Pues sí, señores. He pasado un mes a pico y pala, pero fin lo he conseguido. Tengo el pimpollo en carne viva y el ánimo por las nubes tras fockarme a una diosa venezolana.
Todo empezó hará cosa de un mes, cuando me mandaron de la empresa al puesto que tenían en una feria de empleo en la universidad. No soy el tipo más sociable del mundo, pero por paridad (iba con una charo) y juventud, decidieron mandarme. La mayoría de los estunantes venían, pillaban un ***eto y un bolígrafo y se iban. Alguno te preguntaba dónde mandar el CV, pero poco más. Me moría de aburrimiento.
Casi a última hora, apareció mi última conquista, junto con una bigotuda hippie random. Sólo con verla acercarse ya me llamó la atención, cuando empezó a preguntarme movidas de la empresa, directamente, se me puso morcillona. La tipa mide 1 72, mestiza piel canela de padre vasco y progenitora mulata, pelo muy largo y liso, labios carnosos, aparato en los piños, ojos tonalidad miel, cintura de avispa y tremendo tercer ojo caribeño. Las berzas operadas, pero bien operadas. 24 añitos y una voz terriblemente dulce.
Empezamos a hablar de cosas de la empresa, relacionadas con el máster que está haciendo ella. Pero al final, acabamos de colegueo y nos cambiamos los números por si "surgía algo". En la semana siguiente, nos estuvimos escribiendo por cosas académicas, pero con buen rollo. Pasados unos 10 días quedamos para comer cerca de mi trabajo, charlamos con confianza, por momentos con conversación electrizante. Notaba alguna mirada pícara, como ella sin duda notó alguna sonrisa boba en mi rostro, intentando disimular lo cachondo que me ponía. Nos despedimos y ya directamente quedamos para tomar algo más adelante. Se despidió con un beso cerca de mis labios, al que debía haber correspondido con un morreo, pero ese día quedó ahí la cosa.
Ella pasó la semana pasada haciendo el cabra por Andalucía, y a la vuelta, le escribí para ver qué tal iba. Nos hemos estado whatsappeando alegremente esta semana, todo como muy formal, y hoy finalmente quedamos, aprovechando que yo salía de trabajar a mediodía y ella no tenía clases por la tarde. Comimos en un italiano medio decente cerca de mi casa, tomamos un café, el chupito y un par de copas. A eso de las 16 horas ya estábamos medio pedo y decidimos caminar un poco: me enhebró del brazo y paseamos una media hora hasta acabar pasando frente portal de mi casa, ya tontendo y haciendo manitas. Cuando le dije que vivía allí, me pidió si podía subir un momento al baño. shishi, cómo no....
Subió, hizo lo que tenía que hacer y nos sentamos un rato. Empezamos a ver movidas en el ordenador, la tipa empeñada en enseñarme cumbias y movidas por el estilo de su país y de colombia. En un momento dado, me anima a bailar y nos ponemos ahí en el salón a dar caña. Mi torpeza provoca algo de cachondeo, pero la cosa fluye, y cada vez bailamos más agarrados, más juntos nuestros cuerpos y cabezas. Al roce de sus pechos, me empalmo muy seriamente, y ella lo nota, empezando a refrotarse con cada vez menos disimulo. Finalmente, me acerco a ella, la miro a los ojos y ante su ladeo de cabeza, decido comerle los morros. Me corresponde con pasión, mordisqueándome los labios, después más lento pero incorporando sobaditas, hasta llevar la mano a mi paquete y "tasarlo" a conciencia. A esas alturas, yo ya tengo las manos entre sus berzas y su entrepierna, que desprende un calor increíble.
Llega mi compañero de piso, nos pilla comiéndonos enteros y nos vamos a mi cuarto. Voy al baño, me lavo bien la platano y me unto retardante en el pimpollo, temiendo que se repitiese alguna escena vergonzosa del pasado. Ella también va a asearse, y vuelve con una sonrisa lasciva...Me come la boca un rato mientras yo ya sin contemplaciones meto la mano en sus ropa interior, me baja la bragueta y me saca la platano, empezando a agitarla hasta ponerla como una roca. Temiendo correrme, le digo que pare un rato y la desnudo.
Qué espectáculo de cuerpo. Ni una arruga, ni costillas marcadas malamente, ni quilos de más: un físico sencillamente perfecto. Las berzas bien operadas, con unos galletaes grandotes y marrón clarito, coronando una deliciosas mamas modelo campurriano. El shishi afeitado con una pequeña rayita de pelo que me volvía loco. Y el ojo ciego no era faja, ni relleno, sólo un musculoso y duro ojo ciego bailarín, auténtico 100%.
Me comí esas berzas. Me comí ese shishi, moreno, depiladito, con labios y clítoris abundante: ¡qué sabor! Un olor a hembra penetrante, pero nada desagradable, a diferencia del olor a jabón vaginal barato con meados de tres semanas que se traen las españolas. Todavía estaría comiéndole el shishi si no me hubiera dicho aquello de "papi, quiero que me des duro" después de correrse la primera vez. Y qué corrida, qué gemidos, qué espasmos vaginales, cómo se empapaba, cómo disfrutaba de mis dedos, mi lengua y mi saliva mezclándose con sus flujos.
Me puso el condón con innegable experticia en lo que a usar la boca se refiere y me cabalgó como si estuviera domando un caballo salvaje. No os podéis imaginar, lo que hacía con las caderas era sencillamente inhumano, de otra dimensión. Si no me llego a echar el retardante, no habría durado más de un minuto...Duré 5 y gracias.
Pero hubo más. Hemos estado desde las 19 a las 23 amando como locos, hemos hecho de todo, menos por el ojo ciego (lo intenté pero a mitad de camino recorrido me dijo que no). Para despedirse, me ha hecho una chupipaja con masaje de bemoles, que ha acabado convirtiéndose en una ordeñada con comida de bemoles-perineo-ojo ciego. Creía que no me quedaba siquiera leche para correrme en condiciones, pero la combinación de dedo en el ojo ciego, bemoles en la boca y trabajo manual salivada me ha hecho sacar litros.
Nos despedimos con pasión y cierta dulzura,pues prefirió no quedarse a dormir para levantarse pronto a estudiar. La acompañé al bus y si dios quiere, el domingo repetiremos. Llevo dos caricias desde que se ha ido, aparte de las 4 veces que me corrí con ella, jorobar, estoy como un puñetero mono en celo, no se me llega siquiera a bajar del todo.
He amado con alguna de centroeuropa, con una irlandesa y con varias españolas. También alguna profesional rumana y colombiana. Pero lo de esta tía ha sido sencillamente increíble, no me imaginé que amar podía ser tan intenso...Mi máxima experiencia ha sido con mi única novia, española, que al principio bien, luego amaba poco, pero nunca, ni en el mejor momento, amaba así. Me he sentido jodidamente poderoso, le he dado una docena larga de orgasmos a una diosa que no paraba de pedir más, que se metía la platano con ansia cuando, en el fragor de la batalla, se me salía de su shishi por querer arremeter demasiado fuerte.
jorobar, me puedo morir tranquilo (y empalmado) ahora mismo. Lo malo que si sobrevivo, volver a clavársela a la clásica estrella de mar española será deprimente. Ya he visto lo que es amaR.
amar no es tener que hacerlo todo uno. amar no es acostarte con una cuerpoescombro que, de no haber hecho nunca ejercicio, se asfixia a la segunda culeada. amar no es limitarse a ponerse debajo. amar no es hacer una cosa de churrupaica por compromiso, ni agarrar los bemoles apretando hasta hacer daño. amar con una española NO es amar, al menos hasta donde yo tengo visto.
Venezolanas ardientes mandan, me gusta la fruta.
Todo empezó hará cosa de un mes, cuando me mandaron de la empresa al puesto que tenían en una feria de empleo en la universidad. No soy el tipo más sociable del mundo, pero por paridad (iba con una charo) y juventud, decidieron mandarme. La mayoría de los estunantes venían, pillaban un ***eto y un bolígrafo y se iban. Alguno te preguntaba dónde mandar el CV, pero poco más. Me moría de aburrimiento.
Casi a última hora, apareció mi última conquista, junto con una bigotuda hippie random. Sólo con verla acercarse ya me llamó la atención, cuando empezó a preguntarme movidas de la empresa, directamente, se me puso morcillona. La tipa mide 1 72, mestiza piel canela de padre vasco y progenitora mulata, pelo muy largo y liso, labios carnosos, aparato en los piños, ojos tonalidad miel, cintura de avispa y tremendo tercer ojo caribeño. Las berzas operadas, pero bien operadas. 24 añitos y una voz terriblemente dulce.
Empezamos a hablar de cosas de la empresa, relacionadas con el máster que está haciendo ella. Pero al final, acabamos de colegueo y nos cambiamos los números por si "surgía algo". En la semana siguiente, nos estuvimos escribiendo por cosas académicas, pero con buen rollo. Pasados unos 10 días quedamos para comer cerca de mi trabajo, charlamos con confianza, por momentos con conversación electrizante. Notaba alguna mirada pícara, como ella sin duda notó alguna sonrisa boba en mi rostro, intentando disimular lo cachondo que me ponía. Nos despedimos y ya directamente quedamos para tomar algo más adelante. Se despidió con un beso cerca de mis labios, al que debía haber correspondido con un morreo, pero ese día quedó ahí la cosa.
Ella pasó la semana pasada haciendo el cabra por Andalucía, y a la vuelta, le escribí para ver qué tal iba. Nos hemos estado whatsappeando alegremente esta semana, todo como muy formal, y hoy finalmente quedamos, aprovechando que yo salía de trabajar a mediodía y ella no tenía clases por la tarde. Comimos en un italiano medio decente cerca de mi casa, tomamos un café, el chupito y un par de copas. A eso de las 16 horas ya estábamos medio pedo y decidimos caminar un poco: me enhebró del brazo y paseamos una media hora hasta acabar pasando frente portal de mi casa, ya tontendo y haciendo manitas. Cuando le dije que vivía allí, me pidió si podía subir un momento al baño. shishi, cómo no....
Subió, hizo lo que tenía que hacer y nos sentamos un rato. Empezamos a ver movidas en el ordenador, la tipa empeñada en enseñarme cumbias y movidas por el estilo de su país y de colombia. En un momento dado, me anima a bailar y nos ponemos ahí en el salón a dar caña. Mi torpeza provoca algo de cachondeo, pero la cosa fluye, y cada vez bailamos más agarrados, más juntos nuestros cuerpos y cabezas. Al roce de sus pechos, me empalmo muy seriamente, y ella lo nota, empezando a refrotarse con cada vez menos disimulo. Finalmente, me acerco a ella, la miro a los ojos y ante su ladeo de cabeza, decido comerle los morros. Me corresponde con pasión, mordisqueándome los labios, después más lento pero incorporando sobaditas, hasta llevar la mano a mi paquete y "tasarlo" a conciencia. A esas alturas, yo ya tengo las manos entre sus berzas y su entrepierna, que desprende un calor increíble.
Llega mi compañero de piso, nos pilla comiéndonos enteros y nos vamos a mi cuarto. Voy al baño, me lavo bien la platano y me unto retardante en el pimpollo, temiendo que se repitiese alguna escena vergonzosa del pasado. Ella también va a asearse, y vuelve con una sonrisa lasciva...Me come la boca un rato mientras yo ya sin contemplaciones meto la mano en sus ropa interior, me baja la bragueta y me saca la platano, empezando a agitarla hasta ponerla como una roca. Temiendo correrme, le digo que pare un rato y la desnudo.
Qué espectáculo de cuerpo. Ni una arruga, ni costillas marcadas malamente, ni quilos de más: un físico sencillamente perfecto. Las berzas bien operadas, con unos galletaes grandotes y marrón clarito, coronando una deliciosas mamas modelo campurriano. El shishi afeitado con una pequeña rayita de pelo que me volvía loco. Y el ojo ciego no era faja, ni relleno, sólo un musculoso y duro ojo ciego bailarín, auténtico 100%.
Me comí esas berzas. Me comí ese shishi, moreno, depiladito, con labios y clítoris abundante: ¡qué sabor! Un olor a hembra penetrante, pero nada desagradable, a diferencia del olor a jabón vaginal barato con meados de tres semanas que se traen las españolas. Todavía estaría comiéndole el shishi si no me hubiera dicho aquello de "papi, quiero que me des duro" después de correrse la primera vez. Y qué corrida, qué gemidos, qué espasmos vaginales, cómo se empapaba, cómo disfrutaba de mis dedos, mi lengua y mi saliva mezclándose con sus flujos.
Me puso el condón con innegable experticia en lo que a usar la boca se refiere y me cabalgó como si estuviera domando un caballo salvaje. No os podéis imaginar, lo que hacía con las caderas era sencillamente inhumano, de otra dimensión. Si no me llego a echar el retardante, no habría durado más de un minuto...Duré 5 y gracias.
Pero hubo más. Hemos estado desde las 19 a las 23 amando como locos, hemos hecho de todo, menos por el ojo ciego (lo intenté pero a mitad de camino recorrido me dijo que no). Para despedirse, me ha hecho una chupipaja con masaje de bemoles, que ha acabado convirtiéndose en una ordeñada con comida de bemoles-perineo-ojo ciego. Creía que no me quedaba siquiera leche para correrme en condiciones, pero la combinación de dedo en el ojo ciego, bemoles en la boca y trabajo manual salivada me ha hecho sacar litros.
Nos despedimos con pasión y cierta dulzura,pues prefirió no quedarse a dormir para levantarse pronto a estudiar. La acompañé al bus y si dios quiere, el domingo repetiremos. Llevo dos caricias desde que se ha ido, aparte de las 4 veces que me corrí con ella, jorobar, estoy como un puñetero mono en celo, no se me llega siquiera a bajar del todo.
He amado con alguna de centroeuropa, con una irlandesa y con varias españolas. También alguna profesional rumana y colombiana. Pero lo de esta tía ha sido sencillamente increíble, no me imaginé que amar podía ser tan intenso...Mi máxima experiencia ha sido con mi única novia, española, que al principio bien, luego amaba poco, pero nunca, ni en el mejor momento, amaba así. Me he sentido jodidamente poderoso, le he dado una docena larga de orgasmos a una diosa que no paraba de pedir más, que se metía la platano con ansia cuando, en el fragor de la batalla, se me salía de su shishi por querer arremeter demasiado fuerte.
jorobar, me puedo morir tranquilo (y empalmado) ahora mismo. Lo malo que si sobrevivo, volver a clavársela a la clásica estrella de mar española será deprimente. Ya he visto lo que es amaR.
amar no es tener que hacerlo todo uno. amar no es acostarte con una cuerpoescombro que, de no haber hecho nunca ejercicio, se asfixia a la segunda culeada. amar no es limitarse a ponerse debajo. amar no es hacer una cosa de churrupaica por compromiso, ni agarrar los bemoles apretando hasta hacer daño. amar con una española NO es amar, al menos hasta donde yo tengo visto.
Venezolanas ardientes mandan, me gusta la fruta.