunión de trabajo y me comenta que le deje los datos por Whatsapp para cuando se pueda visitar el piso. El anuncio sigue publicado, 15 días después aún estoy esperando que me llame. Si no puede enseñar el piso o no puedes responder unas pocas preguntas por teléfono, ¿para qué pones un anuncio en Idealista?.
Visto la poca oferta en Idealista y Fotocasa decidimos explorar páginas de inmobiliarias que non se enuncian en esos dos portales y también en Milanuncios (es horrible para buscar piso).
Piso 6: Después de una semana vemos un anuncio nuevo en Milanuncios que parece adaptase a lo que buscamos. El anunciante no deja móvil y hay que contactar por chat, en esta ocasión responde en un par de horas. Quedamos por la tarde para ver el piso, tiene que ser ese día ya que se marcha de vacaciones (genial publicar un anuncio justo cuando te marchas de la ciudad). Durante la visita nos comenta que el piso lleva dos meses en un grupo de Facebook de profesores (no quiere alquilar a estudiante o gente que no pueda demostrar su solvencia) y lo publicó solo en Milanuncios ya que no quería ponerlo en Fotocasa y que después le contactara mucha gente.
Piso 7: En la misma calle que el anterior, llamamos para aprovechar la tarde y visitar los dos pisos. Anuncio escueto, pocos datos sobre el piso y parecía de un particular pero al llamar contesta una persona recoge mis datos de contacto y me dice que me llamará un compañero (no lo dice peor es una inmobiliaria). Me llama “el compañero” y no puede quedar hasta dos horas después de visitar el piso n.º 6. Esa tarde, mientras esperamos por el barrio para ver el piso me llega una alarma de Idealista, es un anuncio de una inmobiliaria y se trata un piso 50 € más barato en la misa calle. En esta ocasión publica más fotos y da muchos más datos sobre el piso (como el número del edificio y portal). Rápido llamo a la inmobiliaria y me dicen que tienen una visita en ese momento pero que puedo ver el piso cuando terminen. Nos acercamos al portal y revisamos un poco más las fotos, ¡El anuncio es del mismo piso!. Cuando termina la visita hablamos en el portal con la chica de la segunda inmobiliaria, le decimos que sin darnos cuenta que se trataba del mismo piso ya quedamos con el de otra inmobiliaria para ver el mismo piso. Cuando llega “el compañero” se presenta pero sigue sin decir que es de una inmobiliaria, queda claro que son de dos inmobiliarias distintas y que conocen entre ellos. El de la inmobiliaria “pirata” dice que eso no puede ser y que tiene que hablar con el dueño para que no pongan dos precios diferentes. Subimos todos al piso y está algo peor que en las fotos (debían tener unos años): la puerta del frigorífico está golpeada y oxidada, los colchones son de Ikea (son más finos que los Flex o Pikolin y tienen la medidas algo diferentes) y los baños ya están algo mal. No nos interesa el piso pero aprovecho para poner a prueba a la inmobiliaria “pirata”. Le pregunto si en el contrato de alquiler no pondrá nada raro, que no piden más de un mes de fianza y cosas parecidas, y me contesta que el dueño pide dos meses de fianza. La cuestión es que en el anuncio de la segunda inmobiliaria decía que era un mes de fianza. El “pirata” quiere cobrar 50 euros más, el primer mes se lo quedan ellos y seguramente todo en neցro, y dos meses de fianza.
Sorprende las pocas ganas que tiene la gente en alquilar los pisos y lo piratas que son las inmobiliarias. Bueno, lo segundo no me sorprende y por eso miro de contactar primero con particulares, alguno bueno encontré pero no dejan anécdotas para contar.