El técnico no aclara su futuro y dice sentirse plenamente satisfecho con sus jugadores.
Luis Enrique pidió agua nada más entrar en la sala de prensa. Ronco, con un polo blanco de manga corta, se vio a un seleccionador con energía. Lejos del abatimiento normal en estos casos, el asturiano da por hecho que esto puede pasar, concede naturalidad a la derrota y viene a decir, encogiéndose de hombros, que a otra cosa mariposa. Se afanó en ponerse por delante a la hora de hablar de responsables y de elogiar a sus futbolistas. De su futuro, nada. O sí, depende cómo se lea.
"No te puedo decir si voy a seguir o no porque no lo sé. No es el momento de hablar de mi futuro. La selección tiene tiempo hasta que vuelva a competir. Ya sabéis que estoy muy agusto con el presi [Luis Rubiales] y con Molina. Si por mi fuera, y por el cariño que me han demostrado, seguiría toda mi vida, pero tengo que pensar qué es lo mejor para mi", comenzó. ¿Lo ocurrido influirá en su decisión? "Todas las situaciones que se han dado van a influir, claro que sí. Cuando hable con la gente con la que lo tengo que hablar, veremos".
Fuera de eso, dijo categóricamene que se va contento. "Estoy más que satisfecho, porque mis jugadores han representado a la perfección mi idea futbolística, la idea que yo y mi staff queremos en el campo. Quiero felicitarles también porque han tenido un comportamiento increíble, ha sido una concentración maravillosa de principio a fin, y lo único que me duele es que algunos jugadores se han quedado sin jugar. Y por uno especialmente. He sido muy injusto con Pablo Sarabia, que en tres minutos ha hecho dos ocasiones de gol. Si volviera atrás, le daría más minutos a Sarabia en este Mundial", reconoció.
Luis Enrique no suele entrar al vestuario después de los partidos, pero este martes no era un día cualquiera. "Hoy sí he hablado con ellos. Les he agradecido su esfuerzo y les he dicho que no pasa nada, que la vida continúa. En el futuro ojalá esta experiencia les pueda servir", dijo, pero, a juzgar por las lágrimas de los jugadores tras el encuentro, sus palabras no encontraron respuesta. Claro que estaba triste el técnico. "Estoy muy contento con el perfil de jugadores que he elegido, no los cambio por ningún otro, sobre todo viendo cómo han interpretado mi idea. Si hay un responsable, soy yo. Claro que tenemos la sensación de tristeza, de decepción, por el apoyo tan bestia que hemos sentido de la afición".
Sobre los lanzadores, explicó: "He sido yo el que ha escogido a los tres primeros", dijo hablando de Sarabia, Soler y Busquets, tres tiros, tres fallos. "El resto de lanzadores les he dejado libertad a los jugadores. Y si volviera a elegirlos, elegiría a los mismos tres. Lo que haría sería quitar a Bono", broméo antes de irse con una reflexión final. "¿Sabes qué es lo más bonito de ser seleccionador o jugador? La capacidad de hacer feliz a mucha gente que ni conoces". No fue el caso en Doha.
PD:
"No pasa nada" ha dicho el tío tras la eliminación. ¿No pasa nada, pimpollo? ¿No decías que asumías tú toda la responsabilidad? Pues dimite. Eso es asumir la responsabilidad de un fracaso.
¿O ahora decir que tal vez seguirás porque te "tiene mucho cariño" el corrupto que te puso es asumir la responsabilidad ?
Son conocidas sus manías, sus favoritismos y chulería incapaz de asumir críticas. Ahora también será conocida su inconsecuencia y su voluntad de reirse de los demás.
Y así no se puede ir a ninguna parte. ¡Que añoranza de Luís Aragonés, de Del Bosque y del que sustiituyó con éxito a este pimpollo incompetente (Moreno creo que se llamaba) la temporada que estuvo ausente por problemas familiares y luego lo echó probablemente por envidia y por tener criterio propio!
Luis Enrique pidió agua nada más entrar en la sala de prensa. Ronco, con un polo blanco de manga corta, se vio a un seleccionador con energía. Lejos del abatimiento normal en estos casos, el asturiano da por hecho que esto puede pasar, concede naturalidad a la derrota y viene a decir, encogiéndose de hombros, que a otra cosa mariposa. Se afanó en ponerse por delante a la hora de hablar de responsables y de elogiar a sus futbolistas. De su futuro, nada. O sí, depende cómo se lea.
"No te puedo decir si voy a seguir o no porque no lo sé. No es el momento de hablar de mi futuro. La selección tiene tiempo hasta que vuelva a competir. Ya sabéis que estoy muy agusto con el presi [Luis Rubiales] y con Molina. Si por mi fuera, y por el cariño que me han demostrado, seguiría toda mi vida, pero tengo que pensar qué es lo mejor para mi", comenzó. ¿Lo ocurrido influirá en su decisión? "Todas las situaciones que se han dado van a influir, claro que sí. Cuando hable con la gente con la que lo tengo que hablar, veremos".
Fuera de eso, dijo categóricamene que se va contento. "Estoy más que satisfecho, porque mis jugadores han representado a la perfección mi idea futbolística, la idea que yo y mi staff queremos en el campo. Quiero felicitarles también porque han tenido un comportamiento increíble, ha sido una concentración maravillosa de principio a fin, y lo único que me duele es que algunos jugadores se han quedado sin jugar. Y por uno especialmente. He sido muy injusto con Pablo Sarabia, que en tres minutos ha hecho dos ocasiones de gol. Si volviera atrás, le daría más minutos a Sarabia en este Mundial", reconoció.
Luis Enrique no suele entrar al vestuario después de los partidos, pero este martes no era un día cualquiera. "Hoy sí he hablado con ellos. Les he agradecido su esfuerzo y les he dicho que no pasa nada, que la vida continúa. En el futuro ojalá esta experiencia les pueda servir", dijo, pero, a juzgar por las lágrimas de los jugadores tras el encuentro, sus palabras no encontraron respuesta. Claro que estaba triste el técnico. "Estoy muy contento con el perfil de jugadores que he elegido, no los cambio por ningún otro, sobre todo viendo cómo han interpretado mi idea. Si hay un responsable, soy yo. Claro que tenemos la sensación de tristeza, de decepción, por el apoyo tan bestia que hemos sentido de la afición".
Sobre los lanzadores, explicó: "He sido yo el que ha escogido a los tres primeros", dijo hablando de Sarabia, Soler y Busquets, tres tiros, tres fallos. "El resto de lanzadores les he dejado libertad a los jugadores. Y si volviera a elegirlos, elegiría a los mismos tres. Lo que haría sería quitar a Bono", broméo antes de irse con una reflexión final. "¿Sabes qué es lo más bonito de ser seleccionador o jugador? La capacidad de hacer feliz a mucha gente que ni conoces". No fue el caso en Doha.
Luis Enrique: "Si hay un responsable, soy yo"
Luis Enrique pidió agua nada más entrar en la sala de prensa. Ronco, con un polo blanco de manga corta, se vio a un seleccionador con energía. Lejos del abatimiento normal en...
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PD:
"No pasa nada" ha dicho el tío tras la eliminación. ¿No pasa nada, pimpollo? ¿No decías que asumías tú toda la responsabilidad? Pues dimite. Eso es asumir la responsabilidad de un fracaso.
¿O ahora decir que tal vez seguirás porque te "tiene mucho cariño" el corrupto que te puso es asumir la responsabilidad ?
Son conocidas sus manías, sus favoritismos y chulería incapaz de asumir críticas. Ahora también será conocida su inconsecuencia y su voluntad de reirse de los demás.
Y así no se puede ir a ninguna parte. ¡Que añoranza de Luís Aragonés, de Del Bosque y del que sustiituyó con éxito a este pimpollo incompetente (Moreno creo que se llamaba) la temporada que estuvo ausente por problemas familiares y luego lo echó probablemente por envidia y por tener criterio propio!
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