Hilo de los grandes científicos de España

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Madmaxista
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Después de leer tantas insensateces y siempre las mismas sobre la ciencia en España, hago este hilo siguiendo el mismo que estoy haciendo sobre los marinos.

Se pondrán los grandes científicos, botánicos, cartógrafos, inventores, ingenieros españoles... como las expediciones que ha hecho España.

LOS GRANDES CIENTÍFICOS DE ESPAÑA

1) Movimiento dinámico por Juan de Celaya

Filósofo, teólogo, matemático, físico y astrónomo del Renacimiento español, Juan de Celaya fue uno de los llamados calculatores. Destacaron sus investigaciones en física sobre el movimiento cinemático y dinámica, y en filosofía sobre la lógica. Su Teoría del Movimiento Dinámico fue precedente de la Ley de la Gravedad enunciada dos siglos después por Isaac Newton.

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Juan de Celaya nació en Valencia en 1490. Pertenecía a una familia de hidalgos que había participado en la reconquista de Granada en 1492. Comenzó sus estudios en la Universidad de Valencia y continuó en París en el Colegio de Montaigu hasta 1509. Allí fue introducido en las ideas matemáticas del nominalista inglés John Maior siendo alumno de Gaspar Lax, de Jean Dullaer de Ghent y de Juan Martínez Guijarro, los cuales ejercieron una gran influencia en su pensamiento.

Desde 1510 a 1515, impartió clases de física y lógica en el Colegio de Coqueret, junto con el portugués Álvaro Thomaz y el escocés Robert Caubraith.

Entre los años 1510 y 1513, uno de los condiscípulos de Celaya, el aragonés Juan Dolz de Castellar, publicó tres libros sobre lógica, el último de los cuales fue fuertemente criticado por Celaya en sus Summulae logicales, publicado en París en 1515. Tres años después, Dolz contestó a Celaya en un amplio prefacio titulado Cunabula omnium... difficultatum in proportionibus et proportionalibus.

De 1515 a 1524, estuvo trabajando en el Colegio de Santa Bárbara, teniendo a Domingo de Soto y al portugués Juan Ribeyro como alumnos.

Autor muy prolífico, publicó una gran cantidad de obras de lógica y filosofía natural, hasta convertirse en una de las figuras más destacadas del grupo de nominalistas y calculatores parisinos de las primeras décadas del siglo XVI, siendo uno de los impulsores de la Lógica nominalista.

Pero fueron más trascendentales sus estudios sobre la física de Aristóteles y el movimiento. Ideas que recopiló en la obra Expositio in octo libros phisicorum Aristotelis, publicada en París en 1517. Esta obra tiene un especial interés para el estudio de los orígenes de la moderna ciencia del movimiento. En ella incorporó las principales contribuciones de los filósofos bajomedievales: mertonianos como Thomas Bradwardine, William Heytesbury o Richard Swineshead, franceses como Jean Buridan y Alberto de Sajonia, e italianos como Pablo de Venecia, Gaethano da Thiene y Bernardo Torni. Además incluyó las investigaciones que sus compañeros de la Universidad de París fueron desarrollando, en especial las del portugués Álvaro Thomaz.

Inspirado por las ideas mertonianas de los calculatores acerca de la física moderna, Celaya efectuó investigaciones en cinemática y dinámica. Y estableció el principio de Movimiento Dinámico basándose en la dinámica aristotélica, por la cual los cuerpos deben tener una causa externa para iniciar el movimiento en un objeto móvil. Consideraba que el "impetus" es una disposición distinta del móvil que, según Alberto de Sajonia, le confiere el carácter de una cualidad secundaria, en comparación a los conocimientos y a las disposiciones del alma.

Investigó en profundidad los problemas relativos a las "latitudes" y a los procesos de "intensio" y de "remissio" en el movimiento local, mostrándose a favor de las aplicaciones de esta teoría a la medicina y a la teología.

Sus ideas influyeron el desarrollo de la ciencia moderna hasta el punto en que enunció la primera Ley de la dinámica un siglo antes que lo hiciera Isaak Newton. El científico inglés afirmó en su primera Ley que "todo cuerpo preserva en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él".

En In quatuor libros de coelo et mundo Aristotelis y In libros Aristotelis de generationes et corruptiones, publicados en 1517 y 1518, Celaya trató temas cosmológicos como la pluralidad de mundos existentes, el centro de gravedad y el centro de magnitud de la tierra y su situación respecto al mundo, la posibilidad de que exista una magnitud infinita, etc.

En 1520, Celaya mantuvo una controversia con el también profesor de la Universidad parisina, Gervasio Wain, filósofo y teólogo del Nominalismo, como su oponente, pero muy influido por el Humanismo.

Es probable que el auge del Humanismo y las críticas que los terministas parisinos recibían de autores humanistas como el también valenciano Luis Vives influyeran en su decisión de regresar a su ciudad natal. Tras doctorarse en teología, regresó a la Universidad de Valencia en 1524. El 3 de octubre de 1525 fue nombrado rector perpetuo de esta universidad. Además trabajó como profesor de teología de la reestructuración de su estudio.

El Estudio General de Valencia siempre estuvo a favor de la doctrina del Nominalismo. Pero desde la llegada de Celaya como rector, esta corriente sufrió una progresiva desaparición. Desde el principio, impuso su Eclecticismo y la obligación de leer en las tres vías: Tomismo, Nominalismo y Realismo. En la facultad de artes durante el curso 1526-1527, los términos "realista" y "nominalista" de las cátedras desaparecieron, aunque continuaron autores de una y otra tendencia.

En Valencia, Celaya solo publicó una obra, titulada Comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo, en la que la sentencia dominante sigue siendo la lógica nominalista; sin embargo, en las enseñanzas desde su cátedra evolucionó hacia la doctrina tomista de Santo Tomás.

Otro aspecto destacado de su actuación en Valencia es el relativo a sus ataques al Eramismo y a su aversión hacia las corrientes del Humanismo. En este sentido, el episodio más conocido es su oposición a que le dieran una cátedra de griego y latín al humanista Pedro Juan Oliver.

ESPAÑA ILUSTRADA: MOVIMIENTO DINÁMICO POR JUAN DE CELAYA

Juan de Celaya - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
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Leonardo Torres Quevedo - Wikipedia, la enciclopedia libre

Leonardo Torres Quevedo fue unos de los más geniales inventores de finales del siglo XIX y principios del s. XX. Dotado de una gran capacidad inventiva, sus trabajos se adentraron en campos tan dispares como la aeronáutica, la automática o el álgebra.


José Echegaray - Wikipedia, la enciclopedia libre

Fue un polifacético personaje de la España de finales del siglo XIX, con excelentes resultados en todas las áreas en las que se involucró. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1904, y desarrolló varios proyectos en ejercicio de las carteras ministeriales de Hacienda y Fomento. Realizó importantes aportaciones a las matemáticas y a la física. Introdujo en España la geometría de Chasles, la teoría de Galois y las funciones elípticas. Está considerado como el más grande matemático español del siglo XIX. Julio Rey Pastor afirmaba: «Para la matemática española, el siglo XIX comienza en 1865 y comienza con Echegaray».
 
Sí, a esos científicos los desarrollaré más adelante.

2) Agustín de Betancourt

Agustín de Betancourt y Molina nació en el Puerto de la Orotava (Tenerife) en 1758. Se le considera el principal ingeniero militar español de los siglos XVIII y XIX y uno de los mejores ingenieros mecánicos de Europa.

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Su trabajo varió desde las máquinas de vapor y los globos aerostáticos hasta la ingeniería estructural y el planeamiento urbanístico. Como educador, Betancourt fundó y dirigió la Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales en 1802 y también fue inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros de Comunicaciones en San Petersburgo. Como diseñador de planos urbanísticos y constructor, Betancourt supervisó los planos urbanísticos y la construcción en San Petersburgo, Kronstadt, Nizhny Novgorod y en otras ciudades rusas.

Era políglota: hablaba español, latín, francés, ruso, alemán e inglés.

Betancourt pertenecía a una familia noble relacionada con Jean de Bethencourt que participara en la conquista de las Islas Canarias. Sus padres trabajaban en el sector de la maquinaria y tintes textiles. Su progenitora y la hermana de su padre presentaron trabajos científicos sobre colorantes textiles y su padre, era miembro fundador de la Sociedad Económica de La Laguna, siendo también mecánico textil. En particular la Memoria sobre la forma de obtener el tonalidad carmesí, probablemente la primera memoria científica firmada por una muyer en Canarias. Aprendió francés de su progenitora y ciertos conocimientos en ciencias de su padre estudiando después en el convento de los dominicos de La Orotava. Tras su paso por las milicias provinciales entre 1777 y 1778, viaja a Madrid para continuar sus estudios, no regresando jamás a su ciudad natal.

Como miembro de familia pudiente en 1778 marchó a estudiar a Madrid en los Reales Estudios de San Isidro, regentado por su primo materno. Los primeros trabajos realizados en 1783 para la Corona fueron dedicados a la inspección del Canal Imperial de Aragón, tras la ruptura de la presa del Bocal, un estudio o inspección de las minas de Almadén. La mejoras propuestas por éste quedaron reflejadas en tres memorias en el año 1783. También consiguió la creación y ascensión del primer globo aerostático en España en el mismo año, tan sólo unos meses después de que lo hicieran los hermanos Montgolfier en Francia (el primero fue realizado en 1709 por el brasileño Bartolomeu de Gusmao, no por los hermanos Montgolfier en 1783 como suele creerse).

Viajes a Francia e Inglaterra

En 1784 viajó a Francia en compañía de Alfonso de Nava para estudiar arquitectura y arquitectura subterránea y formándose en la École Nationale des Ponts et Chaussées (Escuela Nacional de Puentes y Caminos). En 1785 llevó a cabo muchas investigaciones técnicas, estudiando sobre la purificación del carbón de piedra en los hornos del Jardin des Plantes parisino, donde se extraía betún de hulla, reflejándose luego en la Memoria sobre la purificación del carbón piedra y modo de aprovechar las materias que contiene, dedicada a Carlos III, en la que describe los altos hornos de Irlanda y los del Jardin des Plantes de París, proponiendo un nuevo tipo de horno. Con la llegada de su hermano, José de Betancourt, comenzaron la búsqueda de máquinas en colaboración con otros pensionados españoles en varias regiones francesas.

A su regreso a Madrid en 1785 discute con el Conde de Floridablanca sobre la posible creación de una escuela de Puentes y Calzadas a imitación de la francesa. Posiblemente colaboró con Louis Proust en un método de blanqueo de la seda.

A su vuelta a París en 1785 se dedica sobre todo a la hidráulica y diseña un modelo de telar de cintas anchas de rasoliso y tafetán. En 1787 se asocia comercialmente con el relojero franco-suizo Breguet en la venta de relojes. Durante este año se crea el Real Gabinete de Máquinas siendo nombrado como su director aunque tomara posesión del cargo en 1792. También comenzó a realizar diseños de máquinas hidráulicas y a estudiar diseños mecánicos y adquirir máquinas por encargo del Conde de Floridablanca para la creación del Gabinete de Máquinas en Madrid.

En 1788 realiza un diseño de una máquina para crear cintas para adorno de muyeres. En 1788 viajó a Inglaterra, donde hiciera una labor de reconocimiento de los puertos ingleses con cometidos de espionaje industrial y científico de los modelos desarrollados por los ingleses. Estuvo en Birmingham para investigar sobre las máquinas de vapor, En particular la máquina de vapor de doble efecto, patentada por la empresa de Boulton y Watt en 1789. Éstos no le dejaron observarla pero sí la vio funcionando cerca del puente de Blackfriars en una fábrica de harinas además de un nuevo telar mecánico.

Regreso a París (diciembre 1788-julio 1791):

A su regresó a Paris en 1792 escribió para la Academia de las Ciencias de París la Memoria sobre una máquina de vapor de doble efecto, siendo así el introductor de dicho ingenio en el continente. Poco después, en 1790 se inicia la construcción de una fábrica de harinas de los hermanos Perier, cuyos molinos funcionaban con una máquina de vapor de doble efecto. También crea un modelo de telar mecánico, una máquina eólica para desaguar terrenos pantanosos. Otro desempeño del que tuvo que hacerse cargo es de recabar instrumental para la expedición Malaspina en 1792 así como el llevar a cabo "la colección de modelos hidráulicos" para el Gabinete de Máquinas. El embajador español Fernán Núñez envía a Madrid un Índice de los modelos y memorias de don Agustín, como anticipo del Catálogo del Gabinete.

En 1791 recibe la orden de su traslado a España llevando consigo toda la colección de 359 planos, 99 memorias y 270 máquinas para el Real Gabinete. En julio de ese año, Betancourt y Peñalver realizan la Memoria sobre los medios para facilitar el comercio interior, en donde se realiza la propuesta de lo que sería una futura Escuela de Caminos y Canales, cuestión discutida anteriormente con Floridablanca. En 1792 se abre al público en el Retiro el Real Gabinete de Máquinas. En 1793, decide viajar a Inglaterra junto a su familia con el encargo de desarrollar nuevos inventos y máquinas.

En 1794 se inicia la construcción de máquinas de vapor para su utilización en plantas azucareras, siendo a su vez destinado a Cuba para la construcción de caminos e ingenios azucareros. Recibe en Inglaterra varios premios como el de la Society for the Encouragement of Arts por el diseño de una máquina para cortar plantas en ríos y canales y el de el Royal Board of Agriculture de Whitehall por una máquina de moler sílex. En 1796 Betancourt sale de Inglaterra junto a otros españoles tras el inicio de hostilidades entre ambos países.

Durante una corta estancia en Francia desarrolla una especie de telégrafo óptico junto con su amigo Breguet, presentando al directorio la memoria que entra en conflicto con los intereses de Claude Chappe, inventor del primer telégrafo, por lo que queda archivado el expediente. Antes de abandonar Francia patenta junto a Breguet un modelo de prensa hidráulica

Durante 1797 viaja a España y comienza su viaje a Cuba que termina rápidamente tras el apresamiento por una fragata inglesa de la embarcación donde reunía todo el instrumental científico y técnico, liberando a los viajeros en Lisboa unos días más tarde. Godoy le ordena reponer el cargamento perdido por lo que se ofrece a viajar a París con el encargo.

Durante su estancia en Francia entre 1797 y 1798 se reabre el pleito sobre el telégrafo. Una comisión de expertos incluyendo a Laplace, Lagrange, Borda, Prony, Delambre, Coulomb y Charles comparan ambos telégrafos, el de Betangourt y el de Chappe informando favorablemente sobre un nuevo tipo de telégrafo del español. La influencia de Chappe opone su utilización en Francia mientras que en España parece que puede tener alguna posibilidad.

Por esta razón Betancourt deja en suspenso su proyecto en Cuba y comienza a pensar en el desarrollo de líneas de telégrafos en España. A su vuelta a España comienza el desarrollo del proyecto que consistiría en conectar mediante telégrafo Madrid con Cádiz. Además pasa a adquirir la Real Fábrica de Algodón de Ávila para su explotación comercial.

La decisión del secretario de Hacienda de parar la construcción de torres de telégrafos deja al proyecto con apenas unas pocas torres construidas entre Madrid y Aranjuez. Durante los siguientes años se le designa para realizar una inspección del Canal de Castilla, del cual presenta un informe junto con Peñalver, presenta una esclusa de émbolo buzo. También examina la rotura de la presa de puentes de Lorca y lleva a cabo reparaciones y construcciones en numerosos puentes entre Madrid y Barcelona. En el año 1802 comienzan los Estudios de la inspección general de caminos y canales, considerado el inicio de la Escuela de Caminos, siendo Betancourt quien diseñara los estudios de los primeros años.

En 1803 empezó a escribir con José Lanz el Ensayo sobre la composición de las máquinas, publicado en París en 1808 con el título Essai sur la composition des machines, convirtiéndose en un libro de texto de gran difusión en toda Europa. En 1807, Betancourt fue nombrado corresponsal de la Academia de Ciencias de París (irónicamente, también J. Watt fue nombrado corresponsal en esa misma sesión). Poco después abandonó definitivamente España, trasladándose a París, donde presentó a la Academia de Ciencias su Memoria sobre un nuevo sistema de navegación interior, en la cual describió una esclusa de émbolo que había inventado en 1801, e inventó con Breguet el termómetro metálico.

Época rusa y sus últimos años

Realiza en 1807 durante el periodo prebélico un viaje a Rusia donde es recibido por el zar en San Petersburgo siendo invitado junto al ministro Rumiántsev a visitar varias industrias de importancia para el país.

En mayo de 1808 regresa a París enterándose de los acontecimientos en España durante el inicio de la guerra de independencia. En septiembre vuelve a Rusia dejando en manos de Breguet los asuntos económicos en Francia como ya hiciera anteriormente.

A finales de 1807 viajó a San Petersburgo invitado por el Zar Alejandro I de Rusia y permaneció allí durante seis meses. Tras regresar a París para presentar con José Lanz el Ensayo ..., regresó a Rusia, donde permaneció hasta su gloria al servicio del zar Alejandro I.

Nombrado mariscal del ejército ruso, quedó adscrito al Consejo Asesor del Departamento de Vías de Comunicación. Posteriormente fue nombrado Inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros y, en 1819, Director del Departamento de Vías de Comunicación.

A lo largo de los 16 años de su estancia en Rusia alternó la dirección académica del Instituto de Ingenieros con numerosas obras públicas, como el puente sobre el Málaya Nevka, la modernización de la fábrica de armas de Tula o la fábrica de cañones de Kazán, la draga de Kronstadt, los andamiajes para la Catedral de San Isaac o la Columna de Alejandro I, el canal Betancourt de San Petersburgo, la Catedral de la Transfiguración de Nizhni Nóvgorod, la fábrica de papel moneda, el picadero de Moscú, la navegación a vapor en el río Volga, sistemas de abastecimiento de aguas, ferrocarriles, etc.

A partir de 1822 comenzó a tener problemas con el Zar y fue sustituido en la dirección del Instituto, quedando relegado hasta su gloria en 1824.

La biblioteca carpetana: Agustín de Betancourt

Agustín de Betancourt - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
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Así me gusta, qué venga un troll, registrado hoy, a reventarme el hilo. Así me gusta... Reportado y al ignore.
 
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Me encanta como quedan los hilos después de poner en el ignore a los iluso...

Seguimos.

3) Psicología diferencial y caracteriología por Juan Huarte de San Juan

Médico y humanista del siglo XVI, Juan Huarte de san Juan fue un innovador de la caracteriología, considerado como el primer iniciador de la orientación fisiológica y experimental de la psicología moderna. Junto con Luis Vives, fue precursor de la psicología diferencial y aplicada, realizando innovaciones en la orientación profesional y eugenesia, con interesantes aportaciones a la neurología, pedagogía, antropología, patología y sociología. Fue uno de los primeros filósofos modernos en ocuparse a fondo de la estructura antropológica, fisiológica, anatómica y psicológica del hombre sobre bases científicas. Su gran obra Examen de ingenios para las ciencias tuvo una enorme repercusión en Europa.

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Juan Huarte de San Juan nació en 1529 en San Juan de Pie del Puerto, villa que aún pertenecía al Reino de Navarra. Provenía de una familia hidalga vascongada. Estudió humanidades en Huesca, y medicina en la universidad de Alcalá de Henares.

Probablemente fue regidor de Huesca, vivió también en Granada y en Baeza. En esta ciudad andaluza comenzó sus estudios de medicina y letras, que continuó en Alcalá de Henares desde 1553 a 1559, año en que recibió el título de doctor en medicina. Se casó con Águeda de Villalba, tuvieron y tuvieron varios hijos. Está enterrado en la iglesia de Santa María, de Linares. Fue médico en Linares y Baeza, donde murió.

Huarte estuvo influenciado por la filosofía griega (especialmente por Platón, Aristóteles, Hipócrates y Galeno), por los clásicos romanos y por Santo Tomás. Intentó conciliar el método experimental de conocimiento con sus convicciones religiosas y su concepción espiritual de la vida. Para establecer las bases de su tesis, recurrió tanto a la historia sagrada como a lo que él llamaba filosofía natural, pero la verdad última corresponde a la fe religiosa: "Sólo nuestra fe divina nos hace ciertos y firmes para siempre jamás", señalando en este contexto que "la filosofía y la medicina son las ciencias más inciertas de cuántas usan los hombres".

Estuvo a favor del conocimiento objetivo de la realidad, frente a tanta corriente subjetiva de la Europa de su tiempo: "la verdad no está en la boca del que la afirma, sino en las cosas de que se trata". Concedió una importancia primordial a las leyes de la naturaleza, fuente irrenunciable de verdad, y quien la observa con atención "aprenderá mucho en la contemplación de las cosas naturales".

Siguiendo a Pitágoras y a Platón, partió del supuesto de que el alma es inmortal, mientras que el cuerpo no debe ser entendido como un mecanismo dotado de una casualidad irreversible y superior al espíritu. Por eso, concluyó que el hombre es un animal racional capaz de dominar sus pasiones y reflejos irracionales.

Huarte había leído a Erasmo, su filósofo preferido fue Durando, aunque sentía preferencia por las enseñanzas de San Pablo, el cual era también iluminado y empírico. Defendió que la inteligencia depende del temperamento, tesis que llamó Organicidad del entendimiento. Creyó en la espiritualidad del alma humana, y admitió cierto grado de inteligencia animal. Rozó el dogma católico al hablar del temperamento de Jesucristo. Rechazó el argumento de autoridad, y sostuvo que no hay que buscar causas sobrenaturales cuando se pueden encontrar naturales. Su propósito fue examinar las disposiciones y temperamentos de los individuos, aconsejando que cada cual se dedique a lo que está más capacitado.

Fue uno de los primeros filósofos modernos en ocuparse a fondo de la estructura antropológica, fisiológica, anatómica y psicológica del hombre sobre bases científicas. Y, al igual que Luis Vives, su obra está destinada a la pedagogía. Para Huarte: "Tienen los hombres dos géneros de nacimiento. El uno es natural, en el cual todos son iguales, y el otro es spiritual", una máxima contendida en todo el ideario de la educación en la época de la Ilustración. Pero limitaba el culto a la razón: "El entendimiento es la potencia más noble del hombre y de mayor dignidad, pero ninguna hay que con tanta facilidad se engañe acerca de la Verdad."

Su concepto del hombre respecto a la sociedad es democrático y anti-jerárquico, rechazando la hidalguía, tan característica de los vascos y navarros de su época: "Porque hay infinitos hijos dalgo pobres, e infinitos ricos que no son hidalgos." Para Juan Huarte, el mérito de un hombre debe medirse únicamente por lo que hace en su vida: "Y así todo el tiempo que el hombre no hace ningún hecho heroico se llama hijo de nada, aunque por sus antepasados tenga nombre de hijo dalgo." Y el mismo criterio crítico aplica a la institución monárquica: "Porque no basta que el Rey o Emperador explique su voluntad, porque si no es justo y con razón, no se puede llamar Rey."

Distinguió entre ciencias del entendimiento (teología, escolástica, dialéctica, filosofía natural, filosofía jovenlandesal, teoría de la medicina y práctica de la jurisprudencia), de la memoria (lenguas, teoría de la jurisprudencia, teología positiva, cosmografía y aritmética), y de la imaginación (poesía, elocuencia, música, práctica de la medicina, astronomía, arte militar, matemáticas, arte de gobernar, pintura, urbanidad, arte de rezar, técnicas y arte de decir buenas palabras).

Localizó las actividades mentales en el cerebro y concedía una gran importancia al clima, que ejercía una enorme influencia sobre el carácter y conducta del hombre. Por eso creía en la teoría de los cuatro humores (lo seco, lo húmedo, lo caliente y lo frío), que se disponen en el cuerpo mediante los cuatro líquidos básicos del organismo (la cólera, la bilis, la flema, y la sangre).

Huarte se adelantó a su época al proponer un método científico para el diagnóstico y evaluación de la inteligencia basado en la medicina de Hipócrates y Galeno y en la filosofía natural. Las cualidades que verdaderamente contaban eran las tres positivas: el calor determina la imaginativa, de modo que los imaginativos tienen el cerebro caliente; la humedad era responsable de la facultad de la memoria; y la sequedad del entendimiento, la más notable de las potencias del alma.

Afirmaba que "Del calor y la frialdad nacen todas las costumbres del hombre", para concluir que "estas dos cualidades alteran nuestra naturaleza más que ninguna." Según el predominio de estas tres facultades en el cerebro (imaginativa, memoria y entendimiento) determinaba una persona imaginativa, memoriosa o inteligente. Pero para Huarte, una equilibrada combinación de elementos y humores produce un hombre equilibrado y perfecto, atribuyendo la grandeza de la Grecia clásica a su clima templado.

"Cuatro condiciones ha de tener el celebro para que el ánima racional pueda con él hacer cómodamente las obras que son de entendimiento y prudencia. La primera es buena compostura; la segunda que sus partes estén bien unidas; las tercera que el calor no exceda a la frialdad, ni la humedad a la sequedad, la cuarta que la sustancia esté compuesta de partes sutiles y muy delicadas."

Su gran obra fue Examen de ingenios para las ciencias, publicado en Baeza, en 1575, obra destinada a convertirse en uno de los tratados científicos más importantes y leídos de su tiempo, con gran influencia y repercusión en Europa. Es un tratado por el cual puso en relación la morfología y fisionomía del cerebro con las capacidades psíquicas de las personas. El objetivo era el de averiguar y especificar la vocación y aptitud que cada hombre posee para desempeñar una determinada profesión: "Y hallé por mi cuenta que cada ciencia pedía su ingenio determinado y particular." Para Huarte, todo individuo que se dedique a una actividad en desacuerdo con su disposición natural no podrá ser nunca feliz y se dañará tanto a sí mismo como a la comunidad.

El objetivo final de sus enseñanzas, y el de la ciencia general "es ordenar la vida del hombre y enseñarle qué es lo que ha de hacer y de qué se ha de guardar, para que, puesto en razón, se conserve en paz la República". Para ello, escribió sobre higiene, alimentación, picanteidad, estructura del cerebro, cambios producidos en el hombre por la edad y otros asuntos relacionados con el organismo físico y psíquico.

Es decir, para Huarte, las cualidades de los individuos (rasgos psicológicos) dependen de la estructuración de los humores y, por tanto, el cuerpo determina las capacidades neurológicas y facultades psicológicas. Si en cada individuo predomina una determinada facultad psicológica frente a otras, deberá emplearse en aquellas profesiones que mejor pudieran desarrollarlas dependiendo de su constitución corporal y no solo de su vocación personal. De manera resumida, su examen de ingenios para las ciencias consiste en analizar las cualidades que necesita el desempeño de cada oficio y profesión, al mismo tiempo conocer las habilidades innatas de cada individuo, y orientar a cada cual hacia aquel sector de la producción que ejercite mejor su ingenio. Resulta una profesiografía: el estudio de la profesión desde el punto de vista de las tareas que se ejecutan y las habilidades humanas requeridas (ingenios).

Un siglo más tarde, el ilustrado francés Montesquieu repitió esta tesis en su obra De l´esprit des lois: "Comment les hommes sont différents dans les diverses climats", con diferentes palabras, pero el mismo mensaje del español, aunque no lo cite la Enciclopedia Larousse.

El Examen de ingenios para las ciencias fue dedicado al rey Felipe II, influyó en Miguel de Cervantes, tomando el adjetivo ingenioso para caracterizar a su hidalgo Don Quijote, y también en el dramaturgo isabelino inglés Ben Jonson. Sus intuiciones influyeron posteriormente a filósofos como Bacón, Descartes y Montesquieu. Sus estudios sobre el cerebro humano hicieron que psicólogos como Lavater, Cabanis y Gall le considerasen precursor de la Frenología. En cuanto a la filosofía, fue el innovador inconsciente de no pocos sistemas materialistas y del empirismo sensualista.

Por ser el primer médico en describir una teoría organicista, según la cual la inteligencia está determinada por su fisionomía, ha sido considerado el precursor de la caracteriología, la psicología diferencial, la psicología aplicada y la orientación profesional. Además escribió interesantes aportaciones a la eugenesia, neuropsicología, pedagogía, antropología, patología y sociología. Otro humanista español contemporáneo que innovó en psicología moderna fue Luis Vives.

Por eso, llegaron a publicar más de setenta ediciones y traducciones del Examen de Ingenios en los principales idiomas de la Europa de la Modernidad; se tradujo al francés en 1580 (24 ediciones), al italiano (7 ediciones) en 1582, al inglés en 1594 (6 ediciones), y se publicaron varias ediciones en flamenco, latín y alemán. Al alemán, por ejemplo, fue traducido por Lessing.

Fue incluido en el Índice de libros prohibidos, a causa de sus teorías sobre lo que la Inquisición entendió como un determinismo materialista del hombre. Esta institución religiosa no podía permitir que la libertad de acción y espiritualidad humana quedase condicionada por unos rasgos físicos y psicológicos innatos, sin voluntad de decisión. A pesar de que fue prohibido en Portugal en 1581, y en España en 1583, circularon ediciones clandestinas venidas de Leyden (1591), Amberes (1593 y 1607), y Amsterdam (1652). Se permitió sin embargo que circulase por España e Hispanoamérica una edición expurgada, redactada por Juan Huarte, y publicada por su hijo en Baeza, en 1594. Se han publicado 26 ediciones españolas hasta 1930.

ESPAÑA ILUSTRADA: PSICOLOGÍA DIFERENCIAL Y CARACTERIOLOGÍA POR JUAN HUARTE DE SAN JUAN
 
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4) Generador portátil de Rayos X por Mónico Sánchez

Inventor e ingeniero, Mónico Sánchez fue pionero de la radiología y electroterapia. Pasó a la historia de la ciencia por inventar un generador portátil de rayos X y corrientes de alta frecuencia en 1909, que salvó la vida a miles de militares que combatieron en la I Guerra Mundial. Además, desarrolló otras varias innovaciones en el campo de la electromedicina.

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Mónico Sánchez Moreno nació en 1880, en Piedrabuena, una villa de la provincia de Ciudad Real que basaba su economía rural en la agricultura de secano y en la ganadería. A principios del siglo XX, esta villa tenía una población de 3.810 habitantes, siendo la mayoría analfabeta. El padre de Mónico se dedicaba a la fabricación de tejas y ladrillos, mientras que su progenitora lavaba ropa ajena en el paraje del río Tabla de la Yedra, ayudado por Mónico, el menor de cuatro hermanos.

En 1901, a pesar de que ni siquiera tenía el bachiller elemental, Mónico marchó a Madrid para estudiar ingeniería eléctrica, en plena implantación del alumbrado eléctrico y de la electrificación del tranvía sustituyendo al de tracción animal.

Cuando llegó a la capital, la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid estaba cerrada por las huelgas estudiantiles. Mónico decidió matricularse en un curso a distancia de electrotecnia, impartido por The Electrical Institute of Correspondence Instrucion de Londres y dirigido por el ingeniero Joseph Wetzle. A pesar de que el temario se impartía en inglés y del desconocimiento por completo esta lengua, siguió el curso durante tres años de forma rigurosa mientras aprendía este idioma. Al finalizarlo, el propio Joseph Wetzler, que se movía en los entornos de Thomas Edison, se puso en contacto con el joven español para promocionarle como empleado en una empresa de Nueva York.

El 12 de octubre de 1904, con 23 años y a penas recursos económicos, Mónico se embarcó en Cádiz con destino a Nueva York. Esta era la capital económica y cultural del mundo, que sufría una efervescencia de viajeros para construir sus primeros rascacielos, y que la mayoría no encontraría el sueño americano.

Empezó a trabajar de ayudante de delineante y pronto se matriculó en el Instituto de Ingenieros Electricistas, un centro de formación profesional. Más adelante, pudo asistir a un curso de electrotecnia de unos meses de duración en la Universidad de Columbia, perfeccionando sus conocimientos sobre tecnología eléctrica.

Era la época del desarrollo de las corrientes eléctricas, cuando las centrales eléctricas de Nueva York quemaban carbón y petróleo en abundancia. La energía resultante movía dinamos que producían la electricidad, pero surgía el problema de su distribución hasta los tranvías y las bombillas de las casas.

Thomas Edison, propietario de la compañía General Electric, defendía el uso de la corriente eléctrica continua, un flujo perpetuo que implicaba grandes pérdidas en forma de calor por la resistencia de los cables. Mientras tanto, aparecía el ingeniero serbio Nikola Tesla, en la empresa Westinghouse, que propuso utilizar una corriente eléctrica alterna, en la que el flujo varía cíclicamente. La solución era magistral ya que minimizaba las pérdidas.

Sin embargo, Edison no aceptó las evidencias de Tesla e inició una campaña para demostrar los peligros que la corriente alterna suponía para los ciudadanos. Así pues, se dedicó a electrocutar animales en público, sobre todo perros y gatos, llevando al extremo de su siniestro espectáculo
la electrocutación de un elefante.

Mientras tanto, Tesla reaccionó y demostraba en teatros que la corriente alterna no era tan peligrosa. Su propio espectáculo consistía en pasar por su cuerpo un flujo de corriente alterna en medio de una tormenta de relámpagos, pero protegido por un suelo aislante de corcho bajo sus pies. Lo más probables es que Mónico Sánchez, tan apasionado de la electricidad, acudiera a ver estos espectáculos públicos. De aquella rivalidad salió vencedora la corriente alterna de Nikola Tesla, que es la que actualmente se emplea en la distribución eléctrica en todo el mundo.

Y mientras Tesla y Edison se empeñaban en su guerra de corrientes eléctricas, surgía la figura de otro gran científico, Wilhelm Conrad Röntgen, que descubría los rayos X hacia el año 1895. Investigaba la fluorescencia producida por rayos catódicos mediante ensayos con tubos de vacío y descargas eléctricas de alto voltaje, pero encontró un tipo de nueva radiación invisible que podía atravesar la materia e impresionar placas fotográficas. Incapaz de definir ese tipo de radiación misteriosa la denominó "X". Cuando ganó, en 1901, el premio Nobel de Física, sus aparatos de rayos X se vendieron con éxito, pero eran voluminosos, estáticos y caros, llegando a pesar más de 400 kilogramos.

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Mónico Sánchez y su Generador de Rayos X.

Mónico Sánchez fichó como ingeniero de la Van Houten and Ten Broeck Company, dedicada al diseño y fabricación de aparatos de radiología y electromedicina para hospitales. En esta empresa pudo desarrollar la innovación por la que pasó a la historia de la ciencia universal, el Aparato Portátil de Rayos X y Corrientes de Alta Frecuencia, que fue patentado en 1908. Su generador de rayos X estaba basado en la corriente de alta frecuencia, y era capaz de producir tensiones de 100.000 voltios con una corriente continua o alterna de 25.

La máquina de Mónico Sánchez suponía toda una revolución que cambió el panorama del diagnóstico médico para siempre. Hasta el momento, la máquina de Röntgen no era muy práctica para aplicaciones a gran escala. Su coste de fabricación era altísimo y su instalación completa era complicada, ya que se trataba de un sistema de máquinas voluminosas que llegaban a pesar varios cientos de kilos. Además, para hacerla funcionar, necesitaba la energía de un generador eléctrico capaz de producir corrientes de alto voltaje. Estas adversidades hacían que el aparato de rayos X de Röntgen solo se pudiera utilizar en algunos hospitales.

En cambio, el portátil de Mónico Sánchez tenía escasos 10 kilogramos de peso y ocupaba el volumen de una pequeña maleta de viaje. Supuso un gran avance en comparación a los equipos de Röntgen, porque permitía ser transportado con sencillez y desplegado en unos minutos. Para su funcionamiento, sólo necesitaba ser enchufada a la red eléctrica, no necesitaba generadores.

Mónico Sánchez se había ganado la admiración de los ingenieros neoyorquinos. La empresa Collins Wireless Telephone Company de Newark (New Jersey), le contrató como ingeniero jefe con la intención de vender su portátil de rayos X, que pasó a llamarse The Collins Sánchez Portable Apparatus. Frederick Collins ofreció 500.000 dólares a Mónico Sánchez por su invento. Se dedicaba especialmente al desarrollo de la telefonía sin hilos, llegando a fusionarse con otra, crearon una gran empresa, la Continental Wireless Telephone and Telegraph Company.

Mónico Sánchez participó en el equipo de ingenieros que desarrolló el primer teléfono sin hilos, capaz de comunicarse a más de cien kilómetros. El problema es que este aparato, con un micrófono de carbón, se calentaba poco a poco y terminaba ardiendo a los 15 minutos de conversación continuada. La empresa de Collins comenzó una gran campaña de propaganda para vender acciones, sugiriendo que la telefonía móvil en coches, trenes y barcos ya era una realidad.

Además de este invento, registró otra patente, una máquina para la métrica precisa de diversos parámetros eléctricos como la resistencia o el aislamiento.

En 1909, el Aparato Portátil de Rayos X y Corrientes de Alta Frecuencia fue presentado con notable éxito en la III Feria de la Electricidad, una exposición de tecnología eléctrica, celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York. Se conserva una foto en la que Mónico Sánchez aparece junto altos directivos de la General Electric de Thomas Edison y de la Westinghouse de Nikola Tesla. En los carteles se leía: "No wires. No poles. No Franchises. The Collins Wireless Telephone Co." (Sin cables. Sin postes. Sin franquicias. La compañía telefónica inalámbrica Collins).

Lo cierto es que más que una realidad, la telefonía sin hilos de la Collins Wireless Telephone Company resultó una engaña y cuatro ejecutivos, incluido Collins, acabaron denunciados y sentenciados a prisión. El veredicto hebre*cial aludía a un presunto embeleco en sus demostraciones en lugares públicos, limitadas a conversaciones breves para que los teléfonos no produjeran chispas. Cuando estalló el escándalo, Mónico ya había abandonado la empresa y regresado a Nueva York, donde, en solitario, fundaba la Electrical Sánchez Company.

En 1910, intervino en el V Congreso Nacional de Electrología y Radiología de Barcelona, donde firmó contratos de compraventa de varios aparatos. Para comercializar su invento en Europa, fundó la European Electrical Company, aunque su fabricación continuaba en EE.UU.

Entre 1909 y 1911, logró inventar otras máquinas, tal y como aparece en las patentes numeradas como 46537, 49075 y 51029, sobre aparatos de rayos X portátiles y generadores de alta frecuencia.

El éxito de su invento en Europa, le hizo regresar a España en 1912 con 32 años y convertido en un emprendedor millonario.

En 1913, construyó con su propia fortuna un centro de alta tecnología en su pueblo natal: el Laboratorio Eléctrico Sánchez. Ocupaba una superficie de 3.500 metros cuadrados, donde montó su laboratorio y fábrica de aparatos portátiles de rayos X. Debido a que Piedrabuena carecía de electricidad, instaló un sistema de conducción de agua potable y una central eléctrica abastecida por el carbón llegado en carros tirados por mulas. Apenas un año más tarde, el centro era ya una realidad y casi todo el pueblo disponía de electricidad y agua. Entre sus empleados más cualificados estaba un soplador de vidrio alemán que contrató para la elaboración de tubos de vacío.

Los portátiles de rayos X se habían vendido a médicos de toda Europa y América, pero este revolucionario invento además salvaría miles de vidas en la I Guerra Mundial.

Se personó en Francia para conseguir un contrato de venta de sus portátiles mediante concurso, entre los que estaba Marie Curie. Tras entrevistarse en Burdeos con autoridades y radiólogos, ganó el concurso. Así, el Ejército francés compró 60 unidades de aparatos Sánchez para el auxilio de los heridos en sus ambulancias de campaña, lo que contribuyó a reducir el número de bajas durante la guerra.

muyeres tan grandes para la ciencia como Marie Curie en un bando y Lise Meitner en el otro pudieron utilizar aparatos como este para mejorar el tratamiento de los heridos recorriendo los frentes. Solo en Francia, sacaron más de un millón de radiografías, en las cuales se veían los huesos rotos y las balas alojadas que podrían ser mortales.

Condecorado por el Gobierno francés, Mónico regresó a su laboratorio para atender pedidos que llegaban de todas las partes del planeta. Colaboró en revistas científicas nacionales y extranjeras, ofrecía conferencias y asistía a congresos siendo nombrado Doctor Honoris Causa en Ciencias Electrotécnicas por la Escola Livre de Engenharia do Rio de Janeiro y por universidades de diversos países.

Sus innovaciones continuaron en el terreno de la electrofísica y la electromedicina. Aportaba máquinas de electroterapia, generadores de corriente y de onda corta, o accesorios como visores para radioscopias, chasis para radiografías, tubos protectores, etc. Diseñó un inhalador de ozono destinado al tratamiento de afecciones bronquiales con vapores de eucalipto. También desarrolló un cauterizador eléctrico de tejidos, invento que utilizaba para tratar daños dermatológicos. Otro de sus innovaciones revolucionarias para la época fue un bisturí eléctrico.

A lo largo de su vida hizo muchísimas demostraciones públicas de los beneficios que proporcionaba su generador portátil de altas frecuencias. Para ello empleaba tubos y bombillas con pequeñas cantidades de materiales radioactivos, que producían extrañas luminiscencias y fulguraciones. Eran los precursores de los actuales tubos de neón.

El responsable de la sección médica del laboratorio y fábrica de Mónico Sánchez era su yerno, el doctor José Estébanez López, él y otros médicos fueron los divulgadores de sus innovaciones, consiguiendo curar el terrible ántrax o rebajar la tensión arterial humana.

Mientras tanto, Mónico Sánchez tuvo que hacer frente a otras dificultades de carácter socio-político: primero, su pueblo era una pequeña villa mal comunicada y con cierto ruralismo que originó un resentimiento de la clase dominante por ser demasiado moderno, y un desprecio de la clase obrera por ser demasiado adinerado.

Mónico celebró la caída de la Monarquía y la llegada de la II República en 1931, pero cuando comenzó la Guerra Civil, sufrió la hostilidad de ambos bandos implicados. Primero, los milicianos y autoridades locales afines a la república incautaron sus instalaciones y actividades del laboratorio. Un día fueron a detenerlo, pero como no estaba se llevaron a su segundo al mando, que fue asesinado. Después, en época franquista, la política autárquica denegó los permisos de importación, lo que propició su ruina económica.

Además, sufrió el fallecimiento de la esposa y de cinco de sus seis hijos, circunstancias que poco a poco pusieron fin a la industria.

Aunque continuó diseñando todo tipo de aparatos novedosos, nunca conseguía reunir un equipo de expertos colaboradores, ni volvió a la primera línea del mercado de aparatos radiológicos.

Hacia el final de su vida en 1961, dejó de vender sus aparatos y tuvo ciertas dificultades económicas, siempre innovando para elevar el nivel de vida de las personas. A pesar de que la tecnología ha avanzado muchísimo en ese campo, este aparato ha sido utilizado hasta hace pocos años por numerosos servicios médicos rurales.

Tras su gloria el Laboratorio Eléctrico Sánchez se cerró. En la actualidad está ocupado por un colegio, un centro de salud y un centro cultural.

Muchos de los aparatos que fabricó en su pueblo a partir de 1913 se exponen hoy en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, con sedes en La Coruña y Madrid.

El físico Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla, narra la apasionante vida y magníficos logros en su libro El gran Mónico. Asegura que se ha convertido en un ejemplo por el cual "en condiciones más adversas que las actuales, es posible no sólo salir adelante, sino llevar a cabo proezas admirables".

Según la física, Rosa Martín Latorre, que fue comisaria de una exposición en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología sobre el inventor castellano-manchego:

"Es complicado encontrar a alguien innovador, atrevido y osado, capaz de salir de un entorno rural, de hacerse ingeniero sin saber inglés y de convertirse en un emprendedor. Mónico Sánchez fue un personaje muy singular."

ESPAÑA ILUSTRADA: GENERADOR PORTATIL DE RAYOS X POR MÓNICO SÁNCHEZ
 
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5) Gómez Pereira. "todo lo que conoce existe, luego yo existo".

Gómez Pereira (Medina del Campo, 1500 – ¿1558?) fue un filósofo, médico y humanista español, natural de Medina del Campo. Fue un afamado profesional de la medicina, aunque dedicó su tiempo a ocupaciones muy diversas, como los negocios, la ingeniería y, sobre todo, la filosofía. En el campo de la medicina fue un claro exponente del rechazo de los conceptos medievales y proponiendo la aplicación de métodos empíricos; por lo que se refiere a la filosofía, es de orientación nominalista y sus razonamientos son un claro precedente de la corriente cartesiana.

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Biografía

Nació en el año 1500, en Medina del Campo. Era el segundo de cinco hermanos; su padre, llamado Antonio Pereira, poseía una pequeña tienda de "xerguería", es decir, de jergas o tejidos y paños de baja calidad en dicha villa; su progenitora, de nombre Margarita de Medina, murió en 1515 y sus hijos pasaron al cuidado de su tía Ana de Ávila. Se lo supone descendiente de una familia de judíos conversos procedentes de Portugal. Aunque no es seguro, pues la fuente es un vecino que testificó contra él en un pleito:

«El dicho licenciado Pereira es onbre baxo e de baxo estado e calidad, porque su padre, es muy público y notorio que quando los rreyes catolicos, de gloriosa memoria, echaron a los jvdios de Castilla, el padre del dicho licenciado Pereyra se fue huyendo destos rreynos a Portugal e después boluio e se vino cristiano, e aun estuvo en la ynquisicion»

Cristóbal de Galgo, Corregidor de Medina, año 1546

Sin embargo, tampoco se puede descartar que fuera converso, pues se sabe que hasta su matrimonio Gómez Pereira vivió con sus padres en una calle llamada Serranos que se sitúa donde los investigadores ubican la antigua ****ría de la villa («desde que nació e se crio en la mesma calle do este testigo vive e jovenlandesa, que se dice calle de Serranos»​).

Gómez Pereira estudió filosofía natural en la Universidad de Salamanca con el profesor Juan Martínez Silíceo (luego arzobispo de Toledo entre 1545 y 1557); allí, al parecer, intervino activamente en las disputas entre realistas y nominalistas, inclinándose por estos últimos al rechazar la autoridad de los viejos maestros frente al conocimiento que proporciona la experiencia y la razón. También estudió medicina en la misma universidad, concluyendo en el año 1520 sus estudios.

Posteriormente regresó a Medina donde se estableció como médico. Se casó con Isabel Rodríguez e instaló su casa en la Rúa Nueva (actualmente denominada calle Padilla) y de manera simultánea a su tarea como médico se ocupó de las actividades comerciales heredadas de su familia. Así, se sabe que era poseedor de un considerable capital que invertía en negocios muy diversos. Muchas veces fue encargado de tomar las rentas reales y gestionaba la recaudación de varias parroquias; además tenía sus propias bodegas y traficaba con sus vinos, también alquilaba habitaciones en su casa a los mercaderes que iban a las «Grandes Ferias del Reino» que tenían lugar en Medina. Falleció sin haber tenido hijos en una fecha no precisada, algunos sostienen que en 1558, aunque se conservan documentos de fechas posteriores: la patente del Molino de Sifón en 1563 y un documento notarial de 1567, que podrían demostrar que aún vivía en esos años.

Su fama como médico rebasó los confines de Medina, ejerciendo en Burgos, Segovia, Ávila y otras ciudades importantes de Castilla. Incluso llegó a la corte de Felipe II desde donde fue reclamado para asistir al príncipe Carlos, malogrado heredero al trono que había sufrido un grave accidente y que, gracias a su intervención, pudo vivir hasta 1568. Se interesó, además, por la construcción de artilugios hidráulicos; de hecho, con su compañero Francisco Lobato diseñó un molino de sifón capaz de funcionar como aceña sin necesidad de represar el agua, que patentó en 1563.

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Molino de Sifón de Francisco Lobato y Gómez Pereira

En el folio 26 del Manuscrito de Francisco Lobato, el ingeniero medinense explica que decidió diseñar un molino muy especial, por iniciativa del rey Maximiliano II de Austria, que por esas fechas (ca. 1550) se hallaba pasando una temporada en Valladolid, refugiado a causa de las guerras contra los protestantes. El futuro rey de Bohemia tuvo el capricho de navegar por el río Duero, para lo que mandó construir una galera y ordenó retirar todas las construcciones que entorpeciesen la navegación, es decir, pesquerías y aceñas. Tal acción perjudicaba muchísimo a los lugareños, lo que indujo a Lobato y Pereira a diseñar un molino capaz de moler con la fuerza del agua sin ocupar el cauce del río. Lobato sigue explicando que hicieron un modelo que probaron en el río Zapardiel y que «molió y se meneaba con razonable fuerza [...], pero era tanta el agua que absorbeba, que en medio día no quedaba gota...». Aunque el modelo fue perfeccionado con un azud que volvía parte del agua al río, el soberano se desentendió del proyecto y este cayó en el olvido. Lobato se quejaba amargamente de que, a pesar de las promesas de financiación de los Habsburgo «teníamos ya gastados 150 ducados, [...] y nunca se me pagó cosa ninguna, que algún día se lo tengo que pedir.» (op. cit.).

Pero Gómez Pereira ha pasado a la Historia sobre todo por sus escritos, particularmente por sus obras Antoniana Margarita (Medina del Campo, 1554)​ y Novae veraeque Medicinae (Medina del Campo, 1558).

"Novae veraeque Medicinae"

Su contenido es exclusivamente médico. Se centra en el estudio de las fiebres (sus causas y sus tipos) y en ciertas enfermedades concretas como la lepra o la viruela, entre otras. En esta obra, que dedicó al infante don Carlos, se enfrenta a las ideas de Galeno y de Aristóteles, así como a la tradición medieval del "magister dixit". Su método es totalmente empírico y racional, basándose en su experiencia como médico como criterio supremo de verdad y utilizando métodos curativos sencillos: «En no tratándose de cosas de Religión, no me rendiré al parecer y sentencia de algún filósofo, si no está fundado en la razón».

Gómez Pereira consideraba que el calor febril es engendrado por el propio cuerpo como un sistema de defensa para expulsar el daño que le afecta y, de este modo, la naturaleza restablece el equilibrio natural de todo organismo. Es pues una concepción totalmente moderna de la fiebre como una reacción contra las enfermedades.

En cuanto a sus estudios sobre enfermedades como la lepra o la viruela, entre otras, llegó a conclusiones que años después fueron elogiadas por el historiador y médico Antonio Hernández Morejón.

"Antoniana Margarita"

Cuando René Descartes publicó su Discurso del método en 1637 fueron muchos los que pusieron en duda la originalidad de sus razonamientos. La causa fue el posible plagio a un filósofo español que conocían los eruditos en la materia en aquellos años como Pierre Daniel Huet, Isaac Cardoso o Voltaire, entre otros. La publicación en cuestión era Antoniana Margaritade Gómez Pereira, publicada en 1554 en España, casi un siglo antes. Las semejanzas entre la obra de Descartes y la de Gómez Pereira son evidentes, tanto a la hora de definir el alma de las bestias, su automatismo, como en el método y el silogismo utilizado. Descartes llegó a la deducción de Cogito ergo sum (Pienso luego existo), mientras que Gómez Pereira utilizó la expresión: quidquid noscit, est, ergo ego sum (todo el que conoce existe, luego yo existo). En palabras de Menendez Pelayo Descartes utiliza las mismas palabras textuales y los mismos ejemplos que Gómez Pereira:

Si en las primeras líneas Descartes glosa a G. Pereira, en las últimas compendia lo que había dicho Vallés, copiando hasta sus palabras textuales y sus ejemplos: quare cum illorum peritiam non agnoscamus, superest ut ad peritiam authoris referatur velut quod horologium, motu gnomonis et pulsatione cymbali, metiatur et distinguat nostra tempora, refertur ad peritiam artificis.

El obispo de Avranches Pedro Daniel Huet (1630-1721) afirmó:

Nadie defendió con más calor, ni enseñó más a las claras esta doctrina (la del automatismo) que Gómez Pereira en su Antoniana Margarita, el cual rompiendo las cadenas del Lyceo en que había sido educado, y dejándose llevar de la libertad de su genio, divulgó en España ésta y otras muchas paradojas.

Otra apreciación interesante sobre Gómez Pereira la hace el abate Lampillas, quien afirma que fue el primero en sacudirse el peripato (escuela de Aristóteles) y el Galenismo (en medicina).

Para otro médico de la Universidad de Cophenague, Olaus Boorrichius, que Descartes hubiera tomado esas ideas sobre el cogito y el automatismo animal sin mencionar a Gómez Pereira suponía un descrédito, como escribió en una de sus epístolas en 1667.

No faltaron apoyos a Descartes que denigraron la obra del español, como Pierre Bayle (1647-1706), Diderot (1713-1784) y d´Alembert (1717-1783) que, en sus palabras:

"Descartes fue el primer filósofo que se atrevió a tratar a las bestias como puras máquinas: pues, Gómez Pereira, que lo dijo un tiempo antes que el, apenas merece que se hable aquí de él, cayó en esta hipótesis por puro azar."

Llegó a ser tanta la influencia de los enciclopedistas que hasta el padre Feijóo repitió la cantinela de que Gómez Pereira había llegado por azar a ese razonamiento. Leibniz afirmó en sus correspondencias que las tesis de Descartes se corresponden con las de Gómez Pereira pero que no puede creer que este lo leyera.

Otras críticas efectuadas en España fue la publicación en la misma Medina del libro Endecálogo contra Antoniana Margarita (1556) por Francisco de Sosa, en la que se burla satirizando con animales la obra del filósofo para finalmente sentenciar que el libro "sea sepultado en los infiernos".

La citada obra de Pereira únicamente ha sido traducida del latín al español en el año 2000 lo que da una idea de la importancia que se le ha dado en su propio país. El ensayista Menendez Pelayo afirmó que: "en psicología experimental, Gómez Pereira esta, a no dudarlo, más adelantado que la filosofía de su tiempo, más que la del siglo XVII, más que Bacon, más que Descartes. Ninguno observa como él los fenómenos de la inteligencia."

La biblioteca carpetana: Gómez Pereira. "todo lo que conoce existe, luego yo existo"

Gómez Pereira 1500-1558
 
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6) Julio Cervera, el ingeniero militar español que inventó la radio 11 años antes que Marconi

Julio Cervera fue el ingeniero y comandante del Ejército español que inventó el primer sistema técnico de radiotelefonía de voz inalámbrica, es decir, la primera Radio. Su patente quedó registrada en 1902, más de una década antes que el italiano Marconi, como siempre se había pensado.

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Julio Cervera Baviera nació en Segorbe (Valencia) el 26 de enero de 1854. Estudió Ciencias Físicas y Naturales en la Universidad de Valencia. Tras entrar en el Ejército como cadete de caballería en Valladolid, en 1878 cursó estudios en la Escuela de Ingenieros Militares de Guadalajara. Llegó a ser Comandante de Ingenieros del Ejército español, convirtiéndose en un militar y científico experto en diseño de tranvías.

En 1877, la Armada le envía a jovenlandia. Tras años de exploraciones en el territorio publicó dos libros: Geografía militar de jovenlandia (1884) y Expedición geográfico-militar al interior y costas de jovenlandia (1885).

En 1886, con el patrocinio de la Sociedad Española de Geografía Comercial, Cervera comando la Expedición científica al Sáhara Occidental junto al geólogo Francisco Quiroga y el intérprete Felipe Rizzo.

Participó en la Guerra Hispano-Americana de 1898, encargado de reforzar las instalaciones de defensas y comunicaciones.

Una vez finalizada la guerra, y centrándose ya en su faceta de ingeniero, el comandante Cervera estuvo trabajando en Londres durante 3 meses con Guillermo Marconi y su ayudante, George Kemp hasta finales de 1899. En diciembre de ese mismo año, tras resolver las dificultades técnicas de su investigación, obtuvo sus primeras patentes de la telefonía sin hilos.

Así lo explica el profesor honorífico de Comunicaciones de la Universidad de Navarra Ángel Faus, quien tras siete años de investigación publicaba La Radio en España. 1896-1977. Para la redacción del libro, cuya investigación está respaldada por más de 8.000 documentos procedentes de los archivos históricos españoles, consultó más de 50 archivos y bibliotecas, además de una veintena de colecciones completas de publicaciones periódicas nacionales e internacionales.

Desafiando las tesis de muchos especialistas europeos y basándose en los originales de dos patentes inéditas en Inglaterra y Alemania, atribuye a Julio Cervera la invención del primer sistema técnico de la radio con estas palabras: "el inventor de la radio no es Marconi, ni John Ambrose Fleming, ni Lee de Forest, Fesseden o David Sarnoff, sino el español Julio Cervera Baviera".

A principios de siglo XX, Cervera consiguió inventar una máquina telegráfica sin hilos capaz de transmitir la voz humana. Durante los años 1901 y 1902, mantuvo emisiones regulares de voz sin cables entre Tarifa y Ceuta durante tres meses consecutivos, así como entre Jávea e Ibiza, estableciendo así el segundo y tercer servicio regular en la historia de la radiotelegrafía mundial.

El primer sistema regular de transmisión inalámbrica fue puesto en marcha por Marconi en 1898 entre la isla de Wight y Bournemouth. Cierto es que Marconi inventó la telegrafía sin hilos antes que Cervera, demostrando su eficacia en diciembre de 1901, pero se trataba de una telegrafía para transmitir señales, no sonidos. Es por ello que, según las investigaciones realizadas por Ángel Faus, Julio Cervera desarrolló la radio once años antes de que lo hiciese Marconi, el cual no trabajó en la radio hasta 1913. Esto le convierte en el pionero indiscutible de la radiotelegrafía en España y la radiotelefonía en el mundo entero.

La patente alemana fue inscrita en el registro de Berlín de 1900, después de que Julio Cervera presentase en Madrid su primera solicitud de patente sobre telegrafía sin hilos. También registró patentes en Francia, Suecia, Noruega, Estados Unidos, Bélgica, Suiza, Portugal, Italia, Austria y Dinamarca.

Más tarde, solicitó el registro de patentes en el Reino Unido, donde trabajaba Marconi. Allí las patentes se consiguieron sin oposición del italiano y su entorno empresarial, lo que indica que se trataba de un sistema distinto. El español no tuvo problema alguno con el italiano, que en ese momento no mostraba interés alguno por desarrollar la radio. En ese momento ningún científico ni técnico en el mundo hablaba de telefonía de voz sin hilos.

El 22 de marzo de 1902, fundó en Madrid la Sociedad Anónima Española de Telegrafía y Telefonía sin Hilos y registró sus patentes de ingeniería ante el notario Antonio Turón y Biscá.

Cervera fue trabajador incansable que no consiguió el respaldo institucional y mediático necesario para que sus avances técnicos tuvieran trascendencia. Al contrario que Marconi, que tenía el apoyo del diario The Times, uno de los más influyentes en Europa del momento, anunciando cada objetivo que conseguía. Esa fue la razón por la que muchos atribuyen la invención de la radio a Marconi.

Pero tras las investigaciones de Ángel Faus, los medios de comunicación extranjeros fueron los que sacaron a la luz este descubrimiento. Julio Cervera fue reconocido justamente como el padre de la comunicación sin hilos.

En agosto de 1899 Cervera presentó, además, la patente del Telemando de equipos y sistemas, antecesor del mando a distancia tan común en aplicaciones civiles y militares. Marconi investigó estos aspectos años después.

Las patentes de Cervera son cuatro años anteriores a los primeros diseños del audión de Lee de Forest y también al funcionamiento del robot teledirigido de Leonardo Torres Quevedo en Paris. Sus estudios son aplicables a la explosión de minas y torpedos a distancia, al movimiento de máquinas terrestres y marinas, etc.

Otra notable contribución fue la creación en 1903 de la Internacional Institución Electrotécnica en Valencia, que daba títulos propios de ingeniero mecánico, electricista y mecánico-electricista, denominados libres. Fue una de las primeras experiencias de educación a distancia de todo el mundo. En 1908 pasa a llamarse Institución de Enseñanza Técnica ofreciendo cursos en disco. Publica la revista Electricidad y Mecánica desde 1905 hasta al menos 1920.

También fue el creador del diseño del antiguo tranvía de Tenerife. Además, escribió un libro sobre dos territorios de la España del sur muy sur La Isla del Perejil y Santa Cruz de Mar Pequeña.

ESPAÑA ILUSTRADA: RADIOTELEFONÍA INALÁMBRICA POR JULIO CERVERA

La biblioteca carpetana: Julio Cervera. El ingeniero militar español que inventó la radio 11 años antes que Marconi.

Tres patentes inéditas atribuyen al segorbino Julio Cervera la invención de la radio - Levante-EMV
 
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7) Bartolomé de Medina. Obtención de plata, beneficio de patio.

Bartolomé de Medina (Sevilla, España, 1497-Pachuca de Soto, México, 22 de enero de 1585) fue un metalurgista español, radicado años más tarde en Pachuca, México donde descubre el Beneficio de Patio, procedimiento minero para separar la plata o el oro de otros metales, mediante el uso de mercurio y sales

Biografía

Nacido en 1497 en Sevilla y fallecido en 1585, se convirtió en un próspero comerciante de dicha ciudad. Más conocido por su "proceso de patio". Éste proceso de obtención de plata supuso la fuente de plata primaria hasta 1900 cuando se sustituyó por el proceso de cianuración.

Embarcó en la expedición de Francisco Montejo tras serle revelado por un químico alemán (llamado maestro Lorenzo) los secretos para extraer de mejor forma el oro y la plata. Al no serle permitido ir a tal viaje al alemán, viajó sólo e intentó aplicar el método descrito por éste. Llegó a Nueva España en 1554 aplicando este método:

«Muela muy fino el mineral, revuélvalo con revoltura salmuera cargada, agregue azogue y mezcle bien. Repita la revoltura diariamente por varias semanas. Cada día tome una muestra del mineral hecho lodo y examine el azogue. ¿Ve? Está brillante y titilante. Al paso del tiempo debe oscurecerse conforme los minerales de plata se descomponen por la sal y la plata forma aleación con el azogue. La amalgama es pastosa. Lave el mineral empobrecido en agua. Queme el sobrante de la amalgama; se va el mercurio y queda la plata».

Experimentó sin obtener resultados positivos pero siguió investigando hasta que descubrió que era necesario un ingrediente más, el "magistral", catalizador de sulfato de cobre que produjo la reacción esperada y revolucionó en sus minas de plata el método de amalgamación conocido como "beneficio de patio" que fue aplicado durante más de 300 años.

Lo que seguramente ocurrió fue que el alemán le transmitiese un método de los antiguos griegos en los que usaban clorargirita AgCl mientras que en las minas de Pachuca se encontraba en forma de sulfuro de plata AgS. Lo que Medina hizo fue descubrir el proceso de lixiviación clorurante en el que el sulfuro se oxida a sulfato en presencia de cloro, de ahí el uso de la salmuera). El cloruro de plata formado reaccionaba con el mercurio para dar lugar a la plata metálica que habría de ser separado por calor más adelante.

Según:
CuSO4 + 2NaCl --> CuCl2 + NaSO4
Ag2S + 2NaCl +2O2 --> Na2SO4 + 2AgCl
2AgCl + 2Hg --> 2Ag + Hg2Cl2
Ag +Hg --> amalgama


El método consistía en la amalgamación de la plata con mercurio purificado en un patio ventilado, en forma de tortas. El mineral era troceado y juntado con salmuera (agua muy salada), se añadía sulfuro de cobre o hierro y se le añadía el mercurio. después de mezclarlo bien y esperar varias semanas. El cloruro de cobre o hierro al reaccionar sulfuros con sal común hacía que luego el mercurio reaccionase con la plata a medida que iba liberándose en forma de cloruro argéntico. Más tarde se calentaba la amalgama para recuperar la plata y el azogue.

En 1555 el Virrey Luis de Velasco le otorgó la patente de creación a Bartolomé de Medina por el Proceso de patio y le dotó de derechos sobre la explotación mediante este método. Numerosos sitios no reconocieron su patente y derechos e hizo que el empresario empezara a tener problemas económicos por lo que pidió a Felipe II una cuantía por su descubrimiento. Medina murió pobre en Pachuca.
El azogue o mercurio se convirtió así en un mineral estratégico del imperio gracias a la mina de Almadén en España y al yacimiento de Huancavelica en Perú.

En 1571, Pedro Fernández de Velasco introducía en el Reino de Perú este sistema. Se cree que los altos niveles de mercurio en el hemisferio sur pudieron estar determinados por el uso de esta técnica en la extracción de plata.

Beneficio de Patio

Antecedentes

En 1527, embarcó en la expedición de Francisco de Montejo. Los ensayos de Bartolomé de Medina tuvieron desde sus comienzos gran resonancia, e interesaron mucho al rey. Medina, desde Jilotepeque (Xilotepec, estado de México), el 29 de diciembre de 1555, se dirige al virrey don Luis de Velasco y Castilla, en los siguientes términos:

«Digo yo, Bartolomé de Medina: que por cuanto yo tuve noticia en España, de pláticas con un alemán que se podía sacar la plata de los metales sin fundición, ni afinaciones y sin otras grandes costas; y con esta noticia determiné venir a esta Nueva España dejando en España mi casa e mi muyer e hijos, y vine a probarlo por tener entendido que saliendo con ello, haria gran servicio a Nuestro Señor e a su Majestad e bien a toda esta tierra y venido que fui a ella, lo probé muchas y diversas veces y habiendo gastado mucho tiempo, dineros y trabajo de espíritu y viendo que no podía salir con ello, me encomendé a Nuestra Señora y le suplique me alumbrase y encaminase para que pudiese salir con ello e le ofrecí que en su nombre haría limosna de la cuarta parte de todo. el provecho que ubiese de la merced que el ilustrísimo señor visorrey en nombre de su Majestad me hiciese, dándolo a pobres y plugo a Nuestra Señora de alumbrarme y encaminarme a que saliese con ello e visto por el ilustrísimo señor don Luis de Velasco el gran servicio que de ello redundaba a la hacienda real de su Majestad, y generalmente a toda esta tierra, me hizo merced en nombre de su Majestad de que nadie dentro de seis años no lo pudiese usar, si no fuese pagándomelo con un tanto, que a nadie pudiese llevar más de trescientos pesos de minas y por que yo quiero cumplir la promesa que ofrecí, he comunicado con el ilustrísimo Visorrey don Luis de Velasco a parecido no haber obra más aceta en esta tierra, que el ayudar a la conservación, que sustentación de la casa e Colesio de las niñas u uerfanas del colegio de la ciudad de México, por tanto, digo por ésta firmada de mi nombre, que daré al factor e diputados que son e fueren de la Cofradía del Santísimo Sacramento y Caridad de la ciudad de México a cuyo cargo está el dicho colesio y casa de Nuestra Señora en las niñas uerfanas pobres que allí están y estuvieron recogidas y no en otra cosa por ser conforme ala promesa que fize e porque así lo cumpliré e di y entregue ésta, firmada de mi nombre al ilustrísimo señor Visorrey don Luis de Velasco para que su Señoría Ilustrísima la dé de su mano al dicho rector y diputados que es fecha en el pueblo de Jilotepeque a veinte y nueve de diciembre de mil y quinientos cincunta y cinco años.-Bartolomé de Medina-».

Bartolomé de Medina, era un próspero comerciante en Sevilla cuando tuvo contacto con un metalúrgico alemán que él llamaba “el maestro Lorenzo”, quien le transmitió los secretos para beneficiar plata y oro con un sistema distinto y sustancialmente más barato que el que en ese entonces se usaba. Después de varios experimentos en España, decidieron venir a América para aplicar su sistema. El Gobierno español negó el permiso de viaje al alemán por lo que Medina se trasladó solo, escogió Pachuca por su creciente fama como centro minero y por su cercanía a la ciudad de México.

Medina empezó a construir la hacienda de la Purísima Concepción en las faldas del cerro de la Magdalena, junto al río de las Avenidas. Ahí puso en práctica al pie de la letra las instrucciones que recibiera del alemán:

«Muela muy fino el mineral, revuélvalo con revoltura salmuera cargada, agregue azogue y mezcle bien. Repita la revoltura diariamente por varias semanas. Cada día tome una muestra del mineral hecho lodo y examine el azogue. ¿Ve? Está brillante y titilante. Al paso del tiempo debe oscurecerse conforme los minerales de plata se descomponen por la sal y la plata forma aleación con el azogue. La amalgama es pastosa. Lave el mineral empobrecido en agua. Queme el sobrante de la amalgama; se va el mercurio y queda la plata».

A pesar de sus esfuerzos, el método no funcionaba. Descubrió que faltaba un agente catalizador, el magistral sulfato de hierro (o cobre), que finalmente produjo la reacción esperada.

Descripción

Este proceso permitía beneficiar de un modo económico los minerales de plata; para esto, era necesario mezclar el mineral pulverizado con agua, sal, mercurio, y otros compuestos. Se extendían las "tortas" en patios muy grandes, donde se debían incorporar los reactivos; Dar los repasos, es decir, mezclar con ayuda de animales y cuidar que las reacciones se efectuaran adecuadamente a fin de que la plata formara amalgama con el mercurio. Después de varias semanas se lavaba la torta para retirar los materiales indeseables y la mencionada amalgama se pasaba a un horno especial donde, con mucho cuidado, se volatizaba el mercurio y quedaba la plata en forma esponjosa, y finalmente se fundía para obtener las barras del blanco metal. Este proceso se le conocía también como beneficio de patio.

Etapas del beneficio

1. Trituración y molienda. Separada la mena que se destina a amalgamación y a la fundición (a ésta, las de rica ley), se tritura con mazos o molinos (éstos, del tipo de atahonas o arrastras), y se tamiza; obteniéndose así, la harina.

2. Montones. Con la masa molida, en eras o patios circulares o rectangulares, al aire libre o bajo techado, se hacen montones de unos 18 a 35 quintales. De donde el nombre de beneficio de patio o 1 por patio que se dio al método de Medina.

3. Ensalmorado. Adición de sal común, previo humedecimiento de los montones a razón de 2.5 a 3 libras por quintal (se sobreentiende que se trata de sal limpia); Se traspalean los montones.

4. Curtido. Si lo exige la naturaleza de la llena se añade magistral. Por obtenerse el magistral por tostación de piritas de cobre y hierro, resulta ser una mezcla de sulfatos de cobre y óxidos de hierro. Se añade de 8 a 12 libras de magistral por montón. A veces se agrega cal, según la naturaleza de la llena y la cantidad relativa de magistral que se ha añadido, aun en cantidades mayores o menores a las indicadas.

5. Incorporo. Adición de azogue: 10 a 12 libras por montón.

6. Repasos. Trilla con los pies (en los últimos tiempos coloniales, se utilizaron caballerías) de los montones extendidos en el patio formando tortas; primero sólo unas veces por día; luego, mayor número, y todo el tiempo que se considere necesario para que el azogue absorba la máxima cantidad de plata, de acuerdo con un previo ensayo menor, de la riqueza de la llena, y de las tentaduras que se realizan durante los repasos. Estos duran desde unas semanas a 2 o 3 meses, según la naturaleza de la mena, el clima y las circunstancias sean o no favorables.

7. Lavado. Cuando se considere que la masa está ya en sazón, se echa en tina con agua, donde es agitada; separándose la pella o amalgama de plata, de los Iodos finos o lamas y arenosos o relaves o jales o jalsontes (argentíferos).

8. Separación de la pella. Se exprime la masa y con ella se confeccionan las piñas, que son sometidas al desazogado.

9. Desazogado. Separación de la plata (a veces junto con pequeñas cantidades de oro) del azogue, por destilación en vasijas corrientes en la época.

10. Fundición y apartado. Por último, el metal, ya separado se sometía a fundición; y apartado del oro en las casas de Apartado.

Consecuencias

Bartolomé de Medina no se podía contentar con las normas generales o el esquema que acaba de hacerse. Es evidente que hubo de dar reglas concretas relativas a las dosis precisas, número y fuerza de los repasos, normas para graduar la temperatura de la masa, para conocer los defectos del beneficio y sus remedios y el modo de descubrir cuándo la operación ha llegado a su fin. Reglas que, establecidas por Medina, pasaron de azoguero a azoguero, en el curso de tres siglos y medio, constituyendo en cierto modo su patrimonio técnico y valioso, aun ignorando las más de las veces a quien las estableció.

En 1571 o 1572, Pedro Fernández de Velasco introducía en el reino del Perú el beneficio de Medina, adaptándolo a las minas y condiciones climáticas de Potosí y de la altiplanicie peruano-boliviana en general, mediante el beneficio de cajones, recibiendo nuevo impulso las minas de Potosí que ya comenzaban a decaer. Posteriormente, Álvaro Alonso Barba inventa en Bolivia, en 1590, su célebre beneficio de cazo y cocimiento.

La biblioteca carpetana: Bartolomé de Medina. Obtención de plata, beneficio de patio.
 
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8) Determinación de pesos atómicos por Enrique Moles

Químico y físico español, Enrique Moles consiguió una gran relevancia internacional durante la primera mitad del siglo XX por determinar el peso atómico de varios elementos orgánicos. Sus valores hallados fueron incorporados a la tabla periódica internacional.

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Enrique Moles Ormella nació en Barcelona, en 1883. Estudió farmacia en Barcelona y Madrid, doctorándose, en 1906, con la tesis titulada Procedimientos de análisis de silicatos seguidos en el análisis cuantitativo de algunas micas españolas. En 1907, ocupó el cargo de profesor auxiliar supernumerario gratuito en la Universidad de Barcelona. Fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para trabajar en Alemania, en las ciudades de Leipzig y Munich, entre 1908 y 1911.

En 1908, publicó su primer trabajo de investigación, en colaboración con Antonio Novellas y el profesor Karl Drucker, titulado Formulario-guía de farmacología, terapéutica y análisis químico-farmacéuticos. En Leipzig se doctoró en ciencias químicas con Wilhelm Ostwald, cuya tesis fue titulada Revisión químico-física del peso atómico del flúor. Contribución a la química del mismo elemento. Durante estos años tradujo varias obras de bacteriología y patentó algunas medicinas.

Una nueva beca le llevó a Zurich, en 1912, y más tarde a Ginebra, entre 1915 y 1917, donde trabajó con Philipe Guye y comenzó a investigar a través de métodos fisicoquímicos para la determinación de los pesos atómicos. Sobre esta materia trató la tesis con la que alcanzó el doctorado en ciencias físicas por la Universidad de Ginebra, tras superar las dificultades administrativas que ello supuso. En la Escuela de Química de aquella universidad ejerció como docente en 1916 y 1917, impartiendo un curso sobre técnicas de precisión en el estudio de los gases.

En 1927, ingresó en la Universidad Central de Madrid para impartir la cátedra de química inorgánica, cargo que desempeñó hasta 1936. Y, en 1934, entró como miembro en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con su discurso Del momento científico español 1785-1825. Su labor docente fue excepcional; fue el maestro de las nuevas generaciones de químicos españoles; tuvo como discípulo a Augusto Pérez-Vitoria; y promovió nuevos planes de estudios en diversas carreras.

En estas instituciones apoyó la apertura de una especialidad de química física como ya existía en otros países cuyo resultado fue la fundación del Instituto Nacional de Química y Física. También llevó sus actividades docentes hasta Hispanoamérica, principalmente en el año 1930, e impartió lecciones en Argentina, Uruguay y Cuba que le reportaron un merecido prestigio.

Como miembro de la secretaría de la Comisión de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, solicitó la oficialidad del idioma español y la organización de un congreso internacional en Madrid. Finalmente, el IX Congreso de Investigación Química Pura y Aplicada se celebró en la capital española del 5 al 11 de abril de 1934, resultado exitoso.

Su gran aportación a la investigación científica la efectuó en el Laboratorio de Investigaciones Físicas que dirigía Blas Cabrera, siendo jefe de la sección de química física.

Las investigaciones que le aportaron mayor prestigio fueron las relativas a la determinación de pesos atómicos. Según sus análisis, sólo la teoría de las densidades límites de los gases, enunciado por Marcellin Berthelot, tenía validez para establecer los pesos atómicos y moleculares sobre la base exclusiva de datos experimentales, en ausencia de otras hipótesis. Parecía un planteamiento teórico muy simple, pero la ejecución práctica de cálculos en temperatura, densidad y pesos requería una gran complejidad y precisión. Estas investigaciones fueron iniciadas en Ginebra y continuadas en Madrid alcanzando un alto reconocimiento internacional.

Para determinar los pesos con la mayor pureza posible puso en marcha técnicas altamente sofisticadas:
- la desecación de los gases, para evitar la humedad en las muestras;
- la determinación de los coeficientes de corrección a introducir como consecuencia de la absorción de los gases por las paredes del vidrio;
- la corrección para la contracción del vidrio al trabajar en vacío;
- el empleo de filtros de vidrio prensado para la purificación de los gases;
y otras muchas técnicas.

Enrique Moles determinó los pesos atómicos de flúor, bromo, yodo, oxígeno, nitrógeno, azufre, sodio, argón, y otros cuantos más. También se ocupó de otras materias, como la determinación de los volúmenes moleculares.

Hasta 1924, no existía una tabla de masas atómicas vigentes por parte de la Comisión Internacional de los Elementos. Tras los resultados de Enrique Moles, la Comisión Española emitió un informe que reunía las correcciones propuestas por los investigadores firmantes, entre los que se encontraban, además de Moles, Blas Cabrera, José Rodríguez Mourelo y Ángel del Campo. Estos valores de pesos atómicos fueron incorporados a la tabla periódica por la Comisión Internacional.

Todas estas aportaciones le valieron un gran reconocimiento internacional y los premios Cannizzaro, Van´t Hoff y Solvay.

Durante la Guerra Civil, fue director general de pólvoras y explosivos del gobierno de la II República. Al terminar la guerra se exilió a Francia, trabajando para el Collége de France de París. En 1941, regresó a España y fue encarcelado, para ser liberado en 1945.

Bajo el Régimen franquista, Moles nunca consiguió volver a ocupar sus anteriores cargos. Ya sólo pudo emplearse durante diez años más como consejero técnico en el laboratorio farmacológico IBYS, llevando investigaciones de menor relevancia.

Aunque en España no fue tratado como merecía, tenía una gran prestigio internacional y, en 1951, Moles fue nombrado secretario de la Comisión Internacional de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química.

Entre los estudios dedicados a otras materias destacaron los de magnetoquímica, realizados en colaboración con Cabrera, y los estudios sobre disolventes no acuosos, tanto orgánicos como inorgánicos. También tuvieron resonancia los numerosos trabajos relativos a la aditividad de los volúmenes moleculares en compuestos inorgánicos en forma cristalina, en los que llegó a establecer la estructura de los hidratos, que más tarde confirmó Eugen W. Biltz.

Se le atribuyen 264 publicaciones científicas, la mayoría de ellas están incluidas en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química. A toda su trayectoria hay que sumarle varias traducciones de obras de farmacia y bacteriología.

Los trabajos de Moles se pueden dividir según la obra Enrique Moles, La vida y obra de un químico español:

1. Magneto-química: Medidas del magnetismo del hierro y del níquel resolviendo dificultades encontradas por Piccard

2. Disoluciones: Solubilidades de gases en diversos solventes y mezclas y propiedades de los disolventes

3. Pesos atómicos: Determinación de los pesos atómicos, materia por la que Moles obtuvo reconocimiento mundial

4. Volúmenes: Determinación de volúmenes moleculares

5. Farmacia: Estudios sobre las propiedades y usos de los peroxihidróxidos o perhidroles

6. Industrial

ESPAÑA ILUSTRADA: DETERMINACIÓN DE PESOS ATÓMICOS POR ENRIQUE MOLES
 
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9) Origen de la física moderna por Domingo de Soto

El fraile dominico y teólogo Domingo de Soto está considerado como el promotor de la Física Moderna. Fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración constante. Su teoría del movimiento uniformemente acelerado y la caída de los graves fue el precedente de la Ley de la Gravedad de Newton.

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Domingo de Soto estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y, desde 1516, en la de París. En la capital francesa amplió sus estudios en la filosofía nominalista. En 1520, regresó a la Universidad de Alcalá para ocuparse de la cátedra de metafísica. En 1525, ingresó en la Orden de los Predicadores Dominicos. En 1532, ingresó en la denominada Escuela de Salamanca, la fundadora de la Ciencia Económica Moderna, mientras impartía teología como catedrático de la Universidad de Salamanca durante dieciséis años. Fue uno de los grandes alumnos de Francisco de Vitoria.

Escribió numerosas obras de teología, derecho, filosofía y lógica, entre las que destacaron De iustitia et iure (1557) y Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres (1547), de orientación tomista y De dominio (1534), de orientación iusnaturalista. También comentó varios libros de física y lógica aristotélica, el más importante fue Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis (1551), sobre cinemática y dinámica.

Domingo de Soto fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración uniforme con respecto al tiempo y su concepción sobre la masa fue extremadamente avanzado en su época. En su libro Quaestiones explica la aceleración constante de un cuerpo en caída libre de esta manera:

"Este tipo de movimiento propiamente sucede en los graves naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente disforme."

Soto ya relacionaba dos aspectos de la física: el movimiento uniformemente disforme (movimiento uniformemente acelerado) y la caída de graves (resistencia interna). En su teoría combinaba la abstracción matemática con la realidad física, clave para la comprensión de las leyes de la naturaleza. Tenía una claridad rotunda acerca de este hecho y lo expresaba en ejemplos numéricos concretos.

Anteriormente a Soto, hubo varios autores contemporáneos que llegaron a describir el movimiento de un cuerpo en caída con dos variables independientes: el tiempo y el espacio; lo que no les permitió llegar a la descripción correcta. Otro español, llamado Diego Diest, partió de utilizar una sola variable, pero utilizó de forma errónea la espacial.

En cambio, Soto describió el movimiento con una sola variable independiente: el tiempo. Este hecho está comprobado en la obra de William Wallace llamada The Enigma of Domingo de Soto: Uniformiter Disformis and Falling Bodies in Late Medieval Physics.

Clasificó los diferentes tipos de movimiento en:

Movimiento uniforme respecto al tiempo:

"Es aquel por el que el mismo móvil en iguales intervalos de tiempo recorre iguales distancias, como se da perfectamente en el movimiento extremadamente regular del cielo."

Movimiento disforme con respecto al tiempo:

"Es aquel por el cual, en partes iguales de tiempo son recorridas distancias desiguales, o en (tiempos) desiguales, (espacios) iguales."

Movimiento uniformemente disforme con respecto al tiempo:

"Es el movimiento de tal modo disforme, que si dividimos según el tiempo, (la velocidad de) el punto medio de la proporción excede (la velocidad de) el extremo más lento lo que es excedida por el más rápido."

"El movimiento uniformemente disforme respecto al tiempo es aquel cuya disformidad es tal, que si se le divide según el tiempo, es decir, según las partes que se suceden en el tiempo, en cada parte del movimiento del punto central excede del movimiento extremo el menor de esa misma parte en cantidad igual a aquella en la que él mismo es superado por el movimiento extremo más intenso."


De Soto describió el movimiento de caída libre como ejemplo de movimiento unifórmemente acelerado por primera vez, cuestión que sólo apareció posteriormente en Galileo:

"… este tipo de movimiento propiamente sucede en los (graves) naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente diforme."

Por lo tanto era aplicable la Ley de la velocidad media para calcular el tiempo de caída:

"Esta especie de movimiento es la propia de los cuerpos que se mueven con movimiento natural y la de los proyectiles."
"En efecto, cada vez que cae una masa desde una cierta altura y en el seno de un medio homogéneo, se mueve al final más de prisa que al principio. Pero el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al comienzo, y así el primero se intensifica, y el segundo se debilita uniformemente."


Movimiento diformente disforme con respecto al tiempo:

"Es el movimiento en tal modo disforme, que si es dividido según el tiempo, no ocurre que el punto medio de cada parte en la misma proporción excede (en velocidad) a un extremo cuanto es excedido por el otro. Este tipo de movimiento es el que esperamos en los animales, donde se observa el aumento y la disminución."

Este fue un descubrimiento clave en física, y base esencial para el posterior estudio de la gravedad por Galileo Galiley e Isaac Newton. Ningún científico de las Universidades de París y de Oxford de aquella época había conseguido describir la relación entre movimiento uniformemente disforme en el tiempo y la caída de los graves como lo hizo Soto. Este hecho debería reconocer tal descubrimiento al español.

Domingo de Soto publicó sus ideas sobre la caída de graves en la obra Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis, en 1551. Esta obra fue publicada en varias ciudades italianas, influyendo en personajes como Benedetti o Galileo. Sus ideas son originales y que no corresponden a un conocimiento colectivo de la época.

Fue un logro tan avanzado que los autores Juan José Pérez Camacho e Ignacio Sols Lucía en su trabajo Domingo de Soto en el origen de la ciencia moderna, publicado en 1994, terminaron escribiendo que:

"Ante el resultado de nuestro análisis de las aportaciones de Domingo de Soto a la física, proponemos esta consideración: es en la década que abraza las obras de Copérnico (1543), Soto (1551) y Benedetti (1554) donde debemos situar la línea divisoria entre la ciencia del Renacimiento y la ciencia moderna. Tras una lenta maduración, al fin sus ideas contaron con un magnífico aliado en Galileo Galilei."

Otro de los que llamaron la atención de las aportaciones de Soto fue el historiador francés de principios del siglo XX Pierre Duhem.

Este teorema de caída de graves es el principio que Galileo buscaba en 1604 para establecer el fundamento de la cinemática. En sus primeras investigaciones partió de una concepción equivocada porque consideraba que la velocidad aumentaba con respecto al espacio de la caída en lugar de con el tiempo. Así escribió:

"El cuerpo que cae naturalmente va incrementando continuamente su velocidad a medida que la distancia desde el punto de partida aumenta."

Con posterioridad, al darse cuenta de su error, formuló matemáticamente el movimiento uniformemente acelerado, pero éste se había definido 50 años antes por de Soto.

Galileo citó a Soto en dos ocasiones aunque no relacionadas con la caída de graves. Sin embargo las concepciones de Soto como mínimo le llegaron de manera indirecta a través de discípulos de Soto.

Pero Soto no solamente acertó en la cinemática, sino también en la dinámica. En su libro Quasetiones planteaba la resistencia interna de los cuerpos:

"Lo que es movido es una resistencia, que ha de ser superada por la fuerza motriz."

Pérez y Sols plantean que no hay duda sobre el carácter de esta resistencia (que hoy llamaríamos masa inerte) como en primer lugar interna y no sólo resistencia externa del medio, y en segundo como proporcional al peso. Eso se desprende de sus textos y los ejemplos que puso. Concluyen que aunque no lo haya formulado explícitamente, si uno parte de todas sus concepciones y preguntase a Soto ¿con qué velocidad caen los graves en el vacío?, Soto habría respondido:

"Todos los cuerpos caen en el vacío con la misma velocidad, que aumenta uniformemente disforme con el tiempo de caída."

Participó en la comisión de teólogos y juristas de la denominada Junta de Valladolid de 1550-1551, el primer debate oficial sobre los Derechos Humanos, donde se discutió la forma de proceder en la conquista de América por España y la naturaleza de los indios. En este debate, también fue llamado de los justos títulos o Polémica de los naturales, los frailes Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas discreparon como líderes de dos modelos de colonización antagónicos. Soto se inclinó en su resumen hacia las tesis del este último.

Otra de las materias de las que se interesó Domingo de Soto fue la Economía, tan característico entre los miembros de la Escuela de Salamanca, los fundadores de la Ciencia Económica Moderna. Analizó numerosos problemas como la usura, los contratos, la actividad del intercambio mercantil, la determinación del precio justo, así como las variaciones del mismo. Llegó a recomendar desde su cargo, ciertas intervenciones en precios. Rothbard lo criticó porque, en su opinión, Soto rompió con la tradición escolástica de la defensa del precio de mercado como precio justo.

Su obra más importante es De Iustitia et Iure, de 1557, escrito en Salamanca, de la que se publicaron al menos 27 ediciones en los 50 años siguientes a su primera edición.

En 1545, fue enviado al Concilio de Trento en calidad de teólogo imperial de Carlos V ante la imposibilidad de que fuera Francisco de Vitoria. En sus intervenciones defendió la Escolástica y atacó el Protestantismo y el Nominalismo como desviaciones de la doctrina cristiana. Esta tesis fue desarrollda más ampliamente en obras posteriores, sobre todo en Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres, publicado en Venecia, en 1547. Frente a la tesis luterana de que la Fe basta por sí sola como justificación ante Dios, Soto afirmaba, al igual que los demás teólogos católicos, que la Fe es inseparable de la Caridad y que sin ésta se convierte en una abstracción vacía de contenido.

En 1548, intervino, como teólogo católico frente a los protestantes, en la redacción del Interim de la Dieta de Augsburgo. Allí coincidió con el también dominico Pedro de Soto, confesor real, a quien sustituyó en el cargo en 1548. Ambos intentaron, pero no consiguieron, impedir la influencia que sobre el emperador Carlos V tenía el cardenal Granvela. El emperador le ofreció el nombramiento como obispo de Segovia, que no lo aceptó, y el de confesor personal, que dos años de oficio renunció al mismo para continuar su trabajo en Salamanca.

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10) Mateo Orfila, el padre de la toxicología

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Mateo Orfila (1787-1853) fue un médico menorquín nacido en el seno de una familia humilde de Mahón en Menorca. Orfila se dedicó al estudio de la medicina tras renunciar a la carrera de marino como pretendían sus padres ya que poseían un negocio de marina mercante. Orfila viajó a Valencia con tal propósito en 1804 ampliando sus conocimientos químicos gracias a las obras de los más destacados autores franceses de la época como Lavoisier y Berthollet. Más tarde se desplazó a Barcelona recibiendo una pensión de la Junta de Comercio de esta ciudad para que viajara a Madrid y ampliara conocimientos con Proust durante 2 años. Éste regresó a Francia por lo que decidió ir a París con el profesor Fourcroy en 1806, para continuar sus estudios de Química y Mineralogía. Se dedicó al estudio de la Medicina en París, organizando durante su estancia cursos de química y de otras ciencias como la botánica, la anatomía o la medicina. Se doctoró en medicina en 1811 con la Tesis sobre las características químicas de la orina en las ictericias titulada Nouvelles recherches sur les urines des ictèriques, dedicándose por entero al estudio de la toxicología. En 1816 fue nombrado médico de cámara de Luis XVII.

Sus principales obras fueron: Traité des Poisons, también conocido como Toxicologia Générale y Elements de chimie médicale (París, 1817). En 1819 consiguió por oposición la plaza de profesor de Medicina tras nacionalizarse francés, ocupando la cátedra de química en 1823 llegando a ser Decano de la Facultad de Medicina de París y obteniendo un gran reconocimiento lo que le llevó a formar parte de varias Academias científicas francesas de la época. Como Decano consiguió gestionar puesta en marcha de varias instituciones como el jardín botánico de Luxemburgo, el museo anatómico Mateo Orfila, o el museo de anatomía patológica de Dupuytren entre otros.

En el plano de la toxicología formuló el concepto de antitóxico refiriéndose a aquellas sutancias que neutralizan los tóxicos. Sus conocimientos sobre toxicología le sirvieron en la resolución de casos hebre*ciales sobre envenenamientos al analizar los tejidos en vez de las evacuaciones ya que en estas últimas, los venenos pueden hallarse alterados o no encontrarse. Por ello, desarrolló el análisis de tejidos y la autopsia para el análisis de las sustancias. Supo ver que aunque los tóxicos se introduzcan por las vías digestivas, pueden distribuirse por el torrente sanguíneo a las vísceras, de ahí la importancia de su análisis químico. En su obra Traité des exhumations juridiques (1831) logró divulgar la práctica de la investigación forense en la sociedad francesa en la cual no se hallaba muy bien vista la aplicación de estos métodos.

Durante la década de los años 30 del siglo XIX hubo un incremento en los casos de envenenamiento por arsénico en Francia lo que llevó a las autoridades a contratar peritos y expertos para poder investigar las verdaderas causas de las glorias. Uno de los casos más conocidos fue el de la Señora Lafarge. Lafarge contrajo matrimonio con un hombre de Tulle. Tras un año, éste desarrolló una enfermedad muy fuerte con vómitos. Mme Lafarge fue acusada de asesinato. Durante los análisis, varios grupos de médicos franceses no encuentran arsénico en el cuerpo del hombre envenenado. Orfila utilizó en cambio métodos nuevos (método de Marsh) y el instrumental más novedoso encontrando pequeñas cantidades de arsénico. Gracias a estas nuevas técnicas Mme Lafarge fue condenada a cadena perpetua. Este caso provocó una gran división en la sociedad francesa que se encontraba dividida entre los que apoyaban a Orfila y sus detractores como François-Vincent Raspail.

A su gloria hizo que le realizaran a sí mismo la autopsia que confirmó el diagnóstico de la neumonía que le había llevado a la gloria.

Algunas de sus obras pueden consultarse en la biblioteca digitalizada de Google como esta: Lecciones de medicina legal y forense en la que se describen numerosos toxicos en la que pueden verse láminas de muchas especies de animales y plantas venenosos.


La biblioteca carpetana: Mateo Orfila. El padre de la toxicología
 
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Sí, a esos también los tengo.

11) Barco de rueda de palas por Blasco de Garay

El marino e inventor Blasco de Garay contribuyó al desarrollo de la navegación con importantes innovaciones, siendo la más relevante de ellas el desarrollo de la rueda de palas en barcos como sustituto de los remos y velas, que ya se había utilizado en el siglo IV en China y Bizancio. También se le atribuye la realización de las primeras pruebas de máquina de vapor aplicada a la navegación en el año 1543.

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Un barco de vapor es un buque propulsado por turbinas de vapor. Consta elementalmente de una caldera de vapor, de una turbina de vapor o máquina de vapor y de un condensador refrigerado por agua. La transmisión se consigue con un cigüeñal en las máquinas de vapor o con una caja reductora en el caso de usar turbinas.

Blasco de Garay nació alrededor del año 1500, en Barcelona. Fue inventor y capitán de la Armada española durante el reinado de Carlos V.

Propuso al emperador un sistema de navegación que contenía una gran caldera de agua hirviendo y unas ruedas de palas a ambos lados de la embarcación para hacer propulsar las naos y embarcaciones mayores en ausencia de marejadas, sin necesidad de utilizar la fuerza del viento o el trabajo de remeros. A pesar de los obstáculos y contradicciones que experimentó este proyecto, el emperador convino que se ensayara, verificándose en el puerto de Barcelona el 17 de julio de 1543.

El experimento se efectuó en una nao de 200 toneles denominada Trinidad, venida de Colibre hasta Barcelona para descargar trigo, su capitán fue Pedro de Scarza. Garay contó con varios testigos entre los que estaban: Enrique de Toledo, el gobernador Pedro de Cardona, el tesorero Rávago, el vicecanciller, el maestro de Cataluña Francisco Gralla, y varios capitanes situados dentro de la nao y en el exterior.

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Esquema de una máquina teórica de Garay

Los informes de aquellos testigos fueron positivos, destacando la rapidez en los giros y asegurando que la nao se desplazaba a legua por hora cuando menos. Por el contrario, Blasco sufrió el enfrentamiento con su enemigo, el secretario real de la Hacienda, Rávago, quien sostuvo que andaría dos leguas cada tres horas, que resultaría muy complicado y costoso su desarrollo, y que había mucho peligro de explosión de la caldera.

A pesar de las dificultades y contradicciones el proyecto de Garay fue apreciado por Carlos I quien promovió su desarrollo aportando 200.000 maravedíes para los gastos, y concedió otras mercedes.

Pero a la hora de llevarlo a la práctica, Rávago, fuera por superstición o por otra razón, desautorizó el proyecto. De haber obtenido fondos para la investigación, la importancia de los ingenios de Garay podía haber sido inmensa.

Más adelante, Garay envió un documento al rey, en donde exponía nuevas innovaciones, tales como: sacar buques de debajo del agua, aun cuando estuviesen sumergidos a cien brazas de profundidad, con sólo el auxilio de dos hombres; un aparato para que cualquiera pudiera estar sumergido bajo el agua todo el tiempo que le conviniese; otro aparato para descubrir con la simple vista objetos en el fondo del mar; la manera de mantener bajo el agua una luz encendida; o el medio de convertir en dulce el agua salobre.

También colaboró con Diego de Salazar y con Diego López de Ayala en la traducción de la Arcadia de Jacopo Sannazaro, en 1549.

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Esquema de la máquina exhibida por Garay en Barcelona en 1543

Este descubrimiento está contemplado en los documentos del Archivo General de Simancas y acreditado por el director del Archivo, Tomás González Hernández, en 1825, y por el historiador Joaquín Rubió i Ors, en 1880.

ESPAÑA ILUSTRADA: BARCO CON RUEDA DE PALAS POR BLASCO DE GARAY

Blasco de Garay - Wikipedia, la enciclopedia libre
 
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