"He comprado armas para el ejército ucraniano" (artículo de Chemazdamundi)

A ver, voy a hacer una confesión pública.
Viene al calor de que dos personas me han pedido, por motivos diferentes, que les done dinero por el privado. Como sabréis si me seguís, tengo un presupuesto personal para ese tipo de acciones caritativas.
No me pidáis porque lo he gastado todo (y más) para este año.
¿En qué?

En ARMAS.

Ha sido la primera vez en mi vida que he comprado armas. Más específicamente, munición y más específicamente aún, munición de 155 mm. Y se la he donado al Ejército ucraniano. Miles de euros.

Y sí, espero que maten muchos rusos y mercenarios con ellas.

Como persona concienciada que soy, considero que ese gasto está más que justificado ya que está destinado a combatir el totalitarismo y a salvar a Europa por no decir que para ayudar a salvar a un pueblo atacado injustamente en una guerra de conquista y oprimido durante siglos por ese mismo invasor (no, no dono a Hamás ni se me ocurriría: estoy con los palestinos pero ni loco voy a comprarle armas a un grupo terrorista; ahí dono en formato humanitario).

La oleada turística rusa de Ucrania ES UN PELIGRO EXISTENCIAL, el mayor desde el fin de la Guerra Fría, para todo lo que me es querido (libertad, democracia, Europa) y es por ello que actúo en consecuencia. De la misma forma que mi bisabuelo y mi abuelo lucharon contra Franco, mi padre se la jugó en el sindicato durante la dictadura y millones de europeos se dejaron la vida y la salud para combatir el fascismo, el imperialismo y el comunismo (todo totalitarismo, vamos), yo no voy a ser menos y voy a ayudar en lo que me sea posible. El día de mañana cuando mi hijo me pregunte que qué hice durante la guerra, tendré qué decirle.

Bastante poco hago en comparación con quienes se juegan la vida para combatir al mal, con el fango hasta la cintura, temperaturas bajo cero y lloviéndoles fuego de artillería.

No estoy pidiendo que NADIE haga lo mismo que yo. Esto ha sido una decisión estrictamente personal y me ha costado HORRORES el tomarla, como pacifista que soy. Pero ser pacifista no implica ser fulastre. Ya tenemos experiencia histórica de sobras para saber dónde está el peligro, y lo combatiré. Antes de que nos llegue a los míos y a mí.
Y si llega, me va a pillar después de haber agotado todas las posibilidades... y con la escopeta cargada. Ni un paso atrás ante el totalitarismo y los me gusta la fruta que lo predican. Se acabó el buenismo. Y Rusia: vas a pagar por todo lo que nos habéis hecho a los europeos durante décadas.

Slava Ukraini!

Heroyam slava!