HILO OFICIAL DEL 12 DE OCTUBRE DE 2023

Se acerca y hay barullo...

de momento ya preveen descontento y abucheos así que parece que hacen una reubicación:

Defensa mueve el desfile del 12 de Octubre a una zona 'antiabucheos' (abc.es)

SITIO AL PILLO

Bernaldo dijo:

Compa @BGA , hablando ya muy en global sobre esta nueva intentona hispanista de las primeras décadas del siglo XXi - ya hubo algunos intentos en el XX- diría que la microfase internetera ya logró el hito de darse a ver y conectar gentes en España y América (quizás también en otros como pudieran ser Guines, Filipinas, etc).

Cierto que quedan fases decisivas como defenderlo de la usurpación por parte de diferentes facciones ideológicas (ateístas, liberales, marxistas, identitarios, etc) y geopolíticas (anglófilos, rusófilos, sinófilos, sionistas, etc, etc.) pero ahí ya supongo que va a depender más de componentes que se nos escapan a hormigas como nosotros.

En lo personal, individual, la visión es que esto ha tomado tal inercia cibernética y tamaño que ya el umbral de logro en impacto por línea escrita y tiempo de atención va tocando techo. Atrás quedan los días en que por aquí andábamos cuatro "apailaos", regalando o más bien sembrando, pero cuya dedicación entonces pudiera tener más importancia.

Yo creo que el tema Hispanismo internetil ya ha adquirido dentro y fuera del foro unas dimensiones de tal embergadora que lo hace ya una PERSPECTIVA necesaria en cualquier campo que se tome y ba atrayendo atención y adeptos.

Aunque con el recelo clásico Montañés, en los referidos peligros de oportunistas e intrigantes, he de decir que estoy contento y veo razones para ser positivo, siempre que se esté con Dios.

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Dado que el motivo principal del leyendanegrismo de siempre ha sido la destrucción de España y de su obra en América, el objetivo de la contraofensiva pasa necesariamente por reconstruir los puentes destrozados que han separado a tantas naciones hermanas durante dos siglos y que disparó en ellas la urgencia de defenderse por separado de ataques de enemigos reales e inventados por los enemigos verdaderos. Si aquella mentira diabólica se instaló entre nosotros obligándonos a mirarnos con recelo, la verdad debe capacitarnos para volver a mirarnos con confianza entre nosotros y en el futuro.

Los nuevos tratados geoestratégicos, cuando se plantean con la urgencia del que sabe que llega tarde a todos los grandes acontecimientos, pueden acabar siendo como elefantes en cacharrería que han de sentar muy mal al carácter católico, que mal que les pese a tantos, es el carácter que pone a todos los hispanos del mundo en una situación compleja frente a otros pueblos mejor asimilables al ordeno y mando de sus élites. Hace un año, aunque lo vi por encima ayer, Ernesto Castro, alineado con García Morente, defendía que los españoles no es que seamos envidiosos sino que despreciamos las obras que no hicimos cada uno personalmente al considerar que de haberlas hecho serían sin duda mucho mejores... No daba crédito a lo que me parecía un reduccionismo ramplón en la descripción de nuestro carácter. Estoy convencido de que si algo abunda entre nosotros es el orgullo que nos ciega y que en efecto puede dar como fruto ese menospreciar otros logros, pero... es habitual que entre orgullosos despunten soberanamente quienes alcanzan el éxito sobre aquellos que no lo alcanzaron o no se lo propusieron. Si uno emplea sus talentos para humillar a los demás, no podrá quejarse de que sea envidia o incomprensión lo que recibe a cambio. Esta lectura que divide al español entre intrépido triunfador y envidioso, es un despropósito a mi juicio que hace un mal muy grande a la verdad de nuestro carácter, y supone la barra libre -en su orgullo y soberbia- del triunfador frente al perdedor que solo puede compensar su incapacidad envidiando y despreciando... No conozco ningún caso personal de triunfo humilde que le queme el alma a sus vecinos, pero si muchos que se complacen con sus triunfos en jalear los demonios de los demás. Como siempre, son los triunfadores los que imponen su relato ocultando sus propias oscuridades.

El carácter hispano es altivo en tal manera, que vive en un estado de alerta permanente. La única manera de combatir esa especie de ansiedad crónica, es el esfuerzo de humildad de los mejores entre nosotros. El líder natural en nuestros pueblos es el que reúne talento y humildad. Con sus demonios dormidos, el hispano es capaz de seguir a estos líderes hasta las puertas del infierno... persiguiendo demonios.

La dignidad personal enjuagada en los imperativos sociales es uno de los signos fundamentales de nuestro ser católicos. Si se desatienden estos atributos tan complejos como ricos en favor de estrategias que los desprecian porque "no los entienden" o por asimilación de otras maneras de concebir al hombre y a la sociedad, lo que es para mí una ventaja exquisita se volverá un veneno como lo ha sido durante doscientos años.

La búsqueda de la Verdad no debe detenerse en la reparación de agravios o en la creación de oportunidades, lo cual es bueno pero insuficiente de cara a resistir esos ataques que nunca cesarán, sino llegar tan lejos como podamos en reconstruir nuestro propio relato humanista en el que nos sintamos cómodos, bien representados y finalmente comprometidos. A fin de cuentas, ¿qué podríamos echar de menos en nosotros de aquellos genios que lo dieron todo por Dios, el Rey y sus propias ambiciones? ¿Qué sentido "eficiente" tendría reconocernos todos como españoles si no somos capaces de encontrar raíces más profundas que compartir una lengua bajo la tiranía de un pensamiento hostil en contra de nuestra manera de entender la dignidad del individuo y su vocación social?