Resumiendo mucho: juntaron en un mismo país a gente que no tenía nada en común desde hacía diez siglos y en muchos casos no se podía ni ver y acabó como el rosario de la aurora.
- eslovenos: estos fueron toda la vida parte del imperio Austrohúngaro y un protectorado austríaco-alemán de facto
- bosnios: mariquitas que se convirtieron al islam bajo el dominio turco y sondespreciados por todos los demás
- macedonios: búlgaros con un lavado de cerebro y una crisis de identidad permanente
- albaneses (Kosovo): de fuera vendrán que de tu casa te echarán
- serbios y croatas: son la misma gente étnicamente y hablan el mismo idioma pero la frontera entre Europa Occidental y Europa Oriental pasa por allí. Los croatas son católicos, están apoyados por la UE y escriben en alfabeto latino, los serbios son ortodoxos, están apoyados por Rusia y escriben en cirílico; como consecuencia llevan un par de siglos intentando exterminarse mutuamente.
Yugoslavia se creó sobre 1917, casi salta por los aires en la WWII cuando empezaron a matarse entre ellos (cfr. campo de concentración de Jasenovac), aguantó unida bajo la dictadura de Tito y en cuanto éste desapareció volvió a disgregarse y volvieron a matarse entre ellos para postre.
Ese es un argumento un tanto simplista. Los pueblos que conformaban la antigua Yugoslavia se unieron por voluntad propia, aunque sus motivaciones eran muy diferentes. Los serbios consideraban que era justo que ellos liderasen un estado donde se agrupasen los eslavos del sur; al fin y al cabo los aliados se lo habían prometido y ellos tuvieron que realizar un gran sacrficio en la Primera Guerra Mundial. Los croatas y eslovenos en cambio eran más pragmáticos; temián al expansionismo italiano y germano, y el ejército serbio era el que más cerca estaba para sofocar los desórdenes después de la caída de los Habsburgo y también para evitar que Italia se hiciese con toda Dalmacia. Durante los años del Reino de Yugoslavia (hasta 1929 el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos) las tensiones entre serbios y croatas fueron frecuentes. Serbia era partidaria de un estado centralizado, mientras que Croacia defendía un modelo federal, con una amplia autonomía para ellos (al menos era lo que defendía el Partido Campesino Croata de Radic y Macek, el más importante en Croacia) Así que las tensiones y los boicots fueron algo corriente en aquellos años. Después del asesinato de Radic, el rey planteó la disolución del país, pero los eslovenos y croatas se negaron; seguían teniendo miedo, y preferían seguir dentro de Yugoslavia.
La Yugoslavia titista tampoco fue precisamente una balsa de aceite, como muchos puedan pensar. Me autocito de otro hilo:
La verdad es que los nacionalismos esloveno y croata hicieron acto de presencia cuando Tito todavía estaba vivo. Y fueron en parte responsables de la creación de la Constitución de 1974. Los eslovenos ya dejaron caer por primera vez la posibilidad de secesión ¡en 1968!, y los albaneses ya la empezaban a líar en Kosovo. Por su parte en Croacia surguió, al calor de los movimientos del 68, la "Primavera croata" (conocida también como Maspok, de masovni pokret-movimento de masas). Era un movimiento en favor del aperturismo, pero a la vez demandaban una mayor autonomía para Croacia (política, cultural, económica), por tnato también era un movimiento de claro caracter nacionalista. Más o menos recogían el testigo del Partido Campesino Croata de la la Yugoslavia de entreguerras. Savka Dabcevic-Kucar era una de los líderes de ese movimiento; ella misma llego a ser la líder de la liga de Comunstas de Croacia (en un principio Tito les dejó hacer, ya que coincidían en su rechazo a la represión soviética en Praga). Pero en 1971, la situación se le estaba yendo de las manos, y Breznev (que estaba de visita en Belgrado) recomendó a Tito que se deshiciera de los elementos anticomunistas que estaban asomando la cabecita. La gota que colmó el vaso fue cuando comenzaron una serie de huelgas y disturbios en las universidades croatas; por aquel entonces Tito estaba de visita en los USA, y todo aquello le enfureció muchísimo. En Diciembre se reunió con los líderes croatas en el antiguo pabellón de caza de la familia real en Karadjordjevo, exigiendo su dimisón inmediata. Después de ese movimiento, se llevaron a cabo una serie de purgas en Croacia para eliminar a los elementos nacionalistas. Pero también aprovecho para hacer lo mismo en Serbia...
Estaba claro que había que hacer algo ante el crecimiento del nacionalismo. Tito tenía dos opciones. La primera era dar marcha atrás y volver a los tiempos de Rankovic, que había sido destituído en los años 60; es decir, un modelo más centralizado y de tolerancia cero con los nacionalismos. La otra era la huída hacia delante. El gobierno (que pensabe que ya no se podía dar marcha atrás porque no solucionaría el problema) optó por lo segundo, en la línea de Tito de dar una de cal y otra de arena. Por un lado reprimió al Maspok, pero por otro lado aceptaba parte de sus demandas al aprobar la Constitución de 1974. Una constitución que descentralizaba más al país... a costa de los serbios. Se crearon dentro de Serbia dos provincias autónomas (vojvodina y Kosovo) que en la práctica eran casi como dos repúblicas más. Pero en Croacia o en Bosnia no se llevó a cabo nada parecido, cuando no faltaban razones para su creación (Krajina, Eslavonia, etc) Los serbios se sintieron agraviados y con razón. Parecían estar en lo cierto cuando argumentaban que una Yugoslavia fuerte equivalía a una Serbia debil. Además, esa constitución tenía los mecanismos necesarios para regir al país cuando Tito ya no estuviese, sería como una especie de píloto automatico. Como rezaba un eslogan oficial: "I posle Tita-Tito!" (y después de Tito, Tito) El presidente de Yugoslavia saldría de la llamada presidencia federal, un consejo de nueve miembros: los representates de cada una de las repúblicas y provincias, más el presidente de la Liga de Comunistas (el secretario general del partido, vaya) Ese procedimiento conocido como la llave (ključ), por lo que Yugoslavia llegó a tener incluso un presidente albanés...
Aunque han pasado y amás de cuarenta años, esa constitución sigue despertando polémicas en la antigua Yugoslavia: por un lado era un constitución muy moderna que daba una gran autonomía a las repúblicas. Pero por otro lado, muchos se preguntan si fueron precisamente esas concesiones las que ayudaron a la desintegración de Yugoslavia. Las republicas (o mejor dicho, sus élites gobernantes) adquirieron mucho poder. Estas élites locales empezaron a montar todo tipo de chiringuitos para afianzar ese poder, y sin ningun tipo de mecanismo de control para poder pararles los pies. Caciquismo en estado puro. Al final, cada república hacía lo que le daba la gana, como se vió cuando le hiceron la cama a Ante Markovic.
Es cierto que Yugoslavia estaba configurada por pueblos muy diversos y diferentes entre si. Vayamos por partes:
-Los eslovenos. Mucha gente en Yugoslavia pensaba que los eslovenos formaban parte del país porque "salían en la foto"; que estaban sólo porque les convenía. Durante siglos han estado vinculados a los Habsburgo (dentro de las tierras históricas de éstos) y eso se nota en su cararcter, su folklore, etc. Al igual que sus vecinos del norte, son muy trabajadores y ordenados; pero no dejan de ser eslavos, así que son más abiertos, encantadores, y espontáneos que los germanos.
-Los fiel a la religión del amores. Que gran error cometió Tito al considerar a los fiel a la religión del amores como a una nación más de Yugoslavia. Básicamente son serbios o croatas que se convitieron al islam durante la dominación turca. Nunca han caído bien ni a serbios ni a croatas (les han llamado despectivamente poturice, que significa más o menos "los que se han vuelto turcos"), aunque los ustashas los quisieron atraer a su bando en la Segunda Guerra Mundial. Tampoco han sido nunca muy religiosos (Emir Kusturica dijo una vez que si les quitaban el kilim de debajo de sus pies, se caerían al suelo), pero desde que Bosnia es independiente, la cosa ha ido a peor, gracias a los petrodólares de los golfos pérsicos (sin olvidar que Izetbegovic era más o menos como Erdogan).
-Los macedonios. Siempre fueron considerados como búlgaros (la verdad es que no se diferencian demasiado), aunque durante el auge de los movimientos nacionalistas decimonónicos también surgió un "nacionalismo macedonio". Con el tiempo, y a pesar de que su territorio es parte importante en la historia de Bulgaria y Serbia, han adquirido una identidad propia; puede que sea un tanto artificial (lo de pensar que son los descendientes de los antiguos macedonios es de traca), pero ya no se consideran serbios o búlgaros.
-Los montenegrinos. A ellos les está pasando algo parecido a los macedonios. Siempre han sido serbios, lo que pasa que el destino quiso que los turcos nunca pudiesen conquistar los alrededores del monte Lovcen, y de ahí surgió el estado montenegrino. Durante la epoca de Tito también se les empezó a considerar un grupo étnico distinto, otro error por parte del régimen (o se hizo más bien para, como no, debilitar a los serbios). También los nacionalistas montenegrinos tienen sus salidas de pata de banco, como el querer llamar a la lengua "lengua materna" (materni jezik), en un ridículo intento de querer renunciar a su identidad serbia, como si fuesen un pueblo diferente.
-Los serbios y los croatas: La pregunta de siempre. ¿Son la misma etnia, son el mismo pueblo? Si tenemos en cuenta el idioma (aunque cuidado, que hay bastante lío en ese tema), folklore, etc, se podría decir perfectamente que sí. pero si pensamos en la religión, o en la historia de ambos pueblos, podríamos afirmar que no, que son dos etnias difrenciadas. En mi opinión, la respuesta es... sí y no. Serbia y Croacia son como dos gemelos separados al nacer; tantas cosas les unen como tantas les separan. Y como cada uno de ellos se asentó más o menos al otro lado la línea que separaba la cristiandad latina de la otrodoxa... Eso ha marcado profundamente su caracter y su destino. Los croatas fueron un reino independiente, más tarde formaron parte de Hungría, y posteriormente estuvieron vinculados a los Habsburgo (y también a Venecia). Los serbios también tuvieron su estado, para más tarde caer bajo el dominio turco, y finalmente recuperar su independencia. Han formado parte de mundos antagónicos, y eso se nota incluso hoy en día. Unas veces se han llevado a apiolar, otras veces sus relaciones han sido más cordiales...
-Los albaneses. Si las relaciones entre eslovenos, serbios, croatas y fiel a la religión del amores se parecen más a las que puede haber dentro de una familia (no dejan de ser hermanos, en el caso de los eslovenos primos), los albaneses son "el otro". Ni siquera son eslavos, y siempre han sido odiados por todos sus vecinos; ya sean serbios, croatas, o griegos. Tito cometió un error de bulto al no permitir volver a los serbios que huyeron de Kosovo en la Segunda Guerra Mundial. Los albaneses rápidamente se convirtieron en mayoría en la provincia, y ya la empezaron a líar en los años 60, cuando el Mariscal estaba todavía gobernando. Nunca han dejado de dar problemas.
Pero, a pesar de todos los problemas, también hubo muchos momentos de convivencia en Yugoslavia. Incluso en plena guerra, en 1991, el periodista Misha Glenny pudo constatar en Eslavonia que mientras en algunas zonas se estaban aporreando a base de bien, justo al lado había pueblos habitados por serbios y croatas donde durante todo el conflicto no se pegó un solo tiro. Hoy en día, existen ciudades como Subotica, en Serbia, donde conviven pacíficamente varias etnias (serbios, croatas, húngaros...), la población es en gran parte bilingüe, y donde nunca ha habido disturbios importantes, ni siquera durante los años 90. La verdad es que Yugoslavia duró mucho más de lo que se podía pensar, teniendo en cuenta los ingredientes con los que se construyó el país. No era una misón facil, y es verdad que los problemas surgieron desde el momento en el que el país comenzó su andadura. Pero a pesar de todo, también hubo éxitos, y Yugoslavia fue un país respetado y un ejemplo en no pocas cosas. Por eso hay que reconocer el mérito de gobernantes como Tito, a pesar de sus errores y de perjudicar claramente a los serbios.