Ivar_Gilde
Doctor en Sidas Aplicadas
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- 5 Sep 2020
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Confinado en una zulo de 1x1 metros cúbicos, donde los beatos me torturaban con Radio Maria puesto al 100% de volumen y de beber agua bendita, pude al fin escapar de sus garras.
Aquí una foto que me hicieron dentro del zulo.
Cual Conde de Montecristo, no paraba de rumiar sobre mi venganza y como llevarla a cabo. No tardó en llegar.
Pillé al beato encargado de vigilarme.
Cogí su cara de mojigato y me lo coloqué mirando al tercer ojo, donde le esperaría su fecal destino final.
"¡AVREE!", le chillé.
Una vez terminado, quedó agonizando de dolor. Tal era su sufrimiento que no tuvo otra idea mejor que coger su dedo indice e hincarselo en la boca...!ATRAVESANDO SU MENTON!
Aquí he dibujado como fué:
Cogí sus prendas para hacerme pasar por ellos. No fue dificil: solo tenía que aparentar retraso y que era alguien que creía en un ente imaginario, en cuentos de resucitados y que viviríamos para siempre en un paraiso feliz. JA! Para nada dificil...
Mientras andaba, cogía la tierra del suelo y la tiraba al aire, como si estuviera haciendo un ritual a su dios.
¡Que incredulos! Me empezaron a alabar, cosa que en el fondo me daba muchisima grima, pero tenía que continuar con el teatro si quería salir de ese antro.
Una vez fuera, corrí todo lo rápido que pude. Ahora debo de encontrar a alguien de la copromafia para que me refugie de nuevo en el camino de la cosa.
Aquí una foto que me hicieron dentro del zulo.
Cual Conde de Montecristo, no paraba de rumiar sobre mi venganza y como llevarla a cabo. No tardó en llegar.
Pillé al beato encargado de vigilarme.
Cogí su cara de mojigato y me lo coloqué mirando al tercer ojo, donde le esperaría su fecal destino final.
"¡AVREE!", le chillé.
Una vez terminado, quedó agonizando de dolor. Tal era su sufrimiento que no tuvo otra idea mejor que coger su dedo indice e hincarselo en la boca...!ATRAVESANDO SU MENTON!
Aquí he dibujado como fué:
Cogí sus prendas para hacerme pasar por ellos. No fue dificil: solo tenía que aparentar retraso y que era alguien que creía en un ente imaginario, en cuentos de resucitados y que viviríamos para siempre en un paraiso feliz. JA! Para nada dificil...
Mientras andaba, cogía la tierra del suelo y la tiraba al aire, como si estuviera haciendo un ritual a su dios.
¡Que incredulos! Me empezaron a alabar, cosa que en el fondo me daba muchisima grima, pero tenía que continuar con el teatro si quería salir de ese antro.
Una vez fuera, corrí todo lo rápido que pude. Ahora debo de encontrar a alguien de la copromafia para que me refugie de nuevo en el camino de la cosa.
